1. LA DESOBSESIÓN 1ª Parte
CURSO DE EDUCACIÓN
Y ESTUDIO DE LA MEDIUMNIDAD
CELD
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2. DEFINICIÓN: es el proceso de regeneración de la Humanidad. Es el
ser humano que se va desvinculando del pasado sombrío
venciéndose a sí mismo. En sentido restringido, es el tratamiento de
las obsesiones, orientado por la Doctrina Espírita.
Representa el proceso de liberación, tanto para el verdugo
(obsesor) como para su víctima (obsesado).
3. PREVENCIÓN DE LAS OBSESIONES
Profilaxis es el conjunto de medidas preventivas que evitan la
aparición de enfermedades. En el caso de la obsesión – siendo ésta
enfermedad del alma – la profilaxis es de vital importancia.
Esa profilaxis es una tarea diaria, que tiene como finalidad
prevenirnos de las obsesiones. De esa manera, no es un trabajo con
un plazo determinado. Es trabajo de todas horas, de todos los días,
ya estemos encarnados o libres del cuerpo físico.
Entendemos que (…) la única profilaxis eficaz contra la obsesión es
la del Evangelio.
4. EL VERDADERO HOMBRE DE BIEN
El verdadero hombre de bien es
el que cumple la ley de justicia,
de amor y de caridad, en su
mayor pureza. Si él interroga la
conciencia sobre sus propios
actos, se preguntará a sí mismo si
violó esa ley, sino practicó el mal,
si hizo todo el bien que podía, si
despreció voluntariamente
alguna ocasión de ser útil, si
alguien tiene alguna queja de él;
en fin, si hizo a otro todo lo que
desearía que hiciesen por él.
5. Deposita su fe en Dios, en Su bondad, en Su justicia y en Su
sabiduría. Sabe que sin Su permiso nada ocurre y se somete a Su
voluntad en todas las cosas.
Tiene fe en el futuro, razón por la cual coloca los bienes espirituales
por encima de los bienes temporales.
Sabe que todas las vicisitudes de la vida, todos los dolores, todas la
decepciones son pruebas o expiaciones y las acepta sin
murmurar.
Como posee un sentimiento de caridad y de amor al prójimo, hace
el bien por el bien mismo, sin esperar recompensa alguna;
retribuye el mal con el bien, toma la defensa del débil contra la del
fuerte y sacrifica siempre sus intereses a la justicia
6. Encuentra satisfacción en los beneficios que reparte, en los servicios
que presta, en hacer felices a los otros, en las lágrimas que enjuga y
en los consuelos que prodiga a los afligidos.
El hombre de bien es bueno, humano y benevolente para con
todos, sin distinción de razas ni creencias, porque en todos los
hombres ve a sus hermanos.
En todas las circunstancias, toma por guía la caridad.
7. No alimenta odio, ni rencor, ni
deseo de venganza; a ejemplo
de Jesús, perdona y olvida las
ofensas y sólo recuerda los
beneficios, porque sabe que
será perdonado conforme haya
perdonado.
Estudia sus propias
imperfecciones y trabaja
incesantemente en combatirlas.
Emplea todos los esfuerzos para
poder decir, al día siguiente, que
alguna cosa tiene en sí de mejor
que el anterior.
8. 10 SEÑALES QUE INDICAN UNA POSIBLE OBSESIÓN:
1. Cuando entramos en la faja de la IMPACIENCIA;
2. Cuando creemos que nuestro DOLOR es el mayor;
3. Cuando pasamos a ver INGRATITUD en los amigos;
4. Cuando imaginamos MALDAD en las actitudes de los compañeros;
5. Cuando CRITICAMOS el lado menos feliz de esta o aquella persona;
6. Cuando RECLAMAMOS aprecio y reconocimiento;
7. Cuando nos QUEJAMOS de que nuestro trabajo está siendo excesivo;
8. Cuando pasamos el día EXIGIENDO esfuerzo ajeno sin prestar el más leve
servicio;
9. Cuando pretendemos HUIR de nosotros mismos;
10.Cuando JUZGAMOS que el deber es de los otros…
“Cada vez que una de esas señales surja en el tránsito de nuestras vidas,
la Ley Divina estará presente recomendándonos la prudencia de ampararnos en
el Socorro de la oración o en la luz del discernimiento.
Scheilla a Chico Xavier