1. BIOGRAFÍA DE MARÍA MAZZARELLO
¿Qué hora es? La hora de amar al Señor…
El 9 de mayo de 1837 en una pequeña aldea norte del encantador país de Italia llamada Mornés,
nació una niña que con el tiempo se convertiría en una hermosa flor enviada por Dios, María
Dominga Mazzarello, más conocida por sus allegados como Maín, primogénita de siete hijos. Sus
padres fueron José Mazzarello y María Caldaño, campesinos, quienes fomentaron en María no
sólo el ambiente de mucho trabajo sino también el amor constante y ardiente por Dios.
María con el paso del tiempo fue creciendo, convirtiéndose en una persona fuerte, de gran ayuda
en los viñedos y en el cuidado de sus parientes. En la parroquia dentro de la Catequesis gracias a
las orientaciones de Don Pestarinoque fomentaba el servicio a los demás, comenzó a recorrer las
etapas de formación cristiana, en donde comprendió que Dios nos tiene una misión y la suya se
encontraba al lado del Padre, hacer el bien brindando felicidad.
2. En 1849 la familia de Maín se trasladó a la Valponasca. José Mazzarello cultivaba las viñas de los
Doria y vivían en una de las casas de su finca. El tiempo en ese sector, para María, fue esencial
para su maduración y muy significativo pues en su dormitorio poseía una ventana por la cual podía
sentirse más cerca de Jesús; invitaba a su familia a formar parte de esas oraciones diarias de
agradecimiento a nuestro Creador por tantas maravillas, dichas y desdichas en su hogar, pues
María sabía que todo lo que el Señor le obsequiaba era para cumplir su misión.
A los trece años María Dominga Mazzarello realizó su Primera Comunión, prometiendo a Jesús
seguirlo y amarlo con toda su alma para convertirse en un modelo para llegar a Él. Participaba
intensamente en la vida parroquial. En las madrugadas junto a su mejor amiga, Petronila,
caminaban por el sendero que llevaba a la iglesia, nada les impedía quedarse sin recibir el cuerpo
de Jesús en la Eucaristía. En 1854, Don Pestarino constituyó las Hijas de María Inmaculada y Maín
de 17 años fue de las primeras en formar parte de ese grupo que laboraba un gran amor por la
Madre del Señor.
En 1858 como gran seguidora de la Inmaculada asistió a socorrer a sus tíos que se encontraban
gravemente enfermos y a los 23 años se contagió de tifus; después de lo ocurrido no recuperó sus
fuerzas físicas y sintió gran impotencia pues tuvo que abandonar el trabajo del campo. Ansiaba
descubrir qué le tenía preparado Dios y meditando distinguió una casa grande con muchas jóvenes
alegres, escuchó una voz que expresaba “A ti te las confío”. Aquella imagen quedó grabada en su
memoria; aún no respondía todas sus dudas y preguntas pero conmovió su corazón.
Luego de un tiempo convenció a su amiga Petronila de inaugurar un taller de costura para
dedicarlo a las niñas no sólo para que aprendieran tal oficio sino para enseñarles las plegarias y
buenas prácticas. Siempre decía a sus muchachas que cada puntada que realizaban lo hacían por
Dios y eso significaba un acto de amor.
Tiempo atrás en 1862, Don Pestarino era gran amigo de Don Bosco, se había convertido en
salesiano; le comentó sobre las dos muchachas que practicaban su mismo sistema preventivo y
Juan Bosco sintió la necesidad de conocerlas, obsequió a Don Pestarino dos medallas de la
Auxiliadora y le prometió visitar Mornés. El 7 de octubre de 1864 Don Bosco cumple su palabra y
llega a Mornés junto a sus muchachos. Fue su primer encuentro con María, quien con las palabras
3. de aquel Santo y Apóstol de los jóvenes encontró respuesta a esa voz que le entregaba con afecto
a las niñas desamparadas, que se dirigían por un mal camino.
Don Bosco vio en María el estilo salesiano de educar y decidió que la obra que se construía fuese
destinada en favor a las chicas que se encontraban abandonadas al igual que sus chicos en un
tiempo atrás; poco a poco la visión de Maín se hacía realidad.
En 1867, once Hijas de María Inmaculada comenzaron a vivir en comunidad y el 23 de mayo de
1872, se mudaron al colegio. El 5 de agosto de 1872 en presencia de su fundador hicieron su
profesión religiosa, con este hecho se dio comienzo al nuevo Instituto de las Hijas de María
Auxiliadora, como Don Bosco deseaba, “un monumento vivo de gratitud”; ese mismo día el Padre
de los jóvenes nombró a María la vicaria de la nueva casa pues la Virgen sería la superiora, la
dueña absoluta; este hogar fue creciendo en medio de risas y alabanzas a Dios; que, las chiquillas
desde el fondo de sus corazones realizaban, pues lo esencial era la alegría afianzada en el amor a
María Auxiliadora.
El 8 de octubre de 1874 con la bendición del Espíritu Santo, salió de Mornés el primer grupo de
hermanas para formar una nueva corporación, en San Martino. En nueve años, fueron abiertas 26
casas. El 14 de noviembre de 1877 partió el primer grupo de hermanas para las misiones a
Uruguay. La Auxiliadora guiaba y acompañaba los pasos de sus hijas.
El 4 de febrero de 1879, la sede general del Instituto fue trasladada de Mornés a Nizza. Allí la
Madre vivió sus dos últimos años. El14 de mayo de 1881, junto a cánticos y celebraciones, su vida
de gran sacrificio se esfumó. Su beatificación se dio el 20 noviembre de 1938 y la canonización el
24 de junio de 1951.
María Mazzarello es un gran de ejemplo de perseverancia y fe en Cristo Redentor, en su corazón
siempre sintió ese deseo de dar el ejemplo a los demás por medio del servicio y la oración que
eran sus pilares fundamentales para acercarse cada vez más a Jesús en la Eucaristía. Maín, sin
duda fue esencial en la formación de las casas salesianas que existen en el mundo; junto a Don
4. Bosco supieron ver en los jóvenes la esperanza del mañana utilizando siempre su sabio sistema
preventivo basado en la razón, religión y amor. Maín nos permite creer en nosotros mismos y
soñar que lo que nos proponemos podemos lograrlo pues:
“Quien pone su confianza en el Señor, no puede fracasar”- María Mazzarello
Bibliografía: Película: Maín, la casa de la felicidad.