El documento describe las oportunidades y desafíos que plantea Internet para la Iglesia. Señala que Internet puede ser útil para el anuncio del Evangelio, la catequesis, la información y la pastoral pero no puede reemplazar la comunidad real ni los sacramentos. También menciona algunos problemas como la violencia, la pornografía y la proliferación de sitios católicos falsos. Ofrece recomendaciones para dirigentes y padres sobre el uso prudente de los medios y la educación en este tema.