2. Cultura maya
La civilización maya habitó una gran parte de la región denominada
Mesoamérica, en los territorios actuales de
Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador y en el comprendido por
cinco estados del sureste de México: Campeche, Chiapas, Quintana
Roo, Tabasco y Yucatán, con una historia de aproximadamente 3000
años.
Durante ese largo tiempo, en ese territorio se hablaron cientos de
dialectos que generan hoy cerca de 44 lenguas mayas diferentes.
Hablar de los "antiguos mayas" es referirse a la historia de una de las
culturas mesoamericanas precolombinas más importantes, pues su
legado científico y astronómico es mundial. Contrariamente a una
creencia muy generalizada, la civilización maya nunca "desapareció".
Por lo menos, no por completo, pues sus descendientes aún viven en
la región y muchos de ellos hablan alguno de los idiomas de la familia
mayense.
La literatura maya ilustra la vida de esta cultura. Obras como el Rabinal
Achí, el Popol Vuh, los diversos libros del Chilam Balam, son muestra
de ello. Lo que sí fue destruido con la conquista es el modelo de
civilización que hasta la llegada de los primeros españoles, había
generado tres milenios de historia.
3. Características de los maya
Los mayas hicieron grandes e impresionantes construcciones desde el Preclásico medio y grandes ciudades
como Nakbé, El Mirador, San Bartolo, Cival, localizadas en la Cuenca del Mirador, en el norte del Petén, y
durante el preClásico, las conocidas ciudades de Tikal, Quiriguá (ambas las primeras en ser declaradas
Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en 1979 y 1981 respectivamente), Palenque, Copán, Río
Azul, Calakmul, Comalcalco (construida de ladrillo cocido), así como Ceibal, Cancuén, Machaquilá, Dos
Pilas, Uaxactún, Altún Ha, Piedras Negras y muchos otros sitios en el área. Se puede clasificar como un
imperio, pero no se sabe si al momento de colonizar impusieron su cultura o si fue un fruto de su
organización en ciudades-estado independientes cuya base eran la agricultura y el comercio. Los
monumentos más notables son las pirámides que construyeron en sus centros religiosos, junto a los
palacios de sus gobernantes (lugares de gobierno y residencia de los nobles), siendo el mayor encontrado
hasta ahora el de Cancuén, en el sur del Petén, muchas de cuyas estructuras estaban decoradas con
pinturas murales y adornos de estuco. Otros restos arqueológicos importantes incluyen las losas de piedra
tallada usualmente llamadas estelas (los mayas las llamaban tetún, „tres piedras‟), que muestran efigies de
los gobernantes junto a textos logográficos que describen sus genealogías, entronizaciones, victorias
militares, y otros logros. La cerámica maya está catalogada como una de las más variadas, finas y
elaboradas del mundo antiguo.
Los mayas participaban en el comercio a larga distancia en Mesoamérica, y posiblemente más allá. Entre los
bienes de comercio estaban el jade, el cacao, el maíz, la sal y la obsidiana.
4. Cultura azteca
El Imperio azteca —también llamado, de forma minoritaria, Imperio
mexica—1 fue una entidad de control territorial, político y económico
que existió en la zona central de Mesoamérica, durante el Posclásico
Tardío, antes de la Conquista española. Formalmente, estaba
integrada por los dominios de la Triple Alianza (Ēxcān
Tlahtolōyān), conformada por Texcoco, Tlacopan y MéxicoTenochtitlan. En los hechos, la mayor parte de los territorios bajo el
dominio de los altépetl coaligados pertenecían a los mexicas.
La expansión de la Triple Alianza tuvo lugar después del declive de
Azcapotzalco como el centro político dominante en el valle de México.
Esta ciudad fue vencida por la alianza de los mexicas y los acolhuas
en 1430. A partir de entonces, los territorios del Imperio azteca se
fueron ampliando hasta llegar a ocupar el centro de México, la zona
central de Oaxaca, la costa del golfo de México, Guerrero y el
Soconusco. El fin del Imperio azteca ocurrió en 1521, cuando los
españoles —en alianza con los tlaxcaltecas y totonacas, entre otros
pueblos indígenas— derrotaron la resistencia mexica en Tenochtitlán.
