c3.hu3.p1.p3.El ser humano como ser histórico.pptx
Tesis en opción al Grado Científico de Doctor en Ciencias de la Cultura Física
1. Universidad de las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte
“Manuel Fajardo”
ESTRATEGIA PEDAGÓGICA PARA LA
REHABILITACIÓN MOTORA DE
PACIENTES ...
Eddie Nicola Depestre Triana
La Habana, Cuba 2011
2. Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte
“Manuel Fajardo”
Departamento de Cultura Física Profiláctica y Terapéutica
ESTRATEGIA PEDAGÓGICA PARA LA
REHABILITACIÓN MOTORA DE PACIENTES CON
TRAUMATISMO CRANEOENCEFÁLICO GRAVE
Tesis en opción al Grado Científico de Doctor en Ciencias de la Cultura Física
Eddie Nicola Depestre Triana
La Habana
2011
3. Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte
“Manuel Fajardo”
Departamento de Cultura Física Profiláctica y Terapéutica
ESTRATEGIA PEDAGÓGICA PARA LA
REHABILITACIÓN MOTORA DE PACIENTES CON
TRAUMATISMO CRANEOENCEFÁLICO GRAVE
Tesis en opción al Grado Científico de Doctor en Ciencias de la Cultura Física
Autor
Prof. Inst. Lic. Eddie Nicola Depestre Triana
Tutor
Prof. Tit. Lic. Ariel Ruiz Aguilera Dr. C.
Consultantes
Dr. Reinaldo Juan Galvizu Sánchez
Mtr. Carlos Arencibia Abreus
Mtr. Héctor Navarro Guerra
La Habana, Cuba.
2011
5. SÍNTESIS
Los traumatismos craneoencefálicos dejan severas secuelas en los seres
humanos, contribuir a erradicarlas es una necesidad y un reto. Con la estrategia
pedagógica aplicada para la rehabilitación física se experimentó una nueva
alternativa para el tratamiento de esta enfermedad, a partir del estudio de un
caso en estado vegetativo, realizado en el Centro Internacional de Restauración
Neurológica (CIREN). Cuba posee pocos escritos sobre este tema, lo que
permite aportar conocimientos útiles. Se hizo un estudio longitudinal descriptivo,
se aplicaron métodos teóricos: análisis - síntesis, hipotético - deductivo,
modelación, revisión documental; empíricos: entrevista, observación, pre
experimento y medición; como medio el video y como instrumento de
verificación, las planillas de la escala funcional de motricidad grosera
modificada. Se concluye que los métodos aplicados y los resultados permitieron
concretar la estrategia, confirmándose en la práctica su naturaleza pedagógica
al transformar el estado cognitivo de la paciente, lo que coadyuvó a forjar su
autotransformación conscientemente. El pre-experimento demostró que es
posible la neurorrehabilitación motora en pacientes que sufren secuelas de
Trauma Craneoencefálico Grave (TCEG), cumpliéndose la hipótesis formulada
y evidenciando la necesidad de redimensionar la teoría existente de la
neurorrehabilitación motora mediante ejercicios físicos como disciplina de la
Cultura Física Terapéutica, la cual contiene el soporte teórico y metodológico
para elaborar los tratamientos para esta afección. La novedad radica en poder
asegurar que todo paciente correctamente diagnosticado de TCEG, no siempre
debe quedar sin criterio de rehabilitación y la significación teórica, en el
redimensionamiento de la teoría de la neurorrehabilitación, considerando las
posibilidades que ofrece la existencia de la neuroplasticidad.
6. ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
1
CAPÍTULO I
ANTECEDENTES HISTÓRICOS SOBRE EL PROCESO DE
REHABILITACIÓN DE PACIENTES CON TRAUMATISMO CRANEOENCEFÁLICO.
CATEGORÍAS CONCEPTUALES ESENCIALES RELACIONADAS CON EL
OBJETO DE ESTUDIO
8
1.1 Apuntes sobre el surgimiento y desarrollo de la rehabilitación
8
1.1.1 La rehabilitación en Cuba
17
1.1.2 El profesional de la cultura física en el proceso de rehabilitación
18
1.2 Neurorrehabilitación
22
1.2.1 La neurorrehabilitación motora
25
1.2.2 La neurorrehabilitación motora de pacientes con traumatismo
craneoencefálico. Estado actual
27
1.2.3 Neurorrehabilitación motora. Métodos de tratamiento más utilizados
34
1.3 Conceptualización de estrategia y estrategia pedagógica
39
CAPÍTULO II DISEÑO METODOLÓGICO DE LA INVESTIGACIÓN
42
2.1 Muestra utilizada
42
2.2 Métodos y medios de la investigación
43
2.3 Control de variables ajenas
45
2.4 Pruebas a efectuar
47
2.5 Procedimientos
50
CAPÍTULO III DESCRIPCIÓN Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS
52
3.1. Diagnóstico sobre el tratamiento de pacientes con secuelas de
traumatismo craneoencefálico grave
52
3.1.1. Resultados de la entrevista
52
3.1.2. Resultados de la revisión de documentos que regulan la actividad del
terapeuta
53
3.1.3. Resultados del examen clínico aplicado a la paciente
55
7. 3.1.4. Resultados del examen físico de la paciente
56
3.2. Bases organizativas y metodológicas de la estrategia pedagógica
57
3.2.1. Determinación de los componentes
57
3.2.2. Fundamentación teórica y metodológica de la estrategia pedagógica
59
3.2.2.1. La neuroplasticidad como propiedad restaurativa del sistema nervioso
61
3.2.2.2. Lugar de la estimulación en el restablecimiento de las funciones del
sistema nervioso
62
3.2.2.3. La recuperación de las funciones de control de los movimientos
voluntarios
64
3.2.2.4. Disciplinas de la Neurorrehabilitación
64
3.2.2.5. ¿Qué comprende la neurorrehabilitación motora mediante ejercicios
físicos?
65
3.2.2.6. Las acciones motoras: constituyentes y estructura
66
3.2.2.7. Tipos de ejercicios
67
3.2.2.8. Etapas de la neurorrehabilitación motora mediante ejercicios físicos
68
3.3. Elaboración
rehabilitación
de
la
estrategia
pedagógica
para
potenciar
la
73
3.3.1. Descripción de los modos de relación entre los componentes de la
estrategia
73
3.3.2. Comprobación empírica de la eficacia de la estrategia pedagógica para
potenciar la rehabilitación física
82
3.3.3. Comparación del estado final con el estado inicial de la paciente después
de aplicada la estrategia para potenciar la rehabilitación física
103
CONCLUSIONES
106
RECOMENDACIONES
107
BIBLIOGRAFÍA
ANEXOS
8. INTRODUCCIÓN
Desde la antigüedad el daño cerebral adquirido como consecuencia de trauma
de origen mecánico ha incidido de manera significativa sobre la población
adulta joven, que se halla en las edades de mayor actividad económica. En los
inicios de la civilización fue resultado de accidentes laborales o del ejercicio de
la guerra que tenía entonces un carácter manual y relativamente limitado; pero
a medida que el desarrollo social condujo al proceso de industrialización, este
fenómeno cobró magnitud, e hizo que la producción requiriera de gran cantidad
de trabajadores y máquinas en recintos reducidos, lo que eleva la posibilidad de
accidentes; aparejado al perfeccionamiento de los medios incluyendo la
aparición de los de exterminio masivo, destinados a la actividad militar,
conllevando a involucrar mayores contingentes de personas. Adicionado a esto,
la aparición del transporte automotor tanto individual como colectivo para la
movilización de individuos hacia y desde los centros de producción y de ocio,
constituye una fuente más de accidentes. Puede entonces considerarse esta
afección como una de las de mayor incidencia en la mortalidad y morbilidad de
la población actual.
Bori de Fortuny I reconoce que: “La lesión cerebral adquirida es un problema de
salud importante no sólo por ser causa de mortalidad sino porque constituye el
principal origen de discapacidad del adulto en países industrializados”.
Asimismo que: “El daño cerebral de origen traumático es la primera causa de
morbi-mortalidad en los adultos jóvenes. En el 80% de los casos, el motivo de
los traumatismos craneoencefálicos (TCE) son los accidentes de tráfico.
Predomina en individuos jóvenes con larga perspectiva de vida, en quienes la
lesión incide de una manera puntual e inesperada cambiando totalmente su
vida y repercutiendo también en su entorno”.
