1. Más información, menos
conocimiento
1. ¿Es cierto que existe una distorsión
en la capacidad de análisis del lector
que está atado a la información
reverberante del internet?
Si es cierto, porque la persona que busca
información acerca de un tema lo primero
que hace es buscar en el internet y
encima solo recopilará información
resumida y ni siquiera se tomara la
molestia de leer todo el tema, entonces se
da la distorsión de la capacidad de análisis
como si lo hacían nuestros padres
abuelos. De allí que comporto la idea de la
doctora Katherine Hayles “ya puedo
conseguir que mis alumnos lean libros
enteros”.
2. 1. ¿Es cierto que existe una distorsión en la capacidad
de análisis del lector que está atado a la información
reverberante del internet?
Estamos de acuerdo con el avance tecnológico ya
que por ahora te puedes enterar en segundos
todas las noticias que pasan en el mundo, pero
también no caigamos en el facilismo de conseguir
las cosas, por eso los docentes deben exigir a los
alumnos que los temas de trabajo deben ser
recopilados en los libros por eso, no es bueno
confiarnos en la “inteligencia artificial”. Por eso
me quedo con la última idea de Mario Vargas
Llosa “a menos, claro, que un cataclismo nuclear,
por obra de un accidente o una acción terrorista,
nos regrese a las cavernas. Habría que empezar
de nuevo, entonces, y a ver si esta segunda vez
lo hacemos mejor”.
3. Más información, menos
conocimiento
2. De ser positiva su respuesta, ¿cómo se
produce ésta?
Con la revolución de la tecnología informática
que nos carcome a todos con sus infinitas
conexiones, que va adaptándose a nuestro
sistema pensante, sobornando y sensualiza, los
que se van volviendo, de manera paulatina,
dependientes de aquellas herramientas, y, por
fin, en sus esclavos. ¿Para qué mantener fresca
y activa la memoria si toda ella está almacenada
en algo que un programador de sistemas ha
llamado "la mejor y más grande biblioteca del
mundo"? ¿Y para qué aguzar la atención si
pulsando las teclas adecuadas los recuerdos que
necesito viene a mí, resucitados por esas
diligentes máquinas?
4. 2. De ser positiva su respuesta, ¿cómo se
produce ésta?
Pero debemos inquietarnos si ese progreso
significa aquello que un erudito estudioso
de los efectos del Internet en nuestro
cerebro y en nuestras costumbres, Van
Nimwegen, dedujo luego de uno de sus
experimentos: que confiar a los
ordenadores la solución de todos los
problemas cognitivos reduce "la capacidad
de nuestros cerebros para construir
estructuras estables de conocimientos". En
otras palabras: cuanto más inteligente sea
nuestro ordenador, más tontos seremos.