1. Seminario Teológico Centroamericano
410 – Soteriología
Unidad 4: Soteriología en perspectiva sistemática
Arminianismo y Calvinismo:
Una comparación soteriológica
Datos preliminares
Llamamos Arminianismo a las doctrinas que de Jacobo Arminio, un teólogo
que vivió durante 1560-1609. Arminio comenzó como un aferrado calvinista, pero más
tarde cambió su manera de pensar. Sus puntos de vista fueron discutidos en un
documento compilado en 1610 llamado "La Demostración". La "Demostración
Arminiana" fue debatida entre el 1618-1619 en una iglesia reformada, donde fue
desacreditado y condenado. Los arminianos fueron expulsados y perseguidos.
El Arminianismo, con su énfasis en la gracia de Dios, es la base teológica para
los metodistas, Wesleyanos, Nazarenos, Pentecostales, Bautistas de libre voluntad,
movimientos de Santidad, y muchas otras iglesias carismáticas.
Por su lado, el Calvinismo proviene de las doctrinas de Juan Calvino, un teólogo francés
más importantes de la Reforma Protestante del siglo 16 (1509- 1604). Los puritanos y los
Presbiterianos de Gran Bretaña fueron influenciados por las enseñanzas de Calvino. En 1619
como una respuesta a las enseñanzas de Jacobo Arminio, los siguiente 5 puntos fueron
presentados: (algunos de estos puntos no fueron enseñados por Calvino, pero han sido aplicados
por sus seguidores).
Puntos teológicos
El calvinismo es a menudo llamado la Teología Reformada, y está basada en los institutos
calvinistas del cristianismo. Estos son los cinco puntos:
1. Depravación total: Doctrina que enseña que el hombre está muerto en delitos y pecados y
que no puede salvarse a sí mismo. Muchos calvinistas llevan esto un poco más lejos
enseñando que el hombre no puede si quiera desear una relación con Dios aparte de la
obra de Dios en el corazón del hombre. De hecho, se enseña que Dios debe regenerar a
una persona antes que ellos puedan si quiera desear venir a Cristo.
2. Elección Incondicional: La creencia que en la eternidad, antes de la creación, Dios eligió o
escogió algunas personas para que tuvieran la salvación. Algunos calvinistas llevan esta
doctrina aun más allá, enseñando la "doble elección" o "reprobación" la cual enseña que
Dios inclusive escogió algunas personas para que fueran al cielo y otras para que fueran
al infierno. Según esta doctrina, si usted ha sido elegido para ir al cielo, usted irá al cielo
no importa lo que usted haga; y de igual manera si usted ha sido elegido para ir al infierno,
no hay posibilidad de que usted sea salvo. Juan Calvino enseño esta doctrina, pero
admitió que era una "doctrina terrible".
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3. Expiación Limitada: La enseñanza que Jesús no murió por los pecados de todo el mundo,
sino solamente por los pecados de aquellos que han sido elegidos para ir al cielo. El
argumento es que la obra de Cristo en la cruz debe ser "eficaz", es decir según ellos si
Cristo hubiese muerto por aquellas personas que no le han aceptado, entonces su
sacrificio no sería eficaz. Algunos calvinistas han ido al extremo enseñando que la muerte
de Cristo puede salvar a cualquiera, pero que es solamente efectiva para aquellos electos
para ir al cielo.
4. Gracia Irresistible: La doctrina que enseña que Dios atraerá hacia sí aquellos que han sido
electos para el cielo a pesar de su rebelión contra Dios. Es la creencia que el hombre no
puede resistir la obra de Dios atrayéndolos hacia Dios mismo.
5. Seguridad Eterna: Conocida también como la perseverancia de los santos. La doctrina
que un verdadero cristiano nacido de nuevo no puede perder o abandonar su salvación,
ya que la salvación es la obra completamente de Dios, y no del hombre.
Por su parte, el Arminianismo expone así sus puntos soteriológicos:
1. Elección: La creencia de que Dios en la eternidad, escogió a aquellos que
habían de ser salvos basado en su conocimiento de aquellos que responderían
a su llamado y recibirían el evangelio de Jesucristo. Arminio rechazó la
enseñanza calvinista de que Dios eligió algunos para ir al infierno.
2. Expiación sin límites (ilimitada): La creencia que Jesucristo murió en la cruz
por todo el mundo, que su sangre es suficiente para pagar la penalidad de los
pecados de todo la humanidad. Enseña que toda la humanidad puede ser
salva.
3. Inhabilidad natural: La enseñanza que el hombre no se puede salvar a sí
mismo, pero que el Espíritu Santo debe efectuar el nuevo nacimiento en él.
Los arminianos ortodoxos no creen que el hombre está totalmente depravado
y condenado como resultado del pecado de Adán, sino que solamente es
culpable cuando él escoge pecar voluntariamente.
4. Gracia proveniente: La enseñanza de que el trabajo preparatorio del Espíritu
Santo hace que la persona pueda responder al evangelio y cooperar con Dios
en el plan de salvación.