Aunque los reportes de los resultados de los estudios epidemiológicos acusan
una falta de unicidad, son reveladores del impacto socio económico y sanitario
de estos procesos.
1
9. “El TCE es la primera causa de mortalidad y de discapacidad en el adulto joven
de menos de 20 años, con una incidencia anual entre 180-281-295 casos por
cada 100 000 habitantes”. De los que: “Entre el 15-20% de los TCE graves
presentan déficits severos y el 1-2% permanecen en estado vegetativo a los
seis meses de la lesión” [22, 110].
Por ejemplo, en EEUU se reportan anualmente 700 000 casos de personas con
TCE de los que el 10-12% presenta algún tipo de discapacidad [93], y en
España entre 25 000 y 100 000 con una mortalidad de 5 000 personas [114] y
de hasta 4 000 que pierden la independencia funcional y manifiestan déficits
importantes [9].
Los traumatismos craneoencefálicos graves son la cuarta causa de muerte en
Cuba, la primera en la población menor de 41 años de edad, responsables de
dos tercios de las muertes que en menores de 41 años de edad se producen en
un Hospital General. Este estado patológico aunque es superado en cuanto a
frecuencia por otras como son las enfermedades cerebrovasculares, afecta sin
embargo a una población más joven y con mejor expectativa de vida. Estos
procesos no solo llevan a la desaparición física del ser; sino que generalmente
producen secuelas graves e invalidantes, en ocasiones limítrofes entre la vida y
la muerte, como son los llamados estados vegetativos.
“El TCE se caracteriza por ser una lesión que provoca pérdida de conciencia de
sí mismo y del entorno, seguido de un período de COMA (estado alterado de
Conciencia – Orientación – Memoria – Atención) – período de inmovilización, la
posterior aparición de déficit y finalmente de una pérdida de memoria temporal
denominada amnesia post-traumática".
“La lesión cerebral causa en estos pacientes una serie de déficits
neuromotrices, cognitivos y neuropsicológicos y/o sensoriales que determinan
diversas discapacidades y que les condicionan una situación de minusvalía”.
Los
déficits
de
repercusión
conductual
determinan
la
aparición
de
características poco conocidas en los pacientes afectados, debido a que solo
2
10. hasta hace muy poco tiempo estos no sobrevivían, situación que se ha revertido
como resultado del impacto científico tecnológico en la atención primaria [61].
Sin embargo, el estado del paciente como consecuencia de la lesión influye de
manera notable sobre sí, su familia y su entorno cercano, y conviene ser
revertido mediante tratamiento que asegure su reinserción social, ya sea parcial
o total.
Bori de Fortuny I [21], apunta al respecto que: “Los trastornos psíquicos son los
más invalidantes, pero en la fase inicial del despertar son los trastornos
neuromotores los más evidentes, por tanto, la Medicina de Rehabilitación debe
asumir la complejidad del déficit y elaborar un programa terapéutico
individualizado que contemple todas las necesidades en cada momento”.
Al abordar una investigación de esta naturaleza, lo primero que salta a la vista
es la necesidad de conocer en qué consiste la rehabilitación motora, dado que
es el término más general donde tienen espacio cualquiera de las formas de
restablecimiento vinculadas al ejercicio físico. En el marco de esta
investigación, se define como aquella donde ponderan los medios para la
estimulación sensorial, más estrechamente vinculadas a la motricidad y
realización de tareas dirigidas a la recuperación de la salud del individuo.
Específicamente en aquellos sujetos que sufren de TCE, donde la disfunción
motora es causada tanto por el deceso de neuronas, como por pérdida de las
conexiones sinápticas entre grupos neuronales no dañados, la regeneración
neuronal y formación de nuevas sinapsis subsiste gracias a la neuroplasticidad,
como propiedad del Sistema Nervioso (SN).
Según Bergado y Almaguer [15]: “La regeneración, formación de colaterales
axónicas y de nuevas sinapsis, constituye la base de la reorganización y
recuperación de funciones perdidas por daño a las neuronas”. Este hecho es la
razón que justifica la incorporación de pacientes con secuelas motoras por TCE
a tratamientos que tengan como objetivo la rehabilitación motora.
3
11. No obstante, en el caso de los pacientes con TCEG, la magnitud de la lesión es
tal que carecen de criterios de rehabilitación, pues el nivel de deterioro del SN
conduce a la pérdida del estado normal funcional a un nivel del que no es
posible hacer regresar al paciente mediante tratamiento alguno; dado que,
según reconoce la práctica y teoría médica de forma implícita, el grado de
desarrollo científico técnico que le sirve de soporte es aún insuficiente para
lograrlo, o bien se ha perdido como resultado del trauma la propiedad de
neuroplasticidad del SN, precisamente aquella que garantiza la recuperación de
sus funciones.
Aún así, la elaboración de un tratamiento debe comprender que el carácter
motor de la rehabilitación implica la participación del sistema osteomioarticular,
primero de forma pasiva, luego asistida y finalmente resistiva. Estas fases
devienen las referencias que orientan la progresión del trabajo de los
especialistas en neurorrehabilitación.
Los ejercicios físicos que movilizan el mencionado sistema, no son
unidireccionales en el proceso de rehabilitación, como es natural tributan a la
salud que es el objetivo básico de la rehabilitación; pero el cumplimiento de la
dosificación programada es un recurso educativo, que ayuda a reorientar y
fortalecer las cualidades de la personalidad del individuo que es objeto del
tratamiento.
Más adelante, cuando los resultados son más evidentes, la práctica de ejercicio
físico puede perseguir, además de lo funcional, un fin estético y hasta
recreativo. Estas propiedades del ejercicio físico le otorgan una gran preferencia
en los procesos de rehabilitación, con los cuales se socorre a los pacientes
parapléjicos, cardiópatas y hemipléjicos en su recuperación.
Se ha apreciado claramente, en el mundo la tendencia dominante de
enfermedades neurológicas, lo cual exige una necesidad ávida de soluciones
inmediatas para la atención rehabilitatoria de estos pacientes, compensando
algunos déficits físicos, cognitivos, conductuales y/o emocionales, teniendo
como dificultad que no hay dos TCE iguales y es ahí donde radica el principal
4
12. problema de su tratamiento rehabilitador, ya que precisa de programas
individualizados en correspondencia con el modo en que se manifiesta la
discapacidad en cada uno.
Surgen así las siguientes premisas:
1)
La neuroplasticidad es la propiedad del SN que le asegura la
recuperación parcial o total de sus funciones, las que se han perdido como
resultado de trauma u otro tipo de estado patológico adquirido o congénito.
2)
Los pacientes en estado vegetativo como secuela de TCEG no poseen
criterio de rehabilitación, lo que significa que no se acepta como posible la
elaboración de un tratamiento que asegure su restablecimiento total o parcial,
en el contexto del actual desarrollo de las ciencias.
3)
“La Neurorrehabilitación Motora Mediante Ejercicios Físicos es una
disciplina de la rehabilitación neurológica, contenida en la Cultura Física
Terapéutica, que estudia las metodologías de restablecimiento total o parcial de
las propiedades funcionales del SN.” [120]
Estas premisas revelan la contradicción existente entre los tratamientos para la
neurorrehabilitación del paciente y la afección en cuestión, y permiten construir
la siguiente situación problémica:
El cuerpo teórico que sirve de sostén al proceso de neurorrehabilitación no
permite la elaboración de tratamientos que garanticen el restablecimiento
parcial o total de las habilidades de los pacientes en estado vegetativo como
secuela de TCEG.
Puede formularse entonces el siguiente problema científico:
¿Cómo planificar la rehabilitación motora parcial o total de pacientes en estado
vegetativo como secuela de TCEG?
Como la neuroplasticidad es la propiedad del SN que le asegura la
recuperación parcial o total de sus funciones y como los pacientes en estado
vegetativo secuela de TCEG no poseen criterio de rehabilitación, queda
5
13. implícito entonces que su sistema nervioso ha perdido esta propiedad. De ahí,
que la hipótesis de la presente investigación consiste en suponer que si la
neuroplasticidad no se pierde como resultado de un TCEG, entonces es posible
la recuperación parcial o total de las funciones perdidas.
Atendiendo a las fuentes teóricas y metodológicas que se relacionan en la
solución de esta interrogante, el problema declarado queda inmerso en
siguiente objeto de estudio: El proceso de neurorrehabilitación motora
mediante ejercicio físico; mientras que el campo de acción se limita a las
estrategias (tratamientos) de rehabilitación motora de pacientes con TCEG.
