2. I REVISTA MULTITUD ABRIL 2009 I
COMITÉ EDITORIAL:
Miguel Carmona, Victor Chautard y Nicolás Slachevsky
AGRADECEMOS LA COLABORACIÓN ESPECIAL EN ESTE NUMERO DE:
Jon Beasley-Murray, Sergio Grez Toso, Fabián Barría, Pablo Lillo, Andrea Slachevsky, David Sabam,
Paulo Slachevsky, Efmam J. Jasond, Felipe Zerené, Simón Aguilera, Joao Goncalves, Myriam Tabja,
Lee Buzel, Alan Berezin, Danny Monsálvez, Daniel Topaz, Toni Negri, W.K.D., Estelí Slachevsky, Nina
Yacher y Fransisco Ide [ http://laotracacadeloro.blogspot.com ]
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN:
Estelí Slachevsky
CONTACTANOS:
revistamultitud@gmail.com | http://multitudrevista.blogspot.com
Este segundo número de Multitud
marca un paso en el logro de un
proyecto: luego de un primer nú-
mero que nos permitió establecer
contacto con diferentes personas
y organizaciones, y de un lanza-
miento en el cual nos honramos
con las palabras de Sergio Grez
y María Emilia Tijoux, además del
comité editorial, venimos hoy con
este nuevo ejemplar entre las ma-
nos, punto de partida de una nueva
y larga etapa de formación política
activa.
Multitud N°2 no solo pretende abrir
esta nueva fase, sino también re-
afirmar nuestros fundamentos po-
líticos y estructurales que dimos
a conocer en nuestro manifiesto.
Celebramos así la amplia participa-
ción en este número, confirmando
un espacio de construcción abier-
ta. La gran cantidad de documentos
recibidos no nos permitió sin em-
bargo publicarlos todos, atenién-
donos a una selección llevada en
función a los objetivos planteados
para este número.
Hay que saber, sin embargo, que
nuestros mecanismos abiertos de
participación no son en desmedro
de una proyección políticamente
clara, y, que al contrario, fomen-
tando como espacio al debate con-
creto de las alternativas sociales
al capitalismo, reafirmamos más
que nunca nuestros principios de
antiautoritarismo activo. Creemos
que la democracia puede ser una
reinvención nuestra, y que como
proyecto político, y jóvenes que
el aporte del marxismo clásico,
pie de nuestra tradición libertaria,
y en el cual remarca la honorable
participación del italiano Toni Negri,
hecho que no queremos dejar pasar
inadvertidamente. Así también, he-
mos echado adelante el espacio a
la reflexión histórica, la literatura, la
opinión contingente, la ciencia y la
crítica social y artística, entre otros.
Con un nuevo año y un
nuevo número de multitud, un nue-
vo camino comienza. Se trata de un
proyecto de miras a la creación de
un movimiento que sepa ponerse
a la altura que un contexto capita-
lista renovado y una contingencia
marcada por la crisis exigen. Sin la
arrogancia de quien dice traer una
verdad irrefutable o la alternativa úl-
tima; conscientes del fracaso y las
desilusiones que han traído buena
parte de las organizaciones actua-
les, fragmentadas y centralizadas;
queremos invitarlos a formar parte
de un encuentro apuntando al deba-
te y al análisis del contexto actual,
considerando en este la alternativa
conjunta de la creación de un movi-
miento para una posterior organiza-
ción y acción en red con las ramas
fundamentales del pensamiento
anticapitalista local y global.
Agradeciendo nuevamente la cola-
boración de todos aquellos que han
escrito, participado, o aun leído
este proyecto autónomo, y con las
puertas de Multitud siempre abier-
tas.
¡Salud!
Comité Editorial de Multitud
somos, no tenemos por que pen-
sarnos en el marco del Estado.
Nuestra sociedad global articulada
en redes nos permite hoy la posibi-
lidad de un socialismo democrático
ejercido desde un plano de inma-
nencia, una “democracia absoluta”.
Rechazamos así el conformismo, la
lógica del “menos peor” y la acep-
tación de cualquier estructura de
poder del dominio burgués (que
por lo demás el capitalismo mismo
se ha encargado de destruir con la
globalización económica). Citando
a Stirner, “Así como los escolásti-
cos no filosofaban más que dentro
de los límites de la fe en la Iglesia
(y el papa Benedicto XIV escribió
voluminosos tomos dentro de los
límites de la superstición papista),
sin que la menor duda desflorase
su creencia; así también, los escri-
tores amontonan volúmenes sobre
volúmenes tratando del Estado,
sin poner jamás en tela de juicio la
idea fija de Estado”. Nosotros si lo
ponemos en duda, y comenzamos
nuestros gritos desde un nuevo
paradigma del pensamiento so-
cialista. Adoptamos la postura de
una ética revolucionaria absoluta,
apuntando a una transformación
completa de la vida. Las relaciones
de producción inmaterial y el ca-
pitalismo cognitivo, dan hoy lugar
para construirnos social y autóno-
mamente como sujeto. Este sujeto
es al que llamamos Multitud.
Así es que tenemos en este número
un amplio material de desarrollo del
pensamiento anticapitalista: conta-
mos con un trabajo central sobre
EDITORIAL
Comité EditorialComité Editorial
FOTONINAYACKER
3
3. I REVISTA MULTITUD ABRIL 2009 I
A primera vista, la historia reciente
de Chile está fuertemente marca-
da por discontinuidades. Parecería
que, desde mediados de los años
60, el país ha pasado del centro a
la izquierda, de la izquierda a la de-
recha, de la derecha al centro, y del
centro a la izquierda de nuevo, con
la Democracia Cristiana de Eduardo
Frei Montalva (1964-1970), la Uni-
dad Popular socialista de Salvador
Allende (1970-1973), la dictadura
de Augusto Pinochet (1973-1990),
y la Concertación (1990-presen-
te). Incluso las presidencias de la
Concertación han evidenciado dife-
rencias marcadas, desde la Demo-
cracia Cristiana de Patricio Aylwin
y Eduardo Frei Ruiz-Tagle hasta los
socialistas Ricardo Lagos y, más
recientemente, Michelle Bachelet.
De hecho, la victoria de Bachelet
en 2006 se ha interpretado muchas
que el país se conoce ahora por su
estabilidad económica y política, se
debe solamente a la “compulsión al
olvido” que Tomás Moulián identifi-
ca en el fondo de la transición post-
Pinochet hacia la democracia2
.
Los cambios dramáticos en la for-
ma del estado chileno ocultan con-
tinuidades históricas más profun-
das. Moulián, por ejemplo, señala
que el “nuevo tipo de Estado, que
se denominará neoliberal, puede
adoptar formas democráticas o
autoritarias.” Entonces existe una
unidad fundamental compartida
por la dictadura y la transición de-
mocrática que la sigue: el “objetivo
primordial” del estado actual es
“asegurar la reproducción de la
infraestructura creada por el auto-
ritarismo.” La dictadura logró su-
bordinar la política a la economía, y
veces como una instancia más de
los “giros a la izquierda” en Améri-
ca Latina aunque implicó un trasla-
do de poder entre dos presidentes
del mismo partido dentro de la mis-
ma coalición que había estado en
poder durante más de cuarto siglo.
El hecho de que el electorado haya
votado por una mujer (es más,
una madre soltera) que fue víctima
de tortura bajo la dictadura se ve
como un cambio en las sensibilida-
des políticas del país. La politóloga
Lois Hecht Oppenheim subraya la
“historia turbulenta [de Chile] como
laboratorio social” y “los cambios
dramáticos que han ocurrido a lo
largo de los últimos 40 años”; basa
su definición del “excepcionalismo
de Chile” en “el hecho de que ha
servido como el sitio de una amplia
gama de experimentos políticos a lo
largo de su historia.”1
El hecho de
LA
ANOMALÍA
CHILENAJon Beasley-Murray
UNIVERSITY OF BRITISH COLUMBIA
Yo no voy a morirme.
Salgo ahora,
En este día lleno de volcanes
Hacia la multitud, hacia la vida.
Pablo Neruda, Canto general
HISTORIA
INDICE
ISTORIA
6 LA ANOMALÍA CHILENA | JON BEASLEY-MURRAY
8 LA HUESERA DE LA GLORIA | SERGIO GREZ
10 EL HUÁSCAR Y EL VENENO DEL
NACIONALISMO | SERGIO GREZ
ONTINGENCIA
12 HISTORIA, AHÍ VAMOS! | N.N.
14 MOVIMIENTO SOCIAL Y ESTUDIANTIL
ERRÁTICO | FABIÁN BARRÍA & PABLO LILLO
17 BARACK | MIGUEL CARMONA
18 MORIR EN MEDIO ORIENTE | NICOLÁS SLACHEVSKY
20 POR QUE ME OPONGO AL MEMORIAL DE
J.GUZMÁN Y ... | ANDREA SLACHEVSKY
COLOGÍA
21 ¿QUÉ ESTA PASANDO AQUÍ? | DONDA
ETRAS
22 TUS RESPUESTAS CORRECTAS A MIS
PREGUNTAS CAPRICHOSAS | FELIPE ZERENÉ
22 S Y SIGUE LA I - NAVIDAD – Y AHORA |
EFMAM J. JASOND
23 SOBRE ESCUPITAJOS Y SEGUROS DE VIDA
| SIMÓN AGUILERA
24 PEZON - SIN TITULO 6| JOAO GONCALVEZ
JO MEDICO
25 DECLARACIÓN SOBRE LA EUTANASIA | VARIOS
MEDICOS
26 INTERVENCIÓN SOCIAL Y LA
DESHUMANIZACIÓN EN LA RELACIÓN
MEDICO- PACIENTE | MYRIAM TABJA
OOCIEDAD
32 LOS INMIGRANTES Y LA GLOBALIZACIÓN |
MIGUEL CARMONA
33 LA LOCURA COMO PROCESO DE FORMACIÓN
| LEE BUSEL
34 Y A TI QUE TE CONTIENE? | ALAN BEREZIN
35 MUJERES Y SALARIO | VICTOR CHAUTARD
36 POR EL DESARROLLO DE UNA SOCIEDAD
LAICA | DANNY GONZALO
OJA DE
ONTACTO
30 CONVERSACIONES CALLEJERAS
| ESTELÍ SLACHEVSKY
SPACIO
RÍTICO
40 REVOLUCIÓN | MIGUEL CARMONA
41 PASÁNDOSE LA PELÍCULA - TROPA DE ELIT
|DANIEL TOPÁZ
OSSIER
42 MARX DESPUÉS DE MARX | COMITÉ EDITORIAL
43 ¿QUÉ HACER HOY CON EL “QUÉ HACER”? ...
| TONI NEGRI
48 GRAMSCI Y LA CONTRIBUCIÓN DEL CONCEPTO
DE HEGEMONÍA | W.K.D.
50 EL PENSAMIENTO VIVO DE LEÓN TROTSKY
| NICOLÁS SLACHEVSKY
52 RECABARREN, EL PATRIOTISMO Y LA
ORGANIZACIÓN SOCIAL | MIGUEL CARMONA
54 WALTER BENJAMIN | NICOLÁS SLACHEVSKY
H
C
E
L
O
HC
Z
EC
D
FOTO PAULO SLACHEVSKY
5
4. I REVISTA MULTITUD ABRIL 2009 I
consiguió “la absorción de la opo-
sición en el juego de alternativas
definidas por el propio régimen.”3
Según Moulián, la dictadura cambió
la manera de ejercer el poder, desde
la dependencia de la ideología has-
ta una integración postideológica
de individuos atomizados al mer-
cado. Pero durante la transición de
dictadura a democracia, “cambia-
ron los titulares de poder, pero no
la sociedad. Se ha realizado el prin-
cipio central del ’gatopardismo’:
que todo parezca cambiar para que
todo siga igual.” Esta es la “contra-
rrevolución” que apunta a negar el
legado de la Unidad Popular4
. O en
palabras del filósofo Willy Thayer,
“Transición nombra, no el pasaje de
la Dictadura a la democracia, sino
la transformación que la Dictadura
operó, el desplazamiento del Esta-
do como centro-sujeto de la histo-
ria nacional, al mercado excéntrico
post-estatal.” El efecto más pro-
fundo de la transición, para Tha-
yer, es “la mutación en el modo de
producción de la representación.”
Hasta la propia palabra “transición”
es engañosa porque “atribuiría mo-
vimiento y transformación” a una
realidad que es de hecho “estacio-
naria e intransitiva.” En una transi-
ción, “no sucede nada nuevo.” Es
“el aburrimiento definitivo.”5
Tanto para Moulián como para
Thayer, la única ruptura definitiva
en la historia reciente de Chile es
el golpe de 1973. Según Moulián,
la Izquierda es cómplice en la am-
nesia histórica que ha borrado este
acto de refundación sumamente
violento; es la intención de su li-
bro Conversación interrumpida
con Allende cerrar esa brecha.
