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LAVADO DE MANOS
En 1843, en Boston, Oliver Wendel Holmes sospechaba que las manos podían actuar
como vectores para la “fiebre del recién nacido”. Entre 1841 y 1847, en Viena, lgnaz
Semmelweis notó que la fiebre puerperal era más común en la sala de maternidad donde
los médicos y estudiantes de medicina trabajaban, que en aquella en que las parteras lo
hacían. Él pensó que los estudiantes estaban contaminando sus manos cuando hacían la
disección de los cadáveres y por lo tanto ordenó que sus estudiantes lavaran sus manos
en una solución con cloro después de la disección y antes de realizar el tacto vaginal a las
pacientes. La tasa de infección y mortalidad cayó rápidamente (pasó del 22.5% al 1.28%).
Desafortunadamente se rehusó a publicar estos hallazgos y solamente publicó
trabajo en 1857. Cuando murió en 1865, aún muchos médicos ignoraban sus hallazgos.
Veinte años después, el cirujano escocés Sir Joseph Lister tomó la idea del químico
francés Louis Pasteur de que los microorganismos no solamente producen fermen
putrefacción, sino que también pueden causar la supuración en tejidos vivos. Lister
empleó instrumentos limpios y desinfectados por calor, que junto con la destrucción de
microorganismos en el aire y en el ambiente de la herida quirúrgica, incluye
del cirujano, previno exitosamente las infecciones postoperatorias de los heridas. Desde
ese momento la “higiene de las manos” es reconocida como la medida individual más
importante para prevenir la transmisión de agentes infecciosos. A pesar
tratamientos antisépticos las manos no quedaban libres de bacterias; el cirujano WS.
Halsted, que trabajaba en Baltimore, introdujo en 1889 el uso de los guantes de goma (de
caucho) para el equipo quirúrgico.
LA FLORA MICROBIANA
La flora de la piel de las manas se puede clasificar en tres grupos:
Flora residente. Son los microorganismos que residen y se multiplican en la piel y pueden
ser repetidamente cultivados.
Esta flora consiste principalmente de micrococáceas como microc
prevaleciendo Staphylococcus epidermidis y otros miembros de este género coagulasa
negativas. Staphylococcus aureus se ha encontrado en el 18% de personal médico.
Corinebacterias no lipofílicas son colonizadores permanentes de las man
gramnegativas tales como Acinetobactery miembros de los géneros Klebsiella spp. y
Enterobocter spp. se aíslan usualmente de las zonas húmedas de la piel, pero también
pueden colonizar las manos. La densidad de la población bacteriana de la fl
MODULO XVI
LAVADO DE MANOS QUIRÚRGICO
En 1843, en Boston, Oliver Wendel Holmes sospechaba que las manos podían actuar
como vectores para la “fiebre del recién nacido”. Entre 1841 y 1847, en Viena, lgnaz
Semmelweis notó que la fiebre puerperal era más común en la sala de maternidad donde
dicos y estudiantes de medicina trabajaban, que en aquella en que las parteras lo
hacían. Él pensó que los estudiantes estaban contaminando sus manos cuando hacían la
disección de los cadáveres y por lo tanto ordenó que sus estudiantes lavaran sus manos
una solución con cloro después de la disección y antes de realizar el tacto vaginal a las
pacientes. La tasa de infección y mortalidad cayó rápidamente (pasó del 22.5% al 1.28%).
Desafortunadamente se rehusó a publicar estos hallazgos y solamente publicó
trabajo en 1857. Cuando murió en 1865, aún muchos médicos ignoraban sus hallazgos.
Veinte años después, el cirujano escocés Sir Joseph Lister tomó la idea del químico
francés Louis Pasteur de que los microorganismos no solamente producen fermen
putrefacción, sino que también pueden causar la supuración en tejidos vivos. Lister
empleó instrumentos limpios y desinfectados por calor, que junto con la destrucción de
microorganismos en el aire y en el ambiente de la herida quirúrgica, incluye
del cirujano, previno exitosamente las infecciones postoperatorias de los heridas. Desde
ese momento la “higiene de las manos” es reconocida como la medida individual más
importante para prevenir la transmisión de agentes infecciosos. A pesar
tratamientos antisépticos las manos no quedaban libres de bacterias; el cirujano WS.
Halsted, que trabajaba en Baltimore, introdujo en 1889 el uso de los guantes de goma (de
caucho) para el equipo quirúrgico.
LA FLORA MICROBIANA DE LAS MANOS
La flora de la piel de las manas se puede clasificar en tres grupos:
Son los microorganismos que residen y se multiplican en la piel y pueden
ser repetidamente cultivados.
Esta flora consiste principalmente de micrococáceas como microc
prevaleciendo Staphylococcus epidermidis y otros miembros de este género coagulasa
negativas. Staphylococcus aureus se ha encontrado en el 18% de personal médico.
Corinebacterias no lipofílicas son colonizadores permanentes de las man
gramnegativas tales como Acinetobactery miembros de los géneros Klebsiella spp. y
Enterobocter spp. se aíslan usualmente de las zonas húmedas de la piel, pero también
pueden colonizar las manos. La densidad de la población bacteriana de la fl
En 1843, en Boston, Oliver Wendel Holmes sospechaba que las manos podían actuar
como vectores para la “fiebre del recién nacido”. Entre 1841 y 1847, en Viena, lgnaz
Semmelweis notó que la fiebre puerperal era más común en la sala de maternidad donde
dicos y estudiantes de medicina trabajaban, que en aquella en que las parteras lo
hacían. Él pensó que los estudiantes estaban contaminando sus manos cuando hacían la
disección de los cadáveres y por lo tanto ordenó que sus estudiantes lavaran sus manos
una solución con cloro después de la disección y antes de realizar el tacto vaginal a las
pacientes. La tasa de infección y mortalidad cayó rápidamente (pasó del 22.5% al 1.28%).
Desafortunadamente se rehusó a publicar estos hallazgos y solamente publicó parte de su
trabajo en 1857. Cuando murió en 1865, aún muchos médicos ignoraban sus hallazgos.
Veinte años después, el cirujano escocés Sir Joseph Lister tomó la idea del químico
francés Louis Pasteur de que los microorganismos no solamente producen fermentación y
putrefacción, sino que también pueden causar la supuración en tejidos vivos. Lister
empleó instrumentos limpios y desinfectados por calor, que junto con la destrucción de
microorganismos en el aire y en el ambiente de la herida quirúrgica, incluyendo las manos
del cirujano, previno exitosamente las infecciones postoperatorias de los heridas. Desde
ese momento la “higiene de las manos” es reconocida como la medida individual más
importante para prevenir la transmisión de agentes infecciosos. A pesar de varios
tratamientos antisépticos las manos no quedaban libres de bacterias; el cirujano WS.
