1. sector industrial
En el México posrevolucionario, al convertirse en rector de la economía, buscó
activar y diferenciar la estructura productiva con el objetivo de crear las bases
para que ocurriera el crecimiento. Sin embargo, la inversión en la industria
encontró una población con baja escolaridad, un sistema de educación técnica a
nivel artesanal y un sistema profesional con oferta escasa y centrado en
profesiones liberales, que en el campo de la ingeniería se dirigía a la formación
de agrónomos. El acelerado desarrollo de la técnica, los descubrimientos en el
campo de la ciencia, así como el auge que las nociones de articulación entre la
ciencia y el Estado tuvieron en los países avanzados condujo a los primeros
intentos de una política orientada a impulsar el desarrollo científico por medio del
mejoramiento de las condiciones de infraestructura y de formación de recursos
humanos para la investigación. El sistema de igualdad de oportunidades
económicas y sociales del nuevo orden dio lugar a la creación de Escuelas
Primarias Industriales de Artes y Oficios, y en 1916 a la Escuela Práctica de
Ingenieros Mecánicos Electricistas y a la Escuela Nacional de Química
Industrial.
A partir de 1921, el ritmo de las actividades económicas se recuperó y
aparecieron nuevas actividades industriales dándose un crecimiento de la
ocupación en la manufactura y los servicios y la apertura incondicional a la
inversión extranjera. Se crearon también importantes instituciones que
configuraron el marco económico, entre ellas el Banco de México en 1925. El
impulso que se pretendió dar a la economía tuvo una orientación, caracterizada
por un nuevo proceso de tecnificación, hacia los primeros intentos organizativos
2. de la educación técnica, unificando, en 1923, este tipo de enseñanza al
instituirse el Departamento de Enseñanza Técnica, Industrial y Comercial en la
SEP, del que dependían la Escuela de Ingenieros Mecánicos y Electricistas, la
Escuela Técnica de Maestros Constructores y la Escuela de Industrias Textiles e
Institutos Técnicos Industriales. Se expandió también el sistema de educación
técnica a nivel medio en toda la república, surgiendo el Sistema de Escuela
Vocacional Industrial y creándose la Preparatoria Técnica como antecedente
para las escuelas de altos estudios: Escuela Superior en Mecánica y Eléctrica,
Escuela Superior en Construcción y Escuela Superior de Comercio y
Administración. El impulso nacionalista del gobierno de Obregón dio lugar
también a la fundación de la Universidad Popular, la Universidad Obrera y la
Universidad Nacional del Sureste (posteriormente Universidad de Yucatán), y en
1925 a la Universidad de Guadalajara, mientras la educación agrícola se
consolidó con la fundación de nuevas escuelas y el traslado de la Escuela
Nacional de Agricultura a las actuales instalaciones en Chapingo, Estado de
México. Sin embargo, en 1930, la oportunidad de acceder a la educación
superior estaba al alcance del 1% de la población en edad de recibirla.
Adicionalmente, se creó la Sociedad Científica Antonio Alzate con el objetivo de
fomentar la actividad científica; en dicho esfuerzo fue determinante la creación
de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en 1921
La primera etapa agraria (1916-1934): el agrarismo popular
El movimiento político de composición social, cuyo objetivo principal era el
efectivo reparto de tierras en la entidad, de acuerdo con las leyes aprobadas en
materia agraria. La movilización principal brotó en dos frentes de naturaleza
distinta; por un lado se impulsó y sostuvo desde las comunidades agrarias con
composición mestiza e indígena y llegó a coincidir de manera favorable con el
otro frente, el de los sindicatos, asociación y grupos aislados de trabajadores
3. jornaleros. La movilización agrarista de las comunidades respondió a la nueva
legalidad y la apertura formal de instituciones gubernamentales proagrarias,
derivadas de la ley del 6 de enero de 1915; es decir, se trató de un movimiento
político que estalló con el cambio legal que lo favorecía, que no exponía a
quienes lo conformaban a ser violentamente reprimidos; por lo menos, no de
manera abierta y justificada desde el gobierno.
En ese frente político ideológico creado sin dirección clara entre sindicalizados,
jornaleros, gremios y comunidades agrarias, la demanda del reparto de tierras
entró como elemento cohesionador temporal; así debió ser en un periodo corto,
porque la tierra tenía un significado distinto para esas organizaciones. En tanto
que las comunidades buscaban de ese modo recuperar las tierras que les fueron
despojadas en el siglo XIX —pues lo consideraban un elemento económico y
social fundamental—, para las demás organizaciones se trataba de una
demanda política entre las varias que plantearon (incremento salarial, reducción
de la jornada laboral, etcétera).