Según Thayer, la Izquierda aún no
ha tomado conciencia de la mag-
nitud de esa cesura; al no ver que
el golpe no sólo ocurrió dentro de
la historia sino que además im-
pactó la historia misma, hasta sus
ción son las continuidades. Los au-
tores van más allá de “los aspectos
estrictamente episódicos de la ex-
periencia chilena” para buscar pro-
cesos de largo plazo que expliquen
el éxito de Pinochet y la transición
al neoliberalismo que ocasionó. Por
ejemplo, tradicionalmente la tierra
chilena había estado en manos de
una pequeña clase de terratenien-
tes. Y aunque a finales de los años
50 se empezaron a dividir algunos
de los latifundios, para principios
de los 60 muchos seguían creyen-
do que “todos los males naciona-
les-- reales o imaginados--podían
atribuirse al latifundio.” Con la De-
mocracia Social de Frei, y aún más
con la Unidad Popular de Allende,
se nacionalizaron y se redistribu-
yeron enormes franjas de tierra:
“Entre los años 1964 y 1973, se
expropiaron más de 5.000 tierras,
representando más de 10 millón
hectáreas o el 60 por ciento de las
tierras bajo cultivo del país.”9
Esta
tendencia continuó con Pinochet:
“A pesar de las expectativas, el gol-
pe militar no significó una vuelta al
latifundio.” En cambio, la dictadu-
ra dio “un nuevo giro al proceso”:
convirtió la tierra en una mercan-
cía fungible, posibilitando ventas,
alquileres, subastas y empresas
privadas10
. Diez años de Democra-
cia Social y Socialismo ya habían
disminuido el poder de la oligarquía
rural; el gobierno de Pinochet se
aprovechó de la oportunidad para
acelerar el ritmo del cambio, pero
ahora en nombre del mercado en
vez del estado. De manera más ge-
neral, Martínez y Díaz subrayan que
las tres administraciones sucesivas
“fueron gobiernos revolucionarios”;
la Democracia Social allanó el ca-
mino para la Unidad Popular que,
a su vez, permitió que la dictadura
completara la tarea, siempre con
un “giro.” “El radicalismo del pro-
yecto neoliberal,” según Martínez
y Díaz, “fue posible porque todos
críticos más radicales se vuelven
estructuralmente cómplices cuan-
do reiteran, en su crítica, el “esta-
do de excepción fundacional de la
Dictadura que suspende la Consti-
tución y refunda la Constitución.”
Entonces Thayer quiere también
rescatar algo de la época previa:
una “crítica puramente destructiva,
no conservadora, no fundadora de
derecho,” que él encuentra en “las
prácticas populares del Gobierno
de Salvador Allende” y sobre todo
en su “performance anasémica,
desobrante, muda, sin juicio.” Esta
performance anti-semántica “se
activó sin exitismo como ‘huelga
general revolucionaria.’”6
Sin em-
bargo, el gobierno de Allende tam-
bién “se caracterizó por inscribir la
destrucción de la representación
en los cotos de la representación
Republicana.” Al final, la huelga
general no logró destruir la repúbli-
ca; lo que sí deshizo a la república
fue “el Golpe soberano como big
bang de la Globalización.”7
Thayer
subraya los aspectos destructivos
de la huelga general revolucionaria
que, siguiendo la interpretación de
Georges Sorel ofrecida por Walter
Benjamin, él entiende como distinta
de una “huelga general política,”
cuya intención es reforzar el poder
estatal. Pero seguramente la huel-
ga revolucionaria es también afir-
mativa: es una instancia de lo que
Benjamin llama violencia mesiánica
o “divina,” eso es, “violencia sobre
toda vida en nombre del viviente.”8
El performance (o la pura perfor-
matividad) que señala Thayer es
el poder constituyente, que prece-
de, atraviesa, y sobrevive el auge
y la caída de la Unidad Popular de
Allende.
En vez de rupturas y discontinuida-
des en la historia chilena, en su li-
bro Chile: The Great Transformation
Javier Martínez y Álvaro Díaz seña-
lan que lo que más llama la aten-
HISTORIA
HISTORIA
los intentos anteriores habían sido
radicales también.” Mejor dicho, la
contrarrevolución de Pinochet con-
tinuó (y hasta aceleró) procesos
revolucionarios que ya estaban en
marcha, pero los llevó en otro senti-
do. La llegada del neoliberalismo no
hubiera sido posible sin la “socia-
lización avanzada” que habían ya
logrado Frei y Allende, en la cual “el
poder de las clases dirigentes fue
gravemente debilitado.”11
La multitud es la clave de las conti-
nuidades subyacentes de Chile. La
Democracia Social y la Unidad Po-
pular fueron también en su manera
respuestas al poder constituyente.
Así que la narrativa de Martínez y
Díaz se enfoca demasiado en el go-
bierno. En cuanto a la reforma agra-
ria, por ejemplo, hacen caso omiso
de las numerosas tomas de terreno
en que los campesinos y migrantes
urbanos tomaron las riendas. Cathy
Schneider señala la migración ma-
siva y el consecuente incremento
en la cantidad de personas sin te-
cho en Santiago en la década de
los 50: “Antes del final de la déca-
da,” informa, representaban “unas
150.000 personas, o el 8 por ciento
de la población.” Siguió una serie
de tomas de tierras, notablemente
la toma de 1957 del terreno que se
transformaría luego en el barrio de
La Victoria: durante dos meses, la
policía asedió a 3.000 habitantes
ilegales pero al fin el gobierno cedió
los derechos de vivienda a los ha-
bitantes. Sin embargo esto fue sólo
el comienzo ya que “durante las
próximas décadas, más del 40 por
ciento del crecimiento de Santiago
se debió a las tomas ilegales de tie-
rras.”12
Mientras tanto, en el cam-
po, hubo una “expansión explosiva
de sindicalismo rural . . . que fue
acompañada de un incremento
dramático en la cantidad de huel-
gas y tomas de tierras” a finales de
los años 60. Nos dice el sociólogo
Patricio Sivla que en 1964, sólo
1.800 campesinos formaban par-
te de sindicatos, pero al cierre de
la administración de Frei, esa cifra
se había aumentado a 140.293, o
“cerca de la tercera parte de todos
los trabajadores agrarios de Chile.”
El incremento del sindicalismo fue
en parte resultado de los intentos
del gobierno a incorporar al cam-
pesinado, con su ley de reforma
agraria de 1967, pero “produjo una
profunda división entre la Demo-
cracia Cristiana y los partidos de
derecha, posibilitando la victoria de
la Unidad Popular en las eleccio-
nes presidenciales de 1970.” Bajo
Allende, el campesinado se radica-
lizó aún más, se duplicó de nuevo
el número de sindicalistas, y hubo
un “incremento enorme en la canti-
dad de huelgas y tomas de tierra.”13
La Unidad Popular estaba atrapa-
da entre sus elementos radicales
o mesiánicos, que encarnaban lo
que Thayer llama la huelga general
revolucionaria, y sus tendencias
legislativas y constitucionales. El
llamado gobierno de “unidad popu-
lar” finalmente no era ni popular ni
unido. En palabras de Moulián, fue
herido por un conflicto interno en-
tre revolución y contrarrevolución,
“desenfreno ‘festivo’ y conspirati-
vo.”14
La dictadura intervino para
acallar el desorden y para instalar
una nueva constitución, pero sólo
continuó el proceso revoluciona-
rio aunque en cruel y sangrienta
caricatura. Y ni bien se había de-
clarado la nueva constitución, que
se estallaron los movimientos so-
ciales de los años 80. Estos mo-
vimientos fueron desmovilizados y
absorbidos al pacto forjado por la
Concertación post-dictatorial. Pero
como bien lo descubrió Bachelet a
pocas semanas de asumir su car-
go en 2006 cuando los estudiantes
salieron a la calle y los escándalos
de corrupción golpearon al corazón
de su administración, la multitud
persiste.
NOTAS
Traducido por Camille Sutton. Extraído
del libro Posthegemony (Minneapolis:
University of Minnesota Press, 2009).
1. Hecht Oppenheim, Politics in Chile,
xvii, 4.
2. Moulián, Chile actual, 31, 33, 116.
3. Ibid., 362, 364, 146.
4. Ibid., 121, 358, 25.
5. Thayer, El fragmento repetido,
124, 128, 129, 130.
6. Ibid., 77, 80.
7. Ibid., 44.
8. Benjamin, “Critique of Violence,”
291, 297.
9. Martínez and Díaz, Chile, 2, 61,
61- 62.
10. Ibid., 62, 61.
11. Ibid., 130, 131, 135.
12. Schneider, Shantytown, Protest in
Pinochet’s Chile, 41, 45.
13. Silva, “The State, Politics and
Peasant Unions in Chile,” 436,
437.
14. Moulián, Conversación
interrumpida con Allende, 86
BIBLIOGRAFÍA
Benjamin, Walter. “Critique of
Violence.” En Reflections, editado
por Peter Demetz, traducido por
Edmund Jephcott, 277-300. New
York: Schocken, 1986.
Hecht Oppenheim, Lois. Politics in
Chile: Socialism, Authoritarianism,
and Market Democracy. 3ra ed.
Boulder: Westview, 2007.
Martínez, Javier, y Alvaro Díaz.
Chile: The Great Transformation.
Washington y Geneva: Brookings
Institute y United Nations Institute
for Social Development, 1996.
Moulián, Tomás. Chile actual: Anato-
mía de un mito. Santiago de Chile:
LOM/ARCIS, 1997.
------. Conversación interrumpida con
Allende. Santiago de Chile: LOM/
ARCIS, 1998.
Schneider, Cathy Lisa. Shantytown
Protest in Pinochet’s Chile. Phila-
delphia: Temple University Press,
1995.
Silva, Patricio. “The State, Politics and
Peasant Unions in Chile.” Journal
of Latin American Studies 20, no. 2
(noviembre 1988): 433-452.
Thayer, Willy. El fragmento repetido:
Escritos en estado de excepción.
Santiago de Chile: Metales Pesa-
dos, 2006.
6 7
5. I REVISTA MULTITUD ABRIL 2009 I
Así describió el historia-
dor chileno Gonzalo Bulnes uno de
los momentos previos a la batalla
de Tacna o del Campo de la Alianza,
donde perecieron o quedaron heri-
dos, el 26 de mayo de 1880, varios
miles de soldados chilenos, perua-
nos y bolivianos.
La foto que observamos
muestra una parte de los restos de
los que allí cayeron defendiendo,
con la bendición de la Iglesia, a sus
respectivas patrias2
.
¿Sus patrias? ¿Qué patria
defendían los quechuas, aymarás,
cholos, “rotos” y “huasos” enrola-
dos en los ejércitos beligerantes?
¿La de sus amos latifundistas y
mineros o la de sus comunidades
ancestrales? ¿La de los caudillos
militares, aquella que les habían in-
culcado en el servicio militar y en
la Guardia Nacional, o la “patria”
como simple expresión del amor al
terruño?
Todo parece indicar que
cuando estalló la Guerra del Salitre
o del Pacífico, el sentimiento na-
cional estaba más desarrollado en
Chile que en Perú o Bolivia, lo que
explica, al menos en parte, el triun-
fo de las armas chilenas. Pero este
sentimiento no era muy antiguo ni
la difusión de símbolos patrios y la
celebración de ciertas efemérides,
estaban dando frutos.
También es necesario
considerar que, a pesar de sus
contradicciones, el mestizaje étni-
co y cultural había creado signifi-
cativos vínculos entre la elite y el
“bajo pueblo”. Se ha postulado con
buenos argumentos que la transhu-
mancia de los peones, obligados
a “correr tierras” en busca de tra-
bajo, habría contribuido a generar
en ellos una noción más amplia
de su espacio de pertenencia, que
coincidía con el núcleo básico del
“Chile histórico” (el Norte Chico y
el Valle Central). Su movilidad física
llevó a estos trabajadores nómades
a reconocer o construir una cierta
afinidad cultural con otros sectores
populares de otros puntos del país,
aproximándose con el paso del
tiempo a los valores comunes de
la “chilenidad”3
. Este sentimiento y
mixtura cultural alcanzaría su coro-
nación durante la Guerra del Pacífi-
co porque las identidades siempre
se construyen diferenciándose del
“otro” y las guerras –aunque nos
repugne aceptarlo- son momentos
fuertes en la configuración de las
identidades nacionales.
había brotado espontáneamente.