Halsted, que trabajaba en Baltimore, introdujo en 1889 el uso de los guantes de goma (de
Son los microorganismos que residen y se multiplican en la piel y pueden
Esta flora consiste principalmente de micrococáceas como micrococo y estafilococos,
prevaleciendo Staphylococcus epidermidis y otros miembros de este género coagulasa
negativas. Staphylococcus aureus se ha encontrado en el 18% de personal médico.
Corinebacterias no lipofílicas son colonizadores permanentes de las manos. Bacterias
gramnegativas tales como Acinetobactery miembros de los géneros Klebsiella spp. y
Enterobocter spp. se aíslan usualmente de las zonas húmedas de la piel, pero también
pueden colonizar las manos. La densidad de la población bacteriana de la flora residente
está entre 102
y 103
por centímetro cuadrado. La mayoría de los microorganismos de esta
flora se encuentran en las capas superficiales de la piel, pero cerca de 10 al 20% se
pueden encontrar en la epidermis profunda.
Flora transitoria. Son aquellos microorganismos que se encuentran como contaminantes
y puede sobrevivir un período de tiempo limitado.
Esta flora se adquiere como una contaminación accidental y puede hacer parte de ella
cualquier clase de microorganismos. No se multiplican en la piel. En contraste con la flora
bacteriana autóctona de la piel, la flora transitoria es fácilmente removida por medios
mecánicos, como el lavado de las manos. Algunos miembros de la flora transitoria pueden
poseer un alto potencial patogénico.
Flora infecciosa. Son los microorganismos que causan infecciones en las manos como
Panoritium digiti u otras lesiones purulentas.
S. aureus y estreptococo beta hemolítico son las agentes aislados con mayor frecuencia.
Ningún tratamiento antiséptico de una lesión supurativa dará seguridad a las manos,
porque esta flora tiende a permanecer hasta que la lesión sane.
GENERALIDADES.
Las infecciones adquiridas en los hospitales son una causa importante de morbilidad y
mortalidad en todo el mundo. Como a los hospitales están ingresando pacientes con
mayores complicaciones derivadas de su patología de base, lo cual hace que sean
sometidos a procedimientos e intervenciones con instrumentos invasivos, el riesgo de
transmisión de patógenos de paciente a paciente por los manos del trabajador de la salud
aumenta. Un método efectivo y simple para prevenir esto es el lavado de las manos.
El lavado de las manos es el procedimiento único más simple e importante para prevenir
las infecciones nosocomiales. El lavado de las manos se define como un frote vigoroso y
breve, con jabón, de toda la superficie de las manos, seguido por enjuague con un chorro
de agua. A pesar que se pueden usar varios productos, el lavado de manos puede
clasificarse según si se emplean jabón corriente o detergentes, o si se usan productos que
contienen agentes antimicrobianos. El lavado de manos con jabón corriente a detergentes
(en barro, gránulos, hojas o líquido) suspende microorganismos y permite que luego se
enjuaguen; a este procedimiento se le llama remoción mecánica de microorganismos.
El lavado de las manos con productos que contienen antimicrobianos mata o inhibe el
crecimiento de microorganismos; o este proceso se le conoce como remoción química
de microorganismos.
El uso de guantes no reemplaza el lavado de las manos. Las manos se deben lavar, aun si
se usan guantes, después de tocar algún material potencialmente portador de un agente
infeccioso y después de la atención de todo paciente infectado o colonizado por bacterias
multirresistentes. En ausencia de agua con una calidad aceptable, algunos productos
comerciales basados en alcohol pueden dar una sustitución temporal, pero la técnica más
barata y más aceptada para el lavado de las manos es con agua y jabón.
El lavado de las manos frecuente, especialmente con detergentes fuertes o productos que
contienen antirnicrobianos, puede producir eczema, o en algunas personas otros daños
clínicos de la piel de las manos. Dichos efectos también se pueden deber al uso frecuente
y prolongado de guantes, o alergia a los materiales del guante o a los productos para lavar
los manos. Las lesiones en la piel pueden llevar a infecciones ocupacionales, o estar
acompañadas por aumento secundario de la flora transitoria de lo piel, con potencial para
la transmisión a los pacientes.
El cuidado de los trabajadores de la salud con dichas lesiones cutáneas deben ser
evaluados por salud ocupacional para su prevención y tratamiento. Para evitar estas
lesiones puede emplearse el uso regular de lociones de manos, pero se debe evitar que
estas sustancias se contaminen y se conviertan en otra fuente de contaminación para las
manos. Los trabajadores de la salud con lesiones exudativas deben tener restringido el
contacto directo con los pacientes o con el equipo de cuidado del paciente.
Los guantes se usan por varias razones:
- Reducen la incidencia de contaminación manual con microorganismos,
- Reducen lo posibilidad de que el personal se infecte con organismos de pacientes
infectados; por ejemplo, los guantes pueden prevenir al personal al desarrollo de panadizo
herpético después de tocar las membranas mucosas o secreciones orales contaminados
por el virus del herpes simplex.
- Reducen la posibilidad de que el personal transmita la flora microbiana de sus manos
a los pacientes, bien sea su propia flora endógena o la adquirida de los pacientes o del
medio ambiente.
El principal problema con el lavado de los manos es la laxitud en su práctica. En una
unidad de cuidados intensivos un trabajador de la salud necesita cerca de un minuto para
caminar al lavamanos, lavar sus manos y volver al sitio del paciente. Si 40 oportunidades
de lavado de manos resultan por hora de cuidado, el tiempo empleado para lavar las
manos se vuelve prohibitivo; por lo tanto, una posible solución es el alcohol al lado de la
cama del paciente.
ESTRATEGIAS DE HIGIENE DE LAS MANOS
Medidas para reducir la transmisión de la flora transitoria. El lavado de manos social
implica el uso de cualquier clase de jabón no medicado (líquido, en barro, en polvo, en
hojas) y la desinfección de las manos compromete bien sea un desinfectante
antimicrobiano detergente o una solución antimicrobiana que se frota en las manos. De
acuerdo con los siguientes métodos de regulación estándar para las pruebas de
desinfectantes EN 1499E y EN 1500E, los procedimientos de lavado con un detergente
desinfectante se denomino “lavado higiénico de las manos” y los que implican frotar una
solución antimicrobiana en las manos sin el uso de agua son llamados “fricción higiénica
de las manos”. Estos procedimientos de postcontaminación apuntan únicamente a la flora
transitoria, sin considerar el número y la destrucción de la flora residente de las manos.
El lavado de las manos con jabón no medicado se dirige a la remoción mecánica de la
suciedad y de los microorganismos. Esto puede ser adecuado en ciertos casos pero no en
todas las instancias. Del efecto del lavado social de las manos con un jabón no medicado
en la liberación de la flora transitoria se pueden sacar dos conclusiones: primero, existe
una asociación clara entre la duración de un lavado de manos y la reducción de la
liberación de la flora transitoria de las manos y segundo, la prolongación de cualquier
proceso de lavado en exceso de un minuto no justifica el esfuerzo, porque la ganancia en
reducción bacteriana adicional es muy poca.
