La electricidad se utiliza ampliamente en la industria, la agricultura, los hogares, el comercio y los servicios públicos para mover motores, proporcionar calor y frío, procesar superficies, iluminar, hacer funcionar electrodomésticos y sistemas de información. En la medicina, los científicos han descubierto que aplicando señales eléctricas a las heridas se puede controlar y acelerar el proceso natural de curación al dirigir el movimiento celular.