Como todos los fenómenos so-
ciales, el patriotismo chileno tenía
un carácter histórico, fruto de de-
terminadas condiciones inscritas
en la temporalidad. La prueba es
que cuarenta años antes –durante
la Guerra contra la Confederación
Perú-Boliviana-, casi todos los “ro-
titos” y “huasos” habían sido con-
ducidos a la fuerza (muchas veces
laceados) hacia el norte.
Sin embargo, en 1879 los alista-
mientos voluntarios se contaron
por miles. El cambio de actitud de
la masa popular era el resultado del
notorio progreso que experimen-
taba la construcción del Estado
nacional en Chile. El servicio mili-
tar en la Guardia Nacional, el dis-
ciplinamiento del “bajo pueblo” por
medio de la pena de azotes, los tra-
bajos forzados, las papeletas en las
zonas mineras, las jaulas rodantes
del ministro Portales, la instalación
de jefes militares sobre la jurisdic-
ción de los principales yacimien-
tos mineros, instrumentos todos
al servicio de la proletarización y
la mantención de la dominación
oligárquica, así como la paulatina
extensión a lo largo del territorio na-
cional de los aparatos de Estado, la
acción de la Iglesia y de la escuela,
LA HUESERA DE LA GLORIASergio Grez Toso
UNIVERSIDAD DE CHILE I DIRECTOR MUSEO NACIONAL BENJAMÍN VICUÑA MACKENNA
“Cuando el ejército chileno marchaba hacia el enemigo y las bandas ponían en juego sus
instrumentos, los capellanes bendijeron la tropa, la cual conforme a Ordenanza se hincó, con
una rodilla a tierra, y entonces el virtuoso sacerdote don Ruperto Marchant Pereira, que era
uno de los capellanes, alzando las manos con profunda y comunicativa emoción pronunció
estas palabras: ´HERMANOS: ANTES DE MORIR POR LA PATRIA, ELEVAD EL CORAZÓN A DIOS`”1
HISTORIA
¿Qué sintió entonces el
niño vestido de marinero al con-
templar esta montaña de cadáve-
res? ¿Orgullo nacional, tristeza o
indiferencia? ¿Imaginó su Patria
(cualesquiera que haya sido) más
gloriosa, más digna, más suya al
constatar el sacrificio consentido
por sus compatriotas? Y al cre-
cer, ¿se anidaron en su espíritu los
sentimientos patrioteros de odio y
menosprecio por los enemigos de
su Estado-nación?, o tal vez, ¿se
rebeló contra el militarismo y el
chovinismo y practicó la fraternidad
por encima de las fronteras como
lo hicieron centenares de obreros
peruanos y bolivianos que prefirie-
ron enfrentar la alta probabilidad de
otra matanza –esta vez en diciem-
bre de 1907 en Iquique- antes que
abandonar en la Escuela Santa Ma-
ría a sus hermanos chilenos?
Nada sabemos acerca del
niño de esta foto, pero su imagen
meditabunda de los horrores de la
guerra quedó archivada como un
mensaje para las futuras genera-
ciones que conviene rescatar y di-
fundir.
Es verdad -como dice To-
ynebee- que la guerra ha existido
desde el surgimiento de la civili-
zación y ha acompañado al hom-
bre a través de la historia, pero es
igualmente cierto –como plantea el
mismo autor- que la guerra siem-
pre ha sido la causa del fin de las
civilizaciones4
. Enfrentados al inicio
del tercer milenio, cuando la globa-
lización y la mundialización parecen
engendrar una sola gran civilización
–la del conjunto de la humanidad-,
los hombres y mujeres de la nue-
va era que está naciendo tienen en
sus manos la posibilidad –única en
la historia- de hacer, de este nuevo
parto civilizatorio, un alumbramien-
to menos doloroso que nos ahorre
futuras hueseras de gloria.
RESTOS HUMANOS DE CHILENOS, PERUANOS Y BOLIVIANOS CAÍDOS EN 26 DE MAYO DE 1880.
COLECCIÓN MUSEO NACIONAL (SANTIAGO DE CHILE).
HISTORIA
NOTAS
1. Gonzalo Bulnes, Guerra del Pacífico, vol. II, Santia-
go, Editorial del Pacífico S.A., 1955, pág. 169.
2. Esta imagen la encontramos en el Archivo Fotográfi-
co del Museo Histórico Nacional de Santiago de Chile.
Aunque en dicho repertorio no se precisa ni la fecha ni
las circunstancias en la que fue tomada, investigando
otras fuentes pudimos descubrir que esta y otras vis-
tas similares, fueron tomadas el 26 de mayo de 1912,
con motivo del 32º aniversario de la Batalla de Tacna,
ocasión en la que las tropas chilenas de ocupación
(Regimiento de Lanceros general Cruz), colocadas
bajo el mando del general Del Solar, realizaron una ce-
remonia para dar sepultura en una cripta levantada en
el mismo sitio a muchos cadáveres de soldados que
aún permanecían insepultos. Zig-Zag, Nº387, año IV,
Santiago, 20 de julio de 1912. Como se observará, los
cuerpos momificados de algunos soldados por efecto
de las condiciones medioambientales del desierto,
fueron colocados en las rejas del recinto funerario
para, seguramente, provocar mayor efecto dramático
a ese acto solemne.
3. Esta hipóteis ha sido formulada por Julio Pinto
Vallejos en “¿Patria o clase? La Guerra del Pacífico
y la reconfiguración de las identidades populares en
el Chile contemporáneo”. (Ponencia presentada en
las XV Jornadas de Historia Económica organizadas
por la Asociación Argentina de Historia Económica y
la Universidad Nacional del Centro, Tandil, 9 al 11 de
octubre de 1996).
4. Los planteamientos de este autor fueron desarro-
llados originalmente en su obra A study of history.
Algunos extractos fueron publicados bajo el título War
and Civilization. Al escribir este comentario he tenido a
mano su versión francesa: Arnold J. Toynbee, Guerre
et civilisation, Paris, Gallimard, 1973.
8 9
6. I REVISTA MULTITUD ABRIL 2009 I
Cada cierto tiempo afloran los fan-
tasmas de los viejos antagonismos
que han perturbado las relaciones
chileno-peruanas desde los inicios
de la era republicana. Las guerras
de 1836-1839 y 1879-1883 deja-
ron animosidades que aún no se
han borrado del espíritu de muchos
ciudadanos de ambos países. En
Perú el sentimiento anti chileno
es recurrentemente atizado por
políticos en busca de apoyo fácil,
y en Chile el odio anti peruano es
alimentado por los sectores más
xenófobos, chovinistas y belicistas,
que han encontrado en los perua-
nos avecindados en nuestro país
un chivo expiatorio para que la gran
masa de chilenos descargue las
frustraciones y neurosis generadas
por el modelo económico actual.
El nacionalismo actúa una vez más
como un veneno que corroe, co-
rrompe y destruye el alma de los
pueblos, oponiéndolos entre sí de
manera frontal, impidiéndoles per-
cibir la causa real de sus problemas
y señalando vías erróneas para su
solución. Para combatir este mal
desde su raíz es necesario enten-
der –y hacerlo saber a través de la
educación formal y por los medios
de comunicación social- que el
“patriotismo” moderno o lealtad a
un Estado nación es un fenómeno
histórico, temporal (no ha existido
siempre y no existirá por siempre),
fruto de determinadas condicio-
nes y contextos. También es pre-
ciso saber que si bien en nuestro
y cultural más acentuado que en
otros países latinoamericanos, se
desarrolló el “patriotismo” chileno
que las historias oficiales presentan
como algo “dado”, natural, eterno e
inmutable.
Pero el nacionalismo devenido en
chauvinismo por la acción de los
poderes interesados en ello se
torna en contra de los intereses
de los pueblos que dice servir. La
perpetuación, por ejemplo, de las
conmemoraciones belicistas (21
de mayo en Chile y 8 de octubre
en Perú) no hace sino alimentar el
desprecio y el odio por los vecinos.
Lo mismo que la negativa chilena a
devolver trofeos de guerra como el
monitor “Huáscar”. Así se eternizan
rencillas de un pasado de división
y enfrentamiento entre los pueblos
de un continente que tiene pendien-
tes grandes tareas para superar la
dependencia, el atraso económi-
co, las injusticias y desigualdades
sociales. De esta manera los mi-
litaristas y belicistas de todos los
bordes logran año tras año reforzar
la carrera armamentista culpando
de ello siempre al país vecino en
una espiral sin fin. Solo con una re-
visión crítica de nuestras historias
(tanto la chilena como la peruana)
y con gestos políticos concretos
–como fue la acertada decisión de
la Dirección de Bibliotecas, Archi-
vos y Museos de nuestro país de
devolver el patrimonio bibliográfico
y documental robado a la Bibliote-
ca Nacional de Lima por las tropas
continente el nacionalismo ayudó
a la formación de los Estados na-
cionales bajo la dirección de las
clases dominantes (muchas veces
en oposición o ante la indiferen-
cia de las masas populares), este
sentimiento no brotó espontánea-
mente en la inmensa mayoría de
la población. Fue el fruto de una
“pedagogía” (a veces muy ruda) y
del disciplinamiento del “bajo pue-
blo”, que en el caso chileno durante
el siglo XIX combinó acciones tales
como los reclutamientos forzosos
durante las guerras de la Indepen-
dencia y contra la Confederación
Perú-Boliviana, la pena de azotes,
los trabajos forzados, las jaulas ro-
dantes instauradas por el ministro
Diego Portales donde se trasladaba
y se hacía vivir a los condenados
obligados a servir en las obras pú-
blicas, la instalación de jefes mili-
tares sobre la jurisdicción de los
principales yacimientos mineros,
la extensión a lo largo del territorio
nacional de los aparatos de Estado
(policía, fuerzas armadas, tribuna-
les, cárceles, entidades administra-
tivas de diverso índole), la prédica
“patriótica” de la Iglesia y de la
escuela, la obligación para los tra-
bajadores de cumplir una especie
de servicio militar permanente en
las filas de la Guardia Nacional (que
a partir de 1900 sería reemplazado
por el Servicio Militar Obligatorio),
la difusión de símbolos patrios y la
celebración obligatoria de ciertas
efemérides. De esa manera, y so-
bre la base de un mestizaje étnico
EL “HUÁSCAR” Y EL VENENO
DEL NACIONALISMO
Sergio Grez Toso
UNIVERSIDAD DE CHILE I DIRECTOR MUSEO NACIONAL BENJAMÍN VICUÑA MACKENNA
HISTORIA
chilenas de ocupación durante la
Guerra del Pacífico- se podrá avan-
zar en la vía de la hermandad entre
los pueblos y del progreso social.
Como sostuviéramos hace ocho
años un grupo de ciudadanos chi-
lenos y peruanos en un Manifiesto
binacional exigiendo a nuestros
gobiernos la erradicación de los
feriados belicistas: “Estamos con-
grupo de chilenos constituimos el
Comité “Devolvamos el Huáscar”:
http://devolverelhuascar.blogia.
com/. Para avanzar en la senda del
progreso social y el entendimiento
entre las naciones del continente,
al igual que los libros y documen-
tos de archivo, el “Huáscar” debe
emprender el viaje de retorno a su
país.
vencidos que el ‘desarme de los es-
píritus’ es un paso importante hacia
un progresivo desarme material,
que permita evitar que cuantiosos
recursos que deberían destinarse
al bienestar de los pueblos, se des-
víen hacia la mantención de costo-
sísimas y sofisticadas maquinarias
de guerra”. Guiados por el mismo
propósito, en marzo de 2007 un
HISTORIA
FOTO PAULO SLACHEVSKY
1110
7. I REVISTA MULTITUD ABRIL 2009 I
¡Basta ya! Ahora nos van a escu-
char a nosotros. Somos la gene-
ración de los 400 euros. De los
programas “stage” del organismo
de empleo, del trabajo flexible, de
la eterna capacitación (siempre con
nuestros gastos), de la precariedad,
de la carestía, de los dos diplomas
que no sirven para nada.
De la eliminación de nuestros dere-
chos laborales, de nuestra humilla-
ción por parte de patrones, políti-
cos y los demás.
Somos la generación que la encie-
rran en escuelas, intentando meter
en nuestras cabezas sus naciona-
lismos, sus prejuicios, su lujuria
por la patria, su mentira, su subor-
dinación.
Somos los chicos a los que humi-
llan y provocan los antidisturbios,
en juicios por años, Panagiotis que
llevaba zapatos de un color equivo-
cado y se quedó 40 días en la cár-
cel, Dimitrios Augustinos que pasó
por el lugar equivocado en el mo-
mento equivocado, los 50 heridos
en el hospital Evangelismos el 8 de
marzo de 2007.
Nosotros incendiamos sus bancos.