5. Perseverancia condicional: La creencia que el hombre puede escoger rechazar
a Dios, perdiendo así su salvación, aun después de haber nacido de nuevo. Al
contrario de la doctrina "una vez salvo, siempre salvo" de los calvinistas, el
arminiano cree que el creyente debe permanecer en Cristo para ser salvo, y
que el creyente puede escoger apartarse de Dios (el mismo Arminio y sus
primeros seguidores, confesaron que no estaban seguros de esta doctrina y
que la misma requería más estudio bíblico).
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Primera evaluación
El punto de controversia entre ambos es el énfasis en la soberanía
de Dios por los calvinistas y el libre albedrío del hombre (voluntad) por
los arminianos.
El calvinismo enfatiza que Dios está en total control de todo y que
nada puede ocurrir que él no planee y dirija, incluyendo la salvación del
hombre. El Arminianismo enseña que el hombre tiene libre albedrío y
que Dios nunca interrumpirá o violará el derecho a escoger su camino.
Enfatiza que Dios se ha obligado a sí mismo a respetar la capacidad que
el hombre tiene para escoger. Ambos puntos de vista son razonables y
ambos tienen muchas escrituras para sostener cada uno de sus puntos
de vista.
Ciertamente la Biblia enseña que Dios es soberano y que los
creyentes están predestinados y elegidos por Dios para pasar una
eternidad con Él. En ninguno de los pasajes bíblicos se asocia la elección
de Dios con condenación. De igual manera enseña que Dios elige para
salvación, pero que los perdidos están en el infierno porque ellos así lo
decidieron. Cada pasaje en la Biblia que trata de la elección, en su
contexto está relacionado con la salvación, y nunca con condenación.
El concepto de total depravación es consistente con la Biblia, pero la
doctrina de la “expiación limitada”, que Jesús no murió por todos los
pecados de todo el mundo, no es consistente con las enseñanzas
bíblicas. La Biblia claramente enseña que Jesús murió por los pecados
de todo el mundo, y que todo el mundo puede ser salvo si se arrepienten
y se vuelven a Cristo. La doctrina de la expiación limitada no es bíblica.
Comparación soteriológica
Libre voluntad o habilidad humana #1
Aunque la naturaleza humana fue seriamente afectada por la caída [de Adán],
el hombre no ha sido dejado en un estado de total desayuda espiritual. Dios capacita
todo pecador para que se arrepienta y crea, pero no interfiere con la libertad del
hombre. Cada pecador posee una voluntad libre, y su destino eterno depende de
cómo la use. La libertad del hombre consiste en su habilidad para escoger el bien
sobre el mal en los asuntos espirituales; su voluntad no es esclava a la naturaleza
pecaminosa. El pecador tiene el poder para cooperar con el Espíritu de Dios y ser
regenerado o resistir la gracia de Dios y perecer. El pecador perdido necesita la
asistencia del Espíritu, pero no tiene que ser regenerado por el Espíritu antes de que
él pueda creer, pues la fe es un acto del hombre y precede al nuevo nacimiento. La fe
es el don del hombre hacia Dios; es la contribución del hombre para la salvación.
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Total inhabilidad o total depravación #1
A causa de la caída, el hombre es incapaz por cuenta propia de creer en el evangelio para
salvación. El pecador está muerto, ciego y sordo a las cosas de Dios; su corazón es engañoso y
desesperadamente corrupto. Su voluntad no es libre, está en esclavitud a su naturaleza perversa.
Por eso, no escogerá –en verdad él no puede escoger el bien sobre el mal en el área espiritual.
Consecuentemente, toma mucho más que la asistencia del Espíritu para traer al pecador a Cristo
–hace falta la regeneración por medio de la cual el Espíritu hace que el pecador viva y le da una
nueva naturaleza. La fe no es algo que el hombre contribuye a la salvación sino que es en sí parte
misma del don de Dios de la salvación– es el don de Dios para el pecador, no el don del pecador
para Dios.
Elección condicionada #2
La elección de Dios de ciertos individuos para salvación antes de la fundación
del mundo fue basada en que Dios previó que ellos responderían a Su llamado. Él
seleccionó solamente a aquellos que sabía que por ellos mismos creerían libremente
el Evangelio. Por lo tanto, la elección estuvo determinada por o condicionada sobre
lo que el hombre haría. La fe, la cual Dios previó, y sobre la cual fundamentó su
decisión, no fue dada al pecador por Dios (no fue creada por el poder regenerador
del Espíritu Santo) sino que resultó solamente de la voluntad del hombre. Fue dejado
enteramente al hombre el creer y por eso, el que sería elegido para salvación. Dios
escogió a aquellos que Él sabía que por su propia libre voluntad, escogerían a Cristo.
Por lo tanto, la decisión del pecador por Cristo, y no la decisión de Dios por el
pecador, es la causa final de la salvación.