Fricción higiénica de las manos. La fricción higiénica de las manos con diferentes
soluciones desinfectantes es un proceso más efectivo que el lavado social de las mismas.
Involucra un desinfectante para destruir una parte sustancial de la flora transitoria en las
manos. La técnica consiste en una fricción de 3 a 5 ml de un antiséptico de acción rápida
en ambas manos hasta que se seque. Se debe tener cuidado de exponer la sustancia
sobre toda la superficie de las manos y de abrir los espacios subungueales, frotando la
punta de los dedos en las palmas humedecidos con el desinfectante.
Dependiendo de la especie microbiana y del agente antimicrobiano, las reducciones
bacterianas de más de 5 logaritmos son posibles en un minuto. Los alcoholes alifáticos
primarios de cadena corta son más efectivos contra las bacterias que las soluciones
acuosas de otros agentes. Este efecto se correlaciona con la concentración del alcohol.
Una comparación de las reducciones bacterianas alcanzadas por diferentes alcoholes a
las mismos concentraciones revela, en orden de eficacia, que el n-propanol es mayor que
el isopropanol y que el etanol. Las concentraciones por volumen que producen efectos
comparables son: 42% de n-propanol igual a 60% de isopropanol e igual a 77% de etanol
(Tabla 2).
Las soluciones acuosos de componentes que liberan halógeno, como la tosylcloramida o
el yodo povidona, ejercen efectos antibacterianos comparables con elisopropanol al 60% o
el etanol al 77%. Éstos parecen ser superiores a las soluciones acuosas de diacetato de
clorhexidina, clorocresol o peróxido de hidrógeno. La cIarhexidina, el amonio cuaternario y
los componentes anfolíticos, octonidina, fenólicos y triclosán, se usan adheridos a los
alcoholes o están contenidos en los detergentes desinfectantes. Los alcoholes con
emolientes son más convenientes pero la fricción de la piel que las soluciones acuosas,
por su rápida evaporación.
La fricción higiénica de las manos debe ser activa contra todos los microorganismos: virus,
bacterias (excluyendo esporas bacterianos), micobacterias y hongos. Ninguno de los
agentes mencionados tienen algún efecto esporicida importante cuando se aplica por cortó
tiempo (30 a 60 segundos).
La fricción higiénica de las manos, especialmente con preparaciones con alcohol, es
superior que con el agua y el jabón corriente, para tener manos seguras después de
contaminación conocida o sospechada con microorganismos potencialmente patógenos.
Las ventajas de lo fricción higiénica de las manos son:
- Suministro la actividad antimicrobiana más rápida y efectiva de todos los métodos
(dependiendo de lo elección del agente). Es más eficiente que el lavado de las manos con
un jabón corriente.
- Es más conveniente para usar en ausencia de, o por falta de, proximidad a una
fuente de agua.
Efectos de la fricción higiénica de la manos en la liberación de la flora (E coli)
Agente antimicrobiano
Concentración
(%)
Promedio de
reducción logarítmica
Tiempo de exposición
en minutos
0.5 1 2
N-propanol
100 5.8
60 5.5
50
5.0
3.7 4.7 4.9
40 4.3
Isopropanol 70
4.9
4.8
Agente antimicrobiano
Concentración
(%)
Promedio de
reducción logarítmica
3.5
60
4.4
4.3
4.2
4.0
50 3.4 3.9 4.4
Etanol
80 4.5
70
4.3 5.1
4.3 4.9
4.0
3.6 3.8 4.5
3.4 4.1
60 3.8
Solución acuosa de tosycloramida 2.0* 4.2
Solución acuosa de yodo
providona
1.0*
4.0
-4.3
Solución de diacetato de
clorexiidina acuosa
0.5* 3.1
Solución acuosa de cloro cresol 1.0* 3.6
Peróxido de hidrógeno 7.5 3.6
+ lo que no tienen asterisco (*), es relación volumen/volumen
* Relacion peso/volumen
- Evita contaminar el ambiente.
- No requiere de agua ni de toallas.
Las desventajas incluyen el resecamiento de la piel en la ausencia de emolientes y los
problemas de almacenamiento con grandes volúmenes, debido a la inflamabilidad de las
soluciones de alcohol. Los problemas de almacenamiento generalmente aumentan
únicamente con altas concentraciones de etanol, en donde el punto de inflamación es
13°C. Otra desventaja puede ser que la actividad antimicrobiana de los alcoholes existe
únicamente a concentraciones relativamente altas. La dilución con agua, al frotar el
pequeño volumen de 3 a 5 ml, en las manos húmedas del personal puede bajar
significativamente o, aun, abolir el efecto antimicrobiano. La fricción higiénica de las
manos no reemplaza completamente el lavado de las manos. La suciedad y los emolientes
que se incorporan durante las múltiples aplicaciones se deben lavar.
Una alternativa para la fricción higiénica de las manos, especialmente para el personal de
cuidado de la salud ambulatorio, puede ser el uso de paños impregnados de alcohol.
Lavado higiénico de las manos. El lavado higiénico de las manos es un procedimiento
postcontaminación para remover mecánicamente la suciedad y la flora transitoria de las
manos, y para inactivar la flora de las manos con detergentes desinfectantes, cuyo
espectro antimicrobiano depende del área donde se pretenda usar. Los detergentes
antisépticos no tienen actividad contra los virus ni contra las micobacterios
Efecto del lavado higiénico de las manos con desinfectantes detergentes en la
liberación de flora transitoria (E.coli) con un minuto de tratamiento.
Agente antimicrobiano Concentración
(%)
Reducción de la media
log10
Yodo povidona 0.75a
3.5c
Digluconato de clohexidina 4.0a
3.1
Triclosan 0.1b
2.8
2-bifeniol 2.0a
2.6
Octenidina 0.5b
2.5
Jabon de Barra 20.0a
2.7
a. Relacion peso/volumen
b. Relacion peso/peso
c. Significativamente más efectivo que jabón de barra pero menos efectivo
que fricción de las manos con isopropanol 60% volumen a volumen
Medidas para prevenir la transmisión de la flora transitoria y residente de las manos.
Si la transmisión tanto de la flora transitoria como de la residente es indeseable, tal como
en cirugía, la regla es prevenir cualquier liberación microbiana de las manos. Esto se
alcanza mejor con guantes quirúrgicos, pero ellos son vulnerables a daños y se perforan
con frecuencia. En un estudio realizado en cirugía ortopédica, el 38% de todos los guantes
fueron perforados y en cirugía de tejidos blandos el 16%. El porcentaje de infección
postoperatoria en cirugías limpias fue significativamente más alta si los guantes se habían
perforado (5.7%), que si no se habían perforado (1 .7%).