Nosotros nos enfrentamos con la
policía. Nosotros destruimos la paz
social que están construyendo día
y noche lavando el cerebro de los
ciudadanos para que obedezcan y
se callen. Nosotros seguimos ilu-
minando las noches frías que nos
trajeron. Nosotros seguimos ensu-
ciando las paredes con consignas
que aunque sus ojos vean nunca
llegarán a sus oídos. Nosotros nos
vengamos por Alexis en las barri-
cadas, el mismo sábado en que los
buenos ciudadanos burlaban otra
los policías secretos, o los guar-
dias especiales y todos los demás
policías que hizo su democracia (y
puso por todos lados como otro
ejército de ocupación) cuando nos
encontramos en su camino, los ob-
jetos diarios de su abuso del poder.
Somos los heridos de las marchas
de los estudiantes y de los alumnos,
nuestras cabezas fueron golpeadas
contra el asfalto, nuestra dignidad
fue eliminada bajo sus botas, nues-
tras manos fueron quebradas por
los toletes, nuestras caras fueron
machacadas por sus puñetazos,
nuestros pulmones todavía con-
tienen los gases que nos echaron,
que están prohibidos según acuer-
dos internacionales. Moriremos
prematuramente porque no estuvi-
mos de acuerdo con las leyes que
nos están robando la vida. Somos
los detenidos que nos arrastramos
“¡HISTORIA, AHÍ VAMOS!”
A propósito de la crisis en el mundo...
TEXTO SIN FIRMA, REPARTIDO EN ATENAS I MIÉRCOLES 17 DE DICIEMBRE DE 2008
CONTINGENCIA
Terminando el año ya pasado, luego del asesinato Alexandros Grigorópoulos, joven estudian-
te, Grecia escuchó como nunca el grito de la Multitud enardecida con un sistema que a peda-
zos deja caer su miseria y putrefacción. Reproducir este bello comunicado, es nuestra mejor
forma de homenajear hoy el movimiento que se expandiera en las calles de Alekos Panagulis.
CONTINGENCIA
vez sus conciencias con la viola-
ción semanal. No es que nuestras
palabras sean crueles. Cruel es su
realidad. Alexis fue la gota que hizo
desbordar el vaso. Cada noche va a
ser de él de aquí en adelante.
Se acabaron sus noches tranquilas.
Péguennos, échennos gases, de-
téngannos, tírennos balas de goma
como las que llevan tirando desde
el sábado, apúntennos con sus pis-
tolas o den tiros al aire (¿o a noso-
tros tal vez?). Alisten al paraestado,
como están haciendo ahora en Pa-
tras o a esos periodistas siempre
dispuestos, la mano larga real del
poder. A Pretenteris, Evangelatos,
Triantafilopulos, Kapsis, Tremi, Pa-
vlopulos, Papajelas. Y a todos los
demás. De ellos depende su éxito.
Escondan las imágenes de la bruta-
lidad policial, tapen los escándalos
que apestan, aprueben sus medi-
das antipopulares con “consenso
social”.
El lunes en Atenas pusieron a sus
agentes a destruir los pequeños
comercios. Nosotros los vimos sa-
liendo de las filas de la policía. Hay
incluso fotos. Las van a ocultar a
esas también, con mucho éxito. Ya
sus papagayos, después de los pri-
meros disturbios, repiten bien los
que ustedes les enseñaron.
El martes no respetaron ni siquiera
el funeral de Alexis. Mandaron a los
antidisturbios a su funeral para pro-
vocar a niños de 15 años. Tiraron
gases lacrimógenos y detuvieron a
niños. Ustedes profanaron al mis-
mo chico que asesinaron.
¡Ya basta con las mentiras! No so-
mos los encapuchados ni los cono-
cidos-desconocidos. Somos mu-
chos y estamos furiosos. Ya paren
de repetir tonterías. Desde Komotini
hasta Janiá, de norte a sur nuestra
rabia se desborda. Cayeron con to-
dos los medios que su monstruoso
poder dispone para eliminarnos.
Con toletes, balas, lacrimógenos,
medios de comunicación masiva,
provocaciones, paraestado.
No tenemos ilusiones. No tenemos
ninguna esperanza. Por eso somos
peligrosos.
No nos hacemos ilusiones que van
a tomar todo eso en cuenta. Todos
los días entierran nuestros gritos en
su mentira.
Adiós. Nos van a ver desde sus so-
fás en sus televisiones.
“Historia ahí vamos. Mira arriba ha-
cia el cielo”
12 13
8. I REVISTA MULTITUD ABRIL 2009 I
LA REFLEXIÓN.
¿Por qué si todavía no ocurre po-
demos prever con tanta facilidad lo
que se viene para este año?¿Qué
será este fuerte presentimiento de
que el movimiento estudiantil cada
vez se asemeja más al ciclo del
agua? ¿Gracias a los transgénicos
nos estamos tornando videntes
acaso? No lo creemos.
He aquí la profecía del 2009: Lue-
go de las extenuantes jornadas de
marchas, movilizaciones, batallas
con carabineros, de intransigentes
- y por que no decirlo- dionisiacas
“tomas”, la elite de la “dirigencia
estudiantil” sentarán sus bases:
exigirán una mesa ampliada con la
el próximo año, a suyo propio, se
congelarán los aranceles, bajará la
tarifa de transporte escolar y derro-
carán al Rector, entre otras cosas.
Todo lo anterior – por supuesto - a
espaldas de la gran “masa estu-
diantil” que impávida frente a la
realidad solo se da cuenta de lo que
sucede de forma anecdótica; ya sea
por el clásico “compañero revolu-
cionario”, por las batallas campales
a las afueras de su universidad y/o
por las poco decorosas “cuñas” de
los morbosos y complacientes pe-
riodistas.
. ¿Desde cuándo la creatividad en
el que muchas veces se ha llamado
“arte de hacer política” se transfor-
autoridad para abordar el “petito-
rio histórico”, luego por presiones
y cuestiones de índole práctica se
transformará en una mesa restrin-
gida sobre el tema contingente o
de moda con el objeto de no llegar
a ningún acuerdo por la recíproca
desconfianza y porque obviamente
estas reuniones están hechas para
no ceder. A finales de semestre el
“movimiento estudiantil se agota”,
el segundo semestre es práctica-
mente inexistente mas no menos
activo para nuestros dirigentes –
que generalmente son los mismos
– pues estos vestirán sus mejores
túnicas, y seleccionarán su mejor
vocabulario para llenar sus bocas
y pancartas con promesas de que
MOVIMIENTO SOCIAL Y
ESTUDIANTIL ERRÁTICO:
Llamado a reactivar la Re-Evolución.
Fabián Barría G. I Pablo Lillo C [ LIBREPIENSA@GMAIL.COM ]
CONTINGENCIA
mó en la monotonía de martillar en
el vacío?.
Todo esto tiene una raíz: nuestra
afamada “política adulta” que nun-
ca ha sido distinta. En ocasiones
ha tratado de escapar de su sino,
sin embargo siempre ha sabido ser
acallada por la cliché coacción de
los mismos.
La apatía generalizada de las ma-
sas, su mirada peligrosamente
impasible ante la vida como en una
sala de espera hacia la muerte, su
miedo al cuestionamiento de las
“verdades” impuestas, ¡el terror a
alzar la voz!, la vergüenza a parti-
cipar, lo que para otros constituye
la “tranquilad social”; todo esto se
ha convertido en el gran cáncer de
nuestra organización social. Se ha
expandido de tal forma, que sus
características enraízan en lo más
profundo: en el cómo de nuestras
relaciones. Incluso de forma casi
imperceptible en nuestra forma de
ser, en el trato con nuestra familia,
pareja, amigos, en definitiva, en to-
dos los aspectos de la vida social.
Uno de los tantos legados de nues-
tra república portaliana, el resultado
de la dependencia a la autoridad.
El susodicho Don Diego lo explica-
ba muy bien:
“El orden social se mantiene en
Chile por el peso de la noche y
porque no tenemos hombres su-
tiles, hábiles y cosquillosos: la
tendencia casi general de la masa
al reposo es la garantía de la tran-
quilidad pública. Si ella faltase, nos
encontraríamos a obscuras y sin
contener a los díscolos más que
con medidas dictadas por la razón,
o que la experiencia ha enseñado a
ser útil; pero, entre tanto...”
Mantener a la gente estúpida, ador-
mecida, conformista y conserva-
dora: La clave para la “paz social”.
¿El revolucionario? ¿El hombre
sutil, hábil y cosquilloso?: ¡Peligro!
lumbreras innecesarias que podrían
acabar con la densa lugubricidad
de la noche, tan confortable para
los “paladines de la libertad”.
Curiosamente en la historia del mo-
de aquello que realmente somos.
Temiendo a nuestras entrañas y
a la sangre que emana de ellas.
¡Despojémonos de la vergüenza al
desnudo!
La verdad, no tiene caminos. La
respuesta correcta subyace en tu
interior. Sólo debes lograr silenciar
el pensamiento y apartar tu memo-
ria. Debes ocupar todos los senti-
dos al mismo tiempo y así religar
con quien realmente eres. Una vez
lo logres, se manifestará ante ti lo
más hermoso a lo que puede aspi-
rar cualquier criatura conciente. La
comprensión, el amor verdadero.
Sólo una vez consciente de tus pre-
juicios y de tu lucha por derribarlos,
libres de espíritu y pensamiento
comenzará la verdadera revolución,
y ya no será solo en el “movimiento
estudiantil”. Será en tu vida, en tus
cercanos, en la sociedad, en la hu-
manidad.
AHORA VIENE LA ACCIÓN:
La realidad de nuestro movimiento
estudiantil se asemeja a un archi-
piélago de islas incomunicadas.
Por un lado las Federaciones de es-
tudiantes tienen un contacto prácti-
camente nulo con las directivas de
los centros de alumnos que a su
vez en su mayoría se transformaron
en “mini productoras de eventos”;
¡Para que hablar del contacto con
los estudiantes en general!; los mo-
vimientos o agrupaciones sociales
formados por estudiantes, si bien
se han sabido coordinar mejor per-
manecen visiblemente estáticos,
atascados en un lenguaje “asimi-
lado”, muchas veces dogmáticos y
hasta sectarios, por ende reacios a
generar redes con otras agrupacio-
nes que no cumplan cabalmente su
perfil: La organización secundaria
si bien se muestra más vigorosa,
su brusquedad y descoordinación
logra que toda su valiosa energía
se malgaste en violencia inefectiva
y degradante.
Todo esto se ve muy desolador, sin
embargo tenemos en nuestras ma-
nos las herramientas para que este
archipiélago fortalezca de tal forma
vimiento estudiantil chileno ha ha-
bido luces de revolución. Unas más
intensas que otras, la última fue la
Revolución Pingüina; una pequeña
luciérnaga que si bien fue tosca y
mal organizada, nos hizo sentir a
muchos que la verdadera revolu-
ción estaba en nuestras manos y a
eso pasaremos a continuación.
Talvez alguno de ustedes – lecto-
res – nos estará cuestionando por
nuestras “cómodas críticas”, apun-
tándonos a priori como boicotea-
dotes del movimiento estudiantil,
¡reaccionarios incluso! Esperamos
que no lo crean así. Creemos estar
en lo correcto porque “no hay peor
ciego que el que no quiere ver”; es-
tamos convencidos de que el prin-
cipio anarquista de la destrucción
para construir sobre algo nuevo; de
rechazar el reformismo de parches
para favorecer el caos creador,
debe aplicarse incluso a nuestras
podridas bases como movimiento
estudiantil.
No podemos actuar con las mismas
vendas, cegados por dogmatismos
políticos, dirigidos por métodos
rumiados en revoluciones fallidas.
Estas cosas se transformaron en
autoridad para muchos, y la auto-
ridad solo trae nociva dependencia.
Es hora de taparle la boca a Die-
go Portales siendo sutiles, hábiles
y cosquillosos. Para ello debemos
comenzar por revolucionar nuestra
propia conciencia. Destruyamos
SUS verdades y construyamos las
nuestras:
Mírate al espejo y una vez allí, en-
fréntate a lo que verás del otro lado.
Mira a la entelequia directamente a
los ojos y pregúntale qué tan real
puede llegar a ser. Es ese mundo
el que estás destinado a sanar. Es
ese corazón el que se necesita para
ayudar a iluminar a tantos otros co-
razones. Eres tú y no otro el único
salvador de tu tierra. ¿Conserva-
ción? ¿Revolución? Derechamente
pregúntale ¿Qué tal evolución?
Estamos obviando al ser más im-
portante en nuestras vidas. Es-
tamos faltando a la comprensión
CONTINGENCIA
14 15
9. I REVISTA MULTITUD ABRIL 2009 I
los flujos de comunicación que se
convierta en una implacable red de
tejido humano movilizadora y crea-
dora. Para muestra unos botones:
- Periódico Diagonal (Madrid), pu-
blicación alternativa, sin directores,
regida por asamblea y con una tira-
da de 15.000 ejemplares.
