2. Frenar el ajuste
Construir organización popular
D
esde que comenzó el Go-
bierno de Cambiemos, el
poder político y económi-
co de nuestro país ha desatado un
durísimo ataque contra los secto-
res populares. El ajuste, llamado
cínicamente “sinceramiento”, es-
taba anunciado: ya en la campaña
electoral del año pasado, los tres
principales candidatos lo mencio-
naban. Incluso el Gobierno ante-
rior había tomado medidas para
volver a los mercados internacio-
nales de crédito (pagos al Club
de París, a los fallos del CIADI y
a REPSOL), y había realizado una
megadevuación a principios de
2014. Pero de todas las variantes
que anunciaban estos “ajustes”,
ganó la propuesta más regresiva
política y económicamente, y la
más estrechamente vinculada con
los yanquis y los grandes empre-
sas transnacionales.
Con un “gabinete de gerentes” y
de CEOS, estas empresas se insta-
laron directamente en el control de
nuestra economía. El Gobierno de
Macri tiene una fuerte presencia de
las multinacionales y de los gran-
des bancos, con mucha menor par-
ticipación de los monopolios más
interesados en el mercado interno.
El acuerdo con los “fondos buitres”
(ver nota en pág.4) marca un nue-
vo endeudamiento gigantesco, con
el sometimiento nacional
al capital financiero inter-
nacional.
Macri promovió una inmensa ola
de despidos, que comenzó con l@s
compañer@s precarizad@s esta-
tales, y continuó con miles de des-
pidos en el sector privado, dismi-
nuyó al mínimo las obras públicas
en todo el país con miles de labu-
rantes que quedaron en la calle, y
también impulsó un nuevo ciclo de
apertura de las importaciones, ge-
nerando otros tantos despidos en
la industria. Desde el Estado se dio
una clara señal a los empresarios
de que podían despedir, disminuir
salarios reales y achicar derechos
laborales, y que l@s afectad@s no
contarían con apoyo del parte del
Ministerio de Trabajo. También se
incrementan los despidos y perse-
cuciones antisindicales, como los
que se derrotaron con una lucha
ejemplar en Tenaris SIAT de Valen-
tín Alsina (ver nota en pág. 11).
Al mismo tiempo, los brutales
ajustes en las tarifas de transpor-
te público, electricidad, gas y agua,
junto al aumento de los combusti-
bles, significaron una dura reduc-
ción de los ingresos obrer@s y po-
pulares, que han desatado luchas
de resistencia popular en muchas
provincias y ciudades, en especial
en la Patagonia. Estas resisten-
cias vienen logrando ponerle un
tope (muy caro para el pueblo), y
generan el odio de las mayorías a
Aranguren, el Ministro de Energía
y ex CEO de Shell, una de las em-
presas favorecidas por las compras
de combustible estatal.
A los despidos y los tarifazos,
se suma la inflación creciente, que
según los índices oficiales ronda el
25% en los primeros cinco meses
de 2016, y más del 40% en un año.
La devaluación, superior al 50%,
incrementó las ganancias para las
multinacionales aceiteras y sojeras,
y también para los grandes bancos.
Mientras los de arriba ganan cada
vez más, cae el consumo popular,
y se incrementan la pobreza y la
indigencia (más de 1.500.000 nue-
vos pobres, en los primeros cuatro
meses del año, y un aumento de la
indigencia del 5 al 7% en sólo un
trimestre, según el Observatorio
Social de la UCA).
Resistencia obrera
y popular
Frente a las políticas de ajuste sal-
vaje, ya planteadas con distintos
matices por las principales fuerzas
políticas, volvemos a comprobar
que en nuestro pueblo y en nuestra
clase trabajadora existe un impor-
tante piso de organización social y
una destacada capacidad de movi-
lización.
En los primeros seis meses del
Gobierno de Cambiemos, se desa-
rrollaron grandes luchas de esta-
tales y docentes (en especial, en
Santa Cruz, Tierra del Fuego, Men-
doza y Santiago del Estero, y tam-
bién entre los judiciales y los profe-2
3. sionales de la salud en la provincia
de Buenos Aires). Las luchas contra
los despidos de trabajador@s pre-
carizad@s en el Estado nacional,
con el protagonismo de l@s compa-
ñer@s de los Ministerios de Trabajo
y de Economía, no han concluido.
También pelearon los petroleros en
la Patagonia, contra los despidos y
la reducción del salario real. Las lu-
chas populares han logrado limitar
la política represiva del macrismo,
que no puede aplicar plenamente
su famoso Protocolo Antipiquetes.
Las movilizaciones nacionales de
ATE, la enorme convocatoria del
pasado 24 de marzo a 40 años de la
dictadura genocida, y especialmen-
te la movilización de las centrales
sindicales del 29 de abril mostraron
la importancia de la unidad de ma-
sas, aunque muy condicionada por
el peso de las distintas alas de la
burocracia sindical.
Finalmente, los gremios que lle-
varon adelante conflictos masivos
(como la CONADU Histórica de los
docentes universitarios, con una re-
novada participación del movimiento
estudiantil; los bancarios; o la Fede-
ración Aceitera, con el recuerdo de
la gran lucha de 2015, entre otros)
consiguieron aumentos salariales
superiores. Las movilizaciones de
organizaciones de desocupad@s,
cooperativistas y precarizad@s
también vienen construyendo uni-
dad para luchar contra el hambre
y la precarización. Es evidente que
las luchas masivas y organizadas
pueden derrotar la baja de los sala-
rios reales, que es una política cen-
tral del Gobierno macrista.
El veto a la Ley Antidespidos
(que, aunque bastante tibia, hubiera
sido una medida favorable a l@s tra-
bajador@s, promovida por las con-
ducciones de las CGTs y las CTAS,
con apoyo de las distintas fraccio-
nes del peronismo) mostró clara-
mente que el Gobierno nuevamente
privilegiaba su vínculo con las gran-
des empresas. La mayoría de las
conducciones de la CGT, mientras
debaten su reunificación burocrática
para cumplir su rol como “factor de
poder”, salvo la promesa de una jor-
nada de ollas populares no pararon
ni se movilizaron, a cambio de nue-
vos fondos para las Obras Sociales
(2.700 millones de pesos).
Frente a las deserciones de los
burócratas de siempre, es más ne-
cesario que nunca trabajar por pro-
mover acciones de unidad de los
y las laburantes, en línea con las
inmensas tradiciones de lucha de
nuestro pueblo en la historia.
Bicentenario
de la Independencia:
Una perspectiva política
A 200 años de la Declaración de
la Independencia, estamos en pre-
sencia de un Gobierno fuertemente
vinculado al imperialismo yanqui,
que sucede a un Gobierno que
intentó durante una década poner
equilibrios entre l@s trabajador@s
y las empresas, con el viejo mo-
delo de la conciliación de clases.
Como ya ha ocurrido en nuestra
historia, esas políticas se quedan
a mitad del camino, y sin la fuerza
política organizada de nuestra cla-
se trabajadora y de nuestro pue-
blo, pasamos a una etapa de aún
mayor explotación por parte de los
poderosos de siempre.
Por eso, las corrientes de iz-
quierda clasista y antiimperialis-
ta, antipatriarcal y revolucionaria,
tenemos una tarea inmensa por
delante: ser parte central de las lu-
chas populares, promover la más
amplia unidad de l@s de abajo, y al
mismo tiempo, ir construyendo una
alternativa política antiimperialista,
masiva y de clase, que ligue nues-
tras necesidades de todos los días.
