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Caracteristicas Emprendedoras Personales
1. CARACTERÍSTICAS
EMPRENDEDORAS PERSONALES
Múltiples investigaciones han mostrado la importancia que tiene la persona
como factor primordial en el logro del éxito empresarial.
Poco vale tener tecnología de última generación, infraestructura edilicia del
mejor nivel, sino se cuenta con recursos humanos motivados y adecuadamente
capacitados.
Para el logro de los fines que persiguen las empresas, es necesario tomar
conciencia que el mayor capital con que se cuenta es el recurso humano y
obviamente la persona del empresario.
Toda persona tiene como parte de su estructura de personalidad fortalezas y
debilidades, que hacen en su conjunto a lo que algunos autores han
denominado como Características Emprendedoras Personales y que se las
vinculan con el éxito.
Cuando importa lograr una mayor eficiencia y eficacia en el desempeño de una
tarea, es necesario que los involucrados directa o indirectamente a la misma,
analicen no sólo la función que se desempeña sino también las aptitudes y
actitudes que se relacionan con el desempeño de ésta.
El desarrollo adecuado de determinadas características personales, contribuye
a un desempeño exitoso de la persona en su función.
Investigaciones y seguimiento realizados a personas exitosas que se
desempeñaban en diferentes tareas, dieron como resultado una lista de
características personales que se vinculan con un mayor nivel de logros. Las
mismas investigaciones han demostrado que éstas están presentes, con mayor
o menor nivel de desarrollo, en todos los individuos.
La identificación, reconocimiento y eventual desarrollo de las mismas es un
factor de importancia en el mejor desempeño laboral.
2. Las Características Emprendedoras Personales, CEPs., son las siguientes:
• Planificar
• Fijar Metas
• Crear Redes de Apoyo
• Buscar oportunidades y Tener
iniciativa
• Exigir Eficiencia y Calidad
• Tener Autoconfianza
• Ser Persistente
• Buscar información
• Ser Fiel al Cumplimiento del
Contrato de Trabajo
• Correr Riesgos
3. PLANIFICACIÓN
La planificación abarca varios procesos: determina los objetivos y las metas a
alcanzar, exige la elaboración de diagnósticos y pronósticos, programa líneas
de acción, pondera las vías alternativas de actuación.
Prácticamente en toda actividad humana, los medios y recursos son escasos y
los objetivos a alcanzar son múltiples, ésta situación que se da en todos los
campos, exige racionalizar el proceso de toma de decisiones.
En su aspecto esencial, la planificación es un arte que establece
procedimientos para la optimización de las relaciones entre medios y objetivos,
proporcionando normas y pautas para la toma de decisiones coherentes,
compatibles e integradas, que conducen a una acción sistemática organizada y
coordinadamente ejecutada.
Cabe destacar que la planificación es necesario percibirla como algo
esencialmente dinámico, un proceso continuo donde el seguimiento y el control
alimentan con información a quien planifica, permitiendo los ajustes necesarios.
Planificar presupone, en términos generales, dar respuesta adecuada a las
siguientes cuestiones:
• Qué se quiere hacer
• Para qué se va a hacer
• Cuánto se va hacer
• Por qué se va hacer
• Cómo se va hacer
• Dónde se va hacer
• Cuándo se va hacer
• Cómo se va a costear
• Quién o quiénes lo van a hacer
• Quién lo va a dirigir, coordinar y supervisar
4. FIJAR METAS
En el proceso de planificación y programación, el objetivo es la expresión
cualitativa de ciertos propósitos que se desean alcanzar con la realización de
un plan, programa o proyecto.
La meta es expresión cuantitativa de los deseos o propósitos del empresario.
La definición de una meta abarca los siguientes criterios:
M EDIBLE
A LCANZABLE
R EALISTA
E SPECÍFICA
A COTADA
R ETO
CREAR REDES DE APOYO
El ser humano vive primordialmente en grupos, ello significa crear relaciones y
vínculos de retroalimentación, que se convierten en "redes de apoyo”.
Establecer redes de apoyo momentáneas no es difícil, lo que sí resulta
complejo, es definir estrategias y planes de acción para el fortalecimiento y
mantenimiento de las mismas.
El costo que tiene la creación y el mantenimiento de las redes de apoyo, debe
ser tomado en cuenta, para confrontarlo con los beneficios que pueden
obtenerse a cambio.
Existen redes de apoyo funcionales, por ejemplo las creadas en la familia, que
tienen un alto costo de compromisos y afectos. Existiendo además lo que
llamamos redes de apoyo funcionales, que tienen como particularidad que son
las creadas con el entorno en general y donde el vínculo no tiene mayor tinte
emocional.
5. BUSCAR OPORTUNIDADES Y TENER INICIATIVA
Tomar la iniciativa significa dar los pasos que llevan a la acción de apropiarse
de un esperado beneficio, lo que requiere que calcule el riesgo involucrado en
la decisión.
Buscar o incluso crear activamente oportunidades tiene mucho que ver con
comunicación, tanto para obtener información como para hacer saber a otros
que deseo hacer, mantener a otros informados.
La iniciativa depende mucho de nuestra capacidad de correr riesgos y de
nuestro
EXIGIR EFICIENCIA Y CALIDAD
La calidad no es un concepto terminal, en el sentido de que puede fijarse un
nivel óptimo de meta a alcanzar. La mejora de la calidad es un proceso que no
tiene fin, siempre se puede mejorar el nivel alcanzado.
El énfasis debe ponerse en la planificación y en la prevención, en lugar de en el
control, la calidad es una oportunidad y la definen los clientes.
