1. 158 ¡HOLA! viajes
T
IENE LA AUTOVÍA MADRID-VALENCIA
algunos desvíos tentadores en
los que hacer parada. Uno de
ellos lleva a lo alto del cerro Cabeza
de Griego, donde se levanta una ciu-
dad a imagen y semejanza de Roma,
que hay que contemplar a la caída
del sol. Posee teatro, anfiteatro, ter-
mas, muralla, foro...: memoria de
un próspero pasado y sorpresa en
un paisaje que poco ha cambiado
desde época romana. En este con-
junto arqueológico, el mejor con-
servado del occidente del Imperio y
el más importante de la meseta, es
fácil sentir el latido de Roma. Por
eso y porque sus restos son realmen-
te impresionantes, Segóbriga es la
estrella de una ruta romana por la
provincia de Cuenca que pasa tam-
bién por los ricos yacimientos de Er-
cávica y Valeria y finaliza en el Mu-
seo Provincial de la capital.
Lo mejor es comenzar la visita en
el Centro de Interpretación, para ir
tomando medidas a esta ciudad que
nació como castro celtibérico, se con-
virtió tras la conquista romana en un
oppidum o ciudad celtibérica y vivió su
época más esplendorosa en tiempos
de Augusto. Un esplendor que se de-
bió, en buena parte, a la explotación
del lapis specularis, un yeso cristaliza-
do y transparente que servía para ce-
rrar ventanas y cuyas minas Plinio dio
a conocer a los cuatro vientos. Tras la
conquista islámica llegaría la deca-
dencia, aunque gracias a ello, por
fortuna, se preservó en el tiempo.
INTEGRADO EN EL PAISAJE, y a semejanza
de una vivienda romana, el moderno
Centro de Interpretación ilustra so-
bre el origen y la historia de la ciu-
dad, su economía minera, sus princi-
pales monumentos, la vida diaria…
Incluso pueden contemplarse en él
piezas arqueológicas originales, co-
mo el retrato de Agrippina Maior y
otro de Vespasiano.
Después, de lo que se trata es de
echarse a andar para ir descubrien-
do el parque arqueológico sobre el
terreno. Primero el anfiteatro, para
más de 5.000 espectadores; luego,
el teatro, el más sobresaliente, don-
de si coincide conviene asistir a un
concierto de música clásica; a conti-
nuación, los restos de una muralla
que llegó a tener 1.300 metros; y
por último, el criptopórtico del fo-
ro y de la curia, las termas, el foro
—el gran descubrimiento de las úl-
timas décadas—, la basílica, el tem-
plo de culto imperial, las termas
monumentales y, lo más nuevo, un
recorrido por el circo y la necrópo-
lis de incineración, porque de la
acrópolis, donde pudo estar el tem-
plo de la divinidad protectora de la
ciudad, y de la basílica visigoda,
apenas queda nada.
Con una buena cantidad de pie-
dras de Segóbriga se levantó no muy
lejos el monasterio de Uclés, al que
se llega tomando el segundo de los
desvíos que hay que coger en el ca-
mino de Madrid a Valencia. Tiene
Uclés anotada una fecha para el re-
cuerdo: mayo de 1643. Y, sin embar-
go, esa fecha no figura en su libro
de historia, sino en la memoria de
sus vecinos. Fue la magia del cine la
que hizo que durante unos días la
bella llanura de Uclés se convirtiera
en el campo de batalla de Rocroi, en
la que los tercios españoles fueron
derrotados por las tropas francesas,
y las estancias de su monasterio en
un decorado sin trampa ni cartón.
Todo esto sucedía en el rodaje de la
película Alatriste, que, gracias a su di-
rector, Agustín Díaz Yanes, trajo has-
ta Uclés al mismísimo Vigo Morten-
sen, quien dio vida al héroe creado
por Arturo Pérez–Reverte.
LEJOS YA AQUELLOS DÍAS de grandes ba-
tallas, duelos de espadachines, explo-
siones y sonidos de picas, Uclés es un
pueblo para descubrir con calma; pe-
queño, aunque en otro tiempo tuvo
gran renombre, como corroboran
sus casas, sus escudos, sus restos de
murallas y, sobre todo, el monasterio
de la Orden de Santiago.
Mucho antes de llegar a él se adivi-
na el conjunto que forman el castillo,
la iglesia y el monasterio, un sobrio
edificio con empaque conocido co-
mo el Escorial de La Mancha en el
que estuvo preso Quevedo y descan-
sa Jorge Manrique, quien antes de
morir formuló su deseo de ser ente-
rrado junto a su padre, maestre de la
Orden de Santiago.
Después de dedicar un tiempo a
la visita, toca perderse por esta locali-
dad cargada de historia, a sólo cien
kilómetros de Madrid. ¡H!
