Este documento ofrece tres reflexiones para la vida diaria. Primero, que Dios quiere usar incluso los pequeños talentos y dones de una persona para bendecir sus vidas y las de otros. Segundo, que la vida es una experiencia de la cual se debe aprender con cada paso. Tercero, que aunque la personalidad de uno es fija, la actitud depende de la perspectiva y cómo se enfrentan las cosas.