La nutrición enteral se administra directamente al estómago si hay riesgo de aspiración, utilizando fórmulas completas y poliméricas. La nutrición parenteral requiere considerar la función de órganos como el corazón, riñones e hígado al formular las soluciones. La dieta del paciente debe elegirse en base a su tolerancia gastrointestinal, variando el contenido de grasa, lactosa y fibra.