Un hombre con ansiedad de volar se sienta junto a un niño tranquilo en un vuelo turbulento. Al final, el niño revela que su padre es el piloto, recordándole al hombre que aunque haya turbulencia en la vida, Dios es nuestro piloto y nos dará paz.
1. Cuentan que un hombre subió a
un avión para Viajar a Nueva
York. Padecía de ansiedad y le
daba mucho miedo volar. Tomó
varias pastillas relajantes y
procuró descansar un poco.
2. En esto un niño de unos 10 años entró
buscando su asiento y se sentó justo a
su lado. El niño era muy educado, lo
saludó y se puso a colorear en su libro
de pintar. El niño no presentó rasgos
de ansiedad ni nerviosismo al
despegar el avión.
3. El vuelo no fue nada tranquilo, hubo
varias tormentas y mucha turbulencia.
En un momento dado hubo una
sacudida muy fuerte en el avión, y
aunque todos los pasajeros estaban
muy nerviosos, el niño mantuvo su
calma y serenidad en todo momento.
¿Cómo lo hacia?, ¿Porqué su calma?
Se preguntaba aquel hombre.
4. Ya al final del vuelo, intrigado, le
preguntó: “Niño: ¿no has tenido
miedo?”. “No señor” – contestó el
niño – y mirando su libro de pintar le
dijo: “Mi padre es el piloto”.
Esta historia me recuerda al Salmo
130, uno de los más cortos pero sin
duda de los más bellos de la Biblia:
5. “Señor, mi corazón no es ambicioso
ni mis ojos altaneros;
no pretendo grandezas
que superan mi capacidad
sino que acallo y modero mis deseos
como un niño en brazos de su madre”
6. Hay tiempos en nuestra vida que los
sucesos nos sacuden un poco y nos
encontramos en turbulencia. No vemos
terreno sólido y nuestros pies no pisan
lugar seguro. En esos momentos hay que
recordar que nuestro Padre Celestial es
nuestro piloto. A pesar de las
circunstancias, nuestras vidas están
puestas en el creador del cielo y la tierra.
7. Esa es la fe, la que nos alienta y nos da
confianza en los momentos difíciles.
Démosle gracias a Dios por la fe que
nos ha regalado y pidámosle que nos
la conserve y se la dé a aquellos que
pasan por momentos de prueba…
8. ESTE MENSAJE PODRIA SER UTIL
ENVIALO A TUS AMIGOS NO
SABEMOS CUANDO PODRIAMOS
NECESITAR DE ELLOS Y RECUERDA
ESTAS PALABRAS “CUANDO VISTE
DOS PISADAS EN LA ARENA ERAN
LAS MIAS PORQUE YO TE LLEVABA
EN BRAZOS”
QUE DIOS TE BENDIGA