1. LONDRES: LA CIUDAD HUMANISTA
Autor del libro: Richard Rogers
Las ciudades en la actualidad son presas de la economía y sus beneficios, dando más
importancia a los ingresos económicos o intereses particulares que al desarrollo colectivo o la
mejora de la calidad de vida de los ciudadanos. Londres ha pasado de ser un sitio predilecto para
vivir a una gran ciudad consumista como cualquier otra la cual ya no puede ofrecer a su
población la seguridad, calidad de vida y ciudadanía activa que antes existía.
Ciudades antiguas con el transcurso de los años se vieron envueltas en las redes de la
industrialización convirtiéndose de sitios seguros, saludables y humanizados a lugares de
importante actividad económica pero de sociedad dispersa. Tal es el caso de Londres que desde
hace aproximadamente 60 años, ha sido una ciudad industrializada, densamente poblada y
contaminada; en la actualidad esta ciudad se ha vuelto como cualquier otra perdiendo su rumbo
y unidad ciudadana, incluso no existe participación social a la hora de elegir a las autoridades
quienes han de gestionar su desarrollo como ciudadanía.
Richard Rogers menciona que “En última instancia, debería existir una jerarquía en la toma de
decisiones que progresara desde el ciudadano al vecindario, al distrito, a la ciudad, a la región,
para acabar en una escala internacional” sin embargo, el que existan juntas parroquiales o de
vecindarios donde se pueda exponer ideas y problemas del sector a fin de que sean gestionados
por un líder grupal en instancias mayores como las municipalidades, ayudaría
significativamente a mejorar las administraciones generales ya que tendrían puntos más
específicos y de interés ciudadano que tratar; por lo que no se debería tomar como última
opción, más bien como algo que se debe promover.
La ciudad de Londres como muchas otras, ha sido víctima de los interesesde sus mandatarios y
ha arrasado el territorio con edificios de viviendas, escuelas, comercio y ocio pero sin estar
armónicamente distribuidos ni equilibrados. Los sistemas de planificación no se han renovado y
siendo entes muy estrictos en tanto a las regulaciones, no han logrado mayores cosas que otras
ciudades con menos regularización.
De acuerdo con el autor “En términos medioambientales, Londres es ahora una de las ciudades
menos sostenibles de Europa”; necesita un territorio 120 veces más grande que su tamaño para
abastecerse de recursos y absorber sus residuos, al encontrarse en continuo crecimiento es
evidente que necesitan de recursos de otros países para sobrevivir y aunque esto genera el
progreso económico de países pequeños como el nuestro, el intercambiode recursos acrecienta
la huella ecológica de todo el planeta.
Libro: Ciudades para un pequeño planeta. Capítulo IV
2. LONDRES: LA CIUDAD HUMANISTA
Autor del libro: Richard Rogers
En grandes ciudades como Londres y Gran Bretaña, la distinción entre ricos y pobres es muy
marcada debido a que los gobiernos de estas ciudades solo prestan atención a sectores ya
consolidados e importantes del país para mejorarlos e impulsar el renombre de su
administración y de los sitios que ellos frecuentan, dejando los lugares pobres y abandonados ya
que no son punto importante y su calidad de vida, salud o simplemente un pequeño refugio no
es de su interés ni de su afectación personal.
Como en todas las ciudades del mundo, el uso del automóvil es prioritario al transporte peatonal
o de bicicletas, Londres no es la excepción. Este problema se incrementa por la implantación de
zonificaciones de actividades dentro de la ciudad en lugar de recurrir a la compactación de la
ciudad. El automóvil incluso disminuye la confianza de la gente en la calle, los mantiene en
alerta permanente y disminuye el sentido de comunidad, maduración eindependencia de los
niños pequeños a quienes se les pone en peligro si salen a jugar en la calle con sus amigos o se
les envía solos a la escuela. En mejora de esta situación se debe incentivar al uso del transporte
público incluso debería ser gratuito.
Todas las acciones de los seres humanos generan impacto en la naturaleza y si se tratara de
escoger entre el desarrollo económico y el sostenible, el primero le llevaría mucha ventaja ya
que el dinero nos permite obtener cosas a corto plazo o inmediatamente e incluso sirve para
heredar a generaciones futuras, mientras que la sostenibilidad significaría sacrificar muchas
comodidades para obtener réditos que tal vez ni siquiera podamos disfrutar en un futuro a largo
plazo pero de igual manera si lo cuidamos ese futuro sano y no contaminado quedará para la
población venidera.
Libro: Ciudades para un pequeño planeta. Capítulo IV