Sustratos- Alberto Guerrero Sustrato es un estrato que subyace a otro sobre el cual puede influir. Es una capa oculta tras otra, puede que totalmente invisible, puede que parcialmente desvelada, pero siempre determinante en lo que se ve.Me interesa el sustrato que conforma la identidad verdadera del hombre. Como en los cuadros, los humanos estamos hechos de lo que se ve desde fuera y de lo que está detrás. Somos estratos y sustratos.  La primera impresión, a los ojos del espectador, es la de un color único. Somos rojos, azules o naranjas, más o menos deslumbrantes, brillantes o vitales, más o menos apagados, más o menos oscuros. Pero si quien nos observa se toma el tiempo de traspasar la capa superficial, yendo más allá sin prejuicios, descubre millones de colores, de sustratos: experiencias y vivencias diferentes que contribuyen en mayor o menor medida a hacernos quienes somos: únicos y originales en nuestra esencia. Lo esencial – decía Saint Exupery en El Principito- es invisible a los ojos.La verdad del hombre está escondida tras un montón de vivencias, creencias o realidades que nos influyen y dejan rastro en quiénes somos hoy. Estas pinceladas de realidad van conformando nuestro color actual y quién sabe cómo lo matizarán con el tiempo: somos seres en permanente cambio hechos de capas. Entre nuestro origen y la última capa que nos cubra, solo habrá sustrato. 

1. Sustratos
ALBERTO GUERRERO
Entre nuestro origen y la última capa
que nos cubra, solo habrá sustratos.

2. Al recordar la última exposición de Alberto Guerrero, en el año 2006, y contemplar
la obra que ahora presenta, sorprende de nuevo la coherencia de su trayectoria.
Una trayectoria del todo ajena a injerencias externas y que sigue con rigor la
expresión de una fuerza interior, de una luz muy personal, que ya se anunciaba
entonces. Seis años, en un mundo tan cambiante, que nos somete a pulsiones de
signo tan diverso y que impone ritmos muy veloces, constituyen un tiempo
considerable. Por eso, en el contexto de la mutación continua que vivimos, destaca
tanto la tenacidad de su empeño y la validez del propio lenguaje, como base de la
progresión que ahora imprime a su obra. Una progresión con voluntad de
búsqueda metafísica, cuyas claves nos desvela él mismo: desentrañar la verdadera
esencia del hombre y escudriñar el rastro invisible de su trayectoria vital.
En lo formal, permanece fiel a los signos iniciales: texturas que surgen de una
búsqueda paciente, pigmentos y colores que adquieren ahora un nuevo significado,
como ecos de “un remoto recordar”. Al hacerse más brillantes, más ricos y más
expresivos, se confirman como signos de identidad de ese lenguaje y configuran la
base de su obra actual y futura. Sobre esos signos, rasgos de su coherencia y de su
honestidad artística, que definen eso que denominamos el estilo, la forma de
hacer, la manera de un artista, construye Alberto Guerrero su búsqueda personal.
Las texturas cobran nuevo protagonismo, relieve y color. En ellas penetra el artista
en busca de los sustratos vitales de la aventura humana, unos sustratos hechos de
luces y de sombras – en la línea más genuina del arte de la pintura – pero también
de vivencias y de rastros que él nos ayuda a desvelar.
En su significado, la evolución de este lenguaje, la búsqueda esencial que expresa,
la indagación elegida como vía de conocimiento, nos llevan a un plano superior: el
plano de los valores. Ese universo donde ética y estética se funden en la búsqueda
de la Verdad. De lo que somos, de lo que hemos querido y de los que hemos
podido ser. Desde el origen hasta el confín de cada vida. Entre uno y otro, “sólo
habrá sustratos”, nos dice el artista. Su huella está en estos cuadros.
José María BALLESTER
Septiembre de 2012

3. El sustrato se define como un estrato que subyace a
otro sobre el cual puede influir. Es una capa que
permanece oculta de algún modo, puede que
totalmente invisible, puede que parcialmente
desvelada, pero que, en todo caso, determina la
realidad que uno percibe.
Me interesa el sustrato que conforma la identidad
del hombre. En una primera impresión,
aparentamos ser de un color único: rojos, azules o
naranjas, más o menos deslumbrantes, brillantes o
vitales, más o menos apagados u oscuros. Pero si
quien nos observa se toma la libertad de profundizar
sin prejuicios, descubre millones de sustratos de
otros colores, texturas, materias: vivencias que
contribuyen en mayor o menor medida a hacernos
quienes somos, únicos y originales.
La verdadera esencia del hombre está escondida
tras miles de capas de realidad que dejan rastro en
quién es ese hombre hoy, el día que otros ojos nos
ven.
Hasta el final, nuevas pinceladas superpuestas
matizarán quiénes somos, y entre nuestro origen y
la última capa que nos cubra, solo habrá sustratos.

4. Inocente
Inconformismo I
156 x 156 cm

5. De lo construido y por hacer
156 x 154 cm

6. Caminando hacia la madurez
152 x 152 cm

7. Desde el pasado hacia lo mejor
102 x 102 cm

8. Conquista del éxito
102 x 102 cm

9. Inocente Inconformismo II
61,5 x 61,5 cm

10. Madurez II
62 x 62 cm

11. Nostalgia
de un pasado
61,5 x 61,5 cm

12. La irreflexiva inconsciencia
61,5 x 61,5 cm

13. Recuerdo
33 x 33,5 cm

14. Hoy
33 x 32 cm

15. Destellos en lo cotidiano
33 x 32,5 cm

16. Viejas esperanzas
33 x 32 cm

17. Impenetrable I
104 x 104 cm

18. Impenetrable II
104 x 104 cm

19. SUSTRATOS permanecerá abierto del 19 al
22 de Septiembre de 12 a 21:30 h. Sábado
de 12 a 14:30 h.
Hasta el 10 de Octubre con cita previa, los
miércoles de 18 a 21:30 h está abierto.
www.pepepisa.com - 607479797
Foto: María de Miguel y Patricia Gallego