Es más necesario que nunca que
construyamos un programa político
de masas, que tome los ejem-
plos de lucha de la historia de
Nuestra América y de nuestra
patria, con una perspectiva an-
tiimperialista y de poder.
En ese camino, hay que ac-
tuar para derrotar los planes de
nuestros enemigos de siem-
pre, buscando tenazmente la
masividad y la combatividad
de las mayorías populares,
aún incluso en una unidad tác-
tica con sectores que no irán
hasta el final en estas luchas,
y a la vez, abrir caminos para
la liberación nacional y
social de nuestro país
y de nuestro continente. 3
4. Reendeudamiento:
una promesa de campaña
que se cumple
7, 10 y 12 años con tasas levemente inferiores
al 7 por ciento, que nuevamente incluyen la se-
sión de soberanía jurídica a favor de los tribu-
nales del Estado de Nueva York. Estos bonos
son la garantía del préstamo puente negociado
con bancos internacionales por 5.000. Con esta
operación se ha cambiado deuda interestatal
por deuda externa, claro que potencial porque
el Estado podría recuperarla a fin de año.
3. Por la negociación con los fondos buitre el Es-
tado nacional realizó una emisión récord de
bonos a 5, 10 y 30 años por 16.500 millones
de dólares a una tasa promedio del 7.5%. A los
buitre les pagó un total de 11.684 millones de
dólares (2.190 corresponden a tenedores que
no tenían sentencia, 6.562 a los que tenian fa-
llos a favor y 3.311 a los bonos con legislación
de otras jurisdicciones) a esrto hay que que
sumarles unos 300 millones que serían los ho-
norarios de los abogados de los fondos y otros
ítems. La diferencia de unos 4.500 millones irá
para financiar déficit y obras de infraestructura
según resolvió el Congreso nacional.
Si se estima provisoriamente un PBI anual de unos
500.000 millones la deuda pública total representa un
poco más del 50% del PBI, pero para este año faltan
resolver vencimientos de capital e intereses por 2.600
millones en dólares a lo que hay que agregar el finan-
ciamiento en pesos del déficit fiscal, que el gobierno
parece estar decidido a no reducirlo rápidamente por-
que las últimas medidas de corte social implican más
gasto público. Por otro lado está también el financia-
miento de los altos intereses que se pagan por las
Lebac y que en el proyecto de blanqueo de capitales
estaría incluida la emisión de un nuevo bono.
Así las cosas el camino del reendeudamiento re-
cién comienza.
S
i hay algo que el gobierno Macri está cumplien-
do al pié de la letra de su campaña son las pro-
mesas de desregulación de la economía y la
“integración al mundo”, léase el regreso a un ciclo de
endeudamiento externo.
Si la administración kirchnerista hacía de su políti-
ca de desendeudamiento externo una virtud –sin tener
en cuenta las implicancias de los pagos con reservas
menos aún los costos del endeudamiento interno- la
administración Macri presenta como su principal virtud
la buena letra frente a los organismos y al poder finan-
ciero internacional para generar confianza y atraer ca-
pitales. Es una lógica inversa a la anterior que se acen-
túa ante la comprobación que la prometida lluvia de
dólares una vez levantado el control de cambios (mal
llamado cepo) apenas si es una garúa y exclusivamen-
te de capitales financieros que vienen a aprovechar las
altísimas tasas que paga el BCRA, de productivos por
ahora nada. Por eso el nuevo blanqueo de capitales
para tratar de ingresar nuevos capitales al sistema.
En lo que va del gobierno Macri :
1. Se convirtieron yuanes del swap chino por
3.086 millones de dólares con los que se refor-
zaron las reservas.
2. Se efectivizó el llamado nuevo megacanje. El
cambio de 16.000 millones en Letras del Tesoro
Nacional, intransferibles y a muy baja tasa, en
poder del BCRA, por bonos con vencimientos a
Eduardo Lucita *
* miembro de Economistas de Izquierda (EDI)4
5. Movimiento piquetero
en resistencia
5
los conflictos de los trabajadores estatales y privados,
así como las respuestas reciprocas a la solidaridad
con los conflictos de los movimientos por parte de los
sectores de trabajadores más combativos. Es sin du-
das, lo que más preocupa al gobierno, el entrelaza-
miento de la solidaridad entre trabajadores ocupados,
desocupados y las barriadas más humildes. Los con-
flictos de docentes y petroleros del sur argentino, de
estatales en La Plata, la unidad piquetera, los conflic-
tos en Santiago del Estero, Jujuy; Mendoza, Rosario,
en defensa de la educación pública y gratuita, etc., van
marcando el camino y señalando que por abajo se or-
ganiza la resistencia en unidad contra los planes pro
imperialistas y de profundización de la dependencia.
El inmenso ajustazo que viene practicando el go-
bierno que como resultante agudiza la precarización
de la vida del pueblo trabajador, requiere de un nivel de
respuesta para derrotarlo que aun no se ha alcanzado.
Se intensifica el conflicto social y va enfrentando esta
política, se recorren caminos de unidad y se discute
pero se avanza en unidad, es aún insuficiente, pero
muestra todos estos síntomas alentadores. Se trata de
persistir y tener cintura, para fortalecer el movimiento
de resistencia general y poder proyectar una estrategia
de acción y de lucha política y social, que prefigure el
horizonte de cambio social y que encuentre los cami-
nos de su realización. A 40 años del golpe genocida y
en los 200 años de la independencia, los trabajadores
y el pueblo merecemos conquistar la inde-
pendencia definitiva.
S
i una característica se observa en el panorama ge-
nerado por el ajuste del macrismo en las barriadas
humildes, es la puesta en movimiento de sus ha-
bitantes en busca de recursos alimentarios y actividades
laborales que les permitan recuperar en parte la caída es-
trepitosa de sus sustentos y calidad de vida.
Tal situación, inmediatamente percibida por los mo-
vimientos sociales que atesoran la experiencia de 20
años de lucha por trabajo, dignidad y cambio social,
puso en marcha con mayor intensidad de la que venía
practicando el reclamo al estado, por alimentos para
comedores y merenderos, planes de trabajo, reactiva-
ción de los programas existentes como Ingreso Social
con Trabajo (Argentina Trabaja), tanto en CABA, cono
urbano bonaerense y en las provincias del país. Un
movimiento organizado de los barrios por parte de las
organizaciones piqueteras, centros culturales, clubes,
bachilleratos populares, etc., que en su derrotero nunca
ceso, ya que la pobreza nunca fue erradicada y la bre-
cha entre ricos y pobres se ensancho.
Todas las alarmas del gobierno derechista están
encendidas, sabe con toda claridad que el conflicto
social se agudiza por su política de ¨pobreza cero¨
que más se parece a un plan de aniquilamiento social
que el ataque a las causas que generan la pobreza.
No obstante, van tomando medidas de asistencia que
contengan la situación de desborde que por cierto, son
de asistencia, no soluciones. Como nadie esperaba
otra cosa, acompaña lo que hasta ahora es más una
campaña propagandística que medidas efectivas con-
tra el hambre y la desocupación, con un incremento
de las acciones represivas selectivas. En esta mate-
ria, también se basa en el ¨ensayo y error¨, las últimas
medidas del Frente de Lucha de los movimientos en
capital, mostraron el despliegue de fuerzas de choque
y acción psicológica, aunque no llegaron al enfren-
tamiento por la utilización acertada de la prensa por
parte de los movimientos que expresaron claramente
quien rompía las tratativas alcanzadas, el gobierno, y
se rodeaba de la mayor solidaridad social y política
para sostener el reclamo.