CUENCA Segóbriga y Uclés
La MESETA CASTELLANO-MANCHEGA invita a una escapada mitad arqueológica, mitad
monumental. Si en Segóbriga es fácil sentirse un romano entre sus ruinas, en Uclés, donde se roda-
ron muchas escenas de su versión cinematográfica, se reviven las andanzas del Capitán Alatriste.
DE ROMA A HOLLYWOOD
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Plinio situó las minas de lapis spe-
cularis de Segóbriga en un extremo
de la Celiberia, entre la calzada de
Cartago (Cartagena) y Complutum
(Alcalá de Henares), de la que ve-
mos junto a estas líneas inscripción
monumental. En la otra página, fa-
chada del monasterio de Uclés.
3. cómo llegar
Segóbriga se encuentra a 104 km de
Madrid, en el término de Saelices, junto
a la autovía A-3. Para llegar a Uclés
hay que tomar la salida 90 de la autovía
de Levante, a 70 kilómetros de Cuenca.
cuándo ir
A Segóbriga, en cualquier época,
excepto en verano. A Uclés, todo el año,
y especialmente a mediados de agosto,
durante las Jornadas Medievales.
Y, para los amantes de la poesía, a
finales de abril, durante las Jornadas
‘Triángulo Manriqueño’. También seguir
la ruta turístico-literaria de las
Coplas a la muerte de mi padre de Jorge
Manrique es una excusa perfecta.
qué ver
PARQUE ARQUEOLÓGICO DE
SEGÓBRIGA. Es uno de los conjuntos
más significativos de la Península
cuyos orígenes son de la Edad
del Hierro, aunque su esplendor fue
en época romana, destacando su teatro
y anfiteatro. Se ubica en Saelices
y cuenta con un moderno Centro
de Interpretación [Cierra lunes,
excepto festivos. Entrada: 5 €].
MONASTERIO DE UCLÉS. Es el
mayor atractivo de Uclés y fue escenario
de la película Alatriste. El monasterio
renacentista con decoración barroca
consta de una iglesia y un convento
articulado en torno a un bello claustro
y fue sede de la Orden de Santiago.
En él reposan los restos del poeta Jorge
Manrique [Abierto todo el año. Tel. 969
13 50 58. Entrada: 4 € con audioguía].
VILLA DE UCLÉS. Se organiza en torno
a la plaza Mayor y conserva varios
magníficos ejemplos arquitectónicos,
incluido el ayuntamiento, algunas casas
y palacios nobles y la curiosa fuente
de los Cinco Caños. De su poderoso
castillo en lo alto aún son visibles la
torre albarrana, un lienzo de muralla
y dos torreones y el Arco de la Fuente.
dónde dormir
CASA PALACIO [Uclés,
lacasapalacio.com]. Casa señorial del
siglo XV que perteneció a la Orden de
Santiago. Conserva su encanto original.
LA ESTACADA [Tarancón,
fincalaestacada.com]. Complejo
enoturístico asomado a los viñedos.
EL JARDÍN DE SAN BARTOLOMÉ
[Carrascosa del Campo, tel. 639 66
54 37 / 969 12 41 86]. Casa señorial
de 1840 con un meditado proceso
de rehabilitación y decoración.
dónde comer
CASAS DE LUJÁN [Saelices,
casasdelujan.es]. Recetas
tradicionales en un paraje de gran
belleza natural. LAS TERMAS DE
SEGÓBRIGA [Segóbriga, tel. 969 13
43 97]. Cocina tradicional y a dos pasos
de las ruinas romanas. LAS REJAS [Las
Pedroñeras, manueldelawosa.com].
Merece la pena desplazarse 60 km
para comer en el restaurante de Manuel
de la Osa, que ocupa uno de los puestos
de honor de la gastronomía nacional.
Una estrella Michelin.
más información
PATRIMONIO DE CASTILLA-LA
MANCHA, tel. 629 75 22 57
Guía práctica
Claustro del monasterio de Uclés, del siglo XVII. Abajo, restos
de la ciudad de Segóbriga. A la derecha, anfiteatro de la ciudad
que fue levantada a imagen y semejanza de Roma en el cerro
Cabeza de Griego; abajo, castillo de Belmonte, concebido
como una fortaleza-palacio por el primer marqués de Villena.
4. Dar una vuelta por el castillo de Belmonte, uno de los más bellos de Europa y cuya historia está
poblada de leyendas e intrigas. Situado sobre un cerro altanero y protegido por una densa made-
ja de murallas almenadas, fue una de las viviendas predilectas de Eugenia de Montijo. Ha sido
escenario de películas míticas como El Cid, con Charlton Heston y Sofía Loren, o Don Quijote de la Mancha.
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