El documento analiza la identidad nacional chilena y propone que está compuesta por dos dimensiones: lo congraciativo (sumiso y receptivo) y lo controlador (dominante y conservador). Estas dimensiones se relacionan con validación social y tolerancia a la incertidumbre. También examina el mito del origen chileno y cómo este influye en la autoatribución de estereotipos como "patriotas". Finalmente, clasifica los tipos de identidad nacional como alta, relativamente alta y de conciencia media.