Objetivo general.
Diseñar una estrategia pedagógica de neurorrehabilitación motora mediante
ejercicios físicos, que conduzca al restablecimiento parcial o total del estado
normal funcional motor de individuos en estado vegetativo como secuela de
TCEG.
Tareas científicas.
1) Caracterización del proceso que distingue el tratamiento de pacientes con
secuelas de traumatismo craneoencefálico grave.
2) Determinación de las bases organizativas y metodológicas de la estrategia
pedagógica.
3) Elaboración de la estrategia pedagógica
4) Comprobación empírica de la eficacia de la estrategia pedagógica
diseñada.
Novedad científica.
No es la primera vez que los profesionales de la Cultura Física se interesan por
la práctica de ejercicio físico, como vía para conseguir la reinserción social de
personas que, por alguna razón hayan necesitado de procesos rehabilitatorios,
de manera que este tema es bastante conocido. Sin embargo, la revelación de
que la neurorrehabilitación motora mediante ejercicios físicos como disciplina de
6
14. la Cultura Física Terapéutica, contiene el soporte teórico y metodológico para
elaborar los tratamientos para esta afección, es realmente una novedad que
permite asegurar que todo paciente correctamente diagnosticado de TCEG, no
siempre debe quedar sin criterio de rehabilitación.
La significación teórica de este resultado radica en el redimensionamiento de
la teoría de la neurorrehabilitación, considerando las posibilidades que ofrece la
existencia de la neuroplasticidad como propiedad del sistema nervioso inclusive
después de un TCEG.
El informe está constituido por tres capítulos y los documentos anexos, además
de la introducción, las conclusiones y las recomendaciones. El primero
comprende el marco teórico conceptual que sirve de referencia a la
investigación; el segundo, la descripción de la metodología empleada para la
obtención de los resultados de la investigación; en el tercero se presenta el
análisis y discusión de los resultados, la estrategia pedagógica para la
rehabilitación física y la eficacia de su aplicación.
Para alcanzar tales fines se aplicaron métodos teóricos tales como análisis síntesis, hipotético - deductivo, modelación, revisión documental; entre los
empíricos tendentes a develar las características del tratamiento de pacientes
con TCEG: entrevista, observación, pre - experimento y medición; como medio,
el video y como instrumento de registro, las planillas de la escala funcional de
motricidad gruesa modificada. A partir de los datos obtenidos se determinan los
componentes de la estrategia y sus formas de organización, con la que se
pretende transformar el estado de la paciente, como resultado del método del
pre - experimento.
7
15. CAPÍTULO I. ANTECEDENTES HISTÓRICOS SOBRE EL PROCESO DE
REHABILITACIÓN DE PACIENTES CON TRAUMATISMO CRANEOENCEFÁLICO.
CATEGORÍAS CONCEPTUALES ESENCIALES RELACIONADAS CON EL
OBJETO DE ESTUDIO.
1.1. Apuntes sobre el surgimiento y desarrollo de la rehabilitación.
Sistematizar un concepto no tiene mérito si previamente no se repara en los
precedentes históricos que encierran en sí mismo el conocimiento del pasado y,
en este caso los referentes a la rehabilitación. Esta se remonta a tiempos
inmemorables como los de la medicina física, ya que el hombre siempre ha
reaccionado ante las diversas anomalías del cuerpo, buscando alternativas y
métodos que propiciaran su recuperación. La práctica sistemática de estas
experiencias
fue
asegurando
progresivamente
un
amplio
caudal
de
conocimientos.
Una de las más notables comprensiones en este sentido tiene lugar en la
manifestación de la necesidad de ejercitarse no solo para desarrollar el cuerpo,
sino para prevenir y aliviar ciertas enfermedades. Tanto es así, que en los
primeros escritos de la medicina en China que datan del 2 700 a.n.e., eran
considerados con mucha atención tanto el ejercicio físico como el masaje, los
cuales eran practicados empíricamente por civilizaciones antiguas como la
egipcia, asiria y la hindú. En ese sentido es oportuno referirse al “Kong Fou”
como el escrito más antiguo sobre ejercicios terapéuticos y masaje. [100]
Esta forma de proceder es contrapuesta a la visión de los romanos, que
practicaban principalmente una medicina empírica y cuya terapéutica era
exclusivamente medicamentosa. Uno de los más sobresalientes opositores de
esta idea fue Asclepíades (siglo I a.n.e.) creador de la escuela metódica que
rechaza los medicamentos y propone la dieta, masaje, hidroterapia y ejercicios
físicos, junto con la marcha y carrera. [62, 100, 155]
Entre los términos más utilizados en las doctrinas de Asclepíades en la
redacción del tema de la rehabilitación como forma curativa es el de analepsis,
8
16. considerando incluso el valor de los ejercicios físicos, lo cual resulta
revolucionario en relación con las concepciones de la antigua civilización griega.
[155]
El término “rehabilitación” fue ganando espacio en el campo de las ciencias
médicas. Ya con el advenimiento del siglo XX se crearon nuevas especialidades
médicas con el propósito de fragmentar el conocimiento para facilitar su estudio.
A medida que se fue desarrollando dicha ciencia, se hizo necesario llevar a
cabo tratamientos más eficaces como parte de la terapia de diversas
afecciones, que para muchos también significaba “restauración”, después pasó
a ser sinónimo de práctica de buena medicina. [100]
Durante la Primera Guerra Mundial (1914 a 1918), se incrementó el empleo de
los ejercicios físicos como método de rehabilitación en los hospitales militares
de los países en guerra, hecho indeseado que trajo aparejado la aparición de
otras especialidades y un fortalecimiento de sus bases teóricas. [155]
Contradictoriamente los enfrentamientos bélicos han sido acontecimientos que
en cierto modo han acelerado determinadas esferas del desarrollo humano;
obsérvese que las contiendas como la de la Segunda Guerra Mundial de 1939 a
1945 produjo numerosos discapacitados y nuevamente son utilizados los
ejercicios físicos para rehabilitarlos. En esta segunda ocasión, además de los
departamentos de ejercicios en los hospitales, se establecieron muchos centros
de convalecencia donde se prescribían ejercicios durante muchas horas al día.
En el caso de los pacientes que estaban en cama, realizaban los denominados
calistenia (ejercicios de gimnasia para el desarrollo de la masa muscular) y
algunos ejercicios simples. [155]
En dichos centros se orientaban ejercicios a grupos conformados según las
incapacidades de los pacientes. El fin terapéutico emerge como la referencia
que orientaba las actividades que tenían como propósito la curación de los
afectados, las cuales se concretaban a través de las clases, cuyo objetivo
supremo era la mejoría funcional. Cada clase presentaba un conjunto de tareas
portadoras de ejercicios para la estimulación del cuádriceps, la columna
9
17. vertebral; otros se orientaban a las movilizaciones de las diferentes
articulaciones, ejercicios preparatorios para la ambulación y posteriormente la
marcha. [155]
El tratamiento se completaba con fisioterapia específica, terapia ocupacional e
hidrogimnasia, en caso necesario. Ya desde estos tiempos se habló de ajuste
psicosocial y del papel de la psicología en la rehabilitación. Además se
introdujeron programas de deportes adaptados como el famoso baloncesto en
sillas de ruedas para parapléjicos. Se le dio renovada importancia a los
ejercicios de reacondicionamiento y se redescubrió el lado negativo del reposo
excesivo.
Un paso hacia la especialización de los tratamientos fue el establecimiento de
los centros especiales para algunas de las incapacidades principales. Entre
ellos se encontraban los centros para ciegos, donde se les orientó con respecto
a la marcha instrucciones para los juegos; los centros para amputados donde
se movilizaban en forma precoz las extremidades amputadas y se les indicaban
una serie de ejercicios para el mejor uso de las prótesis. Estos centros eran
atendidos por especialistas de varias disciplinas clínicas de las Fuerzas
Armadas y de los servicios médicos de urgencia, que se propusieron convertir
la convalecencia en rehabilitación. [158]
Queda demostrado que en el transcurso de la guerra se le ofreció especial
atención a la rehabilitación de los discapacitados. La creación de estos centros
de rehabilitación avala esta afirmación. Además, es importante destacar que
comienzan a incorporarse otras formas de terapia con el propósito de lograr una
rehabilitación más integral.