El objetivo del lavado quirúrgico es reducir la liberación de bacterias de la piel de las
manos del personal del equipo quirúrgico a niveles subinfecciosos durante la cirugía, en
caso que el guante quirúrgico sea puncionado o se rompa. El espectro antimicrobiano de
la solución que se usa para el lavado de las manos no es necesario que sea virucida,
tuberculocida y fungicida, porque estos microbios no causan infección de lo herida
quirúrgica. El espectro debe comprender la flora residente y las bacterias que se asocian
con las infecciones de las heridas quirúrgicas.
Tres horas de actividad sostenida son una duración razonable, puesto que la mayoría de
las cirugías se completan en ese tiempo. Si la cirugía tiene una duración mayor, el
personal debe cambiarse los guantes y puede hacerse un nuevo lavado quirúrgico.
Bajo condiciones hospitalarias de rutina el cumplimiento del lavado de las manos entre los
trabajadores de la salud es inaceptablemente bajo (14 a 48%), especialmente en unidades
de cuidado intensivo. Hay estudios que han demostrado tasas extremadamente bajas del
6 al 10% antes del contacto con los pacientes y de 13 a 22% después del contacto con el
paciente.
Muchos factores inciden en el incumplimiento de las recomendaciones sobre el lavado de
las manos, entre ellas: la actitud organizacional, la inconsciencia por parte de los
trabajadores de la salud ante situaciones que lo requieren, las barreras logísticas
(lavamanos lejos de la cama de los pacientes), la irritación y sequedad de la piel producida
por los jabones, el exceso de ocupación, el haber realizado procedimientos de “bajo
riesgo” y el haber usado guantes.
La introducción de dispensadores de fácil acceso con un antiséptico basado en alcohol
que no necesita de agua, lleva a una mejoría significativamente superior en el porcentaje
de lavado de las manos en el personal de la salud, con un programa de educación con
retroalimentación.
La gran cantidad de trabajo está asociada con un pobre cumplimiento en el lavado de las
manos. Además, las personas se lavan las manos menos frecuentemente de lo que se
debiera y el lavado dura de 8.5 a 9.5 segundos, a pesar de que el lavado con alcohol se
recomienda mínimo por 10 segundos y que los protocolos para lavado con agua y jabón
requiere de 30 segundos.
RECOMENDACIONES
1.1.1 Indicaciones del lavado higiénico de las manos. En la asistencia de una
verdadera emergencia, todo el personal siempre debe lavar sus manos:
- Antes y después de realizar procedimientos invasivos.
- Antes y después de atender pacientes particularmente susceptibles, como son los
inmunocomprometidos severos y los recién nacidos.
- Antes y después de tocar heridas, bien sean quirúrgicas, traumáticas o asociadas
con un instrumento invasivo.
- Después de situaciones durante las cuales la contaminación microbiana de las
manos puede ocurrir, especialmente aquellas que incluyen contacto con membranas
mucosas, sangre o líquidos corporales, secreciones y excreciones.
- Después de tocar fuentes inanimadas que, probablemente, estén contaminadas con
microorganismos virulentos o epidemiológicamente importantes; estas fuentes incluyen
instrumentos para medir orina o recipientes para recolectar secreciones.
- Después de atender a un paciente infectado o con probabilidad de estar colonizado
con microorganismos de especial importancia clínica o epidemiológica, por ejemplo,
bacterias multirresistentes.
- Entre contactos con diferentes pacientes en todas las unidades, incluyendo las
unidades de alto riesgo.
- La mayoría de las rutinas, actividades breves de cuidado de pacientes que incluyen
contacto directo con el paciente, diferentes de las anteriores, por ejemplo, tomar la presión
sanguínea, no requieren lavado de las manos.
- La mayoría de actividades rutinarias dentro del hospital en las que se tiene contacto
indirecto con el paciente, por ejemplo dar medicamentos, comida u otros objetos, no
requieren lavado de las manos.
TÉCNICA DEL LAVADO DE MANOS RUTINARIO
Para el lavado rutinario de las manos se recomienda un frote vigoroso de todas las
superficies enjabonadas de las manos por un mínimo de 10 segundos, seguido de un
completo enjuague bajo un chorro de agua.
Lavado de las manos con jabón corriente
- El jabón corriente debe utilizarse para el lavado de las manos a menos que se
indique otra cosa.
- Si se emplea jabón de barra, debe guardarse en algo que permita el drenaje del
agua.
- Si se usa jabón líquido, el dispensador debe reemplazarse o limpiarse y llenarse con
producto fresco cuando se acabe. Los jabones líquidos no deben agregarse a
dispensadores parcialmente llenos.
Facilidades para el lavado de las manos
- Los lavamanos deben estar convenientemente localizados por todo el hospital.
- Debe haber un lavamanos localizado en, o afuera, de cada habitación de pacientes.
En algunos casos, cuando hay varios pacientes en una habitación grande, puede ser
necesario más de un lavamanos por habitación.
- Las facilidades para el lavado de las manos deben localizarse en, o al lado de, las
áreas donde se realizan procedimientos diagnósticos o invasivos que requieran el lavado
de las manos (por ejemplo, cateterización cardíaca, broncoscopia, sigmoidoscopia, etc).
Aún después de mucho tiempo de investigación y educación, los esfuerzos para mejorar la
práctica del lavado de las manos no han sido efectivos. Los patógenos multirresistentes se
están incrementando y son un grave problema de salud pública; estos patógenos (por
ejemplo, enterococo resistente a vancomicina) se han recuperado del ambiente alrededor
de los pacientes infectados o colonizados y de las manos del personal de salud que cuida
de ellos. Los administradores de los hospitales deberían promover una atmósfera
organizacional, en la cual la adherencia a las prácticas de higiene de las manos sea
considerada una parte integral para proporcionar un cuidado de alta calidad. El personal
de salud debe advertirles a los pacientes sobre la importancia del lavado de manos que
debe realizar el propio personal de la salud y así sería difícil que el médico o la enfermera
ignoraran la solicitud del paciente de ejecutar esta práctica.
TECNICA DEL LAVADO DE MANOS QUIRÚRGICO
MATERIAL:
- Jabón antiséptico: Povidona jabonosa/Clorhexidina jabonosa.
- Cepillo uñas estéril.
- Toalla desechable estéril.
TECNICA
- Duración mínima 3 minutos
- Lavarse las manos y antebrazos con antiséptico (Povidona o Clorhexidina).
- Aclarado con agua
- Cepillado de uñas con cepillo estéril durante, al menos, 30 segundos cada mano.
- Aclarado con agua
- Enjabonarse de nuevo con jabón las manos y los antebrazos.
- Aclarado desde las puntas de los dedos hasta llegar a la altura del codo
- Secado con toalla estéril mediante aplicaciones. No se deberá frotar
- · Se recuerda que la posición correcta consiste en mantener manos más altas que
los brazos.
