2. Una comunidad cobra vida cuando las personas que forman parte de ella la aman lo
suficiente como para ayudar a mejorarla. Al ayudar a tu comunidad, mejorarás la vida de
tus amigos, tu familia y de las personas que pertenecen a ella. Si miras a tu alrededor y
ves que en tu comunidad hay muchos problemas, no hay mejor momento para comenzar
a arreglar las cosas que ahora mismo. Entre más amor le dediques, más irá mejorando.
Lee el paso 1 para obtener algunas ideas de cómo ayudar a que tu comunidad se
fortalezca y esté llena de vida.
Una de las mejores maneras de ayudar a tu comunidad es compartiendo tus
conocimientos con otras personas. También es una forma excelente de incorporarte
cuando no sabes exactamente por dónde comenzar. Piensa en lo que tienes para ofrecer
y en quién puede beneficiarse de tu experiencia. Las siguientes son algunas ideas:
3. Paso para ayudar a una comunidad
El primer paso es identificar qué problemas de los que afectan a tu comunidad (barrio, por ejemplo)
querer resolver. Para que la acción sea eficaz, la causa tiene que estar muy bien definida; por eso es
importante que establezcas prioridades y que investigues al respecto. Puede ser desde limpiar una
plaza y colocar cestos para la basura, hasta pintar una escuela.
El siguiente paso es decidir si vas a actuar solo o con un grupo. Si preferís la segunda opción, empieza
a difundir tus ideas entre amigos, familiares, vecinos y todos aquellos que se vean directamente
afectados por la cuestión que hayas elegido.
Una vez que hayas sumado gente a tu iniciativa deberán: definir los objetivos generales, concebir
ideas para actuar, elegir un nombre e, incluso, crear un logotipo y .Además: designar quiénes serán
los responsables de las respectivas funciones y trabajos y, por supuesto, establecer normas que sean
aceptadas por todos.
Entre las funciones más importantes que tendrá el grupo están: organizar reuniones en las que los
miembros tengan la oportunidad de exponer sus ideas y mantenerse en contacto entre sí, organizar
actividades, etc.
4. Es recomendable supervisar las cuestiones económicas. Por eso es importante
llevar un registro exhaustivo de todos los importes —por mínimos que sean—
que se recauden o inviertan.
La difusión es fundamental para dar a conocer tu proyecto. Existen distintas
formas de hacerlo, pero el mejor método dependerá de cuál sea tu objetivo:
por email o carta, organizar charlas en público, carteles y folletos o apelar a
los medios de comunicación locales.
Por último, si buscamos financiación existen muchas maneras de hacerlo:
desde la realización de pequeños trabajos o rifas hasta la organización de
marchas patrocinadas y otros eventos.