Antes de este desarrollo, las concepciones de rehabilitación habían sido
generales y confusas, razón que limitaba su aplicación. Autores como Marcelo
Valencia [160] aseveran que el concepto de rehabilitación procede de la
ortopedia o tratamiento de los accidentados, cuya finalidad era la reconstrucción
de las habilidades dañadas, para un mejor acomodo; si no al nivel anterior, al
menos en la mejor condición posible que le permitieran sus capacidades
10
18. residuales. Desde esta perspectiva, la rehabilitación se fue estableciendo como
una gran actividad científica.
Uno de sus máximos exponentes ha sido Krusen F. [52], por su prestigiosa obra
“Medicina Física” que salió a la luz en 1941. Esta constituye el primer tratado de
la materia en Estados Unidos. Durante los seis años siguientes trabajó
arduamente junto a otros médicos; hasta establecer en 1947, la Comisión
Norteamericana de Medicina Física y Rehabilitación (CNMFR) bajo el auspicio
de la Comisión Norteamericana de Especialidades Médicas. En este mismo
año, la Comisión Norteamericana de Medicina Física y Rehabilitación reconoció
esta materia como una especialidad médica, la cual en un principio fue tomada
como única denominación. [155]
Sobre una base filosófica de la vida y el humanismo, en la que se fue
produciendo la idea o el constructo de la Rehabilitación, se asocian así dos
conceptos en una actuación unívoca, la Medicina Física y Rehabilitación. Este
hecho permite esclarecer algunos criterios de Rehabilitación, ofrecidos por
especialistas y organizaciones, propiciando así un mejor entendimiento del
alcance del vocablo en cuestión.
Al consultar el Diccionario Médico Digital 1 la Rehabilitación. f. se presenta
como: Acción y efecto de rehabilitar. […] 4. Med. Conjunto de métodos que
tiene por finalidad la recuperación de una actividad o función perdida o
disminuida por traumatismo o enfermedad.
Definición no muy lejana a la emitida por el diccionario terminológico de
Ciencias Médicas, según el cual se trata de: Cualquier ejercicio o instrucción de
mejora programada dirigido a personas con una discapacidad física, mental o
social. […] Readquisición, por tratamientos apropiados, de la actividad
profesional perdida por diversas causas. [105]
Por su parte, en España la Comisión Nacional de la Especialidad Médica de
Rehabilitación establece que la rehabilitación es “diagnóstico, evolución,
1
Microsoft Bookshelf en Español (1997)
11
19. prevención y tratamiento de la incapacidad, encaminados a facilitar, mantener o
devolver el mayor grado de capacidad funcional e independencia posible.
Rehabilitación suele ser sinónimo también de terapia, como la que es
patrocinada por programas oficiales o públicos. En todos los casos el objetivo
de la rehabilitación es enseñar o restituir a una persona determinadas
habilidades o actitudes positivas para permitirle una integración más amplia y
enriquecedora en la sociedad. [44]
En la definición de Mugica, [111] se aprecia un mayor apego a los factores
sociales, pues según su enfoque es el “sistema de tratamiento mediante el cual
una
persona
incapacitada
se
coloca
mental,
física,
vocacional
y
económicamente en condiciones de desenvolverse lo más normalmente posible
en su medio social”. Mientras Kessler H. H se mueve en la ambivalencia de dos
definiciones de rehabilitación de general aceptación: una, de apreciación
puramente médica, que considera la rehabilitación como el empleo de todas las
armas médicas que puedan favorecer la recuperación y la otra más
ampliamente concebida y aceptada por todos aquellos profesionales cuyo
trabajo se desenvuelve en organismos públicos o privados destinados a tratar a
personas con un déficit físico. La rehabilitación, según esta definición, “es la
restauración del inválido hasta sus máximos límites posibles: físico, mental,
social, vocacional y económico”.
En Cuba, aunque la Sociedad Cubana de Rehabilitación intenta una definición
diferente, ésta es en esencia semejante a las anteriores, pues hace alusión a la
rehabilitación como el conjunto de procedimientos médicos, psicológicos,
sociales, dirigidos a ayudar a una persona a alcanzar el más completo potencial
físico, psicológico, social, laboral y educacional compatible con su deficiencia
fisiológica o anatómica y limitaciones medioambientales, intentando restablecer
o restaurar la salud.
Si se aceptan las anteriores definiciones por ser equivalentes, se debe convenir
entonces en que la rehabilitación debe tener en cuenta la causa de la
discapacidad y actuar en los efectos producidos por la enfermedad, basado en
12
20. el modelo bio-psico-social, para aumentar la función perdida y así la calidad de
vida.
Esta generalización devela una posición semejante a la de
Hernández
Tápanes, S. [69], de la cual se esboza a continuación una cita textual: “…
proceso global y continuo de duración limitada y con objetivos definidos,
encaminados a promover y lograr niveles óptimos de independencia física y las
habilidades funcionales de las personas con discapacidades, como así también
su ajuste psicológico, social, vocacional y económico que le permitan llevar de
forma libre e independiente su propia vida.
La rehabilitación es un proceso complejo que resulta de la aplicación integrada
de muchos procedimientos para lograr que el individuo recupere su estado
funcional óptimo, tanto en el hogar como en la comunidad, en la medida que lo
permita la utilización apropiada de todas sus capacidades residuales”. [69]
Yesner citado por Hernández T. [69] asegura que “… restauración por medio de
los servicios de un personal capacitado de los individuos disminuidos hasta
alcanzar el máximo de su potencialidad física, mental y social y económica de
que sean capaces”.
La citada autora en su artículo de Medicina Física y Rehabilitación [69] la define
como un proceso de tratamiento ideado para ayudar a los disminuidos físicos a
utilizar al máximo sus capacidades residuales, para permitirle obtener la óptima
satisfacción y utilidad para ellos mismos, para sus familiares y su comunidad.
Hernández Tápanes, S. también comparte la posición de Fordyce, autor que
define la rehabilitación como la actividad que concierne específicamente a
personas que tienen incapacidades de sufrimiento y de ocupación; la esencia
del proceso de rehabilitación es el reconocimiento de lo que ha ocurrido en el
afecto del paciente y que continuará afectando muchos aspectos de su vida
sobrepasando los límites de la función corporal. Velasco Asdrúbal. [161]
13
21. Definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) 2 , la Rehabilitación es el
conjunto de medidas sociales, educativas y profesionales destinadas a restituir
al paciente minusválido la mayor capacidad e independencia posible.
Desde el punto de vista del investigador resulta más operativa la concepción
ofrecida por la Organización Panamericana de Salud (OPS) 3 , cuando se
declara que es un conjunto de estrategias médicas, educativas, psicológicas,
vocacionales y de atención social, con el fin de desarrollar al máximo las
capacidades físicas, mentales y sensoriales residuales y reintegrar a la
comunidad a individuos que presentan limitaciones, buscando mejor calidad de
vida.
Hasta aquí se ha tratado la rehabilitación como recurso para restablecer a los
individuos que padecen disímiles dolencias; aún no es posible reconocer dentro
de este proceso el alcance de la rehabilitación motora. Para ello es preciso una
comprensión más específica de la misma; pudiendo considerarse en ocasiones,
como aquella que se sustenta en métodos y procedimientos cuyo medio
esencial son los ejercicios físicos terapéuticos.
El crecimiento de la rehabilitación motora se debe fundamentalmente al aporte
de sus cultores, entre los cuales sobresale la labor de Gustav Zander, creador
del Instituto Médico Mecánico en enero de 1865, quien fue capaz de combatir la
incredibilidad de muchos médicos ante una verdad tan evidente. En este mismo
año fue publicado un libro en España escrito por Sebastián Busqué Torro acerca del
ejercicio terapéutico, donde se le da un enfoque más contemporáneo a tales ejercicios,
al emplear el término “rehabilitación”, posiblemente la primera vez con el sentido
actual. [155]
En realidad, muchos de los argumentos que fueron enriqueciendo el concepto
de rehabilitación física con el decursar del tiempo, tienen su origen en el
2
3
Segundo Informe del Comité de Expertos, Ginebra
Organización Panamericana de Salud 1989
14
22. surgimiento de métodos terapéuticos, entre los que se encuentra la
mecanoterapia. Según la Enciclopedia Universal Europeo- Americana, [155]
ésta consiste en la aplicación de aparatos que actúan sobre el sistema
neuromuscular, pero que resultan costosos. También incluye la dirección
higiénica de los movimientos para mejorar las condiciones generales del
organismo, es conocida también bajo el nombre de Kinesiterapia.
