La Revisión de Vida es un método central de formación en Acción Católica, que implica reflexionar sobre la propia vida a la luz de la fe mediante las etapas de Ver, Juzgar y Actuar. Este método busca ayudar a los militantes a comprender mejor sus fundamentos de fe y vocación bautismal, y a configurar una respuesta práctica que mantengan un diálogo continuo entre su fe y vida en todas las etapas.
2. ¿Qué hacemos en la AC?
• Nos reunimos
• Rezamos Oración
• Tratamos temas que nos interesan como
cristianos Información
• Aprendemos “cosas” Instrucción
• Compartimos Comunitario
• Celebramos Lo
celebrativo
• Emprendemos acciones Compromiso
• Nos ayudamos (apoyo, estímulo)… Lo Fraterno
Como todos los grupos cristianos, en
mayor o menor medida, cada uno con
su matiz….
5. Metodología:
• Conjunto de instrumentos, forma de
hacer, estilo y pedagogía que configuran
una determinada identidad:
la militancia cristiana
….pero… ¡eso tampoco es exclusivo de la AC!
6. Profundizamos en nuestro ser militante
gracias a la “formación”
La formación en la AC se entiende como el conjunto
de actividades que nos permiten comprender los
fundamentos de la fe y de la vocación bautismal,
aprehender la forma de concretarlos en una identidad
y configurar una respuesta práxica, vital, en un
diálogo continuado entre la fe y la vida… que se
extiende a lo largo de todas las etapas de la vida
7. Profundizamos en nuestro ser militante
gracias a la “formación”
La formación en la AC se entiende como el conjunto
de actividades que nos permiten comprender los
fundamentos de la fe y de la vocación bautismal,
aprehender la forma de concretarlos en una identidad
y configurar una respuesta práxica, vital, en un
diálogo continuado entre la fe y la vida… que se
extiende a lo largo de todas las etapas de la vida
identidad
respuesta
diálogo la fe y la vida
etapas
¡REVISIÓN DE VIDA!
9. Concreciones metodológicas
El método del VER-JUZGAR-ACTUAR se puede
concretar de varios modos:
Revisión de Vida
Encuesta Sistemática
Y tiene algunas derivaciones similares:
Lectura Creyente de la Realidad
…
10. La Vida La Palabra
Juicio Evangélico
El compromiso La Oración
Materiales de
formación
Espiritualidad
militante
La RV
11. La Vida La Palabra
Juicio Evangélico
El compromiso La Oración
Materiales de
formación
Espiritualidad
militante
La ES
12. La Vida La Palabra
Juicio Evangélico
El compromiso La Oración
Materiales de
formación
Espiritualidad
militante
La LCR
13. La Vida La Palabra
Juicio Evangélico
El compromiso La Oración
Materiales de
formación
Espiritualidad
militante
EL PPVM
14. La Espiritualidad Militante
Es una expresión que
pretende destacar algunos
rasgos concretos de la
identidad cristiana. No es
exclusiva de la AC ni
debería faltar en ningún
creyente.
15. Un modo de ser:
– Que despierta en nosotros la sensibilidad, la
cercanía, la misericordia ante las víctimas de
la injusticia y la explotación
– Que nos impulsa al compromiso
– Nos anima a mantener un estilo de vida
pobre, sencillo, evangélico
– Nos ayuda a perseverar tras dificultades y
fracasos
– Se alimenta y reconstruye desde la misma
acción, en la que descubrimos la presencia
de Dios
21. Rasgos fundamentales de la espiritualidad militante (6)
Espiritualidad eclesial, comunitaria
22. Rasgos fundamentales de la espiritualidad militante (7)
Contemplativos en la entraña de la vida
23. ORGANIZACIÓN: GRUPO, MOVIMIENTO
Análisis de la realidad
Plan de formación
Campaña
Revisión de Vida
Revisión del PPVM
Compromisos
personales
Compromisos
de grupo
Plan de Acción
Oración y
Celebración
MISION
La espiritualidad militante es, por tanto, una espiritualidad de la acción, de la vida. Una espiritualidad propia de los que viven en el siglo, en la que la experiencia de dios pasa necesariamente por el prójimo, reflejo de la forma de vivir de Jesús; parra que se haga visible para todos el amor del Padre. La acción no es pues una anécdota o un añadido en la espiritualidad cristiana sino un camino preferente, que fue el de Jesús.
