Discurso pronunciado por René Ramírez para el lanzamiento del Plan Nacional para el Buen Vivir. Este plan es una política del Gobierno ecuatoriano que busca el desarrollo del Ecuador de una forma inclusiva y justa.

1. René Ramírez Gallegos

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René Ramírez Gallegos
(Secretario Nacional de Planificación y Desarrollo del Ecuador)
Buenas noches, compañeras y compañeros:
Cuando hace treinta y un meses iniciamos el Gobierno de la Revolución Ciudadana
teníamos en mente producir un giro radical para Ecuador. Por mucho tiempo, la
política de los países del sur anduvo a tientas, buscando imitar las supuestas fórmulas
que nos aconsejaban los países del norte.
Hoy en día vuelven a insistir con nuevas fórmulas. El Banco Mundial acaban de sacar
su nueva fórmula el año pasado. Se trata de la denominada TRES D, la cual insiste que
el fin es el comercio mundial solo que ahora en el marco del respeto de los derechos
humanos.
El día de hoy, presentamos el “Plan Nacional para el Buen Vivir. Construyendo un Estado
Plurinacional e Intercultural. 2010-2013”, el cual constituye la hoja de ruta que permite
decantar el nuevo pacto de convivencia sellado por los ecuatorianos y ecuatorianas en
noviembre del 2008; y, el cual se puede sintentizar ironizando en la Estrategia de las
DIEZ D.
1. Democratizar la democracia:
2. Desmercantilizar las relaciones sociales.
3. Diversificar las formas de organización y de propiedad.
4. Democratizar los medios de producción y la distribución de la riqueza.
5. Dinamizar la producción interna a través de la sustitución selectiva de
importaciones.
6. Diversificar y cambiar la matriz energética.
7. Democratizar el acceso al conocimiento, información, ciencia y tecnología.
8. Diversificar productos, productores y países de exportación e importación.
9. Desconcentrar y descentralizar el poder.

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10. Diseminar los derechos humanos y naturales hasta el último rincón del mundo.
Permítanme abordar alguno de ellos ya que se constituyen en los pilares del proyecto de
cambio que vive el país.
Al “democratizar la democracia” nos referimos a un tipo de acción cuyo objetivo es la
transformación social de aquellos espacios en donde existen relaciones de
subordinación o dominación; es decir, constituye la búsqueda constante (e inconforme)
de emancipación en todos los ámbitos en que se despliegan las relaciones sociales a
través de la tolerancia, la participación y el diálogo. Estados Unidos es la democracia
más vieja de la tierra, pero asimismo es una de las democracias con la más baja tasa de
votantes del mundo, con el mayor porcentaje en el mundo de gente encarcelada y en
donde existen millones de personas que viven en la pobreza absoluta (Prezworski).
Este gobierno se ha comprometido con radicalizar la democracia.
Mientras en los últimos 10 años en el Ecuador hubieron siete presidentes, en los
últimos 36 meses hemos tenido 7 elecciones populares. No obstante, sigue siendo
insuficiente dado que el compromiso es avanzar hacia una democracia más directa. En
eso, la construcción del propio Plan ha sido un intento (siempre insuficiente) de
alcanzarlo. La construcción de este Plan partió de los innumerables y valiosos aportes
productos de las veedurías ciudadanas que se organizaron en torno a las acciones del
gobierno y sus gabinetes itinerantes. A esto hay que sumarle la realización de talleres de
discusión del Plan y foros sumando una participación de 10.000 voces ciudadanas.
Con estas acciones hemos empezado a construir el Sistema Nacional de Planificación
Participativo y Descentralizado que manda la Constitución de la república.
Además el Plan fue aprobado en el marco de una nueva y revolucionaria
institucionalidad para la planificación pública: el Consejo Nacional de Planificación en
donde por primera vez se aprueba un Plan Nacional para el País con la participación no
sólo del Ejecutivo sino de los representantes de los gobiernos autónomos