José David Carracedo – su crea-
dor- ha visto cómo su lucha iba
cobrando vida. Fue hace casi 10
años, cuando estudiaba en Lon-
dres. «El 18 de junio de 1999 se
convocó una jornada anticapitalista
en 35 ciudades del mundo», re-
cuerda, «se demostró cómo pocas
personas eran capaces de poner en
jaque al sistema». Colapsaron la
capital británica, lograron incluso
que la Bolsa cerrara durante media
hora, se llevaron a cabo más de
300 acciones contra bancos, mul-
tinacionales, empresas de armas,
petroleras... Aquel día comenzó
algo que ha seguido sin tregua y
aún sorprende a muchos.
“Nos dibujan como un grupo re-
ducido, dicen que somos 1.000
personas en todo el mundo, que
manipulamos las cifras, pero so-
mos decenas de miles, y si nos
ponemos, somos capaces” Lo fue-
ron aquel verano en Londres, donde
montaron 40 puntos de informa-
ción que retransmitían por internet
de forma inmediata lo que sucedía
en la ciudad. La rigurosidad fue tal,
que la cadena ABC de EEUU dedicó
horas de programación tratando de
analizar el éxito de aquellos jóvenes
que, según pensaban, habían salido
de la nada. Se equivocaban, como
se han equivocado ahora.
Estos jóvenes -y no tan jóvenes-
están sumamente organizados y
conectados, proceden de los más
diversos colectivos, de las causas
y lugares más dispares, pero todos
con un objetivo común: “Denun-
ciar la injusticia”. Dice el creador:
“No han sido capaces de vernos,
no creen que seamos un grupo
unificado porque no saben darnos
nombre, porque no pueden etique-
y activa en la toma de decisiones
y la creación de propuestas para
gobernar el Estado. El sistema de
democracia líquida pretende ser el
siguiente paso en la evolución de la
democracia aumentando el control
del ciudadano sobre las institucio-
nes y gobiernos, que se han con-
vertido en instituciones enormes,
más sometidas a la propaganda fá-
cil y eslóganes vacíos que al control
racional de los hechos objetivos3
.
Estos son algunos ejemplos – de
muchos - que demuestran por un
lado el importante rol de las redes
de comunicación, lo significativo
que es tener fuentes de informa-
ción independiente disponibles y
por otro, el triste contraste con los
movimientos sociales chilenos,
particularmente el de la fuerza es-
tudiantil.
No desconocemos con estos plan-
teamientos, en ningún caso, la
importante labor de muchos con
sus acciones directas en la comu-
nidad – estos redactores son unos
de ellos también – ya sea median-
te la gestión cultural, el teatro, la
música, la política estudiantil, etc.
Todo lo contrario, estamos llamado
a la unión, a la coordinación inteli-
gente, a la construcción de nuevas
realidades para todos con el mas
profundo sentido humanista. Apli-
quemos estos métodos a nuestras
propias organizaciones y el tejido
se irá hilando solo. Salgamos a las
calles – virtuales o reales- a liberar
conciencias, a sembrar la semilla
de la duda sobre las verdades irre-
futables. Germinemos con hierba
nueva en las fisuras del frío cemen-
to. Re-evolucionemos
tarnos”, comenta Carracedo. “So-
mos redes muy amplias, diversas,
en las que cabe todo el mundo, y
no nos han querido prestar aten-
ción”.
- Seattle, el 30 de noviembre de
1999. Aquel martes comenzaba
en la ciudad estadounidense una
reunión de la Organización Mundial
del Comercio (OMC), un encuentro
que decenas de miles de personas
se habían propuesto reventar. Sin
violencia, sin miramientos. Y lo
consiguieron. Sindicatos, asocia-
ciones ecologistas, profesionales,
anarquistas, gente a título personal.
Más de 100.000 manifestantes boi-
cotearon una reunión en la que de-
bían participar 150 dirigentes mun-
diales. Nació entonces el puntal, el
referente de la información alterna-
tiva mundial, indymedia.org, web
en la que todos los movimientos
sociales vierten sus convocatorias
y opiniones1
.
“Si los activistas son una red diver-
sa, que conecta mundos sociales
distintos y tienen alta capacidad de
intermediación, la revuelta puede
lograr un peak y desestabilizar un
sistema e incluso crear una revo-
lución”.
- Rebelion.org. Un portal con 10
años de vida, miles de visitas dia-
rias y la colaboración incondicio-
nal de todo aquel que quiera par-
ticipar. El joven periodista fundador
sostuvo “Fue un acto minoritario
de amigos e incondicionales; la
organización nos dio una sala a
una temprana hora de la mañana,
más por la amistad que nos unía
que porque entendieran qué cosa
íbamos a presentar” “La honda de
David. Sí, Rebelión es una honda
virtual portadora de armas inteli-
gentes… palabras rebeldes y es-
peranzadoras”2
- Democracia líquida es un pro-
yecto que pretende hacer uso de las
nuevas tecnologías para poner en
práctica un sistema de democracia
participativa en la que el ciudadano
pueda intervenir de forma sencilla
CONTINGENCIA
1. Silvia Taules. “Barricadas
cibernéticas contra el sistema: “EL
MUNDO.
2. Manuel Talens, Rebelión.org cumple
10 años de luchas en el ciberespacio
http://www.aporrea.org
3. http://democracialiquida.es/
Barack Obama es sin duda hoy una
gran figura en el ámbito de la políti-
ca internacional. Primer afroameri-
cano que es elegido presidente, su
poder carismático lo ha llevado a
ser celebrado más allá de las fron-
teras nacionales, en, prácticamente,
cada país. En esto se ve claramen-
te la influencia de los medios para
crear el mito de Obama, quien hasta
ahora se lleva todas las simpatías.
Por lo tanto, Obama para muchas
personas hoy representa un Esta-
dos Unidos menos agresivo y mu-
cho más “social”. Más allá de esto,
¿qué representa Barack Obama en
el contexto del Imperio?
Desde el desarrollo del capitalismo
ha existido una cierta oposición
entre el capital (que trabaja en un
plano inmanente e internacional)
y el Estado (trascendente y nacio-
nal). El Estado, en este sentido,
es concebido como un organismo
y niveles de esta “pirámide” se van
mezclando, fusionando. Esta fusión
no se hace solo entre los distintos
niveles, sino también dentro de los
mismos niveles, atenuando y bo-
rrando las jerarquías.
Y es ahí dónde justamente podría-
mos encontrar lo que representa
Obama, la tendencia a que Esta-
dos Unidos no sea el pináculo de
esta constitución, que deje de ser
una superpotencia que actúa sola,
sino más bien que avance hacia la
soberanía a nivel internacional: “la
monarquía imperial no está localiza-
da en un lugar separado y aislado
y nuestro imperio posmoderno no
tiene ninguna Roma. El cuerpo mo-
nárquico es en sí mismo multiforme
y espacialmente difuso”. De esta
manera, Obama representa al me-
nos la voluntad de ir un paso más
allá hacia la definitiva constitución
del Imperio.
que asegura los intereses del ca-
pital colectivo por sobre el capital
individual. Hoy el capital ha logrado
pasar por sobre las jurisdicciones
del Estado-Nación, pero eso no sig-
nifica que este haya sido vencido,
tan sólo significa un cambio del rol
del Estado-Nación y el desplaza-
miento de una Constitución al nivel
global, que Negri y Hardt dividen en
tres niveles: monárquico (Estados
Unidos a la cabeza, seguido por
el G7 y organismos por el estilo y
asociaciones diversas que desplie-
gan su poder cultural y biopolítico),
aristocrático (grandes empresas
multinacionales, luego los Estados-
Nación como organización local) y
“democrático” (la representación
de los Estados-Nación del pueblo,
que a su vez representa a la mul-
titud, y las ONG). Esta constitución
mixta en el contexto posmoderno
se va transformando en una consti-
tución híbrida, dónde las funciones
Miguel Carmona
“Porque el mundo
ha cambiado, y
nosotros tenemos
que cambiar con él”
Barack Obama.
Discurso presidencial.
BARACK
CONTINGENCIA
1716
10. I REVISTA MULTITUD ABRIL 2009 I
Solo un par de días después la in-
cursión Israelí en Gaza, escribí un
pequeño artículo qué hice correr
por mail en mis círculos más cer-
canos. No podría haber aguantado
mí propio silencio, porque día a día
tengo ya que aguantarme el no te-
ner más que la palabra. Ahora, me-
ses después, voy a retomar algunas
ideas, transformarlas, conservar la
rabia con la que entonces vi las
noticias y el periódico, conservar
lo fundamental de mis principios…
Es comúnmente aceptado que 1967
es la guerra en la que Israel cambia
de posición militar y política en me-
dio oriente (de país víctima a país
victimario) y así también frente a la
opinión internacional. Para mi esto
no es verdad, en el sentido de que
Israel venia construyéndose como
un país a la ofensiva desde mucho
antes, aun desde la guerra de inde-
pendencia que para muchos es la
parte “bonita”, o al menos inocente
de la historia (véase para esto los
trabajos de Ilan Pappé que hablan
de masacres étnicas el mismo 48).
En fin, quería apuntar con eso al
tipo de ofensiva que fue la guerra
del 67, los desgastes y el horror
que provocó como para cambiar la
cilidad. ESA paz es imposible, por
que no está hecha para lo contrario.
Lo de la liberación, por su parte,
apunta a las nuevas estructuras de
dominio producidas con la confor-
mación nacional de un pueblo. Este
es el centro de la contradicción de
los estados nacionales, y por que
creo en la liberación de Palesti-
na pero no voy a estar ahí detrás
cuando llegue aquel día, y por que
también el sionismo es para mi hoy
un discurso vacio.
¿Que justifica entonces la guerra?
La liberación. Pero la guerra contra
el terror, la guerra contra el mie-
do, cae en el vacío como molinos
de viento. El terror no pierde nun-
ca por que el miedo es abstracto:
una sociedad enferma de miedo
no se cura con muros ni bombar-
deos masivos de tierra y aire. Así
tampoco es que se defiende uno de
una sociedad enferma de hambre
y encierro. El discurso del “ellos
quisieron la guerra” no sirve, por
que querer abrir fronteras, querer
salir de la miseria, no se paga con
fierro. No quiero con esto parecer
justificar los kazam, que son una
realidad diaria y también dura, pero
recuerdo que si a quien vive en la
imagen de un país frente al mundo
entero. Es importante recordarlo,
ya que la ofensiva en Gaza se con-
sidera una de las más importantes
desde la guerra del 67.
¿Que justifica un guerra? Para mi
es solo una cosa. Con esto quiero
recalcar que no soy pacifista, por
que creo en las guerras de libera-
ción. No así en el mito mismo de la
liberación nacional, que a la larga
es lo mismo que el mito de la paz,
es decir, la justificación de distintas
formas de dominio. En este sen-
tido, la paz en medio oriente hay
que reinventarla, por que cuando
la mayoría de las fuerzas en juego
hablan de paz, parece más un show
internacional (pan y circo) para un
juego que en realidad es más com-
plicado; que intenta lidiar con con-
tradicciones de intereses muchos
más grandes, y que no son solo de
Israel o Palestina: de cierta mane-
ra, la paz, como concepto absoluto,
no le conviene ni a EEUU ni a una
buena parte de los países árabes,
y por eso que usualmente se habla
de “Paz”, es como un mero pape-
leo en un negocio no demasiado
viciado (así a primera vista, por lo
menos) como para seguirlo con fa-
CONTINGENCIA
miseria, y que solo cree en la gue-
rra frente a un enemigo colosal y
sordo, se le da una posibilidad real
de vida digna, les aseguro que no
va a optar por la guerra.
No me olvido que soy judío y no lo
reniego, pero no me es algo más
trascendental que cualquier otra
cultura en la que me he sentido re-
fugiado o identificado por condicio-
nes tales de miseria. Es por eso que
da lo mismo si saco la voz como
judío no, lo importante es que me
rehúso a acostumbrarme a hablar
de víctimas en números grandes.
Es porque condeno y acuso la ho-
rrorosa incursión del ejército Israelí
en Gaza: no me voy a quedar ca-
llado con el diario entre las manos.
Hoy por hoy el horror se filtra de la
rígida conciencia militar que recuer-
da y testimonia sus propios actos.
