2. El ballet clásico o danza clásica es una forma de
danza cuyos movimientos se basan en el control
total y absoluto del cuerpo, el cual se debe enseñar
desde temprana edad. Se recomienda iniciar los
estudios de esta danza clásica a los seis o siete
años, ya que el ballet es una disciplina que requiere
concentración y capacidad para el esfuerzo como
actitud y forma de vida. A diferencia de otras
danzas, en el ballet cada paso está codificado.
Participan invariablemente las
manos, brazos, tronco, cabeza, pies, rodillas, todo
el cuerpo en una conjunción simultánea de
dinámica muscular y mental que debe expresarse
en total armonía de movimientos.
3. La Historia de la danza estudia la evolución de la danza a través del tiempo. Desde
la prehistoria el ser humano ha tenido la necesidad de comunicarse corporalmente, con
movimientos que expresaban sentimientos y estados de ánimo. Estos primeros
movimientos rítmicos sirvieron igualmente para ritualizar acontecimientos importantes
(nacimientos, defunciones, bodas). En principio, la danza tenía un
componente ritual, celebrada en ceremonias de fecundidad, caza o guerra, o de diversa
índole religiosa, donde la propia respiración y los latidos del corazón sirvieron para otorgar
una primera cadencia a la danza.
El ballet surgió en la Italia del Renacimiento (1400-1600). Fue en Francia durante el reinado
de Louis XIV, apodado Rey Sol que surge la necesidad de la profesionalización y en 1661 se
crea la primera escuela de danza: Académie Royale de la danse. En 1700 R. A. Feuillet
publicó Choréographie ou Art de noter la danse donde por primera vez se reproduce la
totalidad de los pasos codificados y se funda un primer conato de transliteración o notación
de las figuras. En 1725 P. Rameau con su Traité Maître a danser perfeccionó toda la técnica
hasta entonces planteada.
Fueron de vital importancia de cara al nacimiento del Ballet Romántico las reformas
actuadas por G. Magri con su Trattato teorico-practico di Ballo en 1779 proporcionando un
repertorio intacto de figuras y por J. G. Noverre con su tratado Lettre sur le ballets et les
arts d'imitation donde da vida al Ballet d'action el ballet pantomima. En 1713 se creó la
segunda Académie Royale lo que hoy conocemos como la Opera de París.
Toda esta reforma fue experimentada y puesta en práctica por F. W. Hilferding en 1735 al
regresar a su ciudad natal Viena fue nombrado Maestro de Ballet y en 1740 emprendió la tarea
de introducir el Realismo en el propio Ballet.
4. Zapatillas en punta
Las puntas son zapatillas especiales, que las bailarinas
adquieren cuando poseen la fuerza requerida en los
músculos del pie y la pantorrilla. Al principio de este
proceso, las bailarinas sufren de un intenso dolor en los
dedos y articulaciones, pero con los años van
adquiriendo mayor fuerza y conocimientos que hacen
que sus pies sufran cada vez menos. La primera bailarina
en subirse a la punta de los pies fue Marie Taglioni en el
ballet La Sílfide, en esa ocasión su padre la creo para ella.
El uso de las puntas de ballet en las estudiantes está
programado hacia el final del primer año de ballet
(Escuela Vaganova), cuando la musculatura ya se
encuentra preparada[Los ejercicios en esta etapa son
muy básicos, limitándose a elevarse en las puntas sobre
los dos pies y siempre con la ayuda de la barra. Después
ya empiezan a hacer pasos más complejos
como, piruetas y saltos sobre las puntas.
Existen diferentes tipos de zapatillas de punta, de
diferentes lugares del mundo. Rusas y estadounidenses
son las principales. Cada zapatilla se adapta a las
distintas necesidades y capacidades de las bailarinas. Por
el ejemplo, el arco, la fuerza del empeine, etc.