Otra característica ampliamente plausible y que se-
ñaláramos, es la acción solidaria del movimiento con
6. Para lograr “Ni Una Menos”
6
U
na vez más, la Avenida de Mayo colmada de
punta a punta por la movilización que en miles
de carteles caseros, coloridos, intervenciones
artísticas despliega con alegría, creatividad y fuerza,
reclamos y denuncias que unen a miles de mujeres de
todas las edades, con sus organizaciones (barriales, es-
tudiantiles, políticas, de Derechos humanos, culturales,
sindicales, de “género”) y “sueltas” o independientes, en
la Segunda Jornada nacional por “Ni una menos”. Lo mis-
mo en calles y plazas de ciudades y pueblos. Y en plazas
y calles también, varones, diversas identidades sexua-
les, niños, niñas movilizadas dan cuenta de un enorme
crecimiento del movimiento de mujeres, que nutriéndose
y entrelazándose con grandes experiencias combativas
y de lucha de nuestro pueblo ha logrado dar visibilidad y
crear conciencia sobre las más graves consecuencias de
la opresión de género: femicidios; violaciones; muertas
por abortos clandestinos; la judicialización de las mujeres
pobres cuando abortan; la violencia obstétrica; la violen-
cia institucional, patrimonial y económica; víctimas de las
redes de tratas.
Parte de ese crecimiento se expresa en la exigencia
al Estado de políticas y medidas concretas que protejan
la vida de mujeres y miembros de diversas identidades o
elecciones sexuales, a través del reclamo de leyes, pro-
gramas, presupuesto, investigación y castigo en casos
de abuso o violencia, interviniendo combativamente des-
de barrios, centros de estudio, sindicatos, con unidad de
organizaciones populares.
Los talleres de formación y campañas con-
tribuyen a la visibilización y conciencia de la
violencia obstétrica, institucional, pa-
trimonial y económica, y a enfrentar
la judicialización (que a veces incluye
privación de la libertad) de mujeres
pobres en casos de aborto o defensa
propia ante violencia física o sexual.
Aquí el Poder Judicial tiene la celeri-
dad que no aparece cuando se trata
de defender o prevenir.
La Campaña contra las Violencias
hacia las Mujeres (que integramos
como MULCS-Buenos Aires) nos dice
que en Argentina no hay estadísticas
oficiales al respecto, estimando que “en 2015 murieron
286 mujeres en manos de parejas y ex parejas, 214 ni-
ñxs quedaron huérfanos por este motivo y 500 mujeres
desaparecen cada año por las redes de trata. Más de
100 mueren y 60.000 terminan hospitalizadas a causa
de abortos clandestinos. Apenas 3.500 se animan a de-
nunciar cuando sufren una violación”.
Mayores porcentajes de trabajo en negro, menores
sueldos, la “doble tarea” por imposición del cuidado del
hogar y los niños, enfermos y ancianos son la “norma-
lidad” sobre la que golpea especialmente la política de
ajuste, despidos y tarifazos que el actual gobierno de
gerentes de las multinacionales descarga afectando es-
pecialmente sobre las mujeres, profundizando la pre-
carización de la vida, desmantelando centros de salud
y programas de protección, la falta de obras públicas y
7. necesitamos terminar
con el capitalismo
7
que millones de trabajadores nazcan, se alimenten, es-
tén en condiciones de producir con su fuerza de trabajo
las mercancías y sus “ganancias”.
Protagonistas de importantes luchas, pilar del surgi-
miento en los 90 de los movimientos de desocupados,
símbolo con las “Madres” de la resistencia a la Dictadu-
ra, sostén desde “comisiones de mujeres” de enormes
luchas obreras, necesitamos comprender que sólo será
posible terminar con la opresión patriarcal como parte
de la lucha por terminar con el capitalismo, con los privi-
legios de la clase que nos explota y oprime.
Y en esa lucha política construir el poder capaz de
romper todas las cadenas de la opresión. Reconocer y
desarmar los privilegios sexistas junto al lastre de mise-
rias individualistas que nos traban es también parte de
las tareas necesarias para fortalecer nuestras
organizaciones en el camino de construir una
sociedad sin explotación, ni egoísmos.
alimentos en escuelas y jardines, dejando a miles de
mujeres sostenes de hogar sin trabajo remunerado.
Con la ley de aborto libre, seguro y gratuito aún pen-
diente, se han logrado otras leyes que reconocen dere-
chos, pero su aplicación efectiva tropieza siempre con
el Estado patriarcal y el machismo de sus instituciones.
Si bien el patriarcado, como sistema de opresión,
no comenzó con el capitalismo, este sistema econó-
mico lo necesita para perpetuarse, así como lo ne-
cesitó, junto a los genocidios con que conquistaron
territorios, para imponerse y consolidarse, apropián-
dose sin pago del trabajo hogareño necesario para
8. La clase trabajadora y la lucha
8
A
ctualmente, el imperialismo
yanqui viene incrementan-
do su hegemonía política en
nuestro continente. El golpe parlamen-
tario en curso en Brasil, el gobierno
pro-norteamericano de Macri en nues-
tro país, y la ofensiva económica, po-
lítica contra la Venezuela Bolivariana
(ver notas en págs. 14 y 15) son los
elementos más destacados de esa
ofensiva. Los EEUU intentan realizar
nuevos Tratados de Libre Comercio,
a más de una década del fracaso del
ALCA, y constituir nuevas áreas inter-
nacionales de comercio (como el TPP,
el Tratado Trans- Pacífico, que involu-
cra a países del sudeste asiático, de
Oceanía, y al bloque pro-yanqui de la
Alianza del Pacífico, integrado por Mé-
xico, Colombia, Chile y Perú). Se trata
de una política norteamericana para
ampliar sus mercados en una región
decisiva para EEUU, y para debilitar la
influencia china en esa zona. También
avanzan en el Tratado de Libre Comer-
cio entre el MERCOSUR y la Unión
Europea.
Para los bloques imperialistas,
Nuestra América es esencial por contar
con la mayor reserva de agua dulce del
mundo, con la mayor superficie culti-
vable, y con siete de los diez mayores
países mineros a nivel internacional.
Los EEUU militarizan las relaciones in-
ternacionales, con el Comando Sur en
nuestra región, con el fin de asegurarse
el acceso a esos recursos y el mayor
control de los Gobiernos nacionales.
En este marco, desde su surgi-
miento los gobiernos neodesarrollis-
tas, como Brasil y Argentina,
no se apoyaron en el protago-
Desde el MULCS, conside
de los trabajadores y trabaj
imperialistas que atraviesa
necesidad estratégica, y qu
rica, y también profundam
intentamos explicar brevem
nismo real de l@s trabajador@s y el
pueblo, sino que más bien los utiliza-
ron como base social “de maniobra”.
Esta política, marcada por sus evi-
dentes intereses de clase, los dejó en
peores condiciones ante el avance del
imperialismo yanqui y sus socios loca-
les más cercanos, cuando empezaron
a caer los precios de los productos pri-
marios exportables de nuestras eco-
nomías. En los procesos más antiim-
perialistas, entre los países del ALBA
(Alianza Bolivariana para los Pueblos
de Nuestra América), la presencia polí-
tica de la clase trabajadora no ha sido
tan relevante como es preciso.
L@s trabajador@s y los pueblos
necesitamos una perspectiva antiim-
perialista profunda, que se vincule a
la imprescindible transformación so-
cial de nuestros países. Las luchas
antiimperialistas deben ligarse más
estrechamente que nunca a las reivin-
dicaciones más urgentes y sentidas de
nuestra clase trabajadora y de los sec-
tores populares.