La principal organización y movilización agrarista de las comunidades, apareció
en la franja económica más importante de la región, en los puntos de mayor
desarrollo relativo agrícola, casi todas cercanas al camino real y a la línea del
ferrocarril: desde Acaponeta hasta Ixtlán, pasando por Tepic. Esta zona
alargada, parecida a un corredor, es donde se asentaron, desde la Colonia, las
comunidades de Sayula, San Dieguito, San Felipe Aztatán, Mexcaltitán,
Sentispac, Tuxpan, Pochotitán, San Luis de Lozada, Jomulco, entre otras, que
fueron precisamente las que encabezaron el primer listado de pueblos que
demandó tierras en 1916. Véase el cuadro 6.
En efecto, fuera de una docena de pueblos con alta composición indígena, el
resto no se movilizó de manera abierta para demandar que se les restituyera o
bien dotara de tierras, tampoco participaron todos los miembros de aquellas
comunidades que las solicitaron.En algunas de las que sí lo hicieron, como
Jomulco, sus líderes fueron individuos con arraigo en la comunidad, algunos con
cierta formación que les permitía procesar información institucional, legal y
periodística. El saldo social y económico del agrarismo popular fue negativo para
quienes lo proponían y lo lidereaban: caudalosa represión y pocas tierras
recibidas; las que se repartieron legalmente fueron, en su mayoría, de mala
calidad, alejadas de los mercados, de los pueblos y con descuidados o nulos
caminos.
Influyeron en este resultado varios elementos. Por un lado, la firme resistencia
de los terratenientes a ser afectados en sus propiedades, con base en su sólida
organización interna, en la que contaron con el apoyo de sus administradores,
capataces, enganchadores y hasta de los arrendatarios con quienes tenían
tratos y contratos. Esos terratenientes, que formaban la oligarquía, encontraron
en la inestabilidad política estatal y nacional las condiciones propicias de una
4. situación que jugaba en su favor. Conectado con lo anterior, también influyó la
tibia y ambigua política agraria del gobierno central, la que en los hechos se
tradujo en la resistencia para afectar la propiedad privada, desde que Francisco
I. Madero asumió el Poder Ejecutivo hasta el final del ejercicio de Plutarco Elías
Calles.
El 27 de junio de 1912, en una carta dirigida al director de El Imparcial, el
presidente Madero pidió —para aclarar su posición respecto de la cuestión
agraria— que “se revisara cuidadosamente sus discursos pronunciados [... pues]
lo único que claramente había dicho era que respetaba la pequeña propiedad
[...] por tanto él no haría expropiaciones para repartir a núcleos de población”.
Madero no quiso y no contó con tiempo para concretar algún proyecto de cambio
agrario. Pocos años después, en junio de 1915, Carranza también hizo pública
su posición respecto de la cuestión agraria: “en el arreglo del problema agrario
no habrá confiscaciones. Dicho problema se resolverá por la distribución
equitativa de tierras que aún conserva el gobierno [...] toda propiedad que se
haya adquirido legítimamente de individuos o gobiernos legales y que no
constituya monopolio o privilegio será respetado”.
Estas posiciones coincidentes de los ejecutivos federales respecto de los
problemas agrarios permiten explicarnos de manera general la cauda del reparto
agrario. Si hubo entrega de tierras en la segunda y tercera década del siglo XX,
fue cuando se utilizó con ese fin una cantidad de tierras nacionales y otras
administradas por la Caja de Préstamo después de que fueron hipotecadas. En
Nayarit había poco más de un millón de hectáreas clasificadas como tierras
nacionales, de las cuales poco más de cien mil hectáreas se utilizaron en ese
proceso. Un informe elaborado en esos años por la Secretaría de Agricultura y
Fomento publicó datos al respecto: en el ahora municipio de Acaponeta había
6,800 hectáreas, en el de Tecuala 9,600; al sur de Tepic, en Majadas, 19 mil y en
el Valle de Banderas había más de 70 mil hectáreas.
También fueron afectados, con las acciones agrarias de esta fase, aunque en
menor medida, propietarios de tierras que políticamente representaban menor
resistencia y peligro para el equilibrio del sistema político de la región, entre ellos
estaban viudas (María Fuentes, Inés Quintero, Mariana Romero, Ana Romero,
Concepción Fernández), testamentarios o sucesores, algunos extranjeros con
inversión reciente y desligados física y políticamente de la región, y pequeños
propietarios. Sólo una minoría, con seguridad poco más de una docena de los
pueblos libres de la entidad, percibieron cambios políticos importantes impuestos
por la Revolución mexicana. Muy probablemente los otros pueblos no creyeron
en la posibilidad real del reparto de tierras. Y a decir verdad, no todos tenían la
misma capacidad orga-nizativa para buscar la dotación de tierras. Tan pronto
como apareció la ley carrancista del 6 de enero de 1915 y se constituyó, el 19 de
enero de 1916, la Comisión Local Agraria (CLA) en Nayarit, sólo esa docena de
pueblos (ver cuadro 6) con alta composición indígena, hizo lo necesario para
dejar integrado el expediente correspondiente de solicitud de restitución de
tierras.