- La apertura y cierre del grifo debe ser de codo o pedal, para evitar manipulaciones
después del correcto lavado de manos
• Las manos deben secarse perfectamente, ya que la humedad es un medio de cultivo
excelente para los microorganismo
• Las uñas se deben llevar cortas y sin barniz
• Durante toda la jornada de trabajo, las manos deben estar libres de anillos,
pulseras, ya que en estos lugares se acumula una mayor cantidad de microorganismos y
su eliminación resulta más difícil.
VER VIDEO DE TÉCNICA DE LAVADO DE MANOS

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  • 1. LAVADO DE MANOS En 1843, en Boston, Oliver Wendel Holmes sospechaba que las manos podían actuar como vectores para la “fiebre del recién nacido”. Entre 1841 y 1847, en Viena, lgnaz Semmelweis notó que la fiebre puerperal era más común en la sala de maternidad donde los médicos y estudiantes de medicina trabajaban, que en aquella en que las parteras lo hacían. Él pensó que los estudiantes estaban contaminando sus manos cuando hacían la disección de los cadáveres y por lo tanto ordenó que sus estudiantes lavaran sus manos en una solución con cloro después de la disección y antes de realizar el tacto vaginal a las pacientes. La tasa de infección y mortalidad cayó rápidamente (pasó del 22.5% al 1.28%). Desafortunadamente se rehusó a publicar estos hallazgos y solamente publicó trabajo en 1857. Cuando murió en 1865, aún muchos médicos ignoraban sus hallazgos. Veinte años después, el cirujano escocés Sir Joseph Lister tomó la idea del químico francés Louis Pasteur de que los microorganismos no solamente producen fermen putrefacción, sino que también pueden causar la supuración en tejidos vivos. Lister empleó instrumentos limpios y desinfectados por calor, que junto con la destrucción de microorganismos en el aire y en el ambiente de la herida quirúrgica, incluye del cirujano, previno exitosamente las infecciones postoperatorias de los heridas. Desde ese momento la “higiene de las manos” es reconocida como la medida individual más importante para prevenir la transmisión de agentes infecciosos. A pesar tratamientos antisépticos las manos no quedaban libres de bacterias; el cirujano WS. Halsted, que trabajaba en Baltimore, introdujo en 1889 el uso de los guantes de goma (de caucho) para el equipo quirúrgico. LA FLORA MICROBIANA La flora de la piel de las manas se puede clasificar en tres grupos: Flora residente. Son los microorganismos que residen y se multiplican en la piel y pueden ser repetidamente cultivados. Esta flora consiste principalmente de micrococáceas como microc prevaleciendo Staphylococcus epidermidis y otros miembros de este género coagulasa negativas. Staphylococcus aureus se ha encontrado en el 18% de personal médico. Corinebacterias no lipofílicas son colonizadores permanentes de las man gramnegativas tales como Acinetobactery miembros de los géneros Klebsiella spp. y Enterobocter spp. se aíslan usualmente de las zonas húmedas de la piel, pero también pueden colonizar las manos. La densidad de la población bacteriana de la fl MODULO XVI LAVADO DE MANOS QUIRÚRGICO En 1843, en Boston, Oliver Wendel Holmes sospechaba que las manos podían actuar como vectores para la “fiebre del recién nacido”. Entre 1841 y 1847, en Viena, lgnaz Semmelweis notó que la fiebre puerperal era más común en la sala de maternidad donde dicos y estudiantes de medicina trabajaban, que en aquella en que las parteras lo hacían. Él pensó que los estudiantes estaban contaminando sus manos cuando hacían la disección de los cadáveres y por lo tanto ordenó que sus estudiantes lavaran sus manos una solución con cloro después de la disección y antes de realizar el tacto vaginal a las pacientes. La tasa de infección y mortalidad cayó rápidamente (pasó del 22.5% al 1.28%). Desafortunadamente se rehusó a publicar estos hallazgos y solamente publicó trabajo en 1857. Cuando murió en 1865, aún muchos médicos ignoraban sus hallazgos. Veinte años después, el cirujano escocés Sir Joseph Lister tomó la idea del químico francés Louis Pasteur de que los microorganismos no solamente producen fermen putrefacción, sino que también pueden causar la supuración en tejidos vivos. Lister empleó instrumentos limpios y desinfectados por calor, que junto con la destrucción de microorganismos en el aire y en el ambiente de la herida quirúrgica, incluye del cirujano, previno exitosamente las infecciones postoperatorias de los heridas. Desde ese momento la “higiene de las manos” es reconocida como la medida individual más importante para prevenir la transmisión de agentes infecciosos. A pesar tratamientos antisépticos las manos no quedaban libres de bacterias; el cirujano WS. Halsted, que trabajaba en Baltimore, introdujo en 1889 el uso de los guantes de goma (de caucho) para el equipo quirúrgico. LA FLORA MICROBIANA DE LAS MANOS La flora de la piel de las manas se puede clasificar en tres grupos: Son los microorganismos que residen y se multiplican en la piel y pueden ser repetidamente cultivados. Esta flora consiste principalmente de micrococáceas como microc prevaleciendo Staphylococcus epidermidis y otros miembros de este género coagulasa negativas. Staphylococcus aureus se ha encontrado en el 18% de personal médico. Corinebacterias no lipofílicas son colonizadores permanentes de las man gramnegativas tales como Acinetobactery miembros de los géneros Klebsiella spp. y Enterobocter spp. se aíslan usualmente de las zonas húmedas de la piel, pero también pueden colonizar las manos. La densidad de la población bacteriana de la fl En 1843, en Boston, Oliver Wendel Holmes sospechaba que las manos podían actuar como vectores para la “fiebre del recién nacido”. Entre 1841 y 1847, en Viena, lgnaz Semmelweis notó que la fiebre puerperal era más común en la sala de maternidad donde dicos y estudiantes de medicina trabajaban, que en aquella en que las parteras lo hacían. Él pensó que los estudiantes estaban contaminando sus manos cuando hacían la disección de los cadáveres y por lo tanto ordenó que sus estudiantes lavaran sus manos una solución con cloro después de la disección y antes de realizar el tacto vaginal a las pacientes. La tasa de infección y mortalidad cayó rápidamente (pasó del 22.5% al 1.28%). Desafortunadamente se rehusó a publicar estos hallazgos y solamente publicó parte de su trabajo en 1857. Cuando murió en 1865, aún muchos médicos ignoraban sus hallazgos. Veinte años después, el cirujano escocés Sir Joseph Lister tomó la idea del químico francés Louis Pasteur de que los microorganismos no solamente producen fermentación y putrefacción, sino que también pueden causar la supuración en tejidos vivos. Lister empleó instrumentos limpios y desinfectados por calor, que junto con la destrucción de microorganismos en el aire y en el ambiente de la herida quirúrgica, incluyendo las manos del cirujano, previno exitosamente las infecciones postoperatorias de los heridas. Desde ese momento la “higiene de las manos” es reconocida como la medida individual más importante para prevenir la transmisión de agentes infecciosos. A pesar de varios tratamientos antisépticos las manos no quedaban libres de bacterias; el cirujano WS. Halsted, que trabajaba en Baltimore, introdujo en 1889 el uso de los guantes de goma (de Son los microorganismos que residen y se multiplican en la piel y pueden Esta flora consiste principalmente de micrococáceas como micrococo y estafilococos, prevaleciendo Staphylococcus epidermidis y otros miembros de este género coagulasa negativas. Staphylococcus aureus se ha encontrado en el 18% de personal médico. Corinebacterias no lipofílicas son colonizadores permanentes de las manos. Bacterias gramnegativas tales como Acinetobactery miembros de los géneros Klebsiella spp. y Enterobocter spp. se aíslan usualmente de las zonas húmedas de la piel, pero también pueden colonizar las manos. La densidad de la población bacteriana de la flora residente
