Los incas ofrecieron una resistencia feroz a la conquista española en el siglo XVI. A pesar de que los españoles tenían armas de fuego y caballos, los incas utilizaron tácticas de guerrilla y el conocimiento del terreno para mantener la lucha durante décadas. Finalmente, la combinación de enfermedades europeas y las divisiones internas debilitaron tanto al imperio inca que los españoles pudieron conquistarlo completamente.