El documento contrasta las características arquitectónicas y artísticas del estilo románico y gótico. El románico se caracteriza por muros gruesos, arcos de medio punto, bóvedas de cañón y pilares macizos, mientras que el gótico introduce arcos apuntados, bóvedas de crucería, contrafuertes y pilares delgados. La pintura y escultura gótica también se diferencian de la románica.