El sistema financiero español está formado por instituciones y mercados cuya función es canalizar el ahorro de unidades con superávit hacia unidades con déficit. Los principales intermediarios financieros son los bancos, cajas de ahorro, cooperativas de crédito y compañías de seguros. Todos ellos realizan la función de intermediación financiera de recibir el ahorro e invertirlo en préstamos.