1. Considero que este escrito es un llamado a reflexionar de la
forma cómo debemos asumir nuestras acciones y
actividades diarias.
Actitudes como responsabilidad, compromiso y buena
disposición en cada una de las obligaciones que adquirimos
nos califican con las cualidades necesarias para hacer bien
y ser mejores.
De cada experiencia valorar lo positivo, es lo que
verdaderamente nos hace ser eficientes y eficaces.
Las personas son catalogadas de acuerdo a su desempeño
en sus relaciones laborales y personales.
2. • Estimo que los seres humanos actuamos de acuerdo a una real
motivación y gusto por lo que hacemos y cuando no existe, es
cuando se enfrenta a obstáculos con los demás y no se alcanza el
rendimiento esperado.
• Cuando comprendemos que somos individuos diferentes y únicos
se apreciará el valor de nuestro trabajo, todos tenemos capacidades
físicas, intelectuales y sociales para realizar una labor. No es lo
importante lo que uno hace, sino cómo lo hace, cuánto amor,
sinceridad y fe ponemos en lo que realizamos. Cada trabajo es
importante, y lo que yo hago, no lo puedes hacer tú, de la misma
manera que yo no puedo hacer lo que tú haces.
• La energía y fuerza con que actuamos se ve reflejada en nuestros
logros alcanzados, cuando confían en ti, es por qué estamos
formados integralmente y estamos en la capacidad de generar
excelentes resultados, cuando además lo que se hace lo hacemos
con amor, sin esperar nada a cambio.
3. • Las personas que están acostumbradas a vivir juzgando
a los demás y no miran su actuar no están en
capacidad de dar lo mejor de sí mismos.
• Tenemos que aprender a querer lo que hacemos para
hacerlo bien. Respetar a los demás con nuestras
diferencias y trabajar en comunidad para alcanzar
metas comunes.
• Estamos acostumbrados a que todo no lo deben dar sin
ningún esfuerzo adicional. Las dificultades son
experiencias para aprender y ser mejores pero sólo
cuando las asumamos con interés, fuerza y energía
positiva.