La dependencia económica, polí-
tica, militar y cultural que ejercen las
grandes potencias nos exigen analizar,
de cara a las amplias mayorías obre-
ras y populares de Nuestra América, el
papel de las grandes empresas mono-
pólicas y del imperialismo en muchos
de los conflictos sociales y sindicales,
que protagonizamos cotidianamente
distintos sectores obreros y populares.
Desde nuestra historia
Hace dos siglos, las luchas históricas
más destacadas unieron la independen-
cia de España con los reclamos popu-
lares de su época, como en las iniciati-
vas inconclusas de integración de los
sectores más oprimidos de la sociedad
colonial (los negros, indios y mulatos), y
las medidas a favor de los sectores cam-
pesinos (como intentó realizar Artigas en
el actual Uruguay). Es decir, los sectores
revolucionarios más avanzados se pro-
pusieron avanzar no solamente en la in-
dependencia nacional y continental, sino
también en los cambios económicos y
sociales que interesaran a las mayorías
populares de su tiempo en las guerras
de la independencia.
Ese proceso de luchas quedó in-
concluso en el siglo XIX, por la acción
conjunta de los imperios de su época,
especialmente de Inglaterra, y de las
clases dominantes de entonces, en
particular los grandes terratenientes,
y los dueños de los negocios mineros,
los grandes exportadores de produc-
tos primarios de esos tiempos.
Pero esa tarea inconclusa, a la mu-
chas organizaciones revolucionarias
y populares de Nuestra América lla-
mamos la Segunda y Definitiva Inde-
pendencia, no puede ser realizada por
las “burguesías nacionales”, que han
mostrado sus límites históricos para
enfrentarse a los poderes imperiales
de ayer y de hoy. En nuestro país,
esa limitación es visible en la historia
del peronismo, que tanto en su etapa
fundacional como en los años del kir-
chnerismo, nos mostró que no estaba
dispuesto a enfrentarse en serio con el
imperialismo y con los grandes capita-
les concentrados. Cada retroceso de
las burguesías locales y sus represen-
9. antiimperialista: Una sola lucha
9
eramos que unir las luchas
jadoras con las luchas anti-
an Nuestra América, es una
ue esta necesidad es histó-
mente actual. En esta nota,
mente esa perspectiva.
tantes políticos los hemos pagado l@s
trabajador@s y los sectores populares
de nuestro país, con mayor explota-
ción y desocupación, con pérdida de
nuestros derechos, y ha implicado una
mayor concentración y ganancia de las
grandes empresas.
Para romper con esa situación que
oprime a las mayorías populares, es
preciso que la clase trabajadora enca-
bece la liberación nacional y nuestroa-
mericana, y que se unan esas luchas
a las luchas contra la explotación y la
precarización laboral, por la nacionali-
zación y el control obrero y popular de
los recursos estratégicos, a los peque-
ños campesinos y pueblos originarios
en lucha por la tierra y los insumos
para producir, por vivienda, salud y
educación para tod@s. Esta tarea
significa que la clase debe encabezar
política y organizativamente a todos
los sectores dispuestos a dar la pelea
por la liberación nacional, y darle una
perspectiva, de transformación social
profunda, anticapitalista y socialista.
Desde esa perspectiva, res-
catamos el ejemplo histórico de la Re-
volución Cubana, que emprendió, con
enormes dificultades, la doble tarea de
la liberación nacional y de la construc-
ción socialista, y llegó hasta nuestros
días con la concreción del ALBA en
nuestro siglo XXI. Cuba nos mostró
que no hay etapas separadas entre las
tareas democráticas, populares, y las
tareas socialistas, sino que se trata de
un proceso ininterrumpido, donde las
dificultades existentes se enfrentan
con el protagonismo obrero y popular.
Tosco y el sindicalismo
de liberación
En las décadas del 60 y 70, la clase
trabajadora y el pueblo alcanzamos
la mayor confrontación política con
nuestros enemigos históricos, con el
imperialismo yanqui y los grandes ca-
pitales monopólicos y financieros. En
ese marco, se desarrollaron nuevas
organizaciones revolucionarias, que
se vincularon con las luchas de l@s la-
burantes contra la explotación y contra
la burocracia sindical. Fue un período
inmensamente rico en experiencias de
organización obrera y popular, desde
la Resistencia Peronista posterior al
golpe de la Fusiladora en 1955, hasta
el Cordobazo de 1969, que marcó la
irrupción de los sectores combativos y
clasistas del movimiento obrero en el
escenario político nacional.
En esa etapa, surgió con fuerza la
figura de Agustín Tosco, que supo unir
en su práctica y en su discurso la lucha
antimonopólica como centro de la dis-
puta contra el capital y el imperialismo,
y la perspectiva socialista con las ne-
cesidades concretas de las mayorías
obreras y populares. Desde el MULCS,
rescatamos la vigencia histórica del
“Sindicalismo de Liberación”, y de un
movimiento sindical profundamente
ocupado en las tareas políticas nacio-
nales, tan lejos de las burocracias de
ayer y de hoy que se proponen como
“factor de poder” ante los poderosos.
Una lucha común,
un programa común
Una lucha antiimperialista, un pro-
grama antiimperialista, que no ponga
entre sus principales puntos la supera-
ción de las condiciones de explotación
laboral, contra la precarización de las
condiciones de trabajo y de vida, por
el derecho efectivo a salud, vivienda,
educación y trabajo para tod@s, que
no enfrente en serio a los grandes
dueños de todas las cosas, será un
programa incompleto. La lucha anti-
imperialista consecuente necesita el
protagonismo obrero y popular, y la
participación del conjunto del pueblo.
Las corrientes de izquierda que ac-
túan en el campo obrero y popular sin
esta concepción, que reducen la tarea
central de la clase al terreno sindical
(que es y será fundamental, pero no
la única tarea), que conciben a l@s
trabajador@s separados, y hasta en-
frentados, al conjunto de los sectores
contradictorios que anidan en nuestro
pueblo, tendrán limitaciones políticas
para abordar este doble problema de
la lucha contra la explotación de l@s
trabajador@s, y contra el poder del im-
perialismo y los grandes monopolios.
Necesitamos aportar a construir
otra izquierda, una izquierda con voca-
ción de poder, profundamente arraiga-
da en las bases, con capacidad para
liderar amplios movimientos de ma-
sas, con una orientación clasista, an-
tiimperialista, latinoamericanista, anti-
patriarcal y revolucionaria. Que tenga
una política integral: en el movimiento
obrero, en los barrios populares, en
el movimiento de derechos humanos,
entre los estudiantes, los sectores de
la cultura y de la intelectualidad. Des-
de esta práctica, podremos avanzar en
las unidades necesarias para
intentar derrotar los renova-
dos planes del imperialismo.
10. Grupo Techint
De la Dictadura Militar
al Ministerio de Trabajo de Macri
10
L
a empresa Dálmine, fue fundada en 1954 por
Agostino Rocca 1954, que ya había creado Techint
en 1946. Productor –entre otros ítems-de tubos de
acero sin costura para gasoductos, el grupo está desde
1995 en continua expansión internacional, controlando 9
empresas en Argentina, Canadá, Méjico, Rumania, Japón,
Venezuela, e Italia y cotizando en las bolsas de valores de
Milán, Bs Aires, Méjico y EEUU.
Hoy el grupo se ubica en la
vicepresidencia 2da de la Unión
Industrial Argentina, y al mismo
tiempo, desde la asunción de
Macri, en el Ministerio de Traba-
jo (Secretaría de Empleo). Des-
pués de hacer despedir a princi-
pios de año a 700 trabajadores
de las tercerizadas que contrata,
Techint firmó con el gobierno el
“compromiso” (incumplido) de no
reducir planteles.
