5. DESARROLLO DEL PENSAMIENTO El acceso a un nivel básico del lenguaje, resulta crucial para el desarrollo cognitivo, de manera que entre el lenguaje y el pensamiento se establece una relación. En los primeros meses, el cerebro del bebé establece la mayor parte de las conexiones neuronales. Para que el bebé comprenda lo que ocurre a su alrededor, debe utilizar sus sentidos, su intelecto y su cuerpo para formar conexiones neuronales que le permitirán entender la causa y el efecto de las cosas.
6. Las habilidades mentales del bebé aumentan con la estimulación. Así, la participación del padre y de la madre es fundamental en todo momento, sobre todo cuando el cerebro crece repentinamente, durante el primer y el tercer año de vida. Lo más importante es estimular el cerebro de los pequeños. Al leerle o hablarle a un niño, jugar con él, cantarle, tocarlo y alimentarlo saludablemente, se está “nutriendo” su cerebro. El cerebro del bebé, por lo tanto, se forma de las experiencias que éste tiene sobre su entorno, empleando activamente sus sentidos, así se formarán una mayor cantidad de conexiones, y se reforzarán a medida que el niño las repita.
7. DESARROLLO DE LAS EMOCIONES. Recientes estudios han comprobado que los bebés pueden sonreír al imitar la sonrisa de sus padres, y que al percibir que sus padres sonríen cuando están contentos comienzan a asociar el gesto con el sentimiento. Esto es clave para comenzar a entender lo que sienten, y que ellos también logren entendernos. Los bebés de entre 6 y 12 meses primero relacionan lo que huelen y tocan con lo que ven, y luego comenzarán a buscar cómo relacionar el “estar contento” o el “estar triste”. Para ello se van a basar en lo que ven en la cara de sus padres.