La sangre nos sigue lloviendo y el
festín parece no acabar. No pode-
mos olvidar la complicidad de la
mayoría política Israelí. En aquella
ocasión, mi artículo terminaba con
que “una sociedad enferma por la
miseria y el abandono da otro un
paso inducido hacia el odio, y otra,
enferma de miedo, se ilusiona con
que alguna vez le va a ganar al mie-
do a punta de fuego”. El juego si-
gue siguiendo, la ultra-derecha de
Lieberman se ampara del estado y
Gaza se recupera con las migajas
de la ayuda internacional.
No hay pueblos culpables, mas
juegos políticos que absorben la
fuerza social, la anulan con el dis-
curso del miedo, de la nación, del
odio; con dinámicas de poder que
mantienen la putrefacción de los
intereses capitalistas a costas de
la guerra y a costas de la miseria
humana.
Poco después de la invasión Israe-
lí encontré un dibujo en el que un
palestino parado contra un muro se
encuentra maniatado y vendado.
Abajo dice “Joven Palestino miran-
do al futuro”. Creo que, existiendo
las posibilidades para una reinven-
ción de la paz desde la población
civil misma, vivir en medio oriente
no ha sido sin embargo más que
eso: morir y seguir muriendo. Así
es como el cielo gris de humo y
aviones en Gaza parece ser la con-
dena de vivir en una sociedad como
esta.
CONTINGENCIA
MORIR EN MED O ORIENTENicolás Slachevsky
18 19
11. I REVISTA MULTITUD ABRIL 2009 I
Vlladimir Jankélévitch, filósofo fran-
cés, escribió, en 1965 y 1971, dos
textos sobre el perdón y los críme-
nes cometidos por los nazis (En
“L’imprescriptible. Pardonner? Dans
l’honneur et la dignité”, Vladimir
Jankélévitch). Creo que sus palabras
dicen claramente porque no debemos
olvidar las violaciones a los derechos
humanos. Más aún, también reflexio-
na sobre el rol del doble estándar.
Transcribo aquí algunos de sus pen-
samientos:
1. Sobre el perdón: “¿Por qué
nos reservaríamos el rol magnáni-
mo del perdón? Como lo escribía en
términos admirables, un cristiano
ortodoxo , M. Olivier Clement, es a
las víctimas de perdonar . ¿Qué dere-
chos tienen los que sobrevivieron de
perdonar en nombre de las víctimas?
No, no es a nosotros de perdonar en
nombre de las victimas… Las victi-
mas deberían perdonar... Entonces,
nos dirigimos a los criminales y le de-
cimos: pidan perdón ustedes mismos
a las víctimas”
2. Sobre la memoria: “Ese
número incontable de muertos, tor-
turados nos conciernen. ¿Quiénes
hablarían de ellos si nosotros no ha-
por razones ideológicas colaboró
con la dictadura pero ciertamen-
te no compartía la violación de los
derechos humanos. Por ejemplo, el
Ministro Osvaldo Andrade confirmo
su asistencia porque Jaime Guzman
lo ayudo. Jankelevich también habla
del doble estándar que fue común
en la Francia ocupada por los nazis.
Transcribo parte de sus palabras: “
Vichy (la Francia que colabora con
los nazis) era la ambigüedad y la
confusión. El… maquiavelismo de
la Alemania nazi, especializado en la
inversión de las contradicciones, fue
un virtuoso de la ambigüedad , que
sembró la confusión en los espíritus y
pesa aún en la vida francesa e impide
la recuperación moral de la nación.
Reconocieron el sofismo del “doble-
juego”. No hay fresco que no tenga
su coartada, no hay colaborador que
no escondió su judío en un armario
o consiguió papeles falsos para un
resistente. No hay ni culpables ni ino-
centes, y los procesos por colabora-
ción se erosionan como se disuelve
la evidencia moral de la vergüenza y
traición” A buen entendedor…
En mi opinión, mucho de lo que él
dice es aplicable a nuestra realidad…
bláramos de ellos? ¿Quién pensaría
en ellos? Si dejáramos de pensar en
ellos, terminaríamos de exterminarlos
y serian definitivamente destruidos.
Los muertos dependen totalmente de
nuestra fidelidad… Ese es el caso del
pasado en general, el pasado requiere
que sea recordado a los olvidadizos,
a los superficiales y a los indiferen-
tes, que nuestras conmemoraciones
lo salven sin cesar de la nada., o por
lo menos retrasen el no-ser al que
está destinado: el pasado necesita
que nos juntemos a propósito para
conmemorarlo, el pasado requiere
de nuestra memoria... El pasado no
se defiende solo como se defiende el
presente y el futuro.” .
3. Sobre el perdón: “¿Hay que
perdonar?: Existe entre el absoluto
de la ley del amor y el absoluto de la
libertad malvada, un quiebre que no
puede recomponerse. No buscamos
a reconciliar la irracionalidad del mal
con la omnipotencia del amor. El per-
dón es fuerte como el mal, pero el
mal es fuerte como el perdón”
4. Sobre el doble estándar: Ha
existido una clara intención de lim-
piar, lavar la figura de Jaime Guzmán.
Convertirlo en un hombre bueno que
PORQUÉMEOPONGOALMEMORIALDE
JAIMEGUZMÁNYALINTENTODELIMPIARSUMEMORIA
Andrea Slachevsky Ch., MD, PhD
PROGRAMA DE FARMACOLOGÍA, INSTITUTO DE CIENCIAS BIOMÉDICAS Y DEPARTAMENTO DE CIENCIAS NEUROLÓGICAS.
FACULTAD DE MEDICINA. UNIVERSIDAD DE CHILE.
CONTINGENCIA
En esta segunda parte –u oportu-
nidad que me conceden – quisie-
ra enseñarles (a modo de ejemplo)
el uso y el abuso que se dió a los
bosques de las Regiones de Aysén
y Magallanes, hasta casi exterminar-
los, desde finales del s. XIX. hasta
mediados del s. XX. Esto en base a
una pequeña cita de un antecedente1
histórico.
El Estado de Chile, en una marcada
intención por hacer soberanía y ren-
table las posesiones de tierras en la
Patagonia, comienza a fines del siglo
XIX una política de colonización. Con
esto, lógicamente, comienzan a lle-
gar los primeros colonos iniciando
la trágica transformación del paisa-
je. Bosques que se demoraron unos
cuantos milenios en desarrollarse
después de la última glaciación, son
brutalmente talados (uso de la ma-
dera) o incendiados (“despeje” para
uso ganadero). La presencia de es-
tos milenarios bosques es reducida
dramáticamente en aproximadamen-
te 100 años. Proporción un tanto
absurda.
El antecedente al que me refiero
proviene directamente del trabajo
entonces realizado con el favor del
Gobierno para lograr cierto beneficio
económico en dicho lugar geográfi-
co.
Se trata de una solicitud al Gobierno
hecha en el año 1907 por parte de
un personaje con intenciones de ha-
cer uso de los recursos madereros
en la zona austral (estas solicitudes
normalmente tenían cabida y eran
apoyadas con ciertas condiciones).
En el primer punto de la solicitud,
dicho personaje pide “(…)permi-
so por veinte años, para cortar una
parte de los bosques fiscales que se
extiende hasta las orillas de los ca-
nales y ríos situados entre el paralelo
47° y el Estrecho de Magallanes; y
el meridiano 71°, 22´ y el Océano
Pacífico”(algo así como 1000 Km.
de largo. O como referencia, desde
Santiago a Chiloé aprox.). La gran in-
novación de esta exclusiva empresa
era que poseería aserradores flotan-
tes donde procesar inmediatamente
la madera.
¡¿QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ?!
(2DA
PARTE) veinte años no es nada…
Don Da
1. Dicho antecedente ha sido extraído
o “rescatado” desde el Archivo
Nacional.
COLOGÍA
E
Dicho pedido, por cierto concebido,
permitía al personaje explotar y pro-
ducir toda la madera que quedaba a
su alcance durante 20 años, elimi-
nando así bosques completos, y con
el favor del Estado.
Con esto quisiera dejar en claro mi
punto de vista: el indignante hecho
de que las ganas de producir, pro-
ducir y producir – a toda costa- pue-
dan poseer mayor importancia que
muchas cosas, aunque eso implique
convertir en polvo una gran exten-
sión de área verde. Con esto tam-
bién, queda demostrado una vez
mas el nivel de inconciencia que se
posee y se ha poseído para con el lu-
gar donde vivimos. Pues hasta ahora
NO hemos devuelto nada de lo que
hemos tomado; como si fuese nues-
tro Planeta una gran despensa don-
de nos abastecemos… al contrario,
mes a mes vamos de compras para
que no nos falte nada.
FOTO PAULO SLACHEVSKY
21
12. I REVISTA MULTITUD ABRIL 2009 I
Muero de a poco al entender que no entiendo
Muero despacio al caer en mis dudas
Siento que muero como muere tu espacio
Es sólo el prefacio de la muerte más dura
Es la cosecha abundante de mi vivir mintiendo.
Son tus respuestas correctas a mis preguntas capciosas
Son tus salidas perfectas a mis entradas impertinentes
Son tus canciones de amor a mis poemas carentes
Son tus pensamientos reales a mis cuentos fantásticos
Son tus besos clandestinos a mi corazón dislocado
Son tus soluciones exactas a mis dudas erróneas
Caigo en un caer constante y vivo tumbado
Caigo desde la altura a la que no he llegado
Siento el pesar de no haber hecho demasiado
Siento el dolor de verme acabado
Cansado, nublado y quebrado
Callado, muerto y solo
No veo, no creo, no puedo y no quiero,
No quiero ser la víctima de mis propios despojos
No quiero ser el caído de mis propios disparos
Ahora entiendo porque he muerto tantas veces
Fui yo quien me mató y he cumplido con creces
No estoy dispuesto a mirar con mis propios ojos
No quiero asumir que ya escapó de mis manos
Me hundo en la tierra de mi acontecer cotidiano
Me pierdo entre el agua de mi ahogo constante
Hablo solo a veces inconciente y pensante
Tropiezo entre las hojas de un poemario desierto
Para caer en las dudas de quien muere a diario
Por tus respuestas correctas a mis preguntas capciosas
Por tus decisiones certeras y mi proceder incierto
TUSRESPUESTASCORRECTASAMISPREGUNTASCAPCIOSAS
FELIPE ZERENÉ
LETRAS
Es lo mismo de siempre
Es querer mejorar y quedar peor
Es querer cambiar y quedar más igual
que antes
Es el gatopardismo, la victoria del
status quo
Es la lucha sin sentido
Es lo que describimos
En dónde hemos caído, y
Contra lo cual hemos intentado
combatir
Y combatiremos.
S Y SIGUE LA I
EFMAM J. JASOND
Por más que me muevo, corro y es-
capo, me reinvento, caigo, me vuelvo
a reinventar, me traspapelo, hablo,
callo, trepo, invento y me dejo estar...
Por más que intente realizar esta bús-
queda.
Busco sin saber qué y, DEFINITIVA-
MENTE, no lo encuentro.
Y AHORA
Es terrible, ya ni si quiera puedo
caminar
No puedo moverme
Ni hablar
Y eso que en plena calle estoy.
En plena calle
Pero rodeado de rodeados
Viejos pascueros
Viejas que esperan la micro
(con paquetes enormes)
Viejos comprando
Viejos vendiendo
Viejos caminando
Y yo, único joven, soy (también) el
único quieto, de esta única fecha.
La peor combinación: Navidad y
viejos hueones.
NAVIDAD
LETRAS
Con una espalda agotada y un par de ojos luchando contra la fuerza gravitacional, Simón se encontraba en las puertas
del dualismo Sueño-Realidad.
El sueño y la reflexión pragmática todavía no se polarizaban: Se estrechaban la mano verdadera: Esa que se dan dos
hermanos vivos.
Y Simón se puso a pensar sobre los seguros de vida. Era sorprendente que un seguro de vida, fuera la prueba que evi-
denciaba el reconocimiento de los humanos para con la existencia de la vida. Si todo cliente de tal empresa feneciera,
¿Por qué se imaginará que la vida de sus hijos continúa?
Estoy desvariando palabras, estoy aturdido y sin razón. Acuérdate Simón que te falta tino, acuérdate de las puertas.
Y en esa agonía confusa, Simón se enojó. Escupió al cielo un gargajo (o pollo) (amarillo verdoso, criatura de una
neumonía cariñosa).
Lógicamente (como sucede en los sueños), la flema ascendió pues Newton afirma que… (…) . Y luego bajó, porque
Newton igualmente formula que “todo lo que sube…”. Pero como Freud le advertía que terminar en ridículo puede ser
causa de un trauma, nuestro fastidiado protagonista se crispó y decidió eludir lo que también le anticipaba Murphy: “si
algo puede suceder, sucederá”.
SIMÓN AGUILERA
SOBRE ESCUPITAJOS Y SEGUROS DE VIDA
algo puede suceder, sucederá”.
