Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...
Ensayo ¿por qué no una planeación normativa?
1. ¿POR QUÉ NO UNA PLANEACIÓN NORMATIVA?
Patricia Irene Chacón Bernal
Dentro del contexto educativo, desde el inicio del interés por sistematizar los
procesos en las Instituciones Educativas, se ha venido utilizando una
planeación que bien puede denominarse normativa; la cual como su nombre lo
indica está fundamentada en normas rígidas, que fueron útiles en su momento,
con el fin de organizar lo que se hacía en la práctica, pero no tenía evidencia
alguna escrita.
Ahora bien, los tiempos han cambiado y así mismo cambian los paradigmas,
tanto administrativos, como pedagógicos. Es así como se hace necesario el
replanteamiento de los procesos, para hacerlos más cercanos a nuestras
realidades educativas y a los contextos existentes, tanto a nivel macro como
micro, porque no puede desconocerse que las nuevas tendencias a nivel global
son de flexibilización y participación de las propias comunidades en sus
procesos internos. Por ello se hace necesario realizar la reflexión sobre la
conveniencia de continuar con una planeación normativa.
Otrora en el sistema educativo, quien planeaba todo el movimiento de las
Instituciones Educativas, así como los contenidos pertinentes para trabajar en
cada grado y en cada tiempo, era el Ministerio de Educación; posteriormente se
ha venido delegando esa función, aunque todavía éste da los lineamientos
generales y contenidos mínimos, a otras instancias, que en su momento fueron
las Secretarías de Educación, llegando en algún punto hasta la Rectoría de la
institución. Era así, como el Rector organizaba todo el P.E.I., con todos sus
componentes y la participación de los otros actores, quedaba relegada a la
implementación de las directrices.
Cabe plantearse en este momento el interrogante: ¿puedo yo implementar una
serie de acciones, actividades, proyectos y contenidos, si no los conozco, o no
los comparto y/o no he participado en la priorización de éstos? Es bastante
difícil, ya que dentro de éste marco, no han tenido en cuenta mis necesidades,
intereses y expectativas.
Es en este punto donde hace su aparición, en contraposición con la propuesta
de planeación normativa, la planeación estratégica, ya que, si realmente se
pretenden estructurar Instituciones Educativas que crezcan y sean inteligentes,
se hace urgente y necesario permitir la participación de todos los actores de las
comunidades educativas, en la estructuración de sus diagnósticos,
documentos, proyectos, planes y contenidos, ya que ello garantiza el
empoderamiento de ésta, sobre sus propios procesos.
Pero al comenzar a realizar el cambio de una planeación normativa inflexible a
una planeación estratégicaflexible, se producen tensiones obvias, debido a los
postulados encontrados de estas dos formas de planear. Éstos son diversos,
pero hay algunos que llaman la atención, de acuerdo a los contextos
específicos de cada Institución y Comunidad educativa.
2. En el caso de la I.E.D. Escuela Normal Superior, por ser ésta una Institución
formadora de docentes, con modelo pedagógico sesgado hacia el
constructivismo y con una intensión y visión pedagógica de cambio, uno de los
más atractivas tensiones es la de que existe más de una explicación verdadera
de la realidad, porque hay varios sujetos que planifican, mientras que para la
planeación formativasólo existen una explicación válida (Lara, 2012). Dentro de
los procesos que se llevan a cabo, es necesaria la participación activa de todos
los actores implicados, como ya se dijo con anterioridad. Como son varias las
personas que planean dentro de los diversos proyectos y programas y se
pretende realizar un real trabajo de equipo, donde no cada uno planea por su
lado y luego se unen las planeaciones, es obvio que van a existir varias
explicaciones de la realidad estudiada, que cada uno de los implicados tratará
de sustentar y realizará propuestas para, desde su óptica, proponer lo que
considera más adecuado para restructurarla. Pero un real trabajo de equipo,
implica entrar en diálogo pedagógico, para que a través del intercambio de los
diferentes puntos de vista y la sustentación de razones, se trate de llegar a
acuerdos, que permitan abordar las problemáticas detectadas, dentro de la
realidad.
Estas múltiples interpretaciones de la realidad, también generan múltiples
problemáticas a abordar y es aquí donde se presenta otra de las tenciones, ya
que la planeación normativa considera, por causa efecto, que ante la misma
problemática se puede diseñar la misma solución basada en las normas, pero
la planeación estratégica permite la aparición de diversas posibilidades de
solución, muchas de ellas creativas, que no se rigen sino por algunas
leyes(Laraa, 2012), lo que permite nuevamente la flexibilidad del proceso y se
debe recurrir nuevamente al diálogo pedagógico para la concertación.
En este punto, se enlaza con otra de las tensiones que se presentan, a saber:
el contexto del plan se mueve dentro del conflicto, la concertación y el
consenso, lo que indica que las fuerzas sociales y los actores son el centro del
plan, dentro de la visión de la planeación estratégica(Lara 2012), mientras que
para la planeación normativa, el poder está centrado, sea en el estado o en el
Rector, quien en última instancia, es quien toma las decisiones.
Para que realmente exista una planeación estratégica, la concentración del
poder en una sola persona o instancia, no debe existir. Ello lo confirma el
empoderamiento, porque cuando las personas hacen suyos los trabajos y
proyectos, ellos mismos ostentan el poder para sacarlos adelante, lo que no
ocurre cuando éstos le son impuestos heterónomamente, convirtiéndose en
meras obligaciones. No implica ello, que el Rector como representante legal
deje de ejercer sus funciones, sino que sea capaz de promover el
empoderamiento de todo lo planeado, a través de la participación de todos los
actores de la comunidad educativa, para lograr los objetivos y metas
propuestos. Esta participación implica entrar en diálogos pedagógicos que
pueden generar conflictos, pero a través de su discusión acertada llevan a la
concertación y al consenso, permitiendo a toda la comunidad educativa su
mejoramiento.
3. Por todo lo anterior, es evidente que las bondades de una planeación
estratégica aventajan, por mucho, a las de la planeación normativa.
Si se es consiente de la necesidad de mejorar los procesos pedagógicos
institucionales en forma continua y organizada, es mucho más productivo para
una institución, acercarse a los postulados de la planeación estratégica,
involucrando a toda la comunidad educativa en el diagnóstico, determinación y
priorización de los aspectos a trabajar, logrando con ello la distribución
equitativa del poder y por ende el empoderamiento de todos los actores, los
que garantiza la funcionalidad de la planeación y así mismo la adecuada
implementación de ésta, logrando mejorar lo que se desea.
Es pues, función de los directivos docentes, convertirse mas que en líderes, en
gestores de su comunidad educativa, aplicando parámetros de la planeación
estratégica, para garantizar la participación activa en todo el proceso de
planeación institucional, garantizando de esta manera el interés, la pertinencia
y el trabajo en equipo, para lograr metas concertadas y promover el
mejoramiento institucional. Lo anterior implica comprender el proceso de
planeación desde los planteamientos del paradigma sociocrítico, que permite
intentar comprender la realidad, para modificarla o transformarla, en aras del
mejoramiento de las comunidades con las que una institución trabaja y en las
cuales se encuentra inmersa.
Bibliografía:
LARA SALCEDO, Luz Marina. Tensiones entre la planeación normativa y la
planeación estratégica situacional. Diplomado en Gerencia Educativa,
Presentación en Power Point, Pontificia Universidad Javeriana, 2012