Agrego que la condición burocrática en las organizaciones oficiales agrarias no
fue del todo favorable para el reparto de tierras en la primera etapa. Diversos
5. testimonios de la época, como informes de trabajo, periódicos y orales, reiteran
que funcionarios de la CLA, en innumerables ocasiones, prolongaban el momento
de decisión para resolver los asuntos agrarios que interesaban a las
comunidades, pretextando que el expediente marchaba pero que le faltaban
datos o información; en otras oportunidades sólo les decían que era cuestión de
esperar dictámenes técnicos o firmas de algún alto funcionario, o bien que el
número de técnicos adscritos a las oficinas de Nayarit era insuficiente y que
estaban ocupados (lo cual era cierto); en otras ocasiones, las incorrectas
mediciones calculadas en el deslinde daba pie a protestas de los afectados, lo
que detenía el avance administrativo posterior y hacía necesario ir de nuevo a
los terrenos para medir una vez más y casi empezar de nuevo la difícil
tramitación de documentos; también pretextaban que el presupuesto no llegaba
a tiempo y en cantidad suficiente, etcétera.
Esa situación burocrática se convirtió, con los años, en un enorme muro para las
comunidades agrarias, una de ellas, San Luis de Lozada: desde el día en que
inició los trámites para beneficiar a sus pobladores con el reparto de tierras,
esperó durante cinco años para que se le dotara; las comunidades de Coyutlán y
Rosamorada esperaron dieciséis años, y la de Zapotán, en Compostela, dos
décadas, como se advierte en el cuadro 6. Este hecho nos lleva a entender que
en más de un caso se hayan invadido ciertos terrenos por algunos pueblos, ante
la impostergable temporada de barbecho y cuando el gobierno no los pudo
reprimir (el pueblo de Mexcaltitán es un ejemplo).
Para concluir diremos que ante la ausencia de una organización que dirigiera y
aglutinara el agrarismo popular en la región, que lo llevara más allá de un mero
movimiento político, legítimo, coyuntural, que fracturara eficazmente la antigua
estructura agraria, el reparto de tierras en la primera etapa tomó el ritmo que
convenía a los intereses de los grandes propietarios. Éstos negociaban la
entrega de tierra, con la facilidad que les daba el control de las instituciones
agrarias locales y por tanto el manejo e integración de los expedientes. Así por
ejemplo, para la dotación de tierras al pueblo de Tuxpan, la Casa Aguirre, por
medio de su equipo administrativo, negoció e impuso como condición que la
superficie que perdería a través de la dotación de terrenos, se desprendiera de
una parte del predio Pozo de Ibarra, al sur, y no de Chilapa, al norte de Tuxpan,
“en virtud de que esas tierras las poseían desde tiempo atrás los arrendatarios y
colonos de la finca”.
Otras familias con mayor influencia política y económica eludieron los efectos del
reparto de tierras y salvaguardaron sus intereses a través de la venta de sus
haciendas. Los Fernández del Valle vendieron a tiempo Mojarras, a los Ochoa
Montes de Oca; San Leonel y La Labor, las vendieron a los Gangoiti, sus
parientes políticos, en 1928. La firma Hotchins y Vance vendió al señor Abraham
Ortiz la hacienda San José de Costilla en 1936, a quien no afectó mayormente el
reparto agrario en este periodo de estudio. Posteriormente los sucesores de
Ortiz vendieron fracciones de la hacienda a miembros de las familias Flores
Fregoso y Flores Quiñones; una de esas ventas se registró, en 1952, por dos mil
hectáreas.
6. La segunda etapa del reparto agrario (1935-1940): el agrarismo corporativo
Al comienzo de los treintas, el agrarismo popular entró en el desgaste normal de
los años transcurridos, en parte provocado por la falta de recursos y de
organización interna de las comunidades agrarias, también derivado del pesado
suelo burocrático que hacía lo suyo y dificultaba la movilización de los líderes de
las comunidades que solicitaban terrenos. Además de que en el centro de esa
situación se colocaba, oponiéndose, la ofensiva violenta de los terratenientes,
quienes conservaban una solidez organizativa en las unidades económicas y de
ese modo rechazaban eficazmente todo avance agrarista.