Así, mi abdomen se contrajo, y mi cabeza se irguió precipita-
damente. Por fortuna me encontraba en una cama,,, perdón,
en mi cama. Y sin olvidar la porfía del sueño, encontré un
momento de lucidez al darme cuenta que el escupitajo no
me caía en la cabeza: se había quedado en el sueño. Y la
analogía se tornó evidente.
Mi realidad es al sueño, como la muerte a la vida.
Y así: la flema (o pollo) le pertenece al sueño finito, como el
seguro le pertenece a la vida FINITA.
Ya tenía el argumento adecuado. La vida no continúa.
PADRES: ¡¡No se esmeren en creer que sus hijos seguirán
creciendo!!
Mierda… ¿Pero qué sucedería si el escupo cayera en el sue-
ño mientras yo me encuentro despierto?
En ese caso, la vida sería navegar por dos realidades distin-
tas, cuya continuidad no dejaría de existir por separado.
AMIGOS: sé que esto parece Mea culpa de Carlos Pinto. Sin
embargo, no es tan descabellado. Si muchos creen que la
vida continúa ¿Por qué no ha de proseguir el sueño también?
Y dale que dale redundado, me puse pesado.
Pero déjenme formular la última pregunta:
¿Qué pasa si despertando de esta pesadilla, se me desploma
el gargajo del sueño en la realidad?
(Remate:
Un amigo vagabundo me respondió:
-Cuando sueño con mujeres sensuales,,, Naturalmente el
escupo se despide en el (o del) sueño y se derrama en la
realidad.
Pongámonos serios, por favor: la vida es una chacota.)
ETRAS
SIN TITULO | FRANCISCO IDE
SINTITULO|NINAYACHER
2322
13. I REVISTA MULTITUD ABRIL 2009 I
LETRAS
La vida y su corta entidad en uso,
El cielo hecho girones en nubes humeantes,
La violencia y sus usos domésticos,
El fraguar de las heridas,
La inútil victoria,
El remolino de las nucas o su caspa,
La estructura fragmentada de nuestra cordura,
Las falanges arrugándose en torno a un encierro,
El orgasmo del martillo,
Las ruedas y mutilaciones por la carretera,
La gran grúa excavando en el viento,
El horizonte tragándose el mundo entero,
Las flores secas sobre el camastro,
El grito sulfurado del infarto,
El océano,
El cráneo del hombre,
Son sopa china.
SIN TITULO 6
JOAO GONCALVEZ
PEZON
JOAO GONCALVEZ
En relación con la reciente presenta-
ción por un grupo de parlamentarios
de un proyecto de ley sobre la eutana-
sia, creemos importante que se pro-
duzca en nuestro país un debate acti-
vo, informado y responsable. El tema
es de una vital trascendencia para la
sociedad y su discusión no puede
quedar circunscrita a cúpulas políticas
o gremiales, razón por la cual, los aba-
jo firmantes, médicos de profesión y
miembros del Colegio Médico de Chi-
le, nos debemos de expresar nuestra
postura.
a. “Ser un ser humano es,
desde el punto de vista del valor mo-
ral, superior a la vida biológica” (Flet-
cher, 1979.) La muerte puede ser a
veces la única alternativa para preser-
var su dignidad frente a los procesos
degradantes de la enfermedad.
b. “Si la sola perspectiva de
un ser humano, consciente de sí mis-
mo, racional y autónomo, es aquella
de una vida degradada por la enferme-
dad y el sufrimiento, puede racional-
salud y calidad de vida posible. Esto
incluye ayudar en el proceso de buen
morir a individuos que, en ejercicio de
su libre albedrío, enfrentados a una
enfermedad asociada a una degrada-
ción física insostenible y cuyo único
destino es la muerte, así lo solicitan.
El médico no debe oponerse a esta
voluntad del individuo, aún cuando
pueda abstenerse de participar acti-
vamente en este acto médico si ello
violenta sus credos y concepciones
de la vida.
h. El debate sobre el derecho
a la eutanasia implica al conjunto de
la sociedad y no es prerrogativa del
gremio médico pronunciarse sobre el
derecho de los individuos a la eutana-
sia. A lo más, un médico puede dar
razones para abstenerse de participar
en la muerte asistida de un paciente,
pero no puede oponerse a que perso-
nas competentes u otros médicos lo
hagan, menos aún a que el paciente
ejerza su derecho.
“Que la muerte de un ser humano
pueda constituir un bien es una para-
doja difícil de concebir, que aquellos
que ayudan a un ser humano a morir
puedan estar haciéndole un bien, es
aún más paradojal y difícil de aceptar.
La muerte es un proceso en el cual se
pierde irreversiblemente cada vez más
poder. Aquel que no tiene la posibili-
dad de perder ese poder rápidamente
y sin sufrimiento tiene al menos el de-
recho de pedir que se le ayude a no
quedarse impotente ante esa pérdida”
(Goffi, 2003)
mente optar por la eutanasia” (Singer,
1995).
c. La solicitud de asistencia
para morir es el último espacio de
libertad al cual puede aspirar el ser
humano. No se justifica privarlo de
ese espacio de libertad y derecho a la
eutanasia, administrándole tratamien-
tos cuando el mismo sujeto en plena
conciencia los rechaza.
d. Ejercer el derecho a la eu-
tanasia no violenta ni pone en riesgo
los derechos y libertades de los otros
miembros de la sociedad.
e. La opinión sobre la euta-
nasia no necesariamente debe ser
compartida por la mayoría de los
miembros de la sociedad para que el
derecho a ella exista. En una sociedad
laica, cada individuo debe tener el de-
recho y la libertad de decidir sobre su
propia muerte, pudiendo ejercer o no
este derecho según sus principios o
sus creencias religiosas.
f. Dados los importantes
avances de la medicina y las posibili-
dades de prolongar la vida, nos parece
fundamental que en nuestra sociedad
se legisle sobre la eutanasia, de ma-
nera que cada individuo pueda ejercer
sus derechos según sus propias con-
cepciones y creencias.
g. “Los médicos deben per-
feccionar su arte y dar apoyo para
facilitar y suavizar la agonía y los sufri-
mientos de la muerte” (Bacon, 1605.)
La profesión médica exige ayudar a la
población a lograr el mejor estado de
EUTANASIA
ANDREASLACHEVSKYCHONCHOLIGRICELORELLANAVIDALIMERCEDESLOPEZNITSCHE
IGABRIEL CEA MUÑOZ IDARIO RAMIREZ CARVAJAL IGINO MARIO RAVERA ARCOS I
GUSTAV RODHE CALDERON I GONZALO ALVAREZ URQUIDI I MARÍA ISABEL BEHRENS
PELLEGRINO I EDUARDO BRAVO CASTRO
DECLARACIÓN SOBRE LAMeé las ciudades,
Coroné de adornos los óseos paisajes de asfalto,
Vi como las manos goteaban,
La profunda herida suturada entre hemiciclos.
Escuché cada día en el silencio el gran espacio,
Yaciendo ebrio y violento, como el eructo del mismo averno.
Las columnas cayeron cayendo el día,
Se quebró en un botellazo el mundo entero.
Mientras latía tu pecho,
Mientras el vino nos vertía a pedazos,
Mientras aullábamos y todo se iba perdiendo tras la luna,
La espesura sorbía tras el vidrio, la debilidad opaca de un reflejo;
El nuestro.
OJO MEDICO
SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIINNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNN TTTTTIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIITTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUULLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO 666666666666666666666666666666666666666666666666666
ILUSTRACIONES DE FRANCISCO IDE
SIN TITULO | PASOS CALLES| UBU REY
24 25
14. I REVISTA MULTITUD ABRIL 2009 I
OJO MEDICO
En el presente trabajo, hablaré de
la intervención psicosocial, cua-
les son sus características, sus
principios, como se realiza, y que
queremos lograr con ella. Luego,
expondré la importancia que tiene
el intervenir en una determinada co-
munidad, ya que a diario nos damos
cuenta, la gran necesidad de traba-
jar en distintas comunidades que
tenemos en nuestro país y en La-
tinoamérica en general. Continuaré
mostrando lo que son las interven-
ciones psicosociales en hospitales
psiquiátricos, específicamente la
relación médico-paciente que allí
se produce. Junto con ellos algu-
nos antecedentes históricos de la
psiquiatría en Chile.
Comenzaré hablando de proyecto o
acción social, la que nos llevará a
la intervención psicosocial, la cual
podemos definir como: “Toda ac-
ción social, individual o grupal des-
tinada a producir cambios en una
determinada realidad que involucra
y afecta a un grupo social determi-
nado” (Martinic S., 1996). Siempre
que realizamos una intervención
esperamos que ésta se produzca,
ya que se trabajará a partir de una
hipótesis y objetivos determina-
dos por los cuales trabajaremos,
• El profesional que realice la in-
tervención debe involucrase per-
sonalmente, al realizar éste tipo de
trabajo hay un compromiso que
éste asume con la comunidad, que
debe tener clara las ideas sobre
los términos e ideologías que tiene
respecto al cambio, o lo que espera
que se produzca.
• Debemos hacer hincapié en las
capacidades que tienen los seres
humanos para orientar y optimizar
su propio destino.
Los mundos que están involucrados
en una intervención psicosocial son
muchos, como las emociones y re-
presentaciones, es decir, el mundo
cognitivo y emocional que tienen
las personas con las que estamos
trabajando, y a los problemas con
los que tiene que vivir y enfrentar a
diario. Además, está al mundo de
las significaciones e interacciones,
en donde se encuentran todos los
vínculos que debieran tener, y que
están normalmente relacionado
con las situaciones problemáticas
en que vive en los momento que se
decide intervenir, y que frecuente-
mente son parte de las razones de
fundamentan la intervención. Otro
mundo importante que hay que te-
ner en cuenta es el de las prácticas
mediante las distintas actividades
que se realice en la intervención.
Siempre al hacer estos trabajos uno
espera que los cambios sean signi-
ficativos para la comunidad, espe-
cialmente para las personas con las
que estamos trabajando. Podemos
decir que algunos de los principios
o características de una interven-
ción psicosocial son las siguientes:
• Debe haber una participación ac-
tiva de las personas de la comuni-
dad a la que estamos interviniendo.
Deben ser ellos, con la guía de los
profesionales con que se trabaja
los que deben construir su propio
cambio.
• Es muy importante el contexto, el
lugar donde se realiza la interven-
ción para, de esta manera, tener
relaciones sociales y humanas de
tipo democráticas y sin discrimi-
nación (problemas que podemos
ver en grupos minoritarios como
los Mapuche). Cada sitio tiene sus
propias particularidades, por lo que
es muy importante conocerlo bien
antes de comenzar la intervención,
siempre se sugiere realizar un muy
buen diagnóstico del lugar y de las
personas que viven allí, para así
conocer en que realidad se trabaja.
INTERVENCIÓN SOCIAL Y LA
DESHUMANIZACIÓN EN LA
RELACIÓN MÉDICO-PACIENTE
MYRIAM TABJA
OJO MEDICO
y formas de vida, los valores que
tienen, los hábitos que han aprendi-
do, la cultura en donde está inserta
la comunidad, ya que es en ella en
donde están bajo alguna situación
problema. Todos éstos mundos se
relacionan entre sí y son parte de
las personas con que trabajamos,
entonces no debemos olvidarnos
de ellas, al contrario, debemos con-
siderarlas desde el diagnóstico en
adelante, y de ésta manera se debe
privilegiar este conocimiento para
poder entender y conocer a fondo
la problemática que allí se vive.
La intervención psicosocial tiene
una línea de pensamiento que in-
tegra didácticamente la teoría y la
práctica, que crea la posibilidad
orientar la intervención en tres ni-
veles o dimensiones: a nivel de
los problemas sociales (políticos,
educacionales…), del desarrollo
humano y de los cambios sociales.
En este sentido, es importante el te-
ner una teoría que sustente el traba-
jo práctico que se está realizando,
pero no podemos ser psicólogos
desde la teoría, sino desde la prác-
tica, desde la comunidad misma.
Debemos recordar que en un prin-
cipio los problemas sociales fueron
el estado ponerlo en su agenda,
para poder conseguir los recursos,
los profesionales, los dispositivos
que se necesiten para poder reali-
zar la intervención que el problema
amerite. Normalmente, participan
en programas que diseñan distintos
estamentos del estado, en relación
a distintas organizaciones sociales,
y contratan a psicólogos, educado-
res, trabajadores sociales, sociólo-
gos, entre otros.
