2. Especies invasoras exóticas
Cangrejo americano
(Procambarus clarkii)
El cangrejo americano ha colonizado los ríos españoles y ha puesto
en grave riesgo al cangrejo autóctono. Afecta también a otras
especies, como anfibios y peces, y su hábito escarbador provoca daños
en los cultivos. Esta especie se introdujo en Europa en los años 30 del
siglo XX para consumo humano. A España llegó en 1974 con el mismo
fin a una granja de las marismas del bajo Guadalquivir. Tras escapar o
ser soltado, su expansión ha sido imparable.
3. Alga asesina (Caulerpa taxifolia)
Originaria del Caribe, se ha
extendido por el
Mediterráneo tras ser
derramada por error desde el
acuario de Mónaco en 1984.
Su toxicidad y gran
resistencia ha provocado el
desplazamiento de especies
autóctonas y la destrucción
de praderas
submarinas, como
la posidonia, esenciales en el
ecosistema.
4. Almeja asiática (Corbicula fluminea)
La almeja asiática puede medir hasta cinco centímetros y
desplaza a las especies nativas, de manera que altera la cadena
trófica. Afecta a las centrales hidráulicas y otras industrias que
utilizan agua, al obstruir la entrada de tuberías. En 1980 el coste
para controlarla en Estados Unidos se estimó en mil millones de
dólares al año. En España está presente en el bajo Miño y en el
Guadiana desde mediados de 2005.
5. Hierba de la Pampa (Cortaderia spp.)
La hierba de la Pampa o "plumero" se ha extendido por toda
España, con importantes problemas de reducción de la diversidad
biológica donde se implanta. Sus afiladas hojas pueden cortar la
piel y ser molestas en áreas recreativas. Llegó a Europa hacia la
mitad del siglo XIX proveniente de Sudamérica.
6. Mejillón cebra (Dreissena polymorpha)
El mejillón cebra recibe este nombre por sus rayas oscuras y blancas
que recuerdan al conocido mamífero. Natural de los mares Negro y
Caspio, se detectó por primera vez en 2001 en Cataluña, en el bajo
Ebro, y se ha extendido de forma rápida a otras comunidades. Este
ejemplar provoca la disminución de la diversidad biológica en los
ecosistemas que invade, como los bivalvos autóctonos, y daña todo
tipo de construcciones hidráulicas. En EE.UU. ha causado en unos
diez años pérdidas por valor de 1.600 millones de euros.
7. Helecho de agua azolla (Azolla spp.)
La azolla está dispersa por diferentes
puntos de España, sobre todo en las
zonas de arrozales. Puede desplazar a
la vegetación acuática nativa y
empobrecer la calidad del agua, y por
tanto del resto de biodiversidad.
Originaria de América del Sur, este
helecho de agua habría llegado a
nuestro país de forma accidental
asociado al cultivo de arroz y de forma
intencionada como planta ornamental.
8. Mosquito tigre (Aedes albopictus)
El mosquito tigre, llamado
así por sus franjas blancas
en el tórax, es un insecto
de mayor tamaño que los
autóctonos, originario del
Sureste Asiático. En agosto
de 2004 se detectó por
primera vez en Sant Cugat
del Vallés y se ha
extendido al resto de
Cataluña. Este mosquito
causa dolorosas
picaduras, inflamación y
escozor persistentes e
incluso reacciones
alérgicas graves. El tráfico
de mercancías habría
propiciado su llegada.
9. Picudo rojo de las palmeras
(Rhynchophorus ferrugineus)
El picudo rojo es la pesadilla de las palmeras de amplias zonas de
Andalucía, Valencia, Murcia y Canarias. Los efectos de este insecto
parásito no se ven en un primer momento, pero su ataque más
intenso es capaz de matar a la planta.
Originario del Suréste Asiático y Melanesia, donde es una plaga de las
palmeras de coco, se detectó en España por primera vez en 1993 en
Motril y Almuñecar (Granada). La importación de palmeras del Norte
de África fue su forma de introducción
10. Tortuga de Florida (Trachemys scripta
elegans)
En los años 80 esta tortuga americana se puso de moda como
mascota en todo el mundo. A España llegó en los 90 y hasta 1997,
cuando la Unión Europea prohibió su importación, se vendieron
más de un millón de ejemplares. Su liberación incontrolada provocó
su extensión por todo el territorio. Además de excluir a otros
galápagos autóctonos, depreda invertebrados, peces y anfibios, y
consume vegetación acuática. Supone también un riesgo sanitario
al transmitir la salmonelosis.
11. Visón americano (Mustela vison)
Los primeros visones
americanos llegaron a España en
1958 a granjas de cría en Segovia
para aprovechar su piel. Las fugas
continuas, tanto accidentales como
intencionadas, propiciaron su
expansión por gran parte del territorio.
Su mayor tamaño y agresividad y el
hecho de transmitir un virus que
afecta más al europeo han provocado
que éste último se encuentre en
peligro de extinción. Los programas
de recuperación puestos en marcha
en varias comunidades autónomas
parecen empezar a funcionar.