  • 2. está entre 102 y 103 por centímetro cuadrado. La mayoría de los microorganismos de esta flora se encuentran en las capas superficiales de la piel, pero cerca de 10 al 20% se pueden encontrar en la epidermis profunda. Flora transitoria. Son aquellos microorganismos que se encuentran como contaminantes y puede sobrevivir un período de tiempo limitado. Esta flora se adquiere como una contaminación accidental y puede hacer parte de ella cualquier clase de microorganismos. No se multiplican en la piel. En contraste con la flora bacteriana autóctona de la piel, la flora transitoria es fácilmente removida por medios mecánicos, como el lavado de las manos. Algunos miembros de la flora transitoria pueden poseer un alto potencial patogénico. Flora infecciosa. Son los microorganismos que causan infecciones en las manos como Panoritium digiti u otras lesiones purulentas. S. aureus y estreptococo beta hemolítico son las agentes aislados con mayor frecuencia. Ningún tratamiento antiséptico de una lesión supurativa dará seguridad a las manos, porque esta flora tiende a permanecer hasta que la lesión sane. GENERALIDADES. Las infecciones adquiridas en los hospitales son una causa importante de morbilidad y mortalidad en todo el mundo. Como a los hospitales están ingresando pacientes con mayores complicaciones derivadas de su patología de base, lo cual hace que sean sometidos a procedimientos e intervenciones con instrumentos invasivos, el riesgo de transmisión de patógenos de paciente a paciente por los manos del trabajador de la salud aumenta. Un método efectivo y simple para prevenir esto es el lavado de las manos. El lavado de las manos es el procedimiento único más simple e importante para prevenir las infecciones nosocomiales. El lavado de las manos se define como un frote vigoroso y breve, con jabón, de toda la superficie de las manos, seguido por enjuague con un chorro de agua. A pesar que se pueden usar varios productos, el lavado de manos puede clasificarse según si se emplean jabón corriente o detergentes, o si se usan productos que contienen agentes antimicrobianos. El lavado de manos con jabón corriente a detergentes (en barro, gránulos, hojas o líquido) suspende microorganismos y permite que luego se enjuaguen; a este procedimiento se le llama remoción mecánica de microorganismos. El lavado de las manos con productos que contienen antimicrobianos mata o inhibe el crecimiento de microorganismos; o este proceso se le conoce como remoción química de microorganismos.
  • 3. El uso de guantes no reemplaza el lavado de las manos. Las manos se deben lavar, aun si se usan guantes, después de tocar algún material potencialmente portador de un agente infeccioso y después de la atención de todo paciente infectado o colonizado por bacterias multirresistentes. En ausencia de agua con una calidad aceptable, algunos productos comerciales basados en alcohol pueden dar una sustitución temporal, pero la técnica más barata y más aceptada para el lavado de las manos es con agua y jabón. El lavado de las manos frecuente, especialmente con detergentes fuertes o productos que contienen antirnicrobianos, puede producir eczema, o en algunas personas otros daños clínicos de la piel de las manos. Dichos efectos también se pueden deber al uso frecuente y prolongado de guantes, o alergia a los materiales del guante o a los productos para lavar los manos. Las lesiones en la piel pueden llevar a infecciones ocupacionales, o estar acompañadas por aumento secundario de la flora transitoria de lo piel, con potencial para la transmisión a los pacientes. El cuidado de los trabajadores de la salud con dichas lesiones cutáneas deben ser evaluados por salud ocupacional para su prevención y tratamiento. Para evitar estas lesiones puede emplearse el uso regular de lociones de manos, pero se debe evitar que estas sustancias se contaminen y se conviertan en otra fuente de contaminación para las manos. Los trabajadores de la salud con lesiones exudativas deben tener restringido el contacto directo con los pacientes o con el equipo de cuidado del paciente. Los guantes se usan por varias razones: - Reducen la incidencia de contaminación manual con microorganismos, - Reducen lo posibilidad de que el personal se infecte con organismos de pacientes infectados; por ejemplo, los guantes pueden prevenir al personal al desarrollo de panadizo herpético después de tocar las membranas mucosas o secreciones orales contaminados por el virus del herpes simplex. - Reducen la posibilidad de que el personal transmita la flora microbiana de sus manos a los pacientes, bien sea su propia flora endógena o la adquirida de los pacientes o del medio ambiente. El principal problema con el lavado de los manos es la laxitud en su práctica. En una unidad de cuidados intensivos un trabajador de la salud necesita cerca de un minuto para caminar al lavamanos, lavar sus manos y volver al sitio del paciente. Si 40 oportunidades de lavado de manos resultan por hora de cuidado, el tiempo empleado para lavar las manos se vuelve prohibitivo; por lo tanto, una posible solución es el alcohol al lado de la cama del paciente.
  • 4. ESTRATEGIAS DE HIGIENE DE LAS MANOS Medidas para reducir la transmisión de la flora transitoria. El lavado de manos social implica el uso de cualquier clase de jabón no medicado (líquido, en barro, en polvo, en hojas) y la desinfección de las manos compromete bien sea un desinfectante antimicrobiano detergente o una solución antimicrobiana que se frota en las manos. De acuerdo con los siguientes métodos de regulación estándar para las pruebas de desinfectantes EN 1499E y EN 1500E, los procedimientos de lavado con un detergente desinfectante se denomino “lavado higiénico de las manos” y los que implican frotar una solución antimicrobiana en las manos sin el uso de agua son llamados “fricción higiénica de las manos”. Estos procedimientos de postcontaminación apuntan únicamente a la flora transitoria, sin considerar el número y la destrucción de la flora residente de las manos. El lavado de las manos con jabón no medicado se dirige a la remoción mecánica de la suciedad y de los microorganismos. Esto puede ser adecuado en ciertos casos pero no en todas las instancias. Del efecto del lavado social de las manos con un jabón no medicado en la liberación de la flora transitoria se pueden sacar dos conclusiones: primero, existe una asociación clara entre la duración de un lavado de manos y la reducción de la liberación de la flora transitoria de las manos y segundo, la prolongación de cualquier proceso de lavado en exceso de un minuto no justifica el esfuerzo, porque la ganancia en reducción bacteriana adicional es muy poca. Fricción higiénica de las manos. La fricción higiénica de las manos con diferentes soluciones desinfectantes es un proceso más efectivo que el lavado social de las mismas. Involucra un desinfectante para destruir una parte sustancial de la flora transitoria en las manos. La técnica consiste en una fricción de 3 a 5 ml de un antiséptico de acción rápida en ambas manos hasta que se seque. Se debe tener cuidado de exponer la sustancia sobre toda la superficie de las manos y de abrir los espacios subungueales, frotando la punta de los dedos en las palmas humedecidos con el desinfectante. Dependiendo de la especie microbiana y del agente antimicrobiano, las reducciones bacterianas de más de 5 logaritmos son posibles en un minuto. Los alcoholes alifáticos primarios de cadena corta son más efectivos contra las bacterias que las soluciones acuosas de otros agentes. Este efecto se correlaciona con la concentración del alcohol. Una comparación de las reducciones bacterianas alcanzadas por diferentes alcoholes a las mismos concentraciones revela, en orden de eficacia, que el n-propanol es mayor que el isopropanol y que el etanol. Las concentraciones por volumen que producen efectos comparables son: 42% de n-propanol igual a 60% de isopropanol e igual a 77% de etanol (Tabla 2).
