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Informe del diálogo Ecuménico del Ecuador
1. Informe de Diálogo Ecuménico del Ecuador
Un poco de Historia
La historia de las Iglesias evangélicas en Ecuador y probablemente en todo el resto
de la América colonial es triste y responde de alguna manera lo que vivió la Iglesia
en la época post tridententina.
Hasta el siglo XIX, existía la prohibición de que viajaran a la colonia, personas que
no fueran de la religión católica. Estaba muy arraigada la normatividad del Concilio
de Trento, la prohibición de la lectura de la Biblia en lengua vernácula. Fue Carlos III
que entre 1780 y 1790 encomendó a Felipe Scío de San Miguel a que tradujera la
Biblia en castellano, lo que fue después aprobado por la Iglesia católica.
A finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, existe un despertar misionero en las
Iglesias protestantes de Inglaterra e Estados Unidos, dando origen al nacimiento de
un sinnúmero de Agencias y Sociedades Misioneras. Entre la que tuvieron una
mayor influencia se encuentra la sociedad Bíblica Británica y Extranjera y la
Sociedad Bíblica Americana.
En la época de la emancipación Americana (1810-1850) se dio una circunstancia
que permitió el ingreso primero de agentes voluntarios y luego de pastores que
difundieron al Biblia y la lectura de ésta en las escuelas, no sin poca resistencia del
clero local. La emancipación produjo la ruptura política y comercial con España, y la
sustitución de la dependencia por parte del Imperio Británico. El nuevo tráfico
comercial con las islas, produjo una apertura de nuevos inmigrantes, estos en su
gran mayoría eran de origen protestante. Este hecho, unido al despertar misionero
hizo que en el territorio de la Gran Colombia primero y luego en el específicamente
de Ecuador se difundiera y leyera la Biblia “sin notas y comentarios” publicadas por
las sociedades antes mencionadas.
En la primera constitución del Ecuador de 1835 establecía que: “La religión de la
República del Ecuador es la católica, apostólica, romana, con exclusión de cualquier
otra. Los poderes políticos están obligados a protegerla y hacerla respetar”.
No obstante esto con dificultades los agentes misioneros difundieron la Biblia,
durante este período.
Al finales del siglo XIX (1895), irrumpe en la política ecuatoriana Eloy Alfaro, un
caudillo, con ideas liberales, un verdadero padre de la Patria, que quería abrir al país
a las nuevas ideas del modernismo, en contraposición del largo período conservador
que había gobernado a Ecuador desde los primeros gobiernos locales hasta casi el
final del siglo.
Es durante el siglo XX, que comienzan a constituirse las primeras comunidades
evangélicas, con la apertura de los liberales.
2. Pasos hacia el ecumenismo
Pero es recién en la década de los años ’60, luego del concilio Vaticano II que se
inicia un verdadero camino hacia el ecumenismo. Existen hombres visionarios como
O’Neil Soto de la Iglesia Anglicana, Washington Padilla de la Iglesia Luterana, el
Padre Ernesto Bravo SJ, quienes fueron los primeros que comenzaron a
encontrarse, para preguntarse qué se podría hacer a los fines de derribar las
barreras que había generado la historia y las circunstancias y van desarrollando
espacios de diálogo y fraternidad.
Comisión Ecuménica de Derechos Humanos
Fue la primera de las iniciativas de estos primeros precursores y así nació la
Comisión Ecuménica de Derechos Humanos en el año 1978 (CEDHU), que es una
organización social cuya misión es promover la vigencia de los derechos humanos y
fomentar el respeto a la dignidad de todas las personas, que tiene actualmente
vigencia. El alma mater actual de esta organización es Elsi Monge de la Iglesia
Menonita.
La realidad ecuménica en la ciudad de Quito ha sido muy viva en estos 40 años, no
así en el resto de las Diócesis de Ecuador. En este sentido han nacido distintos tipos
de espacios y estructuras en la capital de la República, que permiten trabajar juntos,
en causas comunes, aunados con el único espíritu de testimoniar la unidad. Quizás
el Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI), nacido en Méjico en 1978 y con sede
en Quito desde 1984, que reagrupa a la gran mayoría de Iglesias Evangélicas
Latinoamericanas, ha sido un impulsor en este sentido. El CLAI en su origen ha sido
impulsado por las Iglesias Evangélicas Históricas, pero actualmente reagrupa casi
140 Iglesias Evangélicas, quizás su actual Secretario Israel Batista nos pueda dar
más información sobre la contribución que realizan en el campo ecuménico.
Encuentro de Obispos y Pastores de América Latina y el Caribe
Esta iniciativa promovida por el Pastor Luterano Felipe Adolf en su momento
Secretario del CLAI y apoyada por Mons. Luis Alberto Luna Tovar (en ese momento
Arzobispo de Cuenca), dio origen a otros espacios de diálogo.
Según los mismos protagonistas comentan que la iniciativa fue naciendo y
desarrollándose en reuniones informales entre amigos católicos y protestantes,
identificados por la necesidad común de encontrar espacios para el diálogo. Se
realizaron tres encuentros continentales con la participación aproximada de 350
pastores y obispos. El primero en Cuenca, Ecuador (1986), en Kingston, Jamaica
(1990) y finalmente en Nueva Iguazú, Río de Janeiro, Brasil (1993).
