Desarrollo de habilidades del siglo XXI - Práctica Educativa en una Unidad-Ca...
442 rodríguez herrera marbella guadalupe
1. 442 Rodríguez Herrera Marbella Guadalupe
Reporte de lectura de La amada inmóvil- Serenidad- Elevación- La última luna de Amado
Nervo
Amado Nervo nació en la ciudad de Tepic, cabecera del entonces Estado de Jalisco el 27 de
agosto de 1870, y hoy capital del Estado de Nayarit a partir de la constitución de 1917, murió
en Montevideo el 24 de mayo de 1919.
Me intereso lo siguiente que una vez revelo en una autobiografía escrita en España:
"Nací en Tepic, pequeña ciudad de la costa del Pacífico, el 27 de agosto de 1870. Mi apellido
es Ruiz de Nervo; mi padre lo modificó, encogiéndolo. Se llamaba Amado y me dio su
nombre. Resulté, pues, Amado Nervo, y esto que parecía seudónimo así lo creyeron muchos
en América, y que en todo caso era raro, me valió quizá no poco para mi fortuna literaria.
¡Quién sabe cuál habría sido mi suerte con el Ruiz de Nervo ancestral, o si me hubiera
llamado Pérez y Pérez!”.
Nervo es, sin duda, uno de los ejemplos más negativos de la historia critica. Escribió
durante el modernismo un movimiento de libertad que enseñaba y propugnaba la búsqueda de
la propia personalidad. En Europa conoció al mayor amor de su vida: Ana Cecilia Luisa
Dailliez, que muerta el 7 de enero de 1912, le sobrevivió en el doloroso libro de La amada
inmóvil.
Los tres poemas que he seleccionado pertenecen a su obra La amada inmóvil, los elegí
porque nos permiten acercarnos al Nervo más personal, nos adentra junto con él a sus
emociones tras la muerte de su querida Ana después de diez años de matrimonio, en cada uno
de sus poemas nos cuenta en forma de poesía qué es lo que piensa de el amor de su vida y
trata de hacerle recordar que la extraña y la sigue amando aunque no este aquí
2. “Nihil novum” ya los tendrán sin remedio
¡Cuántos, pues, habrán amado los que caminan detrás.
como mi alma triste amó...
y cuántos habrán llorado Mi libro sólo es, en suma,
como yo! gotícula entre la bruma,
molécula en el crisol
¡Cuántos habrán padecido del común sufrir, renuevo
lo que padecí, del Gran Dolor: ¡Nada nuevo
y cuántos habrán perdido bajo el sol!
lo que perdí!
Canté con el mismo canto, Mas tiene cada berilo
lloro con el mismo llanto su manera de brillar,
de los demás, y cada llanto su estilo
y esta angustia y este tedio peculiar.
“El resto, ¿Qué es?” “Seis meses”
Tú eras la sola verdad de mi vida, ¡Seis meses ya de muerta! Y en vano he
el resto, ¿qué es? pretendido
Humo... palabras, palabras, palabras... un beso, una palabra, un hálito, un
¡mientras la tumba me hace enmudecer! sonido…
Tú eras la mano cordial y segura y, a pesar de mi fe, cada día evidencio
que siempre estreché que detrás de la tumba ya no hay más que
con sentimiento de plena confianza silencio…
en tu celeste lealtad de mujer. Si yo me hubiese muerto, ¡qué mar, qué
Tú eras el pecho donde mi cabeza cataclismos,
se reposó bien, qué vértices, qué nieblas, qué cimas ni qué
oyendo el firme latir de la entraña abismos
que noblemente mía sólo fue. burlaran mi deseo febril y omnipotente
Tú lo eras todo: ley, verdad y vida... de venir por las noches a besarte en la
El resto, ¿qué es? frente,
de bajar con la luz de un astro zahorí,
Junio, 4 a decirte al oído: No te olvides de mí.