La Kinesiterapia no puede reducirse a un conjunto de procedimientos o de
técnicas, antes es preciso tener un conocimiento profundo del movimiento y de
sus efectos biológicos y psicomotores. Ésta se apoya en diversas ramas de la
medicina como la fisiología, la morfología, la cinesiología; pero también en la
mecánica.
La rehabilitación física por Kinesiterapia va encaminada a conseguir una
recuperación funcional más rápida y completa de los movimientos que con tanta
frecuencia
se
ven
alterados
por
diferentes
causas:
enfermedades,
amputaciones, parálisis, reumatismo y traumas. [99]
Un método semejante a la kinesiterapia, pero aun más amplio es la
cinesiterapia, que se define como el conjunto de métodos que utilizan el
movimiento metódico con finalidad terapéutica. Sin embargo, tanto una como la
otra se incluyen dentro de la Cinesiología, entendida esta como la ciencia del
movimiento, aplicable al gesto deportivo y al trabajo humano bajo todos sus
aspectos.
En este sentido, no se puede ignorar la obra de Krusen [52], consistente en el
“Tratado de Medicina Física y Rehabilitación” a partir de las deliberaciones del
Comité Médico de la Fundación Norteamericana.
Este destacado autor impulsó notablemente la gimnasia de rehabilitación en
Estados Unidos; creó, junto con otros médicos, todo un movimiento en favor de
la utilización del ejercicio físico como un medio ideal de recuperación funcional,
que resultó en el establecimiento de la Comisión Norteamericana de Medicina
Física y Rehabilitación. Además, elaboró tratados acerca de la medicina física y
la rehabilitación que contribuyeron a afianzar su valor como disciplina. Por todo
15
23. ello es considerado maestro y líder indiscutible de la medicina física e inspirador
de las nuevas generaciones de médicos que se iniciaban en este campo.
Aunque ya se había reconocido la Medicina Física como especialidad médica
desde 1947, todavía no se enseñaba en las facultades y se practicaba en unos
pocos centros civiles en Estados Unidos. Los médicos centraban su atención en
la identificación y erradicación de las patologías agudas, a pesar de que los
beneficios de la ambulación temprana eran sorprendentes. Fue entonces que el
Dr. Howard A. Rusk comenzó a referirse a la rehabilitación como la segunda
fase del tratamiento médico. Sin embargo, la minoría de los pacientes la
recibieron como parte del plan de tratamiento. Rusk la concibió como el
restablecimiento funcional del paciente y su incorporación a la vida social lo
mejor posible. Aseguró que para lograr esto debían converger varios tipos de
terapia como la física, la ocupacional, la psicológica, entre otras. Es decir,
consideró que la rehabilitación debe ser enfocada de forma multilateral y le
concedió gran importancia a la terapia física, aunque no menospreciaba el valor
de los otros métodos terapéuticos. [107] [155]
Evidentemente es notable el desarrollo de la gimnasia terapéutica en la época
contemporánea. Es importante señalar el reconocimiento que se le ha dado al
ejercicio físico como medio terapéutico, a tal punto que la terapia física ocupa
un prestigioso lugar dentro de la terapéutica como concepción más abarcadora.
Hoy, el ejercicio físico se emplea en innumerables dolencias; en algunas de las
cuales resultaba imposible imaginar la magnitud de sus efectos.
El ejercicio físico terapéutico, en la mayoría de los casos, ha reemplazado la
acción de muchos medicamentos, probando su reconocida eficacia como uno
de los agentes naturales más beneficiosos que existen. Además, es uno de los
medios más rentables para curar enfermedades y preservar la salud, ya que no
necesita de grandes inversiones y pueden realizarse de forma satisfactoria con
un mínimo de condiciones.
En los momentos actuales, los avances tecnológicos aplicados a la
rehabilitación y la tendencia creciente a reducir tratamientos farmacológicos e
16
24. invasivos que resultan en ocasiones abusivos y muy costosos, han abierto
nuevas perspectivas para la medicina física y la rehabilitación en el ámbito
terapéutico, así como el higiénico o preventivo. Este proceso viene
experimentando un auge paralelo a los progresos de la medicina en general; se
caracteriza por un trabajo de equipo interdisciplinario, a diferencia del tradicional
cuyo enfoque es fragmentado, con varios especialistas trabajando en
problemas específicos de manera independiente.
La rehabilitación tiene un alcance asistencial de gran diversidad, que se
concreta en secuelas derivadas de afecciones comprendidas en las siguientes
especialidades:
la
neurológica,
ortopédica,
cardiovascular,
respiratoria,
psicológicas, logofoniátrica y defectológica, entre otras.
1.1.1. La rehabilitación en Cuba.
Al valorar el desarrollo de la rehabilitación en Cuba, se puede afirmar que en los
últimos cincuenta años se le ha prestado mayor atención, sobre todo a partir de
1959. Antes de esta fecha, la situación fue similar a la que aún presenta la
mayoría de los países subdesarrollados, un cuadro de invalidez dado
fundamentalmente por las epidemias de poliomielitis, la desnutrición, el
parasitismo, la meningoencefalitis, la lepra, la sífilis, las enfermedades mentales
y otras infectocontagiosas. Como se sabe, existe una relación directa entre
pobreza e invalidez, en el sentido de que esta última prevalece en los grupos
más pobres, con mayor significación ciertos componentes como son: la
desocupación, la vivienda inadecuada, la mala alimentación y la atención
médica insuficiente.
Antes del triunfo de la Revolución, el inválido, estaba desamparado,
desposeído, abandonado: los niños inválidos con deformidades por secuelas de
poliomielitis, desnutridos, así como adultos con amputaciones y otros, se
encontraban tirados en las puertas de las iglesias y en las aceras pidiendo
limosnas y vendiendo billetes. [34]
17
25. En este mismo período la especialidad de Medicina Física y Rehabilitación no
existía como tal, y sólo unos pocos médicos de otras especialidades
(ortopédicos, neurólogos, logopedas, etc.) se dedicaban parcialmente a la
rehabilitación de inválidos. El personal técnico también, era muy escaso pero
existía en una proporción un poco mayor a la de los médicos. [34]
Esta situación es contrastante con el estado actual de esta especialidad, donde
se presentan hasta tres modalidades como son: la rehabilitación basada en las
instituciones, la rehabilitación institucional con extensión a la comunidad y la
rehabilitación basada en la comunidad (RBC).
Para una comprensión más acabada del proceso de rehabilitación en la
actualidad, debe tenerse en cuenta los objetivos planteados por Hernández
Tápanes, S. [69]:
x
Rehabilitar a las personas con discapacidad en su propio entorno
comunitario.
x
Lograr la participación activa del discapacitado en actividades económicas,
socioculturales y deportivas.
x
Lograr la incorporación del discapacitado y de la familia a las asociaciones
de discapacitados de la comunidad.
x
Realizar
actividades
de
promoción,
prevención
de
deficiencias
y
discapacidades.
1.1.2. El profesional de cultura física en el proceso de rehabilitación.
Para acercarse al origen de la intervención del profesional de la cultura física en
el proceso de rehabilitación, hay que remitirse a la creación de las Áreas
Terapéuticas, instituciones creadas en Cuba el 24 de mayo del año 1982 [48]
[94][138], con el interés de desarrollar la Cultura Física Terapéutica (CFT)
entendida como el uso del ejercicio físico con fines profilácticos y terapéuticos,
para lograr un rápido y completo restablecimiento de la salud y en otros casos,
18
26. realizar la prevención de algunas enfermedades. Las áreas terapéuticas son
instituciones creadas a nivel de los municipios para promover, prevenir y
restablecer la salud mediante el uso de la cultura física terapéutica.
El accionar del especialista en Cultura Física en el campo de la rehabilitación no
se detuvo en las mencionadas áreas. En la actualidad forma parte de los
equipos multidisciplinarios encargados de tan noble misión. En este sentido,
aunque la composición del equipo puede variar de acuerdo a la institución de
que se trate, generalmente se conforma de la manera siguiente:
Responsable: Especialista en Medicina Física y Rehabilitación (MFR).
Miembros:
-
Técnico en terapia física y rehabilitación.
-
Técnico en terapia ocupacional.