Ya en el primer encuentro de Cuenca de 1986, “se reafirmó la validez de este
espacio ecuménico de reflexión, oración y puesta en común de angustias, desafíos y
esperanzas”.
3. Varios años después, en Nueva Iguazú, en julio de 1993, los obispos y pastores
católicos y evangélicos presentes concordaban, al evaluar el anterior Encuentro
celebrado en Kingston en 1990, en que los participantes, hombres y mujeres, hemos
gozado una vez más la comunión que nos convoca al servicio de nuestros pueblos.
Ha sido una gracia del Señor la experiencia de fraternidad que hemos vivido durante
estos días”.
Cada uno de estos encuentros ha permitido cultivar la fraternidad y la necesaria
apertura para discutir y profundizar en asuntos que preocupan y desafían a nuestra
iglesias1.
Fraternidad Ecuménica de Quito
Estos espacios de diálogos ecuménico generados entre las distintas iglesias, han
permitido preparar juntos la Semana por la Unidad de los Cristianos desde el año
1991 en la ciudad de Quito, promovida por el Programa de Ecumenismo de la CEE.
Fue justamente luego de la experiencia de fraternidad vivida durante la Semana de
Oración por la Unidad del año 1997, que nació la idea de continuar a encontrarse. El
17 de abril de ese mismo año, en un ambiente de familiaridad y amistad, en la
Iglesia Bautista Vida Nueva se realizó la primera reunión a partir de la cual se inicia
la Fraternidad Ecuménica.
La sensibilidad de las Iglesias a la acción del Espíritu Santo, el descubrimiento de la
diversidad y riqueza de las expresiones de cada una de ellas, la participación del
pueblo impulsan a conformar una Fraternidad Ecuménica, retomando y reavivando
las iniciativas y esfuerzos realizados desde los años '60.
Es un espacio que permite establecer el diálogo de la vida entre los hermanos y
hermanas de las varias iglesias, luteranos, evangélicos, católicos, bautistas,
reformados en un primer momento, pero luego se siguen incorporando nuevas
iglesias. Entre sus animadores se cuentan a Mons. Julio Terán Dutari, anterior
encargado del Proyecto de Ecumenismo de la CEE, el Pastor Víctor Rey y Felipe
Adolf.
La fraternidad ecuménica es, también, un espacio intereclesial e interinstitucional de
la celebración de la palabra, reflexión bíblica teológica, orientada a promover la
unidad espiritual y visible de los cristianos, respetando la diversidad de dones,
carismas y servicios.
Participar en la fraternidad implica un compromiso personal sin comprometer a las
organizaciones eclesiásticas a las cuales cada uno pertenece. Desde el año '97
organiza la Semana por la Unidad de los Cristianos realizada en la ciudad de Quito.
Es un grupo abierto, participan los pastores y laicos de las Iglesias Evangélicas
Históricas y algunos invitados representativos y de confianza, dentro de los
1
Extraído del Compendio de documentos finales de los encuentros de obispos y pastores de América
Latina y el Caribe, publicado por el CLAI, en Testimonio de Unidad, Quito 1994
4. denominados Nuevos Movimientos Religiosos y participa un colaborador del
Programa de Ecumenismo de CEE en forma permanente.
Mantiene viva la realidad ecuménica del Ecuador, su funcionamiento gira alrededor
de lo que se denomina “desayunos ecuménicos”, una vez al mes, todos sus
miembros, alrededor de 30 se reúnen en una Iglesia distinta, para planificar las
actividades, informarse sobre las noticias, desayunar y fraternizar, y en algunos de
estos encuentros, se trata un tema de interés común. Los desayunos han permitido
que la Fraternidad fuera creciendo y consolidando.
En la planificación han surgido Convivencias, sobre temas ecuménicos, Paneles de
carácter teológico o social, la preparación de un Encuentro interreligioso por la Paz,
etc. Está siempre presente el Coro Ecuménico con miembros de las distintas
Iglesias. “Cantar juntos, con una sol voz, es un testimonio de unidad que alcanza los
cielos, pero también se escucha en la tierra”, expresaba uno de sus integrantes.
La Fraternidad Ecuménica, dio nacimiento a la Organización de las Iglesias
Unidas por la Niñez y la Adolescencia, actividad ecuménica que se encarga de
proteger a la infancia y llevar adelante proyectos sociales en pro de los niños más
desvalidos, como salud, educación, recreación, etc.
También hace más de un año, miembros de la Fraternidad trabajan en CorDialogo,
una institución creada para tratar los asuntos que afectan la vida personal y familiar.
Su objetivo es ayudar y acompañar a los afectados a través de internet.
Es una organización ecuménica, que a través del diálogo por Internet, se encuentran
con aquellos que quieran expresar sus inquietudes y necesidades y juntos descubrir
respuestas.
Trabajar juntos en cosas concretas, ha desarrollado los espacios de diálogo y de
fraternidad.
Desafíos:
• Generar comisiones de trabajo ecuménico en las distintas Diócesis de
Ecuador y apoyarlas desde la CEE;
• Continuar y promover el trabajo de la Fraternidad Ecuménica;
• Extender a una mayor cantidad de Diócesis, el interés por la celebración de la
Semana por la Unidad de los Cristianos;
• Ofrecer a las Diócesis Seminarios de Formación Ecuménica para sacerdotes,
religiosos/as y laicos.
Quito, 2 de Agosto de 2004
Mons. Luis Alberto Luna Tovar
Programa de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso de la CEE