Veamos un poco de su histo-
ria en la última dictadura:
El papel central de la empresa
en la ciudad de Campana en tér-
minos económicos, comunitarios
y sociales, así como el poderío
económico del grupo Techint, sir-
vieron como factor de disuasión
tanto para trabajadores de la em-
presa como para los familiares de las víctimas y los veci-
nos en general que fueron testigos de la participación de la
empresa en los delitos de lesa humanidad de la dictadura.
Sin embargo, según testimonios de trabajadores de la
fábrica, como en otros casos, también en Dálmine Siderca
hubo personal del ejército en puerta de fábrica con listados
de personas “marcadas”, contratación, a partir del golpe
militar de supuestos nuevos trabajadores que eran en rea-
lidad agentes de las fuerzas represivas, y detenciones de
trabajadores en la propia fábrica. Como en otros casos, la
mayor parte de los desaparecidos de la zona eran traba-
jadores con fuerte activismo gremial, entre
los que se destacaban los obreros de esta
fábrica.
Algunos sucesos demuestran a las claras la relación
estrecha con las fuerzas militares. En 1979 se desata el
conflicto en la fábrica por falta de pago de premios. Los
trabajadores se movilizaron y convocaron una asamblea,
en la fábrica, frente a las oficinas de Personal. A pesar de
la presencia del coronel Zapata, del Área Conjunta 400,
en la asamblea, los trabajadores resolvieron reclamar por
el pago; reivindicación que se logró parcialmente a re-
gañadientes de la empresa y la
Directiva gremial que había in-
tentado impedir la asamblea por
todos los medios.
“El conflicto fue durísimo. La
primera asamblea no fue presidida
por los delegados, sino por un grupo
de oficiales del Ejército con ametra-
lladoras y bayonetas. Los militares
concedían el uso de la palabra. Y
algunos activistas trataban de ha-
cer equilibrio entre lo que debían
reclamar y el cuidado de la propia
vida. “
Uno de los centros clandesti-
nos de detención de la zona, el
Tiro Federal de Campana, linda
con la fábrica, y hasta existe una
puerta que comunica ambos lu-
gares. El predio de la Ruta 12,
que hasta el 24 de marzo de 1976
funcionó un polígono de tiro civil, fue ocupado por el Ejér-
cito en la madrugada del 25 y transformado en un campo
de concentración adonde se torturó, desapareció y mató
a cientos de personas, entre ellos algunos trabajadores
de Dálmine Siderca, hasta, por lo menos, mediados de
1977. En 2004, en visita de reconocimiento dispuesta por
el juez Faggionato Márquez, los 9 ex detenidos pudieron
reconocer cada uno de los sonidos de las etapas de pro-
ducción que habían escuchado por primera vez estando
desaparecidos en el Tiro Federal.
“La noche de los Tubos”, el 22 de septiembre de 1976, 4
operarios de Dálmine-Siderca (hoy Tenaris-Siderca), fueron
desaparecidos, un punto alto en la represión, uno más de
los registrados dentro de las empresas del Grupo Techint.
11. Reincorporación de los 15 obreros despedidos en SIAT-Tenaris –Valentín Alsina
“Un triunfo de la clase obrera”
11
L
os 15 dijimos que no íbamos a
aceptar el despido. Esa maña-
na pedimos a la comisión inter-
na que se realizara una asamblea en la
puerta de la fábrica. Para nosotros era
importante que saber si los compañe-
ros nos iban a hacer el aguante, si nos
iban a bancar o nos soltarían la mano.
Si nos soltaban la mano, entonces nos
iríamos a la casa porque no teníamos
más nada que hablar”.
Nosotros estábamos
convencidos que los
compañeros nos iban
a apoyar. Y así fue. La
asamblea decidió por
unanimidad no aceptar los
despidos y parar la planta
hasta que volviéramos a
ingresar. ”Así comenzó a
contar esta lucha José Villa, uno de
los 15, cuando lo entrevistamos en el
Fiestón por la Reincorporación que
se realizó en el Centro Cultural Ma-
nuel Suárez de Avellaneda.
Los trabajadores sabían, aquel 25
de abril, que sería una pelea difícil: no
estaban enfrentado a la patronal de una
pyme, por el contrario, tenían enfrente
uno de los monopolios más poderosos
de la siderurgia, el grupo Techint.
El 6 de abril cuando se realizó la
audiencia en el Ministerio de Trabajo
de Lanús se acercaron alrededor de
un centenar de trabajadores y veci-
nos expresando su solidaridad. Uno
de los presentes contó: “los funcio-
narios del ministerio, se asomaban al
balcón y veían como a pesar de ser
un martes, con muchísimo frío, cada
vez eran más los compañeros que se
juntaban allí. Ocupábamos la vereda
y parte de la calle. Ese acompaña-
miento no pasó desapercibido para
los funcionarios”.
Al recordar ese día Villa dijo:
“Esa manifestación en la calle, nos
fortaleció para exigir que se dé una
conciliación. Algo bastante difícil en
la actualidad ya que después de la
asunción de Macri, ante los despidos
es muy difícil conseguir conciliacio-
nes […] pero finalmente se logró (y
además con reingreso efectivo a los
puestos de trabajo en la fábrica) y
estamos convencidos que fue por el
apoyo de nuestros compañeros con
Durante 25 días -del 25 de abril al 18 de mayo-
los despedidos dieron una dura batalla contra
el gigante transnacional, Techint. Y vencieron.
“Cuando los compañeros y
compañeras toman en sus ma-
nos la defensa de los intereses
de los laburantes, no hay Pao-
lo Rocca, no hay nadie que nos
frene si nos unimos y vamos
para adelante.”
el paro dentro de la fábrica y la mani-
festación en la puerta del ministerio”.
Durante los días de la pelea, al-
gunos obreros jubilados, con años de
lucha contra esta patronal afirmaban
que: “cuando Techint/Rocca te echa,
no vuelven para atrás” y por esta ra-
zón hacían pie en cerrar filas y no
bajar los brazos. Villa en referencia a
esto nos decía: “Esto está metido en
la cabeza de los compañeros, pero
también en la nuestra. Cuando empe-
zamos esta lucha sabíamos que era
muy, muy difícil lograr revertir esto”.
Apoyo de los delegados
metalúrgicos
de Avellaneda
El 17 de mayo, antes de que se inicie
el congreso de delegados metalúr-
gicos de la seccional Avellaneda de
la UOM, los delegados plantearon la
situación de los despedidos de SIAT.
Por unanimidad el congreso aprobó
apoyar la lucha por la reincorporación.
En medio de la oleada de despidos
que pega fuerte en el sector, esa deci-
sión de los delegados hizo que, aun-
que tarde, la dirección de la seccional
de la UOM tuviera que sumarse a la
lucha y ponerse a disposición de los
despedidos de SIAT.
Sobre el final José Villa recalca-
ba: “Nuestra primera conclusión es
que cuando existe la unidad nuestra
clase actuando como un solo puño
para enfrentar los despidos se puede
revertir estas situaciones. No hay que
aceptar el despido como algo normal
y natural. Esto no es sólo el triunfo de
los 170 trabajadores de
la fábrica, es el triunfo de
toda la clase obrera”.
Solidaridad de clase
Durante los 25 días del conflicto
fue importante el respaldo de los tra-
bajadores de la fábrica que pararon el
5 y 6 de abril, que se mantuvo firme
junto con la solidaridad y apoyo cons-
tantes de las organizaciones sindica-
les, políticas, inclusive de personas
independientes. Y no fue algo que
sólo se declamaba, se hicieron volan-
teadas, pintadas, se pegaron afiches,
se llevó una alcancía para el fondo de
huelga. Entre otras organizaciones,
la Corriente Político Sindical Rom-
piendo Cadenas (CPSRC) tuvo un
papel destacado en esta lucha.
