1. CONCEPTUALIZACIÓN La ciencia se define como el conjunto de conocimientos racionales, sistemáticos, exactos, verificables y fiables. La tecnología es la aplicación de la actividad científica para el mejoramiento de la actividad en el medio natural y artificial. Son actividades que están relacionadas con la producción, promoción y difusión de conocimientos científicos y técnicos. CIENCIA Y TECNOLOGIA
2. CARACTERISTICAS. Ciencia: Conocimiento riguroso, metódico y organizado. Sus verdades deben ser válidas en la realidad. Persigue leyes. El científico contrasta teorías. La construyen los hombres.
3. Tecnología: Reduce y simplifica el conocimiento de acuerdo a las necesidades. Busca eficacia. Herramientas preparadas para servir a quienes la usan. Estudia la técnica.
4. LA TECNOLOGÍA EN LA EDUCACIÓN En primer lugar, la institucionalización de la ciencia y la tecnología , en el marco de una educación de mayores niveles de compromisos sociales, académicos e investigativos, garantiza una mayor y mejor productividad, sostenibilidad y pertinencia de la producción nacional en atención al sistema de necesidades, intereses y problemáticas concretas de la sociedad, el país y las regiones. La institucionalización mencionada exige una educación donde no sólo se tenga competencias en orden al saber, el saber hacer y el saber ser sino, fundamentalmente, que dichos saberes, se sepan, se materialicen y se vivan de forma innovativa, por cuanto, es esta última connotación la que garantiza una real transformación de la cultura productiva, académica, social y económica de las sociedades. Un segundo elemento considerado tiene que ver con el hecho de que el desarrollo de los pueblos, en este caso de Colombia, no puede ser orientado por la espontaneidad de las leyes del mercado, en tanto éstas, si bien definen algunas tendencias, no consultan los grandes problemas, intereses y necesidades reales del conjunto de la población. En efecto, las estructuras productivas, organizacionales y sociales de una región o país que pretenda movilizar su desarrollo, tienen que potenciarse a partir de una intervención consciente y sistemática de los sujetos humanos alrededor de un plan, donde la ciencia y la tecnología se orienten, responsablemente, a solucionar sus grandes desequilibrios tanto internos como externos. Lo anterior se asume así, por cuanto, es la intencionalidad de los vínculos entre ciencia, tecnología y educación, la que puede definir la orientación pertinente de estas, en términos de productividad, calidad y competencia para construir y consolidar productos tecnológicos que respondan a las exigencias sociales, económicas, y culturales del país como de los requerimientos que impone la sociedad globalizada. En este sentido, podemos afirmar que una condición para el desarrollo consiste en comprender que la eticidad social de la ciencia y la tecnología se ha de imponer sobre la “ética” que impone el mercado sobre la ciencia y la tecnología. En tercer lugar, se observa, al realizar un recorrido por la historia económica y social mundial, que muchos países que estuvieron sumidos en el atraso, tanto, más o igual que nuestro país, hoy se encuentran compitiendo, en términos de rentabilidad y calidad de sus productos, con los llamados países desarrollados, luego de invertir todos sus esfuerzos, de manera continua y prolongada, en la ciencia, la tecnología y la educación, puestas al servicio de sus requerimientos sociales e históricos. Esto indica que las posibilidades de transformación de las actuales condiciones que presenta el país es factible de ser superada con lujo de detalles si “(...) la ciencia y la tecnología alimentan el desarrollo económico y social y éste, a su vez, retroalimente la actividad de investigación, tanto en ciencia como en tecnología (...)” . Los tres factores considerados constituyen, implícitamente una dialéctica entre la endogenización y la exogenización de la ciencia y la tecnología inscrita en procesos educativos que impulsen, por un lado, la consolidación de éstas atendiendo las auténticas necesidades de transformación del país y de sus regiones; por otro, asimilar innovadoramente otras tecnologías y no simplemente comprarlas, es decir, se requiere fortalecer la capacidad para la generación y socialización de conocimiento científico y tecnológico propio y para la utilización del conocimiento generado por otras naciones.. Como se comprenderá, la movilización de los factores antes mencionados solo será posible con el diseño, ejecución y evaluación permanente de un plan estratégico de largo aliento - centrado en la ciencia, la tecnología y la educación- que debe conducir al desarrollo económico, social, político y cultural de la nación y sus regiones. FORERO, Clemente. De la trampa al desarrollo endógeno. En: Revista Colombia Ciencia y Tecnología. Vol 18, No 4 Octubre de 2000. Pag 3. Citado por ABELLO, Raimundo. ¿SON LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA UN INSTRUMENTO DE DESARROLLO? : Un análisis de caso para América Latina. Ponencia presentada al Congreso de Educación, Formación y desarrollo de la REDFORD. Cuba, Marzo 2001, pag, 9.