En nuestro país se ha estado traba-
jando en varios programas de tipo
social, así como también en refor-
mas tanto a la educación, como a
la salud y la salud mental. En éste
último punto, el Ministerio de Sa-
lud, en al año 2001, presentó un
documento que va dirigido a brin-
dar oportunidades, compromiso,
respeto y responsabilidad en los
procesos de integración social,
teniendo un propósito de: ”Contri-
buir a que las personas, las fami-
lias y las comunidades alcancen
y mantengan la mayor capacidad
posible para interactuar entre sí y
con el medio ambiente, de modo
de promover el bienestar subjeti-
vo, el desarrollo y el uso óptimo
de sus potencialidades psico-
lógicas, cognitivas, afectivas y
considerados como un tema que
tenía que ver con los recursos, que
había que enfrentar de una mane-
ra adecuada y con una estructura
también acorde a ellos, tomando
en consideración que lo económi-
co siempre ha estado por encima
de los problemas sociales. Como
éstos se pueden cuantificar y me-
dir, podemos conocer dónde están
los problemas de mayor urgencia y
comenzar allí una intervención con
los profesionales que se requieran,
normalmente se necesita un equi-
po multidisciplinario que incluye un
psicólogo, un asistente social, un
abogado, entre otros, dependien-
do del problema que tenemos que
trabajar con la comunidad. Por otra
parte, se mezclan lo subjetivo y lo
objetivo cuando realizamos éste
tipo de intervención, ya que los pro-
blemas sociales en realidad no son
naturales sino que los construye la
propia sociedad, vienen a ser una
construcción histórica, por lo cual
debemos tener en cuenta las indi-
vidualidades.
Para poder trabajar en los proble-
mas sociales que presenta la co-
munidad debemos estar de acuer-
do, en nuestro país como sociedad,
que es un problema y de éste modo
2726
15. I REVISTA MULTITUD ABRIL 2009 I
relacionales, el logro de sus me-
tas individuales y colectivas, en
concordancia con la justicia y el
bien común” 1
. Con éste comuni-
cado debemos entender que bus-
camos el bienestar de las personas
que viven en nuestra sociedad. No
hace muchos años, a los pacien-
tes con alguna enfermedad mental
se les encerraba, se les castigaba,
duramente. De a poco, y en los
países más avanzados, como son
Francia, España, Inglaterra, Italia,
comenzaron en la década del 60 y
70 ha realizar cambios en sus polí-
ticas públicas sobre salud mental,
dirigiendo los trabajos hacia una
mirada comunitaria, buscando así
poder atender los problemas de
salud mental inserto en un contexto
comunitario, tratando así de alejar
y evitar la marginalidad e institucio-
nalización, y con ello el encierro.
En nuestro país, en el año 1963
fue presentado un trabajo realizado
por los profesionales Altamirano,
Claudet y Cordero sobre un cambio
de estructura social de un departa-
mento de pacientes crónicos. Fue
en 1971, que las autoridades de
salud pública presentaron un sub-
programa de rehabilitación, que
plantea: “Los enfermos mentales
ces comenzó un trabajo en donde
se utilizaran los principios de la
práctica bioética, es decir, tomar
en cuenta al paciente, no pasarlo a
llevar, prohibiendo la discriminación
y el derecho a la atención hospita-
laria. Específicamente en el hospital
psiquiátrico El Peral, se comenzó
un trabajo de tratar a los pacientes
con medicamentos, tratando siem-
pre de que su estadía sea lo más
corta posible, pensando en que los
pacientes siempre están mejor en
sus hogares. Junto con esto, se
desarrollaron trabajos de terapias
individual y grupal, en dónde habían
psicólogos a cargo. Estos trabajos
se dejaron de realizar hace más o
menos cinco, según hemos podido
informarnos por profesionales que
allí trabajan, tienen problemas de
recursos y de tiempo.
Todo esto nos muestra que, en de-
finitiva, hay aún mucho que hacer.
crónicos están sometidos a una
atención de tipo asilar, inhumana,
con atención médica insuficiente,
sólo de emergencia y farmacote-
rapia de mantención y con esca-
sas o nulas acciones de terapia
ocupacional y de rehabilitación
que posibiliten su reintegro par-
cial o total a la sociedad”2
. Así,
el estado reconoció cual era la
realidad para los pacientes con en-
fermedades psíquicas en nuestro
país.
Hoy en día hay una preocupación
por trabajar los problemas sociales
que presenta la comunidad, en es-
pecial la pobreza, la drogadicción,
las carencias en educación, en sa-
lud, y dentro de ésta, en salud men-
tal. Junto con esto, se ha tratado de
trabajar en los hospitales públicos,
el mejorar la atención y el trato
para con los pacientes. Este es un
tema que se viene trabajando en
los últimos años en nuestro país,
ya que se reconocía por parte del
estado, que los pacientes no eran
bien tratados, especialmente en los
hospitales públicos y hospitales de
salud mental. Se ha hablado que
había una deshumanización en la
atención, que sólo se trataban en-
fermedades y no personas. Enton-
OJO MEDICO
1. Ministerio de Salud (2001): Plan
Nacional de Salud Mental y
Psiquiatría. Gobierno de Chile. Unidad
de Salud Mental. Segunda Edición.
Santiago, Chile, Página 11.
2. Gomberoff, M; Jiménez, J.P. (1985),
Psiquiatría. Ediciones Medcom,
Santiago, Chile, Pág. 567.
28
16. I REVISTA MULTITUD ABRIL 2009 I
HOJA DE CONTACTO | ESTELÍ SLACHEVSKY
EL PULSO DE LA CALLE
17. I REVISTA MULTITUD ABRIL 2009 I
OOCIEDADZ
Los trazos de carácter dis-
criminatorios se producen
quizás en todo lugar y de for-
mas prácticamente infinitas.
Sin embargo, generalmente
la discriminación – enten-
diéndola como la atribución
de un cierto estereotipo de
personalidad y apariencia a
un cierto grupo social - se
puede dividir en “positiva” y
“negativa”. Y los inmigran-
tes no son la excepción. La
discriminación que viene
generalmente (pero desgra-
ciadamente no siempre) de
grupos xenófobos, patrió-
ticos o nacionalistas, los
califica de sucios, flojos,
drogadictos. De ahí nacen
diferentes mitos ligados a
la inmigración. De ahí nace
la visión de que el inmigran-
te roba el trabajo a “gente,
en su propia tierra” y nace,
entre muchos otros, el este-
reotipo del inmigrante ilegal,
ligado a todo lo anterior. Por
el otro lado, proveniente de
diversos sectores no nece-
sariamente apátridas o in-
ternacionalistas (quizás no
más amplios, lo más seguro
es afirmar que en general
la población se sitúa entre
estos dos extremos), está la
Una de las características funda-
mentales de la configuración histó-
rica actual es la gran movilidad de la
población a nivel internacional. La
migración es cada vez más común,
lo que apunta a una población con
cada vez menos especificidades
nacionales. Por lo tanto, hay que reco-
nocer la reacción de los pueblos (sí,
pueblos, ya que si bien las especifici-
dades van disminuyendo, la xenofobia
puede constituir una cierta unidad de
un pueblo determinado) en este con-
texto.
La migración destruye fronteras na-
cionales, por eso se intentan volver
a forjar. La migración destruye la
oposición Primer Mundo/Tercer Mun-
do y contribuye a mezclarlos. Es por
eso que la opinión pública de los
antiguos países que formaban parte
integral del Primer Mundo o que se
consideraban en vías de entrar a él,
protestan. Es la reacción de los
vestigios del imperialismo contra
la formación del Imperio global. Es
así como se puede explicar la re-
acción de pueblos que lo único
que tienen en común totalmente
hoy en día es la xenofobia. Y que el
progreso terminará por destruir.
“Allá en lo alto, entre las nubes, veo
siempre nuevas caravanas
que sin patria ni rumbo
por la nieve avanzan”
- Bertolt Brecht
visión del inmigrante como trabajador
empeñoso, donde se acepta al tra-
bajador inmigrante como alguien que
aporta al país que lo recibe, que vino
buscando para sí y su familia una vida
mejor y, muchas veces, se le relacio-
na al inmigrante legal.
Más allá de esta diferencia sin embar-
go, que se podría calificar de “ideoló-
gica” se pueden identificar pueblos en
que se exalta más uno que otro tipo de
discriminación. La “versión” negativa
del trabajador inmigrante se puede en-
contrar, sin duda, abundantemente en
Europa, por ejemplo, que cierra cada
vez más sus fronteras, Estados Uni-
dos, que levanta murallas para evitar
al inmigrante ilegal, e incluso Chile,
donde la xenofobia está arraigada en
lo profundo de las conciencias de la
gente, estigmatizando a peruanos, bo-
livianos y argentinos. Por lo tanto, en-
contramos que la discriminación del
inmigrante es dependiente - a grandes
rasgos, ya que claro que hay excep-
ciones - la posición del país en cuanto
a un cierto “privilegio” internacional,
que lo hace atrayente. Pareciera que
mientras más atrayente es un país, de
inmigrantes, su población se vuelve
más xenófoba.
Sin embargo, ¿qué lectura pode-
mos hacer a este hecho en el plano
de la globalización y la formación
del Imperio?
“La xenofobia sigue siendo lo que nos une”
- Marcel Duchamp | Grupo Punk Chileno
LOSINMIGRANTESYLAGLOBALIZACIÓN
MIGUEL CARMONA
ZOOCIEDAD
LA LOCURA
COMO PROCESO DE
FORMACIÓN INTEGRAL
DEL SER HUMANO
LEE BUSEL
Llega un momento en la vida de
todo hombre (como ser genérico)
en el que este debe hacer una in-
trospección hasta el centro de su
hipófisis, recorriendo los dos he-
misferios cerebrales incluyendo
a su vez el cerebelo, examinando
toda esta masa muscular que acos-
tumbramos a llamar cerebro y que
sirve de base orgánica a algo aún
más complejo, recóndito y poco
explorado, lo que solemos llamar
“mente”. Esta introspección tiene
lugar como consecuencia de di-
versos cambios y procesos que se
suceden en el entorno físico y sus
reacciones en la interioridad del su-
jeto. Es dentro de este proceso en
el cual nuestro sujeto comienza a
darse cuenta de que posee en al-
gún grado y medida un trastorno
psicológico (si usted está en esta
parte del proceso, no se preocupe,
puede ser peor).
En el momento en que el sujeto
acepta que esta “loco” (desde este
momento nos referiremos a este
con la denominación socio-cultural
de loco), debe continuar identifi-
cando todos los síntomas de lo que
él considera su locura, para lograr
categorizar a esta dentro de alguna
de las denominaciónes con las que
post-loco incluye al de loco pero
también define a un ser humano
que resuelve y actúa con lógica los
problemas que le presenta su exte-
rioridad.
Es por esto que quiero hacer un lla-
mado a todos a aceptar su locura
y empezar el gran camino que esta
nos ofrece, uno de conciencia y
desafíos, de problemas y solucio-
nes tan drásticas y duras que no
seriamos capaces de aceptar sino
estamos locos o post-locos. A su
vez aplaudo y doy animo a los ya
empezamos, si, aplaudo a los locos
de Green Peace que pasan hambre
y frío luchando contra las balle-
neras, a los locos que vieron en la
revolución cubana la vía para ver a
su país progresar (no en el sentido
burgués de la palabra), a los locos
de Chiapas que aun hoy luchan por
los derechos de todo un continente
tan pisoteado explotado, a esos lo-
cos palestinos, a esos locos mapu-
ches, a esos locos etíopes (y gran
parte de ese gran continente loco) y
aplaudo a todos los locos de todos
los rincones del mundo que cada
día luchamos por hacer de este
mundo un mejor lugar para todos.
las ciencias psicológicas han nom-
brado a una serie definida de “tras-
tornos mentales”. Es en este punto
del proceso donde el loco ha de
intentar que su locura sea funcio-
nal o por lo menos medianamente
funcional con el medio en donde se
desenvuelve, lo que se traduce en
que no se torne un “fastidio” para
su circulo social cercano, esto es
de vital importancia para que el
loco sea solo un loco mas y no ter-
mine en el Peral o en el psiquiátrico
de la paz.
Al conseguir este objetivo el loco
adquiere consistencia y sus locuras
pasan a ser aceptadas por la gente
que de alguna forma u otra com-
parte mayor número de dinámicas
con el loco en cuestión.
En mi opinión los locos que han
pasado este punto son personas
que han tomado plena conciencia
de su existencia y se encuentran en
un camino valido hacia la felicidad.
Al encontrar este camino el loco
puede ser considerado post-loco,
ya que aunque sigue loco posee un
carácter similar al de la superación
dialéctica, es decir que el post-loco
no ha dejado de ser loco pero a su
vez sigue siéndolo. El concepto de
PATAMANO DESCARADA
FRANCISCO IDE
FOTO PAULO SLACHEVSKY
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