La calidad debe ser ejecutada y no simplemente controlada por lo que se
requiere de una “conciencia” de calidad.
La calidad no es un cúmulo de atributos en un producto, sino una actitud vital
capaz de impregnar hasta el último rincón de la empresa.
“La calidad es un proceso de transformación constante que
cuenta con una sola llave para acceder a su empresa, Ud.
mismo.”
AUTOCONFIANZA
Es éste un aspecto central del comportamiento humano y se encuentra
fuertemente relacionado con las demás características emprendedoras.
Tener autoconfianza no significa que la persona no comete errores sino que no
teme cometerlos.
Sin autoconfianza se sufren situaciones de indecisión y pasividad que no
permiten que se generen acciones hacia el logro de un objetivo o de una meta.
PERSISTENCIA
La persistencia es una condición para hacer realidad una idea; puede
clasificarse en persistencia sensata y persistencia ciega. No existe el logro
6. sin persistencia, pero si hay persistencia sin logro, cuando ésta se convierte en
“el objetivo”.
La falta de persistencia está fuertemente ligada a la característica de
autoconfianza. Interesa aquí el modo personal de asumir “el fracaso”. Para
muchas personas éste es un hecho que pone fin al intento de realizar su idea y
no se le ve con una actitud positiva, tal como un paso en el trayecto del logro.
Un fracaso es básicamente información sobre qué tan bien hemos elegido y
con qué nivel de disciplina hemos ejecutado las acciones que se requieren para
el logro de un objetivo y cuán bien está definido este último.
El fracaso es una luz de alarma, un indicador, que señala la necesidad de mirar
nuevamente y más de cerca, qué es lo que yo pretendo y cómo pienso llegar.
La persistencia debe entenderse en forma dinámica al incluir un proceso de
continua revisión de mis objetivos y acciones.
BUSCAR INFORMACIÓN
Recopilar la información necesaria y útil requiere muchas veces una actitud de
persistencia, ya que las fuentes no siempre son tan fácilmente detectables y
accesibles. Eso es justamente una de las razones que determinan a menudo,
el valor de la información.
Reunir datos de cualquier índole implica costos, por lo cual el esperado
beneficio debe marcar el tope hasta el cual la búsqueda de información tenga
un sentido económico. ¿Cuál es la dimensión de este beneficio? Es relativo
(según la temática) y además subjetivo, puesto que solamente yo puedo saber
cuanto me vale tener una cierta seguridad y una minimización del riesgo en una
acción.
Como información significa por lo general un costo, es indispensable planificar
esta actividad en términos de tiempo, recursos, responsabilidades, método y
técnicas involucrados. Todo ello necesita un punto de referencia que guía al
conjunto de los elementos del proceso: el objetivo.
Si no tengo realmente claro lo que busco, mejor no empiezo.
Información es futuro
CUMPLIR CON LOS COMPROMISOS
Cada día hacemos compromisos; grandes chicos, explícitos o en silencio,
dando nuestra aprobación callada. Sin embargo nuestro subconsciente, en
donde quedan en cierta manera “almacenados” y que decide sobre nuestro
nivel de autoconfianza y autoestima, no sabe distinguir. Registra sólo el
compromiso.
7. Lo mismo lo hace con los compromisos rotos, no cumplidos.
Por lo tanto, no ayuda decir que quizás llegar un poco tarde a la cita no hace
nada, o priorizar un compromiso frente a otro. Todos tienen el mismo peso. El
resultado es bastante obvio.
Puesto que los compromisos “chicos” son mayores en número, su falta de
cumplimiento tiene una influencia continuada sobre nuestra autoconfianza. Si
no creo en mí mismo, ¿cómo voy a creer en otros?.
Todo ello significa que los compromisos que hago son antes que nada
compromisos conmigo mismo.
Recuerden solamente cuanto pesan a menudo los compromisos incumplidos. Nos
persiguen en los momentos más insólitos y nos impiden actuar con más energía y
libertad.
CORRER RIESGOS
“El riesgo” es uno de los más comunes aspectos de nuestra vida y nos
acompaña permanentemente en el vaivén de nuestras ocupaciones diarias.
Este concepto que determina fuertemente nuestro comportamiento, a menudo
se nos hace presente sólo en formas extremas, mientras que en los otros
casos, lo asumimos sin darnos cuenta.
Como punto básico vale aclarar que nosotros, los seres humanos, no hacemos
nada sin tener una intención.
Podemos hablar también de “metas“ u “objetivos” al relacionar la intención, con
un plazo determinado, en el cual a nuestro juicio, se debería realizar. Pero
quedémonos, por el momento, con el término más general.
Son entonces nuestras intenciones las que hacen que actuemos. Este
mecanismo funcional hasta para nuestra “intención biológica” más elemental, o
sea, la sobrevivencia, y está asegurada a través de acciones motrices ya
programadas dentro de nuestro cuerpo en forma de instintos.
La acción misma (dirigida hacia la realización de la intención) consiste siempre
en una combinación entre un método y uno o varios medios, combinación que
nos exige siempre una decisión previa, la cual se basa por lo general, en
nuestra experiencia de vida.
El resultado producido por la acción, nos mostrará hasta que punto éste
coincide con nuestra intención original que es en cierta manera, nada más que
un “resultado imaginario”. Aquí entran en juego dos elementos que caracterizan
el riesgo: La probabilidad del fracaso y las pérdidas causadas por él.
Pueden existir además de resultados primarios, resultados secundarios, tanto
positivos como negativos. Éstos aparecen paralelos o posteriores a la toma de
acción.
Toda la temática del riesgo es básicamente un problema de toma decisiones y
elección de opciones.