Equipo ampliado:
-
Técnico en logopedia y pediatría.
-
Técnico en ortesis, prótesis y vendajes.
-
Técnico en podología.
-
Tecnólogo de la salud.
-
Trabajadora social.
Nótese que la terapia física y rehabilitación motora, que es una labor propia del
profesional de la Cultura Física, no es una tarea de carácter secundario, lo que
exige del mismo un alto nivel de responsabilidad y un compromiso con la
autosuperación. Las funciones a desarrollar en este sentido son muy diversas,
entre las cuales cuentan las siguientes:
¾ Cumplir las medidas dictadas por el médico rehabilitador, Medicina General
e Integral (MGI) u otros.
¾ Orientar sobre medidas de adaptación de las personas con discapacidad al
medio y las modificaciones de éste.
19
27. ¾ Capacitar a la persona con discapacidad y a la familia en el proceso de su
rehabilitación.
¾ Participar en actividades docentes investigativas.
¾ Orientar a la familia y a la propia persona discapacitada sobre medidas de
prevención de nuevas discapacidades y complicaciones. [69]
El cumplimiento de las
orientaciones dictadas por el médico rehabilitador
general e integral o cualquiera de los especialistas clínicos, requiere al menos
de un conocimiento básico de los aspectos de la medicina relacionada con la
rehabilitación y las características de las limitaciones del paciente, pero su
accionar se desarrolla fundamentalmente en un escenario pedagógico.
Véase que según las funciones relacionadas anteriormente, su mayor
desempeño tiene lugar en actividades de orientación, tanto a los pacientes
como a los familiares, actividades conducentes a la transformación de
determinadas actitudes, todo lo cual obliga a una participación activa en
actividades docentes e investigativas.
Este criterio se refuerza al valorar el perfil del egresado del programa vigente de
la Maestría en Cultura Física Terapéutica y Profiláctica, donde se evidencian
estas exigencias y se hace además, énfasis en la selección de los medios, los
métodos y la dosificación.
En este sentido, fundamentado con la recopilación de las ideas de García
Delgado José A. del Centro de Investigaciones Médico Quirúrgico (CIMEQ), la
acción pedagógica que interviene como método en Medicina Física y
Rehabilitación no sigue un modelo de tratamiento como la medicina general;
sino un modelo de sustentación en el que los profesionales ofrecen al paciente
y a su entorno las posibilidades para prevenir, corregir o compensar las
consecuencias de la enfermedad, accidentes u otra situación: se trata de un
proceso de adquisición de aprendizaje y de corrección de capacidades
mediante instrucción, entrenamiento y automatización en la situación que
exigen estos actos, el cual es siempre una continuación de adecuación y
sustentación para el paciente, así como para su entorno. [68]
20
28. La rehabilitación es una actividad que integra diversos componentes que
identifican un proceso pedagógico, entre ellos categorías básicas como la
educación o reeducación, enseñanza, aprendizaje o reaprendizaje e instrucción.
Evidentemente el modo de interacción de estos fenómenos bajo un objetivo
dado, responde al concepto de lo que se conoce como proceso pedagógico,
idea coincidente con la que sostiene Gmurman y Korolev, [59] y que se ajusta a
la visión más específica de Fuentes La O, [54] al referirse al proceso educativo
o formativo.
Desde este enfoque, lo que se define como reaprendizaje y reeducación en la
rehabilitación conduce invariablemente a la reconstrucción no solo de
capacidades y habilidades ya perdidas, sino además, a la formación de nuevas
actitudes y nuevos conocimientos; posición compartida con Tamayo R, quien
afirma que la neurorrehabilitación “es un proceso de aprendizaje derivado de
principios de las neurociencias y de la investigación, basados en la plasticidad
del cerebro”, mientras que desde el punto de vista que aquí se defiende, se
considera que en tanto se materializa la transformación del sujeto, se trata de
un proceso educativo.
Para establecer los puntos convergentes entre proceso pedagógico y
rehabilitación, habría primeramente que determinar qué es Pedagogía. Esta
necesidad se satisface al estudiar la obra de Álvarez, C. [7] [8] quien afirma:
“(…) ciencia que tiene como objeto de estudio el proceso formativo”. Nótese
que los componentes del acto pedagógico están tan presentes como en
cualquier otro proceso cuya intención sea educar: el sujeto que aprende
(Alumno), para la rehabilitación (paciente como participante activo), el sujeto
que enseña (Maestro), para la rehabilitación (especialista) y un contenido, todos
ellos en relación para aprender. Es la tríada didáctica, relación ternaria y otras
formas semejantes. Entre ellos se dan relaciones de reciprocidad y cada uno
actúa en distintos momentos como mediador entre los otros dos.
La existencia del contenido en esa triada didáctica diferencia el acto pedagógico
de otros actos humanos: el contenido va a agregar a los aspectos psíquicos y
21
29. sociales que se ponen en juego en toda relación, otro tercer grupo de
cuestiones que son las pedagógicas, las cuales tienen que ver específicamente
con las herramientas que ayudarán a que el aprendizaje ocurra. En este
proceso se ponen en juego aspectos cognitivos, afectivos y sociales. En el
transcurso de la acción rehabilitadora se produce una relación dialéctica, una
relación que permite acercarse, contraponer, superar y volver a comenzar; ya
no desde el mismo punto, sino desde uno nuevo.
Entiéndase por Proceso Pedagógico aquel “proceso educativo donde se pone
de manifiesto la relación entre la educación, la instrucción, la enseñanza y el
aprendizaje, encaminada al desarrollo de la personalidad del educando para su
preparación para la vida” [8]. También se puede tener en cuenta lo planteado
por Ruiz, A. [132], quien expresa que el mismo “...constituye un conjunto
dinámico
y
complejo
de
actividades
íntimamente
relacionadas
e
interdependientes, desarrolladas por el maestro con el objetivo de influir en la
formación de la personalidad del educando”. Además de ser “... organizado y
dirigido conscientemente, que se fundamenta en regularidades objetivas
internas y externas derivadas de las condiciones y relaciones esenciales dentro
del marco donde se desarrolla el propio educando y las relaciones sociales que
prevalezcan en la sociedad.”
Al hacer coincidir las categorías del proceso pedagógico con las que tienen
lugar en el proceso de rehabilitación, es evidente la naturaleza pedagógica de
este último, con la diferencia que subyace en el objetivo de cada acción
rehabilitadora.
1. 2. Neurorrehabilitación.
La Neurología Restaurativa constituye el espacio donde se integran las técnicas
y estrategias utilizadas para restaurar las funciones alteradas del sistema
nervioso (SN). Se caracteriza por su enfoque patofisiológico, combinando
métodos farmacológicos, quirúrgicos, neurobiológicos, de rehabilitación y
biofísicos, con vistas a la recuperación funcional del SN. [31] [144]
22
30. En los últimos 20 años se han producido enormes progresos en el conocimiento
científico de esta rama de las ciencias, siendo crucial para las nuevas
concepciones en el tratamiento de las enfermedades neurológicas. Es en esta
época cuando surge la neurorrehabilitación para dar respuesta a este tipo de
patologías.
Según Tamayo, R. 4 , “la neurorrehabilitación es una disciplina médica integrada
por un equipo interdisciplinario (médicos neurólogos, fisiatras, terapistas físicos,
del lenguaje, psicopedagogos, ocupacionales, del ejercicio...) con una visión de
tratamiento ecléctico de acuerdo a los diferentes métodos clásicos y al ejercicio
físico terapéutico, siendo este último el medio fundamental en el proceso de
neurorrehabilitación como el mayor potenciador del sistema nervioso”.
Una definición bien fundamentada pero menos comprometida con el ejercicio
físico se ofrece en el Vademécum de Kinesiología [165], según la trata como un
proceso clínico complejo dirigido a restituir, minimizar y/o compensar las
alteraciones funcionales aparecidas en la persona afectada por una
discapacidad como consecuencia de una lesión del sistema nervioso.
Cuando se produce una lesión medular o un daño cerebral severo, en la
persona que la sufre, se alteran sus capacidades, estilo de vida, proyectos y
hasta su ámbito familiar. La forma más efectiva de enfrentar esta situación
consiste en establecer el aprendizaje de una nueva manera de vivir, tanto en su
dimensión física como en la psíquica y social.
