1. AUTORA: Alexandra Diaz Quiroz
VALIO LA PENA
Todo comenzó con un fuerte ladrido. Mi reloj apuntaba las 2:00 am, todo estaba muy
oscuro y no había nadie en casa. En ese momento lo único que me vino a la mente fue mi
pequeño perrito llamado: Dobbie. Salte de mi cama lo más rápido posible, me asome a la
cocina, pero al parecer no estaba. En ese momento me di cuenta que el ruido provenía de
afuera, pero ¿cómo podía haber llegado hasta ahí el pequeño Dobbie?, era muy raro.
Cogí rápidamente un suéter y baje las escaleras a la velocidad del rayo. Al parecer nadie
había escuchado ese fuerte ladrido, el cual me había puesto muy nerviosa. Había mucha
neblina y no podía ver dónde o en que dirección exactamente se encontraba mi perrito.
2. Comencé a desesperarme, no sabía que hacer, gritaba, pero al parecer no había rastros.
De repente vi una luz tenue que provenía a lo lejos. La suerte estaba de mi lado, ¡era
Dobbie!, pero se encontraba muy exaltado. La sangre se me puso fría cuando vi que venia
un carro a toda velocidad y él se encontraba atorado. De un impulso corrí y salté sobre él.
Caímos por un barranco, estaba muy adolorida porque todo mi cuerpo lo protegía, pero
me sentía muy satisfecha de haberlo hecho.
Como nadie se había dado cuenta del suceso, no pude obtener ayuda de inmediato, así
que tuve que soportar una noche, con un frio intenso, abajo, en el barranco.
Al día siguiente apenas abrí mis ojos, ya me encontraba en una clínica y Dobbie se
encontraba muy contento a mi lado. Después de todo valió la pena arriesgarse por alguien
a quien siempre tendré a mi lado.