El documento discute el concepto de "pueblo de Dios" en la teología cristiana. Originalmente se identificó desde el principio, pero cayó en desuso hasta el siglo 20 cuando fue recuperado en el Concilio Vaticano II como símbolo de la eclesiología. Hoy se intenta recuperar su intención profunda en el Vaticano II de referirse al antiguo pueblo de Dios y reconducir todos los términos de la Iglesia a la ekklesía.