La aprobación de las solicitudes de tierras, en la primera etapa agraria, se
dificultó particularmente porque las decisiones gubernamentales al respecto se
hicieron con la perspectiva del ejercicio de la política real, cuidando siempre los
equilibrios políticos, y considerar poco la aplicación de las le-yes en la materia.
Ejemplos para apoyar este planteamiento fueron los casos que siguen. Cuando
el primer gobernador constitucional de Nayarit, José Santos Godínez, regresó en
1920 al poder estatal, después de ser forzado a dejarlo como resultado del
cuartelazo local que encabezó en su contra el general Francisco de Santiago,
para mantenerse aquél como gobernador en su segundo periodo, necesitaba del
apoyo popular así como del congreso local y el de las comunidades agrarias;
para lograrlo repartió tierras en el importante municipio de Xalisco, decisión con
la cual afectó los intereses poderosos de la familia Rivas y los de la firma
estadounidense Hotchins y Vance. En esa decisión, Santos Godínez recibió la
aprobación directa de Álvaro Obregón, quien lo recompensó con su apoyo
político por la adhesión oportuna al Plan de Agua Prieta.
En el cuadro 4, se advierte que, en 1923, se entregaron tierras por primera vez
en los municipios de Santiago Ixcuintla, Compostela, Santa María del Oro y
Tecuala; precisamente en ese año hubo agudos conflictos entre los grupos en el
poder que ocasionaron la rebelión encabezada por De la Huerta. De ahí en
adelante, y a lo largo de esa década, la entrega de tierras “goteó”. No se ignora
que otros imponderables se cruzaron entonces, como la severísima inundación
registrada en la costa nayarita en 1926, con resultados críticos para la población
de la entidad y cuya solución exigió la presencia del general Amado Aguirre,
quien encabezó la Comisión de Auxilios de la costa de Nayarit.
Otro caso: en 1930, la entrega de tierras en cantidades significativas volvió a un
municipio, este año se entregaron más de 16 mil hectáreas en Ahuacatlán, la
fecha y el lugar no pueden desvincularse de la guerra cristera (1926-1929) pues
fue éste uno de los municipios de Nayarit en donde más fuerza cobraron estas
luchas. En ese año se cerró el ciclo de esa rebelión y hasta 1934 el reparto de
tierras se debilitó, trayectoria que cambió de manera espectacular en 1935,
como podrá verse en la gráfica 1.
CREACION DEL PNR
Durante la presidencia de Emilio Portes Gil, tuvo efecto uno de los acontecimientos políticos con
7. mayor trascendencia: la fundación de un partido oficial, el Partido Nacional Revolucionario
(PNR). El 1 de septiembre de 1927, Calles leyó su último informe presidencial ante el Congreso
de la Unión, en el que proclamaba el fin del caudillismo para dar paso a la era de las
instituciones. En el mismo mensaje declaró que no buscaría la prolongación del mandato, pero
que al mismo tiempo, según daba a entender, no quedaría como un simple espectador de los
acontecimientos políticos de país. El mensaje de Calles aceleró la formación del nuevo partido
apoyo al sector rural y obrero
la reforma educativa puso énfasis en una acción sin precedente: la enseñanza técnica,
que tuvo modificaciones sustanciales como la organización sistemática, que incluyó
centros educativos para maestros técnicos e institutos para la capacitación de
trabajadores; la orientación, que buscó capacitar al hombre para una eficiente
producción material; el manejo racional de los recursos a su disposición, y la
transformación del medio físico conforme a sus necesidades. El distanciamiento de la
universidad del proyecto estatal explicaba parcialmente dicha atención a la enseñanza
técnica que coincidía con los valores de la Revolución Mexicana y la creación de una
conciencia nacional.
Se identificaban tres grupos de escuelas técnicas dentro del sistema educativo federal: las
destinadas a la enseñanza de formación artesanal, las de formación de obreros calificados y las
escuelas de enseñanza técnica superior reorganizadas en el Departamento de Enseñanza
Técnica, Industrial y Comercial, con el fin de abastecer la exigencia de la producción. Las
reformas introducidas en la enseñanza media partieron de la diferenciación entre la educación
técnica y la enseñanza de carácter universitario, la primera orientada a formar hombres de
especialidad concreta y definida, la segunda para formar hombres de pensamiento general.
Con la educación socialista se dio un impulso sin precedente a la enseñanza rural, pero sobre
todo se mantuvo una promoción sostenida de la enseñanza técnica que formaría al obrero
calificado y al ingeniero mexicano, que renovaría la tecnología necesaria para el país.
