La enfermedad de Pompe se produce por la acumulación de glucógeno en los lisosomas debido a mutaciones en el gen que codifica la alfa-glucosidasa ácida lisosomal, lo que afecta principalmente a los músculos y al sistema nervioso central. Se transmite de forma autosómica recesiva, con una frecuencia de 1 de cada 40.000 personas, y sus síntomas incluyen debilidad muscular progresiva, fatiga y dificultad para respirar.