  • 5. Las soluciones acuosos de componentes que liberan halógeno, como la tosylcloramida o el yodo povidona, ejercen efectos antibacterianos comparables con elisopropanol al 60% o el etanol al 77%. Éstos parecen ser superiores a las soluciones acuosas de diacetato de clorhexidina, clorocresol o peróxido de hidrógeno. La cIarhexidina, el amonio cuaternario y los componentes anfolíticos, octonidina, fenólicos y triclosán, se usan adheridos a los alcoholes o están contenidos en los detergentes desinfectantes. Los alcoholes con emolientes son más convenientes pero la fricción de la piel que las soluciones acuosas, por su rápida evaporación. La fricción higiénica de las manos debe ser activa contra todos los microorganismos: virus, bacterias (excluyendo esporas bacterianos), micobacterias y hongos. Ninguno de los agentes mencionados tienen algún efecto esporicida importante cuando se aplica por cortó tiempo (30 a 60 segundos). La fricción higiénica de las manos, especialmente con preparaciones con alcohol, es superior que con el agua y el jabón corriente, para tener manos seguras después de contaminación conocida o sospechada con microorganismos potencialmente patógenos. Las ventajas de lo fricción higiénica de las manos son: - Suministro la actividad antimicrobiana más rápida y efectiva de todos los métodos (dependiendo de lo elección del agente). Es más eficiente que el lavado de las manos con un jabón corriente. - Es más conveniente para usar en ausencia de, o por falta de, proximidad a una fuente de agua. Efectos de la fricción higiénica de la manos en la liberación de la flora (E coli) Agente antimicrobiano Concentración (%) Promedio de reducción logarítmica Tiempo de exposición en minutos 0.5 1 2 N-propanol 100 5.8 60 5.5 50 5.0 3.7 4.7 4.9 40 4.3 Isopropanol 70 4.9 4.8
  • 6. Agente antimicrobiano Concentración (%) Promedio de reducción logarítmica 3.5 60 4.4 4.3 4.2 4.0 50 3.4 3.9 4.4 Etanol 80 4.5 70 4.3 5.1 4.3 4.9 4.0 3.6 3.8 4.5 3.4 4.1 60 3.8 Solución acuosa de tosycloramida 2.0* 4.2 Solución acuosa de yodo providona 1.0* 4.0 -4.3 Solución de diacetato de clorexiidina acuosa 0.5* 3.1 Solución acuosa de cloro cresol 1.0* 3.6 Peróxido de hidrógeno 7.5 3.6 + lo que no tienen asterisco (*), es relación volumen/volumen * Relacion peso/volumen - Evita contaminar el ambiente. - No requiere de agua ni de toallas. Las desventajas incluyen el resecamiento de la piel en la ausencia de emolientes y los problemas de almacenamiento con grandes volúmenes, debido a la inflamabilidad de las soluciones de alcohol. Los problemas de almacenamiento generalmente aumentan únicamente con altas concentraciones de etanol, en donde el punto de inflamación es 13°C. Otra desventaja puede ser que la actividad antimicrobiana de los alcoholes existe únicamente a concentraciones relativamente altas. La dilución con agua, al frotar el pequeño volumen de 3 a 5 ml, en las manos húmedas del personal puede bajar significativamente o, aun, abolir el efecto antimicrobiano. La fricción higiénica de las manos no reemplaza completamente el lavado de las manos. La suciedad y los emolientes que se incorporan durante las múltiples aplicaciones se deben lavar.
  • 7. Una alternativa para la fricción higiénica de las manos, especialmente para el personal de cuidado de la salud ambulatorio, puede ser el uso de paños impregnados de alcohol. Lavado higiénico de las manos. El lavado higiénico de las manos es un procedimiento postcontaminación para remover mecánicamente la suciedad y la flora transitoria de las manos, y para inactivar la flora de las manos con detergentes desinfectantes, cuyo espectro antimicrobiano depende del área donde se pretenda usar. Los detergentes antisépticos no tienen actividad contra los virus ni contra las micobacterios Efecto del lavado higiénico de las manos con desinfectantes detergentes en la liberación de flora transitoria (E.coli) con un minuto de tratamiento. Agente antimicrobiano Concentración (%) Reducción de la media log10 Yodo povidona 0.75a 3.5c Digluconato de clohexidina 4.0a 3.1 Triclosan 0.1b 2.8 2-bifeniol 2.0a 2.6 Octenidina 0.5b 2.5 Jabon de Barra 20.0a 2.7 a. Relacion peso/volumen b. Relacion peso/peso c. Significativamente más efectivo que jabón de barra pero menos efectivo que fricción de las manos con isopropanol 60% volumen a volumen Medidas para prevenir la transmisión de la flora transitoria y residente de las manos. Si la transmisión tanto de la flora transitoria como de la residente es indeseable, tal como en cirugía, la regla es prevenir cualquier liberación microbiana de las manos. Esto se alcanza mejor con guantes quirúrgicos, pero ellos son vulnerables a daños y se perforan con frecuencia. En un estudio realizado en cirugía ortopédica, el 38% de todos los guantes fueron perforados y en cirugía de tejidos blandos el 16%. El porcentaje de infección postoperatoria en cirugías limpias fue significativamente más alta si los guantes se habían perforado (5.7%), que si no se habían perforado (1 .7%). El objetivo del lavado quirúrgico es reducir la liberación de bacterias de la piel de las manos del personal del equipo quirúrgico a niveles subinfecciosos durante la cirugía, en caso que el guante quirúrgico sea puncionado o se rompa. El espectro antimicrobiano de la solución que se usa para el lavado de las manos no es necesario que sea virucida, tuberculocida y fungicida, porque estos microbios no causan infección de lo herida quirúrgica. El espectro debe comprender la flora residente y las bacterias que se asocian con las infecciones de las heridas quirúrgicas.
