Un microbús lleno de monjas choca con un tren y todas mueren. Cuando llegan al cielo, San Pedro les pregunta a cada monja sobre su experiencia con penes para determinar cuánto debe sumergir en agua bendita para pasar al paraíso. La última monja se apura para pasar primero porque no quiere hacer gárgaras con el agua después de que la hermana María se lave el culo en ella.