El documento describe dos tipos de envolvimiento del público con la publicidad: bajo envolvimiento, donde se enfoca en señales periféricas como música o celebridades en lugar del contenido, y alto envolvimiento, donde se evalúan las ventajas y desventajas del producto. La televisión se clasifica como un medio de bajo envolvimiento donde el aprendizaje es pasivo a través de exposiciones repetidas, mientras que los impresos se clasifican como un medio de alto envolvimiento que es procesado cognitivamente.