La televisión puede influir positiva o negativamente en los niños dependiendo del tipo de programas que vean. Los programas educativos pueden mejorar el vocabulario y conocimientos, así como promover conductas positivas. Sin embargo, la exposición a contenidos violentos, sexuales o relacionados con drogas puede tener efectos negativos. La comunicación familiar es clave para una recepción activa, y se recomienda limitar el tiempo frente a la TV en niños menores de 2 años.
1. La televisión y sus influencias en la educación.
Televisión
Conocido hoy en día como uno de los medios de comunicación más
populares y de mayor audiencia a nivel mundial, la TV o televisión es un
sistema comunicativo que se basa en el envío y recepción de imágenes y
sonido a través de diferentes soportes como la radio, el cable o el satélite,
entre otros.Para que se realice adecuadamente, se debe contar con un
aparato también conocido como TV que es el encargado de decodificar la
señal para transformarla en un mensaje accesible al público.
Canal de televisión
Se habla de canales para hacer referencia especialmente a las estaciones de
televisión a través de las cuales las empresas de difusión y comunicación
pueden enviar sus productos
Programa de televisión
Es un conjunto de emisiones periódicas, agrupadas bajo un título o
cabecera común, en las que, a modo de bloque, se incluye la mayor parte de
los contenidos audiovisuales que se ofrecen por televisión.
Docente
Generalmente, la palabra docente se utiliza para referirse a todo aquello
propio o asociado a la docencia, entendiendo, por docencia, a aquella
práctica profesional que se dedica y ocupa de impartir algún tipo de
enseñanza
Educar
Educar refiere a la actividad a través de la cual se podrá desarrollar las
facultades intelectuales y morales de un individuo.
Influencia
La influencia es la habilidad que puede ostentar una persona, un grupo o
una situación particular, en el caso que sus consecuencias afecten a una
amplia mayoría de personas, de ejercer un concreto poder sobre alguien o
el resto de las personas.
2. ¿Cómo influye la televisión en los niños?
La televisión ejerce influencias positivas y negativas, de acuerdo con
el tipo de programas que los niños ven. Los programas educativos
destinados a niños mayores de 3 años han demostrado mejorar áreas
como el vocabulario y los conocimientos en general. También,
pueden promover conductas sociales positivas como el altruismo,
la solidaridad, etc. Sin embargo, existen efectos negativos que
provienen de la exposición a conductas agresivas, de violencia, a
situaciones vinculadas al sexo y al uso de alcohol, tabaco y drogas.
Cabe señalar que muchos de estos contenidos no favorables aparecen
en el horario de "no apto para niños".
La comunicación en la familia es esencial para una recepción activa
de los programas televisivos. Es fundamental dialogar y discutir
sobre los programas vistos y, si alguno se prohíbe, conversar sobre
las razones, pues la censura sin una explicación, no produce efectos
positivos.
Recomendaciones:
Participar en la selección de los programas que ven los niños y los
adolescentes.
Aprovechar programas controvertidos para abordar temas sobre los
valores de la familia, violencia, drogas, sexo, etc.
Evitar que los niños menores de 2 años vean televisión. Limitar el
tiempo frente a la pantalla de televisión, de una a dos horas por día.
Estimular la realización de actividades alternativas como jugar,
practicar deportes, leer, cantar, etc.
¿Es educativa la Televisión? SI,Explíquelo
La televisión es un instrumento que convive con todos nosotros. La
proliferación a la que este medio se ha visto sometido en los últimos años
acarrea enormes ventajas si se consigue un uso correcto de la misma pero, a
su vez, también da lugar a una gran cantidad de inconvenientes.La
intervención educativa ha de ser inteligente para ser eficaz”
Este medio, al servicio de la educación, podría ser una increíble fuente de
información... En todo mensaje que la televisión nos transmite hay una
intencionalidad, unos signos subjetivos que pretenden conducirnos a un
3. determinado modo de interpretación de dicha realidad. De esta manera, el
receptor se convierte en un sujeto pasivo, incapaz de modificar los
contenidos de los mensajes que le son transmitidos.
Si nos acogemos a los
modelos de aprendizaje
social, podemos afirmar
que lo mismo que el niño
imita las conductas que
observa en su entorno
(familia, grupo de
iguales,...), también adopta
los modelos que recibe de
la televisión. Esto vendría
condicionado por el
refuerzo social que se
vincule a las conductas-tipo
que se le ofrecen.
El trabajo, en consecuencia,
del equipo educativo consistirá en formar, en colaboración con las familias,
una visión crítica de la programación televisiva en los alumnos, es decir, la
conversión de estos “pequeños receptores” en sujetos activos que se sitúen
ante la televisión con una postura de dinamismo en la interpretación de los
mensajes recibidos.
De este modo, no sólo se lograría educar a los alumnos en su relación con
uno de los elementos que constituyen una parte fundamental de la vida
diaria, lo cual es imprescindible, sino que además se podría aprovechar la
información que, a través de este medio podemos obtener para
complementar los conocimientos que se adquieren en la escuela,
favoreciendo el desarrollo de la capacidad crítica y creativa de los alumnos.
Puede ser un aliado educativo o un fatal enemigo según la orientación
educativa que se adopte y el uso que se haga de este potente medio”