La orientación socioeconómica, se tradujo en la intensificación de la reforma agraria, el apoyo a
la organización y la lucha obrera, la creación de una conjunto de empresas estatales, el
desarrollo de las comunicaciones, la reorganización del sistema financiero, la utilización de la
8. política fiscal con fines de manejo económico, el fortalecimiento del Estado y una política
exterior independiente. Esta política nacionalista propició el desarrollo de la infraestructura
económica del país al crear la Comisión Federal de Electricidad, Altos Hornos de México, la
expropiación de las compañías petroleras en manos extranjeras y la nacionalización de los
ferrocarriles, así como la ejecución de programas destinados a diversificar la producción y el
comercio exterior.
La formación profesional tecnológica se relacionó directamente con las necesidades del sector
productivo; existió un mercado profesional que creció, ampliándose el campo de la práctica
profesional de los ingenieros, particularmente con la ausencia de tecnología extranjera después
de la nacionalización de la industria petrolera.
Impulso a la educacion, el arte y el estado
El artículo demuestra cómo el Estado mexicano posrevolucionario utilizó la educación física para
integrarla
a su política nacionalista y configurar, a partir de ella, identidades de género. Primero se
analizan las exhibiciones gimnásticas como rituales encaminados a la formación cotidiana del Estado
posrevolucionario, así como a normar las prácticas culturales —como las de género— entre la ciudadanía.
Dado que los maestros fueron un factor importante en este proceso se abordan los imaginarios
sobre el género y el cuerpo en una revista especializada de la Secretaría de Educación Pública. Finalmente,
se presenta la manera como se regularon los cuerpos femeninos con la implementación de
un uniforme deportivo en las escuelas.
En 1921 creó la Secretaría de Educación Pública, hecho que tiene gran importancia, pues desde que
Carranza suprimió la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, la educación corría a cuenta de los
municipios, escasos siempre de recursos para realizar una labor eficaz en ese rubro. Vasconcelos, a quien se
debió la iniciativa, fue su primer titular y el organizador de la educación en el país. Puso en marcha una
campaña masiva de alfabetización; creó las Misiones Culturales y convirtió a los maestros rurales en
modernos misioneros, en los apóstoles de la educación a la que deberían consagrarse con el celo, propio
de los primeros evangelizadores del continente. Tiende una verdadera cruzada para llevar el libro como la
cruz al pueblo, al que había que incorporar a la cultura hispánica, que él contrapuso con celo a la
anglosajona. La misión de su raza cósmica, síntesis de las razas del continente americano, es procurar,
precisamente, el acercamiento no con la ciencia, sino con el espíritu, el amor y el arte. En el desempeño de
su cargo, creó los departamentos Escolar, de Bellas Artes, y Bibliotecas y Archivos. Se dividió la educación
media en secundaria y preparatoria, se fundaron escuelas nocturnas, se prestó atención a la formación de
obreros calificados y se dio gran impulso a la pintura mural mexicana y a la cultura popular. Su obra
educativa -principalmente alfabetizadora- fue acompañada de una importante labor editorial. Se retiró del
cargo en 1924, por oposición a la política que instrumentaba el Gobierno Federal, pero ya había puesto en
marcha una obra titánica, difícil de igualar por quienes lo sucedieron en la SEP. Plutarco Elías Calles (1924-
1928) El presidente Calles continúo la obra de Obregón y se dio a la tarea de consolidar el Estado, iniciada
por su predecesor. Hizo de las organizaciones obreras el soporte básico del gobierno revolucionario.
9. Autonomia de la Unam
en el año de 1929 lo que hizo que el día 4 de Junio la Cámara de Diputados facultara al Ejecutivo para
sentar las bases de la autonomía. Al día siguiente el Senado hizo lo mismo. Portes Gil formuló el proyecto
de Ley Orgánica de la Universidad Nacional Autónoma. El 5 de Julio, el comité de huelga declaró que si se
aprobaba la ley de autonomía cesaría la huelga. Por fin, el día 10 de ese mes se dio a conocer la Ley
Orgánica.
Se declaró el fin de la huelga y la reanudación de actividades, del 21 de Julio al 1 de Agosto. El día 26 se
publicó la nueva Ley Orgánica en el Diario Oficial, que daba una cohesión mayor a la Universidad que la
que había tenido desde su fundación. La experiencia de la huelga estudiantil hizo a sus protagonistas
conscientes de su pertenencia a una institución y a un gremio. La situación creada en Julio fue la coyuntura
que consiguió la ansiada autonomía, es decir, el ya no depender de la Secretaría de Educación sino del
presidente de la República.
