El documento cuenta la historia de un joven que escucha una enseñanza sobre escuchar la voz de Dios. Mientras regresa a su casa en auto, ora pidiendo que Dios le hable. Tiene pensamientos que lo llevan a comprar leche y dirigirse a una casa donde una familia estaba orando por conseguir leche para su bebé. El joven les da la leche y comprende que Dios aún habla con la gente.
3. Un joven había estado escuchando en su parroquia una
enseñanza sobre escuchar y obedecer la voz del Señor…
Entonces el joven no pudo evitar pensar:
- ¿Dios habla con la gente todavía?
4. Después de la reunión, salió con unos amigos a cenar y
comentaron el mensaje. Varios de ellos contaron
cómo Dios los había guiado en diversas oportunidades.
Ya eran las 10:00 de la noche cuando el joven emprendió
el regreso hacia su hogar…
5. Mientras iba sentado en el auto comenzó a orar:
“Dios, si todavía hablas con la gente, por favor
háblame a mi. Yo te voy a escuchar.
Voy a hacer todo lo que pueda por obedecerte”.
6. Mientras manejaba por la calle tuvo un pensamiento
extraño… se le ocurrió que debía parar y comprar un
litro de leche… pero dijo en voz alta:
- “¿Dios, eres tu?”
Como no obtuvo respuesta, siguió camino hacia su casa
pero nuevamente le vino el pensamiento:
- “Compra un litro de leche”
7. El joven recordó de la Biblia cómo el pequeño Samuel no
reconocía la voz del Señor y acudía a pedirle ayuda a Elí
y entonces dijo:
“Está bien, Dios, por si acaso eres Tu,
voy a comprar la leche”.
8. No parecía una prueba muy difícil de obediencia, la leche
siempre es útil pensó. Se detuvo, compró la leche y siguió
camino hacia su casa.
Ya cuando estaba pasando por una calle sintió un impulso
que le sugería:
“Dobla en esta esquina”.
9. “Esto es una locura”, pensó , y siguió su camino. Pero de
nuevo tuvo la sensación de que debió haber doblado en
aquella esquina.
En la siguiente intersección dobló y volvió a la calle en
que había sentido ese impulso y dijo:
“Esta bien Señor, así lo haré”.
10. Siguió varias cuadras y sintió que tenía que parar.
Se estacionó y miró a su alrededor, estaba en una zona
que no era de las mejores de la ciudad, pero tampoco de
las peores. Todos los negocios y las casas estaban
cerrados y la gente parecía que se había ido a dormir.
De repente volvió a sentir algo…
11. “Anda y dale la leche a
esa gente de la casa de enfrente”.
El joven miró la casa… estaba tan oscura, que daba la
impresión de que estaba abandonada…
Se intimidó y regresó a su auto diciendo:
“Dios esto es de locos, esa gente debe estar durmiendo.
Si los despierto se van a enojar
y voy a quedar como un idiota”.
12. Nuevamente sintió que tenía que ir… y dijo:
“Está bien Dios , si eres Tú, voy a ir
y les voy a dar la leche.
Si Tu quieres que quede como un loco, está bien.
Quiero ser obediente… supongo que eso servirá de
algo… pero si no me contestan rápido…
¡Me voy!
13. Cruzó la calle y tocó el timbre… y se percató de que
venían ruidos de adentro…
Un hombre le gritó:
“¿Quién es usted? ¿Qué quiere?”.
14. La puerta se abrió antes de que el joven pudiera salir
corriendo… y se asomó un hombre que parecía que recién
se había levantado de la cama y con una mirada extraña,
muy molesto le preguntó:
- “¿Qué quiere?”
El joven tímidamente sacó la botella de leche y le dijo:
- “Aquí tiene, esto es para usted”.
15. El hombre impactado, tomó la leche y entró apresurado.
Tras él, una mujer le esperaba intentando calmar el llanto
de un niño que llevaba en brazos.
El joven vió al hombre, quien con los ojos llenos de
lágrimas, tomó al niño y le dijo con voz entrecortada …
16. “Estábamos orando…
tuvimos que pagar muchas cuentas este mes
y nos quedamos sin dinero.
No teníamos dinero para comprarle leche a nuestro bebé.
Estabamos pidiéndole a Dios que nos ayudara
a conseguir leche y comida”.
17. El joven sacó de sus bolsillos todo el dinero que tenía
y se lo puso en la mano al hombre. Dió media vuelta y se
regresó a su auto llorando…
Entonces, el joven comprendió, que si se sabe
oír la voz de Dios abriéndose camino en medio
de tantos ruidos, se puede descubrir que …
18. DIOS TODAVÍA NOS HABLA.
¿Tú puedes escucharlo?
Presta atención… a esa voz que habla dentro de ti.
Reconéctate… con Dios.
19. Porque Él no deja de hablarnos…
aunque nosotros muchas veces no sepamos escucharle en
medio de todos los ruidos que nos rodean.
Dios está ahí para ti.
21. Ésta historia está basada en el relato que aparece en el libro:
Ver la Vida con Ojos Nuevos de Gustavo E. Jamut
Parte de la amplia
colección de este autor que
encuentras en:
info@paulinaspr.org / www.paulinaspr.org
San Francisco 787.763.5441 / Arzuaga 787.765.4390 Río Piedras
Línea Gratuita en Puerto Rico y USA 1-877-995-7755 / 1-877-995-5577