El documento clasifica la tecnología en tres categorías: propia, compartida y ajena. La tecnología propia incluye el desarrollo interno y la subcontratación, lo que ofrece liderazgo tecnológico pero también riesgo técnico y necesidad de recursos. La tecnología compartida implica co-desarrollo y socios externos, proporcionando disponibilidad tecnológica, rapidez y cooperación abierta pero también dependencia. La tecnología ajena consiste en desarrollo externo,