Así se ve que la neurorrehabilitación influye positivamente en las aptitudes y
actitudes de la persona con discapacidad, y en su entorno afectivo: en las
aptitudes para conseguir en cada caso el mayor grado de autonomía personal
posible y en las actitudes para procurar restablecer la autoestima y una
disposición emocional constructiva capaz de adaptarse a la nueva situación, así
como potenciar los recursos personales, con el fin de lograr una reinserción
social activa.
4
(2004) Director del Centro Argentino de Rehabilitación Neurológica
23
31. Según el Xhardez, Yves [165], para que sea efectiva y de calidad, la
neurorrehabilitación debe exhibir las siguientes características:
x
Holística. Debe tener en cuenta tanto los aspectos físicos y cognitivos como
los psicológicos, sociales y culturales que inciden en la personalidad del
paciente, su etapa evolutiva y su estilo de vida, así como en su familia.
x
Orientada al paciente. Desarrollo personalizado de estrategias asistenciales
centradas en el paciente y su grupo familiar.
x
Integradora. Los planes asistenciales los deben diseñar y realizar equipos
multidisciplinarios
constituidos
por
profesionales
motivados,
altamente
capacitados y entrenados en el trabajo interdisciplinario.
x
Participativa. Se debe contar con la cooperación activa del paciente y su
familia; para ello, es imprescindible una correcta información y una óptima
relación de confianza con el equipo terapéutico.
x
Ecológica. En la intervención terapéutica se debe intentar dotar al paciente
de la máxima autonomía posible, procurando en cada caso limitar las
dependencias asistenciales o tecnológicas a las imprescindibles.
x
Continuada. Se deberán tener en cuenta las diferentes necesidades del
paciente a lo largo de toda su vida, así como asegurar la continuidad asistencial
desde la fase inicial de instauración de la lesión hasta las posibles
complicaciones que puedan surgir en fases posteriores.
x
Resolutiva. Se debe disponer de los medios humanos y materiales más
adecuados para resolver eficazmente, y en cada situación, los problemas de
cada paciente.
x
Adaptable al entorno social. En cada caso, deberán buscarse las
respuestas que se adapten a las características específicas de la comunidad y,
al mismo tiempo, se influirá en la creación de recursos sociales que favorezcan
la mejor inserción social posible de la persona con discapacidad.
Resulta importante para la presente experiencia considerar el papel de la
neuroplasticidad en el proceso de neurorrehabilitación, pues se comporta como
24
32. el soporte para la selección de los métodos de intervención y la concepción de
la estrategia a seguir con cada individuo, idea que concuerda con la posición de
Savón, Y. [144]. Este autor sostiene que: “no habría sido posible la
neurorrehabilitación sin tener en cuenta la neuroplasticidad, basamento por el
cual podemos plantear que las personas con lesiones neurológicas pueden ser
beneficiadas con tratamientos para mejorar la función perdida o alterada por
eventos ocurridos en el sistema nervioso central”.
La práctica y la repetición son los dos pilares claves en los que se apoya la
neurorrehabilitación, teniendo como sustrato la neuroplasticidad. La práctica
con la repetición de los ejercicios en patrones de movimiento normales son los
dos principios en los que debe basarse la rehabilitación de trastornos del
sistema nervioso, dado que al fin y al cabo, lo que se necesita cuando se
“olvida” lo aprendido, ya sea por lesiones del sistema nervioso u otros, es volver
a aprenderlo. Estas teorías parten de la base de que el cerebro lesionado
continúa teniendo la capacidad de aprender. El aprendizaje tiene importantes
implicaciones que permiten que el cerebro se reorganice en función de la
información que le es suministrada, a través de ejercicios activos.
Esta comprensión de la práctica y de la repetición da al ejercicio físico una
función y un contenido concreto en el proceso de neurorrehabilitación, que
serán tratados con mayor énfasis en el próximo epígrafe.
1. 2.1. La neurorrehabilitación motora.
Dentro de la neurorrehabilitación se le otorga especial importancia al ejercicio
físico. El empleo del mismo como medio fundamental aplicado en la
rehabilitación neurológica constituye una alternativa importante entre los
métodos contemporáneos terapéuticos. Con el ejercicio físico se logra la
estimulación de los mecanismos neuroplásticos y el adiestramiento altamente
especializado de las capacidades o habilidades comprometidas para lograr la
máxima recuperación funcional posible.
25
33. La neurorrehabilitación motora mediante ejercicios físicos, comprende además
estimulación visual, auditiva, vestibular y somatosensorial, directamente
vinculadas a la manifestación de acciones motoras y a la realización consciente
de estas por el sujeto. Esta es una disciplina de la rehabilitación neurológica,
contenida en la Cultura Física Terapéutica, que estudia las metodologías de
restablecimiento parcial o total de las propiedades funcionales del SN, que se
han perdido como resultado de enfermedades congénitas o adquiridas, y
mediante la utilización de medios, la estimulación sensorial más estrechamente
vinculada a la motricidad y la realización de tareas motoras dirigidas.” [119]
Las tareas motoras dirigidas se orientan a: [120]
x
La obtención, conducción y procesamiento de los datos que brindan los
estímulos, ligados a la manifestación de la motricidad.
x
La percepción del estado del entorno y propio, a partir del procesamiento de
la información sensitiva de cada modalidad.
x
La comprensión de la necesidad de realizar acciones motoras.
x
La programación y control de la conducta motora humana.
Pasando a aspectos más específicos de la temática como la propia aplicación
de los procedimientos de rehabilitación neurológica, es posible afirmar que
atendiendo al grado de participación del paciente en la realización de las
acciones motrices, los procesos van desde la estimulación hasta la aplicación
de procedimientos resistivos, pudiendo clasificarse tales operaciones en
ejercicios pasivos, asistidos, activos y resistidos.
Movimientos pasivos: Cuando el paciente no participa en el movimiento relativo
de los segmentos corporales, del cambio de posición y orientación de su
cuerpo, la acción es del terapeuta.
Movimientos asistidos: las acciones motoras que requieren la participación del
terapeuta para lograr una correcta ejecución.
Movimientos activos: la realización de tareas motoras de manera independiente.
26
34. Movimientos resistidos: la ejecución de acciones motoras donde se aumente el
volumen que demanda la actividad (empleo de sobrepesos), de manera que no
afecte la estructura espacial y funcional de la técnica de realización.
Aunque la estimulación sensorial está presente (como causa) en los cuatro
tipos de movimientos del paciente, solo los pasivos constituyen el fundamento
para la realización de tareas motoras, que son propias de los movimientos
asistidos, activos y resistidos. Así, se distinguen dos etapas fundamentales en
la neurorrehabilitación motora mediante ejercicios físicos:
x
La etapa de estimulación sensorial, donde el movimiento voluntario es
inexistente, orientada a motivar la expresión de las funciones de las
modalidades sensitivas, y la percepción de la necesidad de realizar acciones
motoras;
x
La etapa funcional, donde aparece el movimiento voluntario, dirigida a la
manifestación de las propiedades funcionales del SN que se encargan del
control de la motricidad.
1.2.2. La neurorrehabilitación motora de pacientes con traumatismo
craneoencefálico. Estado actual.
El Traumatismo Craneoencefálico (TCE) es el daño causado al tejido encefálico
por fuerzas mecánicas externas o movimientos. Puede estar acompañado de
un período de alteración de la conciencia (amnesia o coma) que puede ser
breve (minutos) o prolongado (meses o ser indefinido). El TCE puede ser
cerrado o abierto y causar lesiones primarias. Las lesiones secundarias pueden
ser prevenibles con el manejo adecuado de la rehabilitación.
Aclarado el término en cuestión, es conveniente delimitar la severidad en los
diferentes niveles en que se manifiesta el TCE, para el cual se emplean dos
parámetros de medición de la gravedad, la Escala de Coma Glasgow (Teasdale
y Jennet, 1974) establece el nivel de apertura ocular, respuesta motora y verbal
27
35. con un rango de 3 – 15. El TCE es Severo o Grave con un índice de Glasgow
menor de 9; Moderado de 9 – 12 y Leve mayor de 13. (Tabla 1)
Manifestación
Reacción
Puntuación
Espontáneamente (los ojos abiertos no implica
necesariamente conciencia de los hechos)
2
1
Orientado (en tiempo, persona, lugar)
5
Lenguaje confuso (desorientado)
4
Inapropiada (reniega, grita)
3
Ruidos incomprensibles (quejidos, gemidos)
2
Obedece instrucciones
6
Localiza el dolor (movimiento deliberado o intencional)
5
Se retira (aleja el estímulo)
4
Flexión anormal
Respuesta
motora
3
Nunca
Respuesta
verbal
Cuando se le habla
Al dolor
Abre los ojos
4
3
Tabla 1. Escala del Coma Glasgow
La Amnesia postraumática es el tiempo transcurrido desde el trauma a la
recuperación de una memoria continua. Se considera leve la recuperación entre
30 minutos y hasta 6 horas; moderada menor de 24 horas; severa mayor de 24
horas y extremadamente severa, mayor de 7 días (ACC NHC, 1998). (Tabla 2)
1
MUERTE
2
Estado Vegetativo
Incapaz de actuar recíprocamente con el ambiente.
