Este documento describe una opulenta mansión y hace varias preguntas sobre a quién podría pertenecer, mencionando opciones como un billonario estadounidense, un príncipe saudita o Luis XIV de Francia. Finalmente revela que la mansión pertenece al líder de la Iglesia Universal del Reino de Dios en Brasil, Edir Macedo, a quien critica por acumular riquezas a través de las donaciones de sus seguidores mientras estos pasan necesidades.