Esta parábola nos permite saber que Dios nos ama de manera personal, cada uno es especial y único para Él. Todos debemos entender que lejos de Él estamos en continuo peligro, en tinieblas, en sus manos estamos seguros. No hay alegría más grande para Jesús que encontrar a un pecador arrepentido que anhela ser parte de su redil.

4. Entonces Jesús les contó la siguiente historia«Si un hombre tiene cien ovejas y
una de ellas se pierde, ¿qué hará? ¿No dejará las otras noventa y nueve en el
desierto y saldrá a buscar la perdida hasta que la encuentre? Lucas 15:3-4

5. El pastor va a buscar a la ovejita que está perdida, porque para él cada una es
muy importante. De la misma forma para Jesús cada uno de nosotros es muy
importante y valioso, no quiere que ninguno de nosotros esté lejos de Él,
porque quiere cuidarnos y demostrarnos su amor cada día.

6. Cuando la ovejita estuvo lejos del pastor estuvo en peligro, pudo habérsela
comido un lobo o un león o pudo enredarse en las espinas o caer en un
abismo. Por eso nosotros debemos estar siempre con Jesús, el nos cuida y
guarda de todo mal.

7. Y, cuando la encuentre, la cargará con alegría en sus hombros y la
llevará a su casa. 6 Cuando llegue, llamará a sus amigos y vecinos y les
dirá: “Alégrense conmigo porque encontré mi oveja perdida”. Lucas
15:5-6

8. Así , Jesús se alegra mucho cuando lo buscamos y le
pedimos que Él viva en nuestro corazón y no quiere que
ninguno viva lejos de Él.

9. 7 De la misma
manera, ¡hay más
alegría en el cielo por
un pecador perdido
que se arrepiente y
regresa a Dios que
por noventa y nueve
justos que no se
extraviaron!
Lucas 15:7