12. Brasil
El PT cayó en la trampa
12
L
ejos queda aquel acto de fin
de campaña de 1989 cuando
el obrero metalúrgico Lula da
Silva -que enfrentaba a Collor de Mel-
ho- llenaba una plaza tres veces más
grande que nuestra de los Dos Con-
gresos, tapada de banderas rojas y
consignas socialistas. Con el devenir
del tiempo, el Partido de los Trabaja-
dores con Lula primero y Dilma más
tarde llegaron a la presidencia man-
teniendo en un principio la confianza
en sus bases obreras y populares.
Pero con el paso de los años y a me-
dida que Brasil crecía en el contexto
mundial y se incorporaba al bloque
BRICS (Brasil, Rusia, India, China y
Sudáfrica) la burguesía brasileña y
en especial la paulista fue ampliando
su peso y su influencia dentro de la
alianza gobernante. En el último pe-
ríodo, 2º presidencia de Dilma Rous-
seff, esta conformó un gabinete con
figuras ranciamente conservadoras.
Comenzando con su vicepresidente
Michael Temer y continuando con la
agrosojera Kátia Abreu a la cabeza
del ministerio de Agricultura o el neo-
liberal Joaquim Levy en Finanzas,
sólo por dar unos ejemplos.
Sin embargo, si las alianzas que
hizo el PT fueron malas, peor aún
fue su política hacia las bases obre-
ras y populares, que fue
claramente desmovili-
zadora. Inclusive el po-
Con la calle perdida, con severas críticas desde sec-
tores populares al gobierno, el PT quedó entram-
pado en una disputa palaciega, que es el terreno
clásico donde mejor se mueve la derecha y actúa el
imperialismo. Y allí perdió el gobierno.
deroso Movimiento Sin Tierra (MST)
jugó sus fichas en favor de Dilma
sosteniendo que había que aguantar
porque lo que venía por derecha era
peor. Claro que lo era, pero es que
este gobierno, como cualquier go-
bierno progresista o reformista sólo
se puede sostener si el pueblo lo
sostiene en la calle. Ante las masivas
movilizaciones de las fuerzas «an-
ti-PT», que incluyen rechazos clasis-
tas y antiplebeyos a los avances so-
ciales, el PT antes que perder sus
batallas palaciegas perdió la calle.
El golpe institucional
El golpe contra la presidenta Dilma
Roussef es una acción clásica del
imperialismo yanqui. Para el imperia-
lismo yanqui quitar al PT del gobierno
es una prioridad. Esta acción le per-
mite: instalar sus peones en las más
altas esferas gubernamentales, gol-
pear fuertemente al BRICS, liquidar
la independencia del MERCOSUR
respecto de la política imperialista
y finalmente quitar el apoyo que los
gobiernos progresistas o reformistas
de la región podían recibir de algunos
sectores petistas en el gobierno.
La votación para suspender a la
presidenta Dilma Rousseff se tradujo
en una mayoría de 367 diputados de
un total de 513 miembros a favor de
la suspensión, hubo además 137 vo-
tos en contra del juicio político, siete
abstenciones y dos ausencias. Sin
ninguna duda, esta acción palaciega
se trató de una conspiración política
que nada tenía que ver con la corrup-
ción que la gran prensa atribuye al
PT. No suspendieron a Rousseff por
corrupción sino acusándola de ma-
quillaje del déficit fiscal.
En cuanto al nuevo presidente, Mi-
chael Temer y su gabinete se puede
decir que sus ministros son una mues-
tra de lo que será este gobierno. No hay
una sola mujer, ningún negro o mulato
entre sus miembros; sin embargo tie-
ne banqueros, diputados acusados de
corrupción (algunos ya renunciaron) y
militares golpistas y represores.
Brasil es uno de los países más
desiguales del mundo; aun con toda
su riqueza, es un país de pobres.
Con este fondo social, el país más
grande de Suramérica está atrave-
sando una aguda lucha de clases,
donde la clase privilegiada no acepta
a los negros, a los mulatos, a los po-
bres, ni a los trabajadores, como no
sea para exprimir su fuerza de traba-
jo. Pero por otra parte aún con la se-
cuela de la desmovilización a cuesta
las clases populares no han bajado
los brazos y continúan resistiendo. El
interrogante, es quién se colocará a
la vanguardia de esa resistencia para
que mute en victoria. Por ahora ni el
PT ni sus aliados parecen estar asu-
miendo ese puesto en la lucha.
13. La revolución asediada
Venezuela
Norberto Bacher *
13
E
l fracaso yanqui en la re-
ciente reunión de la OEA
al no imponer la llamada
“carta democrática”, que serviría
como manto legal a una operación
internacional intervencionista no
significa que para la Revolución
Bolivariana ese riesgo se disipó.
Momentáneamente se conjuró la
maniobra diplomática que abría la
vía para una posterior acción mili-
tar externa, que es la ruta trazada
por Washington y la oposición de-
rechista venezolana para derrum-
bar al gobierno. Y que abiertamen-
te vocifera el fascista Uribe Vélez.
O que más oculta figura entre los
planes operativos del Comando sur
imperial. Esa perspectiva de usar
la fuerza externa para recuperar
el poder no es nueva en la oposi-
ción, pero se potenció desde que
Maduro sustituyó a Chávez y fue la
que orientó sus acciones tácticas
de estos años. La derecha tam-
bién utiliza el control que tiene de
la Asamblea Nacional en apoyo de
su línea intervencionista, haciendo
que aparezca focalizado como un
conflicto institucional entre dos po-
deres, el legislativo y el ejecutivo,
lo que es un histórico e irresuelto
enfrentamiento de clases.
Esto se refleja en la resolución
final de la OEA. El llamado que se
hace a un “diálogo abierto e inclu-
yente entre el Gobierno, otras au-
toridades constitucionales...” da
status legal a ese enfrentamiento
entre poderes y además, en su
parte final, en la que exhorta a “...
la solución de las diferencias y la
consolidación de la democracia
representativa”, le clava un dardo
envenenado a la revolución, que
no podrá subsistir sino logra tras-
cender el régimen político que la
asfixia y que más conviene a la
burguesía. Por algo Chávez en sus
últimas intervenciones clamó: “Co-
muna o nada”!!
Pero el aparente equilibrio de
fuerzas institucional sólo refleja la
realidad de forma muy distorsiona-
da. Las dos vertientes de rebeldía
contra el puntofijismo, que en su
confluencia parieron al chavismo,
siguen muy vigentes en la realidad
venezolana. Por un lado, los secto-
res más pobres y los asalariados,
el pueblo, que antes estalló, ahora
mucho más politizado, no se pliega
al discurso de la derecha, aunque
esté enojado o sea muy crítico con
la burocracia oficial. Es el único se-
creto que explica el fracaso de la
derecha en su expectativa de im-
pulsar un estallido social, que no
llega. También explica la evidente
superioridad de movilización que
mantiene el chavismo frente a la
oposición. Por el otro lado el sector
militar, las FANB, que asume abier-
tamente su chavismo, no sólo por
los negocios que algunos de sus
integrantes hacen desde el Estado,
sino porque ha sufrido transforma-
ciones profundas en su doctrina, en
su equipamiento, en su estructura
de mandos y en la eliminación de
las barreras entre la oficialidad y la
suboficialidad. La derecha busca
afuera lo que no encuentra al inte-
rior de este ejército, que objetiva-
mente no es funcional a la estrate-
gia militar yanqui en la región.