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descentralizados de las provincias, de los municipios y parroquias, así como de la
ciudadanía en general.
Entendemos que sin la participación pública de todos y todas en las decisiones
fundamentales de la sociedad ningún país puede legitimar y volver más eficientes sus
decisiones políticas. La DEMOCRACIA que se hace manifiesta en la elaboración de
este PLAN propugna cambiar profundamente los contenidos y la forma de hacer
política. En particular esa forma de hacer política que ha tenido LA DERECHA (que es
el elistismo); para devolver así, la acción y la palabra, a quienes creen que la razón y el
diálogo son las mejores armas para la construcción de un futuro mejor.
Un segundo punto nodal que recoge el plan y es fundamental plantearlo tiene que ver
con las desmercantilización de las relaciones sociales. El proceso de penetración de los
valores del capitalismo en la vida cotidiana, ha transformado a la sociedad en un amplio
mercado en el que se crean sin cesar nuevas necesidades y en el que más y más
productos del trabajo humano son transformados en mercancías. Esta mercantilización
de la vida ha destruido relaciones y valores sociales como la reciprocidad, la solidaridad
y el espíritu de cooperación que existe en nuestra población. Empero, hoy la
subordinación al capital no se da solo en el mero hecho de la venta de la fuerza de
trabajo, sino que está inscrita en otras múltiples relaciones sociales que se dan en el
ámbito de la cultura, el tiempo libre, la enfermedad, la educación, el sexo e incluso la
muerte. No hay prácticamente ningún dominio de la vida individual y colectiva que
escape a las relaciones capitalistas. En este sentido, la búsqueda incesante de la
desmercantilización de la vida es la búsqueda incesante por la libertad “emancipada” o
“no dominada” de todos y todas.
A su vez, otra estrategia de desmercantilización social es sin duda la diversificación de la las
formas de organización y de propiedad. Debemos recordar que las relaciones mercantiles
monetarias basadas en la propiedad privada y el intercambio a través de precios es una
de las formas de relación económica que más han deshumanizado a las sociedades.

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Debemos concretar otras formas de construir economía que ya existen y han sido
deliberadamente invisibilizadas como son las:
 no mercantiles y monetarias.
 y fundamentalmente las no monetarias y no mercantiles que se basan en la
reciprocidad y solidaridad.
Para ello, sin lugar a duda es necesario que se promueva otro tipo de formas de propiedad
además de la privada; tales como propiedades gran nacionales como estrategia de
integración latinoamericana, estatales en sectores estratégicos, mixtas, familiares,
comunitarios, cooperativas y las gestionadas por los trabajadores como ejemplo de
propiedad social-republicana.
Las formas de propiedad están ligadas a su vez a una de las estrategias fundamentales
que deberán ser impulsadas en estos próximos 4 años. La democratización de los medios de
producción, en la cual, la tierra, el agua, la capacitación, el crédito, la tecnología y el
auspicio de la asociatividad constituyen pilares de la misma.
No obstante, lo señalado tiene que ir unido quizá a uno de los principales retos para el
país y que tiene que ver con el cambio en el patrón de acumulación. Es necesario sentar
las bases para salir del modelo primario-depredador-exportador. Como se ha
demostrado a través de la historia mundial, no hacerlo implica postergar ad infinitum las
soluciones estructurales y las distancias abismales que existen en el Ecuador. Pero el
reto justamente consiste en edificar la industria nacional -tan venida a menos después
de la dolarización y la construcción de una economía de la intermediación-
construyendo la otra economía bajo un objetivo primordial: la satisfacción de las
necesidades básicas. Esto implica dejar de pensar ¡¡Poco para pequeños y pobres!!!, y,
ligar políticas “macro, de peso significativo para pequeños y medianos productores”.
Obviamente, esta política tendrá sus excepciones en aquellos sectores en donde no es
eficiente tener esta estructura como son aquellas intensivas de capital.