Es gracias a lo que se hizo en 1929 que el perfil de la Universidad contemporánea quedo delineado
como la conocemos; todo esto gracias a una generación revolucionaria, “de huelgas”, que luchaban por lo
que consideraban correcto, con una identidad colectiva de unión, de lucha, de ideales y de libertad, nunca
libertinaje.
Fue una generación de estudiantes que convirtieron a nuestra universidad en Autómata, porque ellos
mismos también lo eran, podían regirse por si mismos de forma correcta (considero yo) sin ser
manipulados por el sistema.
El reparto agrario y su corporativización
El 6 de octubre de 1936, el presidente Lázaro Cárdenas dio a conocer el acuerdo de reparto agrario en la
Laguna, con el que se resolvió parcialmente el conflicto social originado durante los meses previos.
La propiedad territorial y política agraria se vería favorecida por la confederación nacional de
campesinos(CNC).
Su gobierno sexenal estaba dedicado a campesinos que se repartió en ³ millones de hectáreas. pero hubo
grupos en contra de estos beneficios como la unión nacional sinarquista(UNS).para la defensa de la
propiedad privada, por tanto interés en reparto agrario no resulto ser de gran ayuda, hubo factores que
hicieron un reparto agrario deficiente, falta de tecnología, pocos sistemas de riego, inseguridad, tierras de
áreas de cultivos insuficientes etc.
Creación del PRN
El PRM se había convertido en una fuerza política, se haba hecho con fines socialistas a partir de un
descontento del proletariado, sin embargo querían derecho de huelga, se contradecía de una manera, una
huelga perjudica todo fin socialista y planeaciones colectivas.
En el presidencialismo, fue el sistema por el cual el presidente entra en gran campo de acción, tuvo la
facilidad de remover a funcionarios públicos, ministros de la suprema corte de justicia etc.
Cardenas se involucraba en asuntos económicas sin consultar a expertos, como también para hacer
diplomacia.
10. Asi el presidente tuvo control político absoluto, hasta el poder ejecutivo quedaba bajo su mandato,
inauguro el presidencialismo para tener a favor centrales obreras y campesinas, y fue denominado como
“emperador sexenal” a favor de jesus silva.
En su política económica estaba regida por capital estadounidense, los capitales tenían cerca de 4 millones
de pesos, los beneficios se reducían pero constituyo todo tipo de fuentes de economía.
Educacion rural cardenismo
Cárdenas dio mucho apoyo a la educación y a la investigación. Además de la creación de muchas escuelas
en zonas rurales principalmente, fundó el Instituto Politécnico Nacional, la Escuela Nacional de Educación
Física, el Consejo Técnico de Educación Agrícola. Creó el Instituto Nacional de Antropología e Historia y
el Departamento de Asuntos Indígenas.
El cardenismo (1934-1940):
Se sientan las bases del desarrollo capitalista, surge de un proyecto del Partido Nacional Revolucionario,
que elabora un Plan Sexenal, que se lleva casi a cabo, durante el sexenio.
El Plan Sexenal tiene un sentido popular y democrático, buscaba reformar al Estado en cuatro puntos
principales: El agrario, el obrero, el industrial y el educativo.
Buscaba no sólo el crecimiento de la economía sino la distribución de la producción y del ingreso entre
todos los miembros de la sociedad mexicana, pretendía un desarrollo económico.
Las acciones de Cárdenas:
Reparto de 18 millones de hectáreas de tierras.
Estímulos a los ejidatarios y pequeños propietarios agrícolas.
Creación del Banco Nacional de Crédito Rural.
Creación de cooperativas indígenas.
Unificación de sindicatos.
Nacionalización de ferrocarriles.
Creación de la CTM.
11. Expropiación Petrolera.
Creación de la Comisión Federal de Electricidad.
Creación del Instituto Politécnico Nacional.
Ayuda a exiliados españoles y perseguidos políticos.
Creación del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Creación del Instituto Nacional de Bellas Artes.
Escuelas nocturnas.
Se crea Nacional Financiera.
La política de Cárdenas fue eminentemente nacionalista, defendió los intereses nacionales y evitó la
penetración imperialista de Estados Unidos. Impulsó la acumulación de capital en manos mexicanas.
DESARROLLO ECONÓMICO POSCARDENISTA. (1940-1970)
Crecimiento sin desarrollo.
Se ha agrupado este periodo de 1940 a 1970 debido a que se caracterizó en un crecimiento sin desarrollo
y sin una distribución adecuada del ingreso. Abarca los sexenios de Miguel Ávila Camacho (1940-1946),
Miguel Alemán Valdés (1946-1952) a pesar de la política de industrialización del gobierno alemanista pero
cuyos costos fueron muy elevados, Adolfo Ruíz Cortines (1952-1958), Adolfo López Mateos (1958-1964) y
Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970), estos últimos con un desarrollo estabilizador.