Pero los ataques al proceso re-
volucionario que más daño hacen
no son los que provienen del campo
opositor y del exterior, porque son
los más fáciles de descifrar para
un pueblo experimentado. Menos
comprensibles son las evidentes y
graves contradicciones que afloran
desde el interior del bloque chavis-
ta. La contradicción entre el discur-
so revolucionario y la práctica del
aprovechamiento individual, legal
o ilegal; las promesas incumplidas;
la sofocación desde el Estado de la
autonomía popular; la ineficiencia
y el despilfarro tolerado. La carga
cultural del pasado se reproduce
en la institucionalidad que aprisio-
na a la revolución. Pero también
una parte de la extensa militancia
popular asume la crisis buscando
caminos productivos en comunidad
o deslastrando las empresas esta-
tales de su carga burocrática.
Si bien no aparece la energía
como para dar el salto cualitativo
que se exige para avanzar hacia
el socialismo este pueblo tampoco
está dispuesto a soportar el esta-
do fascista que se necesita para la
restauración de la plena “democra-
cia representativa”, con la que sue-
ña la burguesía local e internacio-
nal. He ahí la crisis.
* desde Oriente-Vene-
zuela
14. 14
E
l próximo 26 de junio se cumplen 14 años de
la Masacre del Puente Pueyrredón, cuando las
fuerzas represivas asesinaron en la estaciónAve-
llaneda a dos militantes del movimiento piquetero, Darío
Santillán y Maximiliano Kosteki, e hirieron a tantos com-
pañeros y compañeras. Ese día, en el marco del hambre
y la miseria organizada que había desatado la rebelión
popular del 20 de Diciembre de 2001, los movimientos de
desocupad@s de esa etapa cortaron todos los accesos
a la Capital, reclamando planes sociales y alimentos. La
represión estatal intentó impedir el corte de los puentes,
entre discursos represivos de los grandes empresarios y
editoriales de los medios dominantes.
Las inmensas movilizaciones populares que siguie-
ron, en junio y julio de aquel año, y el repudio de nuestro
pueblo fueron tan intensos que obligó al Gobierno inte-
rino de Eduardo Duhalde a convocar a elecciones antes
de lo previsto.
El permanente recordatorio de los compañeros caí-
dos en esa lucha tuvo distintos momentos: movilizacio-
nes y actividades artísticas cada 26 en la estación, con
movilizaciones de mayor envergadura cada 26 de Junio
en el Puente Pueyrredón, hasta lograr la condena de los
policías, que fueron los autores materiales de los homici-
dios con el comisario Franchiotti y Acosta a la cabeza. No
hemos conseguido aún la condena a los responsables
políticos de planificar y ejecutar la Masacre, que incluyó
a numerosos funcionarios del Gobierno de Duhalde, y a
varios que después ocuparon cargos en la etapa kirchne-
rista (como Felipe Solá, y Aníbal Fernández).
Las luchas de l@s compañer@s del movimiento pi-
quetero se plasmaron en la formación de distintas orga-
nizaciones sociales y políticas, entre ellas el FPDS (Fren-
te Popular Darío Santillán). La historia de Darío y Maxi
ya es leyenda entre miles de luchadores y luchadoras
de nuestro país. Como producto de esta larga lucha, en
2013 la ex estación Avellaneda pasó a llamarse legal-
mente Estación Darío Santillán y Maximiliano Kosteki.
Este 26 de junio estaremos nuevamente en el Puen-
te Pueyrredón, reclamando Memoria, Ver-
dad y Justicia, con todas las organizacio-
nes sociales y populares que confluimos en
esta lucha.
Homenaje a nuestro compañero
Roberto Fornari
El 22 de junio de 2015, falleció nuestro compañero Ber-
to, un militante y dirigente popular, que fue unos de los
fundaron el MULCS en 2010. Una larga enfermedad,
a la que no se rindió aún a pesar de los dolores y tra-
tamientos, se lo llevó del otro lado un lunes tan frío de
junio.
Roberto militó durante más de 30 años en tantas lu-
chas populares, desde su actuación en el gremio de los
trabajadores de las Universidades Nacionales, pasando
por la coordinación sindical nacional e internacional, y
por la formación de distintas organizaciones políticas.
También colaboró intensamente con las experiencias
del movimiento campesino en nuestro país (de don-
de nos quedó su escrito, para la Maestría de Estudios
Sociales Agrarios). Siempre generoso y con enorme
vocación de unidad, militó hasta sus últimos días, con
pasiones renovadas, luchando por la Revolución y el
Socialismo.
Desde su fallecimiento, recibió el reconocimiento de
tantas organizaciones y compañeros en nuestro país,
y también en otros lugares del mundo donde se hizo
querer como pocos.
En el año 2002, pocos días después de la Masacre
del Puente Pueyrredón, inauguramos, con su entusias-
mo indiscutido, un centro cultural a poco más de diez
cuadras de la ex Estación Avellaneda. Ese centro cul-
tural, que primero llamamos Libres del Sur y después
Centro Cultural Manuel Suárez en homenaje a otro
compañero querido, tuvo su primera actividad un 8 de
julio de 2002, en el medio del dolor por el asesinato de
los compañeros, con las palabras calientes del herma-
no de Darío, Leo Santillán, y con la fuerza de seguir
unidos en todas las luchas.
Por eso, este 25 de Junio, a eso del mediodía, ha-
remos un homenaje, en nuestro Centro Cultural Suárez
(Avenida Hipólito Yrigoyen 1625, Avellaneda), en el
marco de las jornadas por Darío y Maxi.
¿Dónde nos vemos, compañeros? En la lucha…
Arriba los pobres del mundo…
El 26 de junio
Un nuevo aniversario
de la Masacre del Puente Pueyrredón
15. El Plan de Operaciones
vs el empréstito de la Baring Brother
15
“[…] el mejor gobierno, forma y cos-
tumbre de una nación es aquel que
hace feliz al mayor número de indi-
viduos […] las fortunas agigantadas
en pocos individuos, a proporción
de lo grande de un Estado, no sólo
son perniciosas, sino que sirven de
ruina a la sociedad civil, cuando no
solamente con su poder absorben
el jugo de todos los ramos de un Es-
tado, sino cuando también en nada
remedian las grandes necesidades
de los infinitos miembros de la so-
ciedad” (Mariano Moreno-Plan de
Operaciones)
En el momento en que Bernar-
dino Rivadavia acordó el empréstito
con la Baring Brother, ya hacía unos
años que Mariano Moreno había sido
asesinado. Sin embargo, entre el
programa morenista, plasmado en el
Plan de Operaciones y en los diver-
sos artículos aparecidos en La Ga-
ceta y el de apertura económica de
los comerciantes porteños ligados al
imperialismo inglés, continuaba esta-
bleciéndose una sorda disputa.
Moreno, proponía en el Plan de
Operaciones expropiar las minas en
manos de particulares y que pasaran
al Estado, desarrollar las industrias
manufactureras, fomentar las artes,
la cultura, la navegación. Al mismo
tiempo poner una valla a las manu-
facturas que “son de un lujo excesivo
e inútil, que deben evitarse prindipal-
mente porque son extranjeras y se
venden a más oro de lo que pesan”.