5. Características de los aztecas
Diversos pueblos convivieron en la etapa final del desarrollo mesoamericano, conocido arqueológicamente
como Posclásico tardío, que comprendió de los siglos VIII a XV. En este tiempo la entidad política de mayor
complejidad fue México-Tenochtitlan, cuyo origen histórico se remonta a una coalición militar conocida como
la Triple Alianza, que vinculó a tres estados emergentes: los mexicas, cuya ciudad capital fue MéxicoTenochtitlan, famosa urbe de su época; los Acolhua con Texcoco como ciudad primordial, considerada el
centro cultural por excelencia; y Tlacopan, que reunió a los sobrevivientes del antiguo señorío que alguna
vez dominó el valle de México. Los aztecas impusieron con astucia su jerarquía sobre sus aliados, y
extendieron su dominio hasta las costas del océano Pacífico y del golfo de México. Adquirieron riqueza y
poder a partir de la imposición de un estricto sistema de tributación, de tal manera que a la llegada de los
españoles en los inicios del siglo XVI, su capital era considerada la urbe más importante y magnificente de
su época. La lengua dominante entre los aliados fue el náhuatl, que se convirtió en la “lingua franca” de gran
parte de Mesoamérica, utilizada para nombrar la geografía del México antiguo, sustituyendo inclusive las
voces de otros ancestrales idiomas. En cuanto al otro estado indígena, el Imperio Tarasco, conocido
también como Purépecha, cuya ciudad principal fue Tzintzuntzan, que al final de su periodo histórico
funcionó como su capital política, impuso su dominio militar en una amplia zona que comprendió el centronorte y occidente de México. El idioma de este pueblo era el porhe o tarasco, fundamentalmente diferente al
náhuatl y que no se vincula con ninguna otra lengua del México antiguo.
La expansión de los mexicas coincidió con el florecimiento de una tradición ideológica de carácter
interétnico que vinculó a pueblos que hablaban lenguas e idiomas diferentes, Este lenguaje artístico
comunicó historias, deidades y ritos en los que coincidieron ancestrales mitos y tradiciones.
7. Cultura inca
La civilización incaica o quechua, fue la última de las grandes
civilizaciones precolombinas que conservó su estado independiente
(imperio incaico) durante la Conquista de América, hasta la conquista
del Perú (1532-1533). Con la extensión del imperio, ésta fue
absorbiendo nuevas expresiones culturales de los pueblos anexados y
se ubicó en los actuales territorios del
Perú, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia y Ecuador.
Desde la ciudad sagrada del Cuzco, los quechuas consolidaron un
Estado que logró sintetizar los conocimientos artísticos, científicos y
tecnológicos de sus antecesores. Basados en un concepto de
expansión del Estado, el Tawantinsuyo (Imperio incaico) recogió
aquellos conocimientos y los potenció. Actualmente, algunas
costumbres y tradiciones de la desaparecida civilización inca
prevalecen aún en Bolivia, Ecuador y el Perú.
La conquista del Perú realizada por los españoles encabezados por
Francisco Pizarro entre 1530 y 1540 puso fin al imperio, sin
embargo, focos de resistencia de los llamados Incas de Vilcabamba se
mantuvieron hasta 1572.
8.
La economía inca se basó en la agricultura que desarrollaron
mediante técnicas avanzadas, como las terrazas de cultivo
llamados andenes para aprovechar las laderas de los
cerros, así como sistemas de riego heredados de las culturas
preincas. Los incas cultivaron
maíz, yuca, papa, frijoles, algodón, tabaco, coca, etc. Las
tierras eran propiedad comunal y se trabajaban en forma
colectiva. Desarrollaron también una ganadería de camélidos
sudamericanos (llama y alpaca). Por los excelentes caminos
incas (Cápac Ñan) transitaban todo tipo de mercancías
desde pescado y conchas del Pacífico hasta sal y artesanías
del interior.
Entre las expresiones artísticas más impresionantes de la
civilización inca se hallan los templos (Sacsayhuamán y
Coricancha), palacios y los complejos estratégicamente
emplazados, como Machu Picchu, Ollantaytambo y Písac.
Si bien no podemos hablar de un imperio monárquico
socialista, por la clara diferenciación económica política y
social, el Imperio incaico establece el sistema de
reciprocidad y complementariedad económica.
9. Características de l0s incas
Los incas formaron un ejército acorde con las necesidades de su estado expansionista.
Se dividía en grupos de guerreros profesionales y soldados reclutados especialmente
para cada campaña, y basaba su poder en la cantidad de hombres, la eficiente
logística, la férrea disciplina y moral de combate, y la construcción de fortalezas militares.
Las acciones bélicas guardaban un carácter religioso.
Fortalezas: el Estado Incaico planificó tanto las conquistas de pueblos vecinos como la
defensa del territorio propio. Su base fue un ejército bien dotado, una red de caminos que
facilitaban su desplazamiento y la construcción de grandes fortalezas que cumplían como
principal función la disuasión de posibles ataques y su contención, si se producían.
Los soldados: la mayor parte de los soldados eran campesinos (solo la guardia del Inca
reinante estaba compuesta por combatientes de oficio, casi todos de origen noble). Cada
provincia del imperio debía aportar una cuota de reclutas según su población.
Estrategia: el ejército inca arrollaba a sus enemigos por su superioridad numérica.
Expertos en el enfrentamiento cuerpo a cuerpo y dotados de armas y defensas, resultaron
incontenibles.
El armamento: preferentemente utilizaron la maza, confeccionada con una piedra pesada
encajada en un palo, también el hacha, la lanza, la honda entre otras.}
Protección: los guerreros vestían túnicas de algodón reforzado y cascos de madera o de
cañas entretejidas con hilos de lana. También se cubrían la espalda con placas de
madera, y llevaban escudos.
Entrenamiento: los hombres lo recibían como parte de la educación tradicional; en
períodos de conflicto,la preparación se realizaba en las fortalezas militares.