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En este sentido, uno de los sectores que pueden cumplir el rol de generar riqueza para
la inversión pública que requiere el país tiene que ver con la energía. Dada la deuda
pendiente del país en esta temática, este Plan retoma la inversión en el sector energético
como promotora del desarrollo sustentable, de la productividad sistémica, de la
soberanía energética, y de la sostenibilidad ambiental.
En cuanto a la dinamización de la producción interna a través de la sustitución selectiva
de importaciones el Plan establece claras líneas de acción para iniciar el desarrollo de
otras industrias que podrán llegar a sustituir el 12% del PIB. Asimismo, en el plan se da
prioridad al uso intensivo de nuevas tecnologías de información para la creación de un
Estado red y la articulación con el campo de la ciencia, la tecnología y la innovación.
Debemos darnos cuenta que la mayor ventaja comparativa con la que cuenta el país es
su biodiversidad y, sin duda, la mayor ventaja competitiva que podría tener es saber
aprovecharla, a través de su conservación y de la construcción de industrias propias
relativas a la bio y nano tecnología. Esto supera el planteo defendible pero insuficiente
de la mera conservación ambiental. La única forma de resolver de manera estructural el
problema de la degradación del medio ambiente es cambiar nuestra manera de vivir en
el mundo y de producir riqueza en nuestras sociedades.
Debemos recordar que la estrategia está orientada a construir en el mediano y largo
plazo la sociedad del “bioconocimiento y de los servicios eco-turísticos comunitarios”.
Biodiversidad es sinónimo de vida y, por lo tanto, de información. Hoy en día no existe
ni la industria ni el conocimiento que nos permita valorar la biodiversidad y generar
valor agregado del conocimiento de la misma reconociendo los preceptos éticos y de
garantía de derechos de la naturaleza que deben guiar el accionar humano. A diferencia
de las perspectivas ortodoxas de crecimiento, esta estrategia incorpora al conocimiento,
el diálogo de saberes, la información, la ciencia, la tecnología y la innovación como
variables endógenas al sistema productivo.

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Es preciso endogeneizar la generación de conocimiento, ciencia y tecnología si el país
quiere producir transformaciones radicalmente cualitativas. Por eso la necesidad
imperiosa de que se de una revolución en el campo de la educación superior del país.
Sin tal transformación, la propuesta de largo plazo quedará diluida en el olvido.
En este marco, y como contraofensiva al bobo aperturismo buscamos una estrategia
inteligente y soberana para el Ecuador en donde la diversificación de productos,
productores y países de exportación e importación es prioritaria. Debemos tener clara
la dirección. La inserción mencionada depende estrechamente de la estrategia endógena
para la satisfacción de necesidades básicas de nuestra población no al contrario, como
históricamente ha ocurrido en el país donde, bajo el esquema neoliberal, las decisiones
públicas dependían de las políticas de liberalización del mercado globalizado. En este
punto, la integración latinoamericana a través, principalmente del ALBA y la UNASUR,
resulta imperiosa para nuestro país; así como, la consolidación de una nueva
arquitectura regional financiera que consolide la soberanía de las finanzas para los
países de la región.
Como parte de la reconstrucción del Estado, buscamos desconcentrar y descentralizar
el poder así como construir el Estado plurinacional e intercultural. En este afán, y
siguiendo las disposiciones constitucionales, este Plan deja abierta las puertas e invita a
la construcción de los “Planes de Vida” de los diferentes pueblos y nacionalidades del
país, así como, convoca a la elaboración del Plan de la circunscripción territorial
especial de la Amazonía. Asimismo, como parte de la reinvención del Estado, el plan
presenta la inversión pública de una manera territorializada en el afán de disminuir las
distancias provinciales, cantonales y parroquiales que existen actualmente en el país. La
creación de espacios en los territorios de coordinación entre los diferentes niveles de
gobierno y su institucionalización son fundamentales para construir un Estado red que
llegue a todas y todos los ciudadanos.

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Finalmente, uno de los objetivo centrales del Plan para el Buen vivir no sólo es la
garantía de los derechos de los ciudadanos sino su ampliación. Esto supone trabajar en
la corresponsabilidad ciudadana en el cumplimiento de los deberes para con los otros,
sus comunidades y la sociedad en su totalidad. Si el objetivo son los derechos, las
políticas no pueden ser selectivas, de básicos o mínimos, sino universales y de máximas,
por lo cual, el objetivo en la producción y distribución de bienes públicos debe ser la
ampliación de las coberturas y la mejora de la calidad de las prestaciones. La
focalización puede reflejar una prioridad ante emergencias momentáneas, pero el
sentido rector de la estrategia económica y social de mediano y largo plazo debe ser la
universalidad solidaria.
Debemos reconocer, como señala Martha Nussbaum (2006), que existen dos umbrales
que nos permiten caracterizar una vida como humana. El primero: las capacidades de
los seres humanos para realizarse y funcionar dentro de la sociedad. El segundo: que las
funciones y capacidades no sean tan mínimas, ni tan reducidas.
La idea intuitiva de una vida acorde con la dignidad humana sugiere que las personas no
solo tienen derecho a la vida, sino a una vida compatible con la dignidad de la persona.
Por lo tanto, abogamos hoy en su conmemoración por el reconocimiento de una igual
dignidad de los seres humanos respetando la diversidad de todos y todas.
No quisiera pasar la página sin antes manifestar que esta igual dignidad tiene que ser
pensada intergeneracionalmente. La responsabilidad ética con las actuales y futuras
generaciones y con el resto de especies es un principio fundamental para prefigurar un
nuevo esquema de desarrollo humano. Este necesita reconocer la dependencia de la
economía respecto de la naturaleza; admitir que la economía forma parte de un sistema
mayor, el eco sistema, soporte de la vida como proveedor de recursos y funciones
ambientales, y sumidero de deshechos.