5. La técnica de baile, el arte de la coreografía y la
música de ballet se han construido con grandes
aportaciones rusas. Aunque el
propio ballet moderno ruso de inicios del siglo XXI
está anclado en la tradición y no se desarrolla tan
intensamente como en EE. UU. o Europa, la
escuela legendaria de ballet sigue produciendo
bailarines casi universales gracias a su alto nivel
técnico.
6. Primeros pasos
Lo que vio Rusia el 8 de febrero de 1673 como el
primer espectáculo de ballet de su historia fueron
bailes lentos y muy ceremoniosos que consistían en
cambios de poses refinadas, inclinaciones y pasos.
Todo esto, llamado El ballet sobre Orfeo y
Eurídice, estaba alternado con recitación y canto.
Aunque no quedó nada de esta diversión del zar
Alejo (Alexéi Mijáilovich), la fama del
verdadero ballet ruso, que aparecería siglos más
tarde, llega hasta nuestros días.
Fue el zar Pedro el Grande quien estableció la
enseñanza obligatoria de baile a los alumnos de los
colegios para la nobleza. La corte del famoso
reformador ruso conoció los conjuntos de ópera
y ballet extranjeros. Los hijos de los siervos de los
cortesanos fueron los alumnos de la primera escuela
de ballet de Rusia en 1738. Doce chicos y doce
chicas se convirtieron en bailarines profesionales y
desde entonces se recuerda el nombre de uno de
sus miembros, el bailarín Timoféi Búblikov.
7. El ballet en la Rusia soviética
El ballet no perdió su importancia ni después de la Primera
Guerra Mundial, ni con la llegada al poder de los jefes
soviéticos, ni cuando la situación política y económica
amenazaba la existencia de los mismos teatro Bolshói y teatro
Mariinski.
En la década de los años 20 se realizaron numerosos
experimentos tanto en la forma, como en el contenido del
espectáculo. En realidad, la mayoría de los ballets de esa época
estaban condicionados por la ideología política soviética. El
patetismo hacia su nuevo futuro y la temática revolucionaria
inspiraban a los coreógrafos.
En los ballets soviéticos destacaron los saltos
altos, mantenimientos acrobáticos altos también y los giros
bruscos, lo que confería una expresión dramática y espectacular
a los ballets.
Una de las profesoras que contribuyó al desarrollo de este estilo
fue Agrippina Vagánova, la autora de un programa de enseñanza
(conocido como “el sistema de Vagánova”) y del manual Las
bases del baile clásico. Su sistema permitió formar bailarines de
tan alto nivel técnico que podían interpretar
tanto ballets románticos de épocas pasadas, como espectáculos
soviéticos de la época.
8. El ballet moderno ruso
En general el ballet del siglo XX y principios del XXI se caracteriza por
tendencias como un mayor simbolismo del lenguaje en comparación con
el ballet clásico ruso, ausencia de trama, movimientos plásticos más
libres, danza moderna con el uso de elementos folklóricos, deportivos y
de jazz. Nacen obras postmodernistas con proyecciones de cine y
fotografía, con música electrónica, “improvisación del contacto”. Pero
todos estos rasgos en su gran parte se desarrollan fuera de Rusia y
llegan al país con los festivales de danza moderna, como el de Tsej. El
gran paso hacia la modernización del ballet de Rusia lo dio el Teatro
Mijáilovski cuando invitó en 2010 al coreógrafo español Nacho
Duato, conocido por sus obras modernas.
9. El ballet o danza clásica es un género dramático cuya
acción es representada por medio de pantomimas y
danzas. Es, también, el nombre específico dado a una
forma concreta de danza y su técnica. Según las
épocas, los países o las corrientes el espectáculo
coreográfico puede incluir: danza, mímica, texto y música
(de orquesta y coral), decorados y maquinaria.
También se utiliza el término ballet para designar la pieza
musical compuesta, a propósito, para que sea
interpretada por medio de la danza.
El bailarín debe conocer y manejar a la perfección su
propio cuerpo, desarrollar el tono muscular
adecuado, fuerza y resistencia, además de una postura
adecuada para mantener en condiciones su estructura
ósea.