  • 8. Tres horas de actividad sostenida son una duración razonable, puesto que la mayoría de las cirugías se completan en ese tiempo. Si la cirugía tiene una duración mayor, el personal debe cambiarse los guantes y puede hacerse un nuevo lavado quirúrgico. Bajo condiciones hospitalarias de rutina el cumplimiento del lavado de las manos entre los trabajadores de la salud es inaceptablemente bajo (14 a 48%), especialmente en unidades de cuidado intensivo. Hay estudios que han demostrado tasas extremadamente bajas del 6 al 10% antes del contacto con los pacientes y de 13 a 22% después del contacto con el paciente. Muchos factores inciden en el incumplimiento de las recomendaciones sobre el lavado de las manos, entre ellas: la actitud organizacional, la inconsciencia por parte de los trabajadores de la salud ante situaciones que lo requieren, las barreras logísticas (lavamanos lejos de la cama de los pacientes), la irritación y sequedad de la piel producida por los jabones, el exceso de ocupación, el haber realizado procedimientos de “bajo riesgo” y el haber usado guantes. La introducción de dispensadores de fácil acceso con un antiséptico basado en alcohol que no necesita de agua, lleva a una mejoría significativamente superior en el porcentaje de lavado de las manos en el personal de la salud, con un programa de educación con retroalimentación. La gran cantidad de trabajo está asociada con un pobre cumplimiento en el lavado de las manos. Además, las personas se lavan las manos menos frecuentemente de lo que se debiera y el lavado dura de 8.5 a 9.5 segundos, a pesar de que el lavado con alcohol se recomienda mínimo por 10 segundos y que los protocolos para lavado con agua y jabón requiere de 30 segundos. RECOMENDACIONES 1.1.1 Indicaciones del lavado higiénico de las manos. En la asistencia de una verdadera emergencia, todo el personal siempre debe lavar sus manos: - Antes y después de realizar procedimientos invasivos. - Antes y después de atender pacientes particularmente susceptibles, como son los inmunocomprometidos severos y los recién nacidos. - Antes y después de tocar heridas, bien sean quirúrgicas, traumáticas o asociadas con un instrumento invasivo.
  • 9. - Después de situaciones durante las cuales la contaminación microbiana de las manos puede ocurrir, especialmente aquellas que incluyen contacto con membranas mucosas, sangre o líquidos corporales, secreciones y excreciones. - Después de tocar fuentes inanimadas que, probablemente, estén contaminadas con microorganismos virulentos o epidemiológicamente importantes; estas fuentes incluyen instrumentos para medir orina o recipientes para recolectar secreciones. - Después de atender a un paciente infectado o con probabilidad de estar colonizado con microorganismos de especial importancia clínica o epidemiológica, por ejemplo, bacterias multirresistentes. - Entre contactos con diferentes pacientes en todas las unidades, incluyendo las unidades de alto riesgo. - La mayoría de las rutinas, actividades breves de cuidado de pacientes que incluyen contacto directo con el paciente, diferentes de las anteriores, por ejemplo, tomar la presión sanguínea, no requieren lavado de las manos. - La mayoría de actividades rutinarias dentro del hospital en las que se tiene contacto indirecto con el paciente, por ejemplo dar medicamentos, comida u otros objetos, no requieren lavado de las manos. TÉCNICA DEL LAVADO DE MANOS RUTINARIO Para el lavado rutinario de las manos se recomienda un frote vigoroso de todas las superficies enjabonadas de las manos por un mínimo de 10 segundos, seguido de un completo enjuague bajo un chorro de agua. Lavado de las manos con jabón corriente - El jabón corriente debe utilizarse para el lavado de las manos a menos que se indique otra cosa. - Si se emplea jabón de barra, debe guardarse en algo que permita el drenaje del agua. - Si se usa jabón líquido, el dispensador debe reemplazarse o limpiarse y llenarse con producto fresco cuando se acabe. Los jabones líquidos no deben agregarse a dispensadores parcialmente llenos.
  • 10. Facilidades para el lavado de las manos - Los lavamanos deben estar convenientemente localizados por todo el hospital. - Debe haber un lavamanos localizado en, o afuera, de cada habitación de pacientes. En algunos casos, cuando hay varios pacientes en una habitación grande, puede ser necesario más de un lavamanos por habitación. - Las facilidades para el lavado de las manos deben localizarse en, o al lado de, las áreas donde se realizan procedimientos diagnósticos o invasivos que requieran el lavado de las manos (por ejemplo, cateterización cardíaca, broncoscopia, sigmoidoscopia, etc). Aún después de mucho tiempo de investigación y educación, los esfuerzos para mejorar la práctica del lavado de las manos no han sido efectivos. Los patógenos multirresistentes se están incrementando y son un grave problema de salud pública; estos patógenos (por ejemplo, enterococo resistente a vancomicina) se han recuperado del ambiente alrededor de los pacientes infectados o colonizados y de las manos del personal de salud que cuida de ellos. Los administradores de los hospitales deberían promover una atmósfera organizacional, en la cual la adherencia a las prácticas de higiene de las manos sea considerada una parte integral para proporcionar un cuidado de alta calidad. El personal de salud debe advertirles a los pacientes sobre la importancia del lavado de manos que debe realizar el propio personal de la salud y así sería difícil que el médico o la enfermera ignoraran la solicitud del paciente de ejecutar esta práctica. TECNICA DEL LAVADO DE MANOS QUIRÚRGICO MATERIAL: - Jabón antiséptico: Povidona jabonosa/Clorhexidina jabonosa. - Cepillo uñas estéril. - Toalla desechable estéril. TECNICA - Duración mínima 3 minutos - Lavarse las manos y antebrazos con antiséptico (Povidona o Clorhexidina). - Aclarado con agua
  • 11. - Cepillado de uñas con cepillo estéril durante, al menos, 30 segundos cada mano. - Aclarado con agua - Enjabonarse de nuevo con jabón las manos y los antebrazos. - Aclarado desde las puntas de los dedos hasta llegar a la altura del codo - Secado con toalla estéril mediante aplicaciones. No se deberá frotar - · Se recuerda que la posición correcta consiste en mantener manos más altas que los brazos. - La apertura y cierre del grifo debe ser de codo o pedal, para evitar manipulaciones después del correcto lavado de manos • Las manos deben secarse perfectamente, ya que la humedad es un medio de cultivo excelente para los microorganismo • Las uñas se deben llevar cortas y sin barniz • Durante toda la jornada de trabajo, las manos deben estar libres de anillos, pulseras, ya que en estos lugares se acumula una mayor cantidad de microorganismos y su eliminación resulta más difícil. VER VIDEO DE TÉCNICA DE LAVADO DE MANOS