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Lo que buscamos romper con la propuesta hecha en el Plan es básicamente con dos
falsas disyuntivas: la que opone conservación ambiental a satisfacción de necesidades de
vida; y, la que postula eficiencia económica “versus” distribución.
Lo primero es falso porque es posible que la conservación y el conocimiento de la
información contenida en la biodiversidad se constituyan en condición para la
satisfacción de las necesidades. Es decir, que la conservación bajo un nuevo esquema de
sentidos puede transformarse en un medio de satisfacción de las necesidades básicas de
la población. Esto es viable a través del conocimiento de la biodiversidad y de un
turismo comunitario ecológico. A su vez, seguir sosteniendo tal disyuntiva es no darse
cuenta que la no satisfacción de las necesidades básicas implica necesaria y
inexorablemente la degradación ambiental. Por cada 1% que se degrada la naturaleza, la
pobreza crece en 0,26%. El Plan postula una convivencia armónica entre ambas dado
que “el no pago de la deuda social hoy es no pago de la deuda ambiental mañana, y el
no pago de la deuda ambiental hoy es, a su vez, el no pago de la deuda social mañana”
(Ramírez, 2008).
La segunda disyuntiva también es desenmascarada. Es posible establecer una economía
que en el propio proceso de generación de riqueza distribuya; es decir, que reparta la
riqueza concomitantemente a su generación tal y como supone la economía social y
solidaria.
Las ideas y acciones que encontrarán en el plan no significa una mera declaratoria de
principios. La derecha ha tachado burlescamente a los sectores progresistas de izquierda
de “principistas”, “soñadores” pero que a la hora de los hechos no pueden traducir esos
principios en acciones. La gestión de este gobierno y la propuesta que encontrarán en el
Plan Nacional demuestra que hay como ser ideológicamente responsables y
comprometidos sin renunciar a la necesaria concreción de los cambios en tiempo,
forma y fondo.

10. René Ramírez Gallegos Discurso reneramirez.ec
Todavía hay quienes censuran nuestros propósitos.
Pareciera que el temor a los fracasos en que desembocaron proyectos anteriores nos
impide y censura la posibilidad de pensar nuestro futuro. Se lamentan así las
oportunidades perdidas, sin buscar qué hacer para trastocar un supuesto destino
inexorable. Por ello, muchos tienen miedo a arriesgarse ante un futuro siempre incierto,
y con eso el presente se instituye en el único tiempo para vivir y pensarnos.
Renunciar al futuro es algo grave. Supone renunciar a los proyectos, a los ideales, a las
finalidades, a las aspiraciones.
En este sentido, de lo que debemos realmente lamentarnos es de tener miedo. Porque
esta es la pérdida más irremediable: saber que el futuro se encuentra ante nosotros y no
tener el valor suficiente para enfrentarlo. Este Plan es la acción más clara de que el
Ecuador ha dejado de temer no solo porque el pasado ha dejado de ser nuestro
verdugo y se transformó en fuente de saber, sino porque nos animamos a tratar de
pensar qué queremos ser, a tratar de resolver problemas públicos y tuvimos la fuerza de
haberlo realizado democráticamente juntos.
Frente a esa concepción del mundo, mezquina y autocomplaciente, el plan (nuestro
Plan Nacional para el Sumak Kawsai) sostiene que no sólo es posible llevar a cabo una
acción colectiva, consciente y democrática para dirigir nuestras vidas y organizar la
sociedad de otra manera, sino que es urgente necesidad hacerlo. En tal urgencia, les
convocamos hoy para que continuemos trabajando juntos, siendo co-partícipes activos
de la transformación que requiere nuestra Nación.
Muchas gracias!!!