También avanzaba en el control de
la fuga de capitales de propietarios
europeos y en el caso de los hacen-
dados prohibía la venta de las ha-
ciendas y en caso de que esto no se
La historia trágica de nuestro país se plasma en estos dos pro-
yectos. El primero el revolucionario que fracasó y el otro entre-
guista capitaneado por el imperialismo inglés y que contó con la
complicidad de la burguesía comercial de Buenos Aires.
cumpliera indicaba “les serán deco-
misados para los fondos nacionales
los mismos establecimientos”.
Si bien Moreno propiciaba un co-
mercio amplio con Inglaterra, en el
artículo 7º del Plan de Operaciones
señalaba: […] “mediante a que cono-
cemos en dicha nación, en primer lu-
gar, ser una de las más intrigantes por
los respetos del señorío de los mares
y lo segundo por dirigirse siempre to-
das sus relaciones bajo el principio
de la extensión de miras mercantiles,
cuya ambición no ha podido nunca
disimular su carácter” […]
Rivadavia y la Baring
Brother
En 1816, finalmente se declara la
independencia de España. La lucha
contra el absolutismo español está
en su fase final, cuyo último acto se-
ría el triunfo del Mariscal Sucre en
Ayacucho (Perú) el 9 de diciembre
de 1924. Pero a pesar de los es-
fuerzos de los patriotas, entre ellos
San Martín, para continuar la senda
de Mariano Moreno, asesinado en
1811, los comerciantes porteños to-
maron el control del Estado.
A comienzos de 1820 esa bur-
guesía comercial, preponderan-
temente integrada por ingleses o
criollos ligados al capital inglés ya
ha realizado buenos negocios arra-
sando con el oro de la joven repú-
blica. El gobierno de Buenos Aires
necesita fondos para subsistir, pero
además también quiere consolidar
la alianza política con Inglaterra
para aplacar las rebeldías que ya
existían en el interior del país. Por
su parte Inglaterra ansía colocar
fondos en esta región de América
para, además de realizar un buen
negocio financiero, soldar eslabo-
nes de dominación y que le permi-
tan tener un firme cabeza de puente
para operar sobre las antiguas colo-
nias españolas de América.
El 1º de julio de 1824, unos me-
ses antes del triunfo de Ayacucho,
la banca inglesa Baring Brother
otorgó el primer préstamo a nues-
tro país, aunque en la práctica fue
a la Provincia Buenos Aires. Sin
embargo, del empréstito de 1 mi-
llón de libras esterlinas, fue poco lo
que recibió nuestra naciente nación.
Realizados los descuentos por inte-
reses, amortizaciones, comisiones
y gastos, quedaron 552.700 libras.
Sin embargo, al gobierno de Bue-
nos Aires le llegaron sólo 20.678 li-
bras esterlinas en oro. La diferencia
entre ambas cifras, fueron letras de
cambio que la BB envió a Manuel
García, ministro de gobierno de Ri-
vadavia y que esté negociaba con
los comerciantes ingleses de Bue-
nos Aires. Todo el teje y maneje es
bastante complicado desde el punto
de vista financiero, pero lo cierto es
que Buenos Aires recibió en oro me-
tálico sólo ese 2% del empréstito.
Pero no termina aquí el saqueo. En
1901 cuando se estaba cancelando
el préstamo, el total abonado alcan-
zaba a 4.757.000 libras esterlinas.
Este empréstito no sólo constitu-
yó una operación leonina de saqueo
financiero y sumisión semicolonial,
al mismo tiempo constituye el primer
acto de corrupción liga-
do a la deuda externa.
16. Campaña dictadura y dependencia
A 40 años del Golpe Genocida de 1976
y en el Bicentenario
de la Declaración de la Independencia
Nuestro país sigue en manos de los enemigos de
la clase trabajadora y el pueblo. Construyamos
desde abajo el poder capaz de acabar con la im-
punidad, los privilegios y la dependencia.
A
comienzos de año, desde el
MULCS Buenos Aires impul-
samos el lanzamiento de esta
Campaña, que suscribieron también
varias organizaciones y compañeros.
Junto a las luchas que de inmediato
enfrentaron andanadas de despidos
y recortes, y en defensa del salario, la
Campaña “Dictadura y Dependencia”
se echó a andar en Charlas-video-de-
bate reuniendo a militantes, activistas
de base y trabajadores en CTA de Lo-
mas de Zamora, en la Biblioteca “Ve-
ladas de estudio después del trabajo”
en Valentín Alsina, y Centro Cultural
Alegre Rebeldía de Matanza. Cachito
Fukman de la Asociación de Ex Dete-
nidos Desaparecidos, Lorena Galea-
no, docente e investigadora sobre los
obreros desaparecidos de Molinos y
Siat, Héctor Martínez, sobreviviente
de la Semana del Apagón de Ledes-
ma, fueron algunos de los panelistas
que aportando sus experiencias y mi-
radas contribuyeron al debate.
Muchos de los mismos grupos
económicos impulsores y copartíci-
pes de la Dictadura y sus crímenes
y otros de la misma ralea están en-
caramados en el gobierno de Macri,
junto a las medidas económicas, con
el “Protocolo antipiquetes”, represión
salvaje en Cresta Roja, La Plata,
Santiago del Estero, Mendoza, Santa
Cruz, los encarcelamientos noctur-
nos y a los golpes en Jujuy y Tierra del
Fuego, aquí además con zona liberada
a “civiles” que incendiaron el acampe,
iniciando también una política represi-
va para disciplinar a la clase trabajado-
ra, para frenar la resistencia popular.
El temprano reclamo del diario
La Nación de impunidad para los re-
presores enjuiciados, valientemente
repudiado por los trabajadores del
diario,), es -más allá de la fantochada
del “homenaje” junto a Obama a los
desaparecidos por la dictadura- , es
atendido con innumerables gestos,
como el discurso pronunciado por
Macri en el Día del Ejército, cuan-
do, junto al anuncio de aumentos de
salarios y presupuesto para reequi-
pamiento, reivindicó la participación
de las FFAA en el “combate contra el
terrorismo internacional”. Horas des-
pués, el Decreto 721 firmado por Ma-
cri, “devuelve a las Fuerzas Armadas
autonomía para resolver ascensos
y bajas, designaciones de personal,
traslados, premios, entre otras cues-
tiones que hasta ahora dependían de
Ministerio de Defensa. De esta ma-
nera será el Jefe del Estado Mayor
Conjunto de las FFAA quien desig-
nará a los oficiales y suboficiales del
Estado Mayor, a los militares retira-
dos para funciones docentes y a los
agentes civiles, a quienes autorizará
sus cambios de destino.
También habilita la incorporación
de personal retirado para cumplir “ta-
reas docentes”, cobertura sistemáti-
camente utilizada para mantener a
genocidas dentro de la estructura mi-
litar”. (Declaración del Encuentro Me-
moria Verdad y Justicia, 2/6/2016).
Esta delegación de tantas atribu-
ciones a los Jefes de Estado Mayor
Conjunto y de cada fuerza, fortalece
el corporativismo de un pilar histórico
del aparato represivo más directa-
mente vinculado a la oligarquía y al
imperialismo yanqui. La denuncia de
esta medida debe ser pronta y con-
tundente, y nos obliga a apelar con
audacia y amplitud a las inmensas
reservas democráticas de nuestro
pueblo.
La Campaña continúa con nue-
vos materiales y actividades en la
Casa de Debate y Cultura de Claypo-
le y la Casa Tosco de Lanús, nos pro-
ponemos contribuir a la denuncia de
la responsabilidad de los oligarcas,
grandes empresarios y el imperialis-
mo en los crímenes de la dictadura
y en la continua profundización de la
dependencia, y extender el debate
sobre la necesidad de una política in-
dependiente de la clase trabajadora y
el pueblo que las enfrente y derrote.