Encontrar sentido al ser uno más, en la entraña de la vida, a evangelizar desde dentro, ser y sentirse pueblo, etc. Como Jesús, es la forma de poder leer, escuchar, ver, contemplar el paso y la acción de dios en las personas y acontecimientos. Y la RV nos facilita madurar esas actitudes que capacitan al creyente para oír a Dios en la vida…
Jesús no es persona de discurso ideológico, es alguien muy pegado a la vida concreta que le va saliendo al paso. Está claro que él no espera que el Reino se haga presente en acontecimientos espectaculares, multitudinarios o poderosos, sino que “ya está en medio de nosotros…”En lo concreto la persona se va construyendo o salvando o no.
Una acción en la que el creyente se empapa desde el principio, desde dentro, no es algo que hace porque sí, por matar el tiempo, porque conviene simplemente, o por un esfuerzo de voluntad, sino que nace de un anhelo del alma, de acercarse a Dios, como expresión de fe y no solo como exigencia de la fe. Así la acción se convierte en fuerza de salvación, porque busca el lugar humano para que pueda nacer Dios en el corazón de las personas y de la historia. La espiritualidad del seglar crece muy vinculada a su acción como cristiano en el mundo. La acción en sí misma nos abre a la realidad, a Dios.
La RV y la lectura creyente de la realidad son dos de las mediaciones más peculiares para cultivar esta espiritualidad de la acción que han de nutrir la experiencia cristiana.
Ir a los otros, a su terreno, escucharles, preocupados porque desde su vida puedan encontrar a Jesucristo: ir a ellos y no hacer que ellos vengan a nosotros, a nuestro terreno (llámese nuestra parroquia, nuestro movimiento… ) La espiritualidad misionera es una perspectiva que hace referencia necesariamente a la manera como Jesús vivió y realizó el encargo recibido del Padre. Ir al encuentro de los otros supone un cambio importante en el contexto cultural actual, tan fraccionado, tan individualista. El misionero no busca su propio interés, no se limita a una presentación objetiva del mensaje. La misión le implica enteramente como persona: en la misión, a su vez, el es evangelizado, conducido por la pedagogía de Dios. Ojo, porque lo que no se dice muchas veces es que el misionero frecuentemente se queda solo, distanciado de lo que la comunidad sigue haciendo y viviendo, a la intemperie, a veces innovando. Por eso es importante la organización de los movimientos apostólicos, porque va a facilitar una mayor cercanía y apoyo, aunque no siempre.
Actitudes como la pobreza de corazón, la austeridad de vida, la opción solidaria y lúcida por los pobres, la preferencia por medios en consonancia con ese estilo serán rasgos del espíritu y talante propios de la espiritualidad misionera, junto con la confianza en Dios y en el Espíritu que anima y habita la Iglesia.
Desde el seguimiento de Jesús encontramos sentido a esas palabras suyas que nos invitan a tomar la cruz de cada día, morir como el grano de trigo, etc. La incomprensión y el fracaso son experiencia común del cristiano que intente hacer de su vida un seguimiento del Maestro. Las tentaciones a “jubilarnos” de la militancia, a “acomodarnos” a lo más conocido y menos conflictivo, a buscar un entendimiento entre la utopía y lo razonable siempre nos asaltan de vez en cuando.
La salida: hacer de la experiencia de cruz una fuente de espiritualidad: acoger desde la fe la aparente ausencia de Dios, al Dios presente en los débiles y excluidos, en el fracaso de quienes luchan por la justicia, orar al Dios que calla, como Jesús en la cruz, Pedir fuerzas para perseverar, convertir el silencio en palabra que denuncia, celebrar sacramentalmente el misterio de la muerte y resurrección de Jesús, de la cual participamos.
Una espiritualidad no compartida y celebrada en comunidad termina por convertirse en algo subjetivo, al gusto de cada uno, no significativa de nada, o acaba por desaparecer. La espiritualidad cristiana consiste en participar de la vida de Jesús, a quien primordialmente lo encontramos como sacramento en la comunidad de la Iglesia. Es en la comunidad donde se hace presente Cristo: donde dos o más… La Eucaristía es la fuente más importante e insustituible de toda espiritualidad cristiana.
La acción y la contemplación son dos claves de la espiritualidad seglar. Es la intuición de fondo que atraviesa toda la dinámica de la RV.