El documento contrasta las actitudes de un ganador versus un perdedor, señalando que un ganador asume la responsabilidad de sus errores, trabaja duro para resolver problemas en vez de evadirlos, escucha a los demás en lugar de esperar su turno de hablar, y busca aprender de aquellos superiores a él; mientras que un perdedor culpa a otros por sus errores, evade problemas en lugar de afrontarlos, y se siente resentido hacia aquellos que son mejores que él.