El endeudamiento externo al cual se recurría constantemente, las devaluaciones de 1947 y 1948 que
situaron al peso de $4.80 a $7.20 y $8.65 pesos respectivamente y los altos costos de la industrialización
con llevaron a mayores problemas para las generaciones subsecuentes.
Existió un crecimiento de la producción industrial que a su vez repercutió en el crecimiento de la clase
obrera y de la clase empresarial. Se va formando el capital financiero al fusionarse el capital industrial con
el bancario, ampliándose la capacidad de las empresas para formarse monopolios, teniendo acceso al
crédito y al mercado de capitales, por lo que pueden ampliar sus plantas.
La inversión extranjera se enfocó en la industria de la transformación y el comercio donde obtiene
amplios márgenes de ganancia, esto a su vez impulsó el crecimiento de la economía.
12. Durante esta etapa el Estado, desarrolló una estrategia conocida como “política de sustitución de
importaciones” y tenía como objetivo lograr la industrialización del país mediante la protección a la
industria nacional restringiendo la importación de bienes de consumo y al mismo tiempo creando las
condiciones propicias para facilitar su producción interna.
Esta estrategia de desarrollo requería de cantidades importantes de recursos para financiarla, ya que si
bien la importación de bienes finales se redujo, la importación de insumos y bienes de capital se
incrementó de manera importante.
Estas importaciones se financiaron con la exportación de productos agrícolas, construyéndose la planta
industrial, pero para mantener e incrementar la producción agrícola necesaria para satisfacer las
necesidades de la población y para financiar la industrialización del país, se requería de grandes inversiones
de infraestructura, que no se hicieron pues los ingresos se utilizaban para el crecimiento de la industria, lo
que trajo como consecuencia resultados poco beneficiadores para los agricultores porque los recursos
monetarios se invertían en las ciudades y pocas veces se regresaban al sector agropecuario y cuando lo
hacían los intereses eran altísimos.
Consideremos además que el Estado dio un gran apoyo a los industriales con políticas proteccionistas, por
medio de subsidios, exenciones, control de la fuerza de trabajo y una política fiscal regresiva, sin embargo
las políticas proteccionistas, al imponer defensas exageradas respecto a la competencia internacional,
propició que el mercado nacional tuviera monopolios, altos precios, producción de mala calidad y sin
garantía, por consiguiente el sector industrial salió favorecido por las ganancias y ha sido desagradecido
debido a que el Estado no ha podido captar una proporción adecuada de esas ganancias, vía impuestos y
tampoco los empresarios han respondido con la inversión en su propio sector.
En vez de lograrse un desarrollo económico y social independiente, se obtuvo un simple crecimiento del
ingreso (concentrado en el sector que recibe las ganancias) con creciente dependencia externa, lo que
acentúa el subdesarrollo. Los ingresos sólo han beneficiado a la burguesía y a las empresas extranjeras, el
perjuicio ha sido para la mayor parte de la población que percibe bajos ingresos acentuando el desempleo
y el subempleo.
La concentración del ingreso queda en las instituciones burocráticas, sin que llegue el beneficio a la
población. La fuerza de trabajo decrece en forma sostenida. La dependencia se convierte en una
dependencia estructural, es decir, en todos los sectores. Los excedentes económicos salen del país por
concepto de intereses, rendimientos de capital, regalías, uso de marcas y patentes, lo que ocasiona mayor
flujo del país hacia el exterior y la deuda pública por la cual se pagamos intereses.
Las deudas internas y externas del Estado se convirtieron en factor inflacionario, pasándose la carga a los
13. trabajadores a través del alza de los precios y disminución de los salarios.
Propongo un modelo llamado “Regenerador del campo, la industria y la educación” donde se cree una
empresa administradora de la industrialización del campo, es decir, una empresa que se dedique a la
administración de los recursos del campo y le llamamos empresa porque perseguirá la obtención de
ganancias, será la encargada de la compra de tecnología, de capacitar a los campesinos que serán
trabajadores del Estado, implementará un sistema nacional de riego, buscará colaboración de apoyos
industriales privados que le provean los fertilizantes, equipos necesarios garantizando el beneficio de
ambas partes en las negociaciones con firma de contratos.
Crear un programa nacional obligatorio de cosechas caseras, que tendrán como finalidad el promover la
cultura agrícola, que se ha ido olvidando.
Implementar un censo industrial nacional obligatorio, donde se cree una base de datos eficaz, para conocer
la población contribuyente, reformar el sistema tributario simplificando los cálculos y normas actuales.
