2. Hoy me detuve en el espejo de mi baño y vi a una mujer
mayor sin sueños... con la rutina de toda la vida y me di
cuenta que me levanté 15 minutos más temprano que
nunca.
Me había olvidado cuando fugazmente despertaba hace
unos pocos años sonriente y me animaba de que ese día
sería mejor que el anterior.
3. Precisamente no recuerdo cuando cambió eso. Por
despertar atrasada, desesperada por el tiempo, por los
pendientes, empecé a no ir a los salones de belleza con la
misma frecuencia porque el dinero lo ocupaba para otra
"buena actividad familiar".
No tengo más de 45 años y me siento como de 90 años.
Desesperada porque no he realizado muchas cosas, pero
esas cosas ya no son los SUEÑOS de antes.
4. Hoy que desperté 15 minutos antes de mi vieja rutina,
recordé que mi marido tuvo una reunión de compañeros,
se fue y ni me avisó, hoy recordé que mi hijo de 12 años no
me obedece y el de 18 dice que soy ridícula porque no soy
HOMBRE como él y mi hija de 15 años solo me llama
cuando necesita algo. Estoy segura que todos saben que
los amo pero... ¿cómo me pueden valorar si YO NO LO
HE HECHO?
Por eso, hoy y a partir de hoy seré PRIMERO YO, y lo
quiero compartir con ustedes.
5. Levántense 15 minutos antes, mírense en el espejo y
díganse a sí mismas a quién ven, ¿les gusta esa mujer o
desean ser otra? Nunca es tarde, tarde sería si mueren.
Ese hoy fue hace 2 años y las cosas cambiaron mucho,
pero no fue fácil, por supuesto que no. Me costó
levantarme temprano para cepillarme el cabello bien y
arreglarme para trabajar; renuncié a mi trabajo de 15
años (aún lo extraño) y empecé a ir al gimnasio.
6. Los primeros meses fue un fracaso, pero luego bajé de
peso, cambié mi forma de vestir y hasta mi esposo
asombrado me invitó un día a una cena para preguntar si
nuestro matrimonio continuaba o tenía otro amor, le dije
sin pensar: sí tengo otro amor que me llena
completamente y ese amor soy YO.
Y bueno que más les puedo decir, soy otra porque ahora
PRIMERO soy YO.
Nos pasa que de pronto un día miramos de reojo una
vidriera y vemos una imagen reflejada que no es la
nuestra.
7. Sucede que al mirarnos apuradas todas las mañanas
reconocemos que ya no somos las mismas y añoramos a esa
mujer que perdía horas preciosas inventando un nuevo
peinado, o que soportaba una crema en el cabello y lo envolvía
en una toalla para que luego tuviera un brillo destacable...
Mascaras que nos hacían lucir espléndidas, maquillajes
intensos que nos mostraban a una mujer sensual y atractiva,
escotes, pantalones ceñidos, tacones que endurecían nuestras
piernas al andar...
8. Un día nos encontramos recordando a aquella mujer y
sentimos que la fuimos sepultando lentamente. Presenciamos
su lenta agonía y no hicimos nada para revivirla.
La pareja, la familia, los niños... El gato, el perro, el canario...
La casa, las compras, el trabajo... El auto, la limpieza, las
camas bien tendidas, el orden...
Y allí debajo una mujer que grita:¡¡¡Socorro!!! que se mueve
con amor, con sensibilidad, con vocación, pero que dejó
lentamente que todo la supere y se quedó ahí, en ese lugar
viendo pasar la vida de los otros y se olvidó de sí misma.
9. Tenemos que revivir a esa mujer y hacer que diga:
¡¡Presente!! todos los días.
Primero yo, y eso no significa que soy egoísta...
Primero yo, y eso importa.
Intentemos recuperar a esa mujer bella que nos hacia sentir
seguras, desterremos las culpas y si el desayuno, el almuerzo, la
merienda o la cena se demoran un poquito porque estamos
poniéndonos lindas pensemos que ese cuidado de nosotras
mismas, esa dedicación, ese amor serán la medicina mágica que
hará que nuestra autoestima crezca.
11. Si tienes amigas, conocidas, mujeres, envíaselo para que
nunca se olviden de qué nadie las valorará ni las amará si
ellas no piensan en PRIMERO YO...
12. Si recibiste este mensaje, da gracias a Dios
de tener a alguien que piensa en ti.
No todos tenemos ese privilegio.