BITÁCORA DE ESTUDIO DE PROBLEMÁTICA. TUTORÍA V. PDF 2 UNIDAD.pdf
La navidad y los juguetes
1. Cómo elegir el mejor juguete
para un niño
EL JUEGO ES UNA ACTIVIDAD INSUSTITUIBLE. AL JUGAR, ADEMÁS DE
ENTRETENERSE, EL NIÑO ADQUIERE TODAS LAS DESTREZAS Y HABILIDADES
QUE LE
PERMITIRÁN
DESARROLLARS
E MENTAL,
FÍSICA Y
SOCIALMENTE
No sólo es
importante jugar,
también hacerlo
con juegos
adecuados a cada
edad y situación
Jugar es sin lugar
a dudas la
actividad más
importante,
transcendental e insustituible de cualquier niño. A través del juego mejora su lenguaje,
destreza, inteligencia e imaginación, aprende a conocerse a sí mismo y al mundo que le rodea,
se motiva a superar retos y consigue integrarse en la sociedad de forma gradual.
Un niño que no juega, que no tiene juguetes, tendrá menos capacidad para desarrollarse tanto
física, como mental e incluso socialmente.
Por eso elegir bien los juguetes es muy importante. No sólo deben entretener y por supuesto
ser seguros, sino también deben ser adecuados a la edad del niño y ser capaces de desarrollar
sus facultades.
Para ello existen varios tipos de juguetes:
Juegos de movimiento: canalizan la necesidad de movimiento del menor, dando más seguridad
a su cuerpo, mejorando su equilibrio y desarrollando sus músculos
Juegos simbólicos: Son aquellos que crean situaciones. Permiten a los niños imaginar todo
tipo de aventuras en una realidad diferente a la suya. En estos juegos pueden curar, comprar y
vender, pilotar, cocinar o explorar la selva, lo que desarrolla su imaginación, lenguaje e
inteligencia.
2. Juegos de construcción: bloques de madera, castillos de arena, cabañas o figuras de
papiroflexia… con ellos el niño aprende a utilizar los objetos que tiene a su alrededor y le sirven
de ayuda para desarrollar la capacidad de atención y concentración, así como a aprender las
relaciones espaciales.
Juegos de reglas sociales: en equipos o individuales, de mesa o en la calle, todos ellos se
rigen por reglas especificas y son un medio para que el niño aprenda a respetar a los demás, a
jugar en grupo, a socializarse y respetar las normas.
Sea del tipo que sea, cada juego es adecuado a una edad y un juguete dado a un niño a una
edad que no le corresponda no sólo no le divertirá, sino que tampoco le permitirá desarrollar las
facultades y capacidades para lo que están pensados.
El juego, algo muy serio
Entre las capacidades que se desarrollan a través del juego destacan las sensoriales, ya que el
niño comienza a conocer el mundo a través de los sentidos y manipular los juguetes le ayuda a
potenciar sus sentidos.
También se desarrolla la psicomotricidad y en la primera infancia al jugar se perfecciona el
movimiento y el equilibrio. Para ello hay que buscar juegos que potencien la motricidad gruesa,
que supone la adquisición y coordinación del control global de todos los movimientos del
cuerpo (arrastre, gateo, andar, correr, trepar, pedalear), así como la motricidad fina que se
refiere a los movimientos que requieren más precisión, concentración, habilidad manual y
coordinación de ojos y manos.
Además, jugar permite también un desarrollo cognitivo, potenciando la atención, la memoria, la
creatividad, el simbolismo, el lenguaje y la expresión, la organización espacial y el
reconocimiento y diferenciación, así como la relación causa/efecto.
Jugando el niño consigue también un desarrollo social, ya que se relaciona y aprende normas,
a ganar y perder, a esperar su turno, a seguir unas reglas…. Todo ello muy útil para su vida
adulta.
Por último, hay que destacar el desarrollo afectivo. Todos los juegos van unidos a una cierta
carga afectiva y fomentan la expresión espontánea de la personalidad, la descarga de
tensiones o el desarrollo de la autonomía.
Cómo elegirlos
Dada la importancia del juego, la elección del juguete no puede dejarse al azar o seguir los
dictados de la publicidad.
3. Cuando se vaya a comprar un juguete a un niño hay que buscar los que son recomendados
para cada edad, los que llevan la etiqueta CE que garantizan su seguridad y elegir aquel que se
ajuste más a lo que queremos potenciar en el niño.
Hoy en día algunos juguetes son tan perfectos y sofisticados que pueden “jugar solos” y
convierten al niño en un simple espectador, que acaba aburriéndose y abandonándolo en un
rincón.
Por todo esto, para que un juguete resulte beneficioso debe cumplir las siguientes funciones:
- Divertir e interesar al niño.
- Despertar y activar sus facultades
Para más información se puede consulta la guía AIJU (Instituto Tecnológico del Juguete)
Recuerda:
-El niño tiene que
ser el protagonista,
el juguete debe
ayudarle a jugar
más y nunca
sustituir su acción,
dándole las cosas
hechas o
acabadas.
-Partir de las
necesidades y preferencias infantiles y no de los gustos de los adultos.
-Tener en cuenta la edad del niño y su nivel madurativo.
-Regalar juguetes variados que desarrollen funciones diferentes
-Cuidar que los juguetes sean sólidos, seguros y duraderos, para ello es imprescindible que
lleven la marca CE.
-No saturarle, sino dosificar el número de juguetes para no mantener la ilusión e interés.
-Hacer que se responsabilicen de sus juguetes. Buscar un lugar para que los guarden y
ordenen y que se encarguen ellos de recogerlos y cuidarlos
4. -Regalar libros, los cuentes le introducen en un mundo fantástico, a la vez que potencian la
atención y enriquecen su vocabulario
Hay que evitar:
-Que el juguete sea tan completo y sofisticado que el niño no pueda jugar con él y se limite a
mirarlo o a utilizarlo de adorno.
-Regalar muchos juguetes, porque el niño necesita establecer una relación afectiva con cada
uno y quererlos para sentir la necesidad de jugar con ellos.
-Creer que los juguetes más caros son siempre los mejores.
-Elegir los juguetes por la publicidad, en lugar de por sus características
Artículos elaborados con el asesoramiento de la pedagóga Mar Sánchez Marchori (Directora de MSM
Pedagogía Creativa)