Crear escuelas de alto rendimiento que concentren a los estudiantes de alto rendimiento, es decir, con
altos promedios para vincularlos en programas de instituciones de investigación, estructurar programas
trilingües que permitan a los escolares el desarrollo de la capacidad de adaptación a la globalización.
crisis del estado
Crisis más importantes en México de 1970 a 1988
-Crisis cíclica (1970): Esta crisis cíclica, se dio en México ya que este llego a sus límites de crecimiento,
además del inicio de un nuevo sexenio que en general se tiene menor gasto público, lo que creo solo un
ligero crecimiento en el PIB de 4.1%.
-Crisis financiera (1976): Hubo un agotamiento de la expansión industrial de los años 60, así como el
financiamiento del déficit externo que la industria género. Esto provoco un deterioro económico que
culmino en una crisis.
-Crisis petrolera y de deuda externa (1982): De 1978 a 1981 se presento un crecimiento económico muy
importante, pero esto deterioro las cuentas externas no petroleras, al haber una caída en el precio del
petróleo y una deuda externa muy elevada, con una moneda sobrevaluada, el país entra en crisis.
14. -Crisis bursátil (1987): Esta crisis se debió al gran crecimiento que tuvo la bolsa de Estados Unidos en los
años 80, llegaron a un punto en el que había demasiada especulación. El Dow Jones tuvo una tremenda
caída lo que provoco caídas en las bolsas de todo el mundo incluido México. Lo que llevo a México a otra
crisis en la cual se tuvo que soportar tasas de inflación de más de 100%
globalizacion
Luis Echeverría Álvarez, a este presidente se le recuerda como un presidente represivo ya que el 10 de
Junio de 1971, con el grupo policiaco Los Halcones, reprimió una manifestación de estudiantes en la ciudad
de México, por dar apoyo a estudiantes en Monterrey. Asesino a revolucionarios importantes como
Genaro Vázquez y Lucio Cabañas. Financio un golpe de estado contra el director del periódico Excélsior
Julio Scherer García, por las fuertes criticas que este hacia a su gobierno represor. Fue nombrado
embajador de la UNESCO y embajador de México en Australia y fue promotor en la ONU de la carta de
los Deberes y Derechos Económicos de los Estados a la que se adhirieron muchos más países. Tuvo una
relación muy cercana a los gobiernos socialistas de Chile y Cuba aunque combatió con mano muy dura la
izquierda mexicana
Sus objetivos como presidente era aumentar los niveles de crecimiento del país para que así aumentara el
empleo y buscar una mejor distribución del ingreso.
Durante el primer ano del sexenio el PIB solo creció a 4.1% por una reducción que se tuvo al gasto
publico algo que ha pasado en muchos sexenios, en 1972 fue una fase de gasto expansivo y la inversión
pública creció un 41.7%, lo malo es que esta inversión estaba siendo financiada por endeudamiento
externo y por emisión primaria.
El déficit fiscal aumento de un 2.9% a 3.7% del PIB la política fiscal expansiva que tuvo México logró que el
PIB llegará a 8.4% en 1972 y 1973 algo que afectó mucho a México fue la recesión que tuvo Estados
Unidos por el aumento de precio del petróleo de esta manera encareciendo la deuda que México tenía
con EUA.
Lo que llevo a un gran endeudamiento que fue aumentando paulatinamente para volverse insostenible. El
crecimiento empezó en 1972 donde ya era de 4,800mdd, para pasar a 7,300mdd en 1973 y a 10,500mdd
en 1974 para el 76 la deuda externa ya estaba en 18.3mmdd y aquí.
Como medida de emergencia se pidió un aumento de 23% en los salarios. Otra medida fue llegar a un
acuerdo con el FMI en donde para ajustar la economía, se pidió que el déficit gubernamental lo redujeran
al 6% del PIB para el 77 al 4% para 1978 y al 2.5 para 1979. El endeudamiento externo estaba limitado a
3,000mdd y que se tuviera un techo para el financiamiento interno del Banco de México. El gobierno dio
como políticas estabilizar la balanza de pagos y tener políticas de tasa de interés, de esta forma impulsar el
ahorro interno.
Podemos decir que la primera de las crisis mencionadas es cíclica ya que coincide con el inicio del sexenio
15. de Echeverría en donde se da una caída del gasto público por lo que el crecimiento del PIB baja a solo un
4%. Se dice que es cíclica ya que se da cada 6 años por el factor de la baja de gasto público. Mientras la
segunda de las crisis se presenta, como una crisis financiera ya que se vuelve imposible financiar la deuda,
aunque también se pude considerar de deuda externa, ya que esta fue la imposible de pagar.