Y tú, que me querías tal vez más que te
amé,
callas inexorable, de suerte que no sé
sino dudar de todo, el alma, del destino,
¡y ponerme a llorar en medio del camino!
Pues con desolación infinita evidencio
que detrás de la tumba ya no hay más que
silencio…
Julio, 7, de 1912
3. Como pudimos ver, Amado Nervo utiliza el verso y la prosa, aunque en sus obras
resalta más el verso ya que destacaba más en la época del Modernismo, utiliza la rima y su
poesía utiliza métrica y un poco de ritmo, ya que no en todos sus poemas es muy notado. Es
muy notorio que toma como apoyo la retórica, y esta le ayuda a darle más sentimiento a cada
uno de sus poemas.
Sarah Bollo, poeta Uruguaya nos comenta en la Revista Nacional Ministerio de
Instrucción Publica “La madre le dio con el nacimiento, la interna voz poética, su
sensibilidad agudizada, su dolorosa ternura. Mujer de talento, hizo versos que ocultó
sabiamente. Para ella, su hijo fue ella misma en una existencia mejor, su ideal, su sueño.
Amado respondió con creces al deseo materno de realización y de gloria y puso siempre a los
pies de esta dulce mujer los laureles que ella, ocultando su talento, parecía haber secretamente
reservado para la pensativa figura de su hijo. La familia era de clara estirpe católica, pues dio
una hija adolescente al convento.”
Del bardo parisién, elegante y alegre del «Éxodo y las Flores del camino», hasta el
poeta reflexivo y triste de la «Amada Inmóvil» y «Elevación», hay un constante
desvelo conseguido de transparencia, de pureza, de simplicidad. Antes, hermosos
ritmos pueriles, alegría de vivir; ahora la palabra noble y sabia, la resignada serenidad
del que sólo aguarda la hora para emprender el gran viaje; antes el asombro ante el
mundo múltiple y hermoso, lleno de llamadas; ahora la atención concentrada sobre la
luz del espíritu que como un gran lirio llameante se multiplica y acrecienta. Del
universo al espíritu es el viaje de Nervo, porque en el fondo de su alma y detrás de su
párpado hay dos dulces imágenes perdidas, que sólo vuelven a vivir bajo la mirada
interna y silenciosa del poeta. Poeta del silencio, poeta de los fervores íntimos, del
amor perdido; deseoso de besar el rostro de Dios y cadenas humanas lo retienen
postrado en la sombra; profeta de la serenidad resignada después del día rojo de la
4. angustia y el grito; su amortiguada epopeya de cantor del cristiano sentimiento en los
profanos días del arte, escrita para alivio de su corazón, ha llegado hasta nosotros que
reverentemente la escuchamos.
Una recopilación de sus obras en prosa ya conocidas y de otras inéditas hasta
entonces apareció póstumamente en la edición que, en 1938, publicó Alfonso Méndez
Plancarte, acompañándola por el estudio Mañana del poeta. Entre sus obras narrativas
merecen citarse Pascual Aguilera, El domador de almas, los cuentos de Almas que
pasan (1906) y algunas de las novelas cortas y narraciones escritas en los años
postreros de su vida. Sus Obras completas, ordenadas por el escritor y humanista
Alfonso Reyes, que se encargó de la edición, aparecieron en Madrid, de 1920 a 1928,
en veintinueve volúmenes.
A mi parecer Nervo, es un gran poeta, a medida como fui leyendo sus libros
puedo concluir que es una persona que de una manera exquisita y tan sencilla nos deja
entender su poesía, estas no requieren de un cierto grado de conocimiento (ya sea
verbal o de otro tipo) para entenderle, después de leer nos deja un poco sensibilizados
al saber como receptor lo que nos narra poemas tras poemas.
Bibliografía
Nervo,A.(1971).La amada inmóvil- Serenidad- Elevación- La última luna. Editorial Porrúa,
S.A.: México