Elección incondicionada #2
La elección de Dios de ciertos individuos para salvación antes de la fundación del mundo
descansó únicamente en Su propia y soberana voluntad. Su decisión por pecadores particulares
no fue basada en ninguna previsión de respuesta obediente por parte del pecador, tal como la fe,
el arrepentimiento, etc. Por el contrario, Dios da fe y arrepentimiento a cada individuo que Él ha
seleccionado. Estos hechos son resultados, no la causa de la decisión de Dios. Por lo tanto, la
elección no fue determinada por, o condicionada sobre ninguna cualidad virtuosa o acto previsto
en el hombre. Aquellos a quienes Dios soberanamente eligió, Él los trae por el poder del Espíritu
Santo para que deseosamente acepten a Cristo. Así, es la decisión de Dios por el pecador, y no la
decisión del pecador por Dios, la causa final de la salvación.
Redención universal o expiación general #3
La obra redentora de Cristo hizo posible que todo el mundo fuera salvo pero
realmente no aseguró la salvación de ninguno. Aunque Cristo murió por todos y cada
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uno de los hombres, solamente aquellos que creen en él son salvos. Su muerte hizo
posible para Dios perdonar los pecados de los hombres sobre la condición de que
ellos creyeran, pero en realidad no quitó los pecados de nadie. La redención de Cristo
se hace efectiva solamente si el hombre escoge aceptarla.
Redención particular o expiación limitada #3
La obra redentora de Cristo fue con la intención de salvar solamente a los escogidos y
realmente aseguró la salvación de ellos. Su muerte fue un sufrimiento sustitutorio de la penalidad
del pecado en lugar de cierto número específico de pecadores. En adición a quitar los pecados de
Su pueblo, la redención de Cristo aseguró todo lo necesario para su salvación, incluyendo la fe
que les une a Él. El don de fe es infaliblemente aplicado por el Espíritu a todos por cuanto Cristo
murió, garantizando de esta manera, la salvación de ellos.
Gracia proveniente #4
El Espíritu Santo puede ser efectivamente resistido. El Espíritu clama
internamente a todos aquellos que son llamados externamente por la invitación del
evangelio; El hace todo lo que puede por traer al pecador a la salvación. Pero
considerando que el hombre es libre, éste puede exitosamente resistir la llamada del
Espíritu. El Espíritu no puede regenerar el pecador hasta que éste crea; fe (que es la
contribución del hombre) procede y hace posible el nuevo nacimiento. Así, la
voluntad libre del hombre limita el Espíritu en la aplicación de la obra salvadora de
Cristo. El Espíritu Santo puede sólo traer a Cristo aquellos a quienes le permiten.
Hasta que el pecador responda, el Espíritu no puede dar vida. La gracia de Dios no es
invencible, puede, y a menudo es resistida y trastornada por el hombre.
La llamada eficaz del Espíritu Santo o gracia irresistible #4
En adición al llamado general externo para salvación el cual es hecho a todo aquel que
escucha el evangelio, el Espíritu Santo extiende al escogido un llamado especial interno que
inevitablemente le trae a la salvación. El llamado interno (el cual es hecho sólo a los escogidos) no
puede ser rechazado; siempre resulta en conversión. Por medio de este llamado especial, el
Espíritu irresistiblemente trae a los pecadores a Cristo. En su tarea de aplicar la salvación, Dios no
está limitado por la libre voluntad del hombre, ni depende de la cooperación del hombre para su
éxito. El Espíritu cortésmente causa que el pecador elegido coopere, que crea, que se arrepienta,
que venga libre y gustosamente a Cristo. Por eso, la gracia de Dios es invencible; nunca fracasa
en resultar en la salvación de aquellos a quienes es extendida.
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Caer de la gracia #5
Aquellos que creen y son verdaderamente salvos pueden perder su salvación
por fallar en mantener su fe, etc. Todos los Arminianos no se han puesto de acuerdo
sobre este punto; algunos mantienen que los creyentes están eternamente seguros
en Cristo –que una vez un pecador es regenerado, nunca se puede perder.
Perseverancia de los santos #5
Todos los cuales son escogidos por Dios, redimidos por Cristo y han recibido la fe por el
Espíritu son eternamente salvos. Ellos son guardados en fe por el poder del Dios Todopoderoso y
por eso perseveran hasta el fin.
Conclusión
De acuerdo al Arminianismo, la salvación es completada por medio de los
esfuerzos combinados de Dios (quien toma la iniciativa) y el hombre (quien debe
responder) —siendo la respuesta del hombre el factor determinante. Dios ha
provisto salvación a todo el mundo, pero su provisión se hace efectiva solamente
para aquellos quienes, de su propia libre voluntad, “escogen” cooperar con El y
aceptan la oferta de su gracia. En el punto crucial, el hombre juega el rol decisivo; es
así el hombre, no Dios, el que determina quiénes serán los recipientes del don de la
salvación.
De acuerdo al Calvinismo, la salvación es completada por la fuerza todopoderosa de Dios.
El Padre escoge las personas, el Hijo muere por ellos, el Espíritu Santo hace efectiva la muerte de
Cristo al traer a los escogidos a la fe y al arrepentimiento. El proceso entero (elección, redención,
regeneración) es la obra de Dios y es solo por gracia. Es pues, Dios, no el hombre el que
determina quiénes serán los recipientes de su don de salvación. Aunque decidas estar sin Dios y
vivir sin él, al final, si él te predestinó, no importa que peques, serás salvo, siempre salvo…