Las empresas familiares constituyen una parte importante de la economía en España y la Unión Europea. Representan alrededor del 65% de las empresas en España y el 60% del empleo privado y el PIB. En la UE, aproximadamente el 60% del tejido empresarial, unos 17 millones de empresas, son familiares. Las empresas familiares enfrentan retos como la baja productividad, problemas de gestión y acceso al crédito.