3
Incapacidad Severa
Capaz de seguir órdenes / incapaz de vivir de forma independiente.
4
Incapacidad Moderada
Capaz de vivir independiente; incapaz de volver a su trabajo o estudios.
5
Recuperación Buena
Capaz de volver a trabajar o estudiar.
Tabla 2. Niveles de incapacidad.
28
36. Los medios técnicos y los avances sobre el conocimiento del cerebro en el
campo de las Neurociencias, han permitido a los profesionales que trabajan
directamente con este tipo de paciente, tener una mayor garantía en el abordaje
terapéutico de los pacientes con traumatismo craneoencefálico.
La intención de restaurar totalmente las funciones hasta un nivel previo, se
convierte en la meta deseada. Sin embargo, no se puede ignorar la objetividad,
esta debe ser factible y apropiada. Desafortunadamente la práctica ha
demostrado que las expectativas muchas veces han estado muy por encima de
lo esperado según algunas estadísticas internacionales.
Con el tratamiento rehabilitador algunos pacientes pueden recuperar cierto
grado de funcionalidad, pero no el alcance completo o la eficiencia que
disfrutaban previamente. Otros pueden alcanzar un nivel de función
equivalente; pero no idéntico, mediante algún proceso de adaptación o
corrección; existen aquellos que simplemente pierden una habilidad en
particular, necesitando compensación o apoyo externo, en tal medida que
resulta significativo en sus vidas.
La rehabilitación de los pacientes con afecciones neurológicas se define como
el conjunto de tratamientos mediante el cual una persona incapacitada se
coloca mental, física, ocupacional y laboralmente, en condiciones de
desenvolverse lo más normalmente posible en su medio social. Su aplicación
abarca un campo muy amplio que comprende tanto la atención médica, la
defectológica, la psicológica, la logopédica y la rehabilitación física. Esta última
posee un carácter integrador que comprende la mayoría de las variantes
asistenciales, con un enfoque profiláctico, preventivo, pedagógico en su
accionar sistemático.
La atención a este tipo de pacientes entra dentro de lo que llamamos
Restauración Neurológica, la cual surge de las demostraciones experimentales
de las propiedades neuroplásticas y regeneradoras del SN.
El ejercicio físico es uno de los medios principales dentro del conjunto de
tratamientos que se aplican a pacientes con afecciones neurológicas, pues
29
37. contribuye directamente a la recuperación funcional y la reincorporación social
de los mismos. A la vez que aumenta la aferencia de estímulos propioceptivos y
vestibulares, ayuda a normalizar la actividad cortical y las interrelaciones
motoras viscerales y equilibran la correlación entre los sistemas de señales.
La aplicación temprana de la rehabilitación intensiva puede llevar a niveles altos
de recuperación, por eso debe iniciarse desde el mismo momento que se
instala una lesión y continuarse ininterrumpidamente hasta lograr la mayor
integración biológica y social posible.
La mayoría de los estudios sugieren que, una vez que las células cerebrales
resultan destruidas o dañadas, en la mayoría de los casos no se regeneran. Sin
embargo, la recuperación después de una lesión cerebral puede producirse ya
que, en ciertos casos, otras zonas del cerebro compensan el tejido lesionado, o
bien el cerebro aprende a redirigir la información y funciona en las zonas
contiguas a las del daño. El grado exacto de recuperación no se puede predecir
en el momento de la lesión, y puede no saberse durante meses o incluso años.
Cada lesión cerebral y su índice de recuperación son únicos. La recuperación
de una lesión cerebral grave generalmente implica un proceso de tratamiento y
rehabilitación prolongada o para toda la vida.
La rehabilitación del paciente que ha sufrido una lesión cerebral de esta
envergadura comienza durante la fase aguda del tratamiento. Cuando el estado
del paciente mejora se suele empezar un programa de rehabilitación más
extensivo. El éxito de la rehabilitación depende de numerosas variables, entre
las cuales se incluyen las siguientes:
x
El tipo y la gravedad de la lesión cerebral.
x
El tipo y grado de los deterioros e incapacidades resultantes.
x
El estado general de salud del paciente.
x
El apoyo de la familia.
30
38. Es importante centrarse en potenciar al máximo las capacidades del paciente,
tanto en la casa como en la comunidad. El refuerzo positivo lo animará a
recuperarse, mejorará su autoestima y fomentará su independencia.
Así es que la finalidad de la rehabilitación después de una lesión de este tipo,
es ayudar al paciente a recuperar el máximo nivel posible de funcionalidad e
independencia, a mejorar su calidad de vida general tanto en el aspecto físico
como en el psicológico y social. Por lo tanto, la neurorrehabilitación motora
mediante ejercicios físicos contiene los medios que garantizan la recuperación
de las funciones de las modalidades sensitivas, estrechamente relacionadas a
la expresión de la motricidad, los que propician la ejecución de acciones
motoras que sirven de respuesta a estímulos externos, así como el
restablecimiento de la función de control motor del SN.
Por las características particulares que presenta un individuo con trauma
craneoencefálico grave (TCEG), se impone la necesidad de un tratamiento
integral orientado a mejorar su calidad de vida tanto a corto como a largo plazo.
Los cambios a los que se somete el individuo (deficiencias funcionales físicas,
cognitivas, emocionales, de lenguaje, conductuales, entre otros) inciden de
manera radical en la vida del sujeto, tanto a nivel personal, familiar, social como
laboral.
En Cuba, producto de las características que presenta el sistema de salud, las
personas en esa situación, son atendidas hasta el momento de rebasar la fase
aguda, que se puede extender hasta tres meses como mínimo de rehabilitación
evolutiva.
Brindarle una atención precoz a las secuelas que persisten, propiciará una
recuperación más efectiva aunque no dejaría de ser un proceso de
rehabilitación lento, con la necesidad de integrar para su intervención todas las
especialidades con pertinencia, incluyendo el cuidado médico, el cuidado de
enfermería, las terapias tradicionales (física, ocupacional, del lenguaje), el
apoyo psicológico, neuropsicológico, entre otros; o sea que el abordaje que se
propone es multidisciplinario lo que se pudiera englobar en un solo tratamiento
31
39. kinesiológico, quedando bien entendido que la evolución de los traumatismos
graves es mucho más lenta, con secuelas importantes y diversas, y que en
unos las secuelas puramente físicas serán más importantes, en tanto que en
otros dominará el cuadro los problemas psicomotores.
Dentro de la clasificación de las alteraciones, se encuentra las del movimiento
que son atendidas con mayor profundidad por la terapia física, la cual tiene
como característica, que es extensiva a otras áreas de alteración, como
orientación para el reconocimiento, y así poder llegar a cumplir de cierta forma
los objetivos propuestos. [62][63]
En la valoración física del paciente con TCEG se distinguen los siguientes
momentos de intervención:
1. Diagnóstico del paciente.
2. Diseño del programa.
3. Impacto de la enfermedad en la familia y lo que ello representa.
4. Determinación de los objetivos generales de la intervención físicoterapéutica.
Según González Mas [63] en la rehabilitación física del paciente con TCE se
distinguen dos fases de intervención:
Fase Aguda o de alto riesgo; durante la cual el paciente permanece en una
unidad de cuidados intensivos y se debieran evitar las complicaciones que se
derivan de la inmovilidad, como las úlceras y las contracturas.
Fase post aguda o evolutiva; que tiene lugar después de haber sobrepasado la
fase aguda, con ella comienza la terapia activa, dirigida a todas las áreas
psicofísicas – sensoriales del paciente que deben ser estimuladas, adiestradas
y compensadas según el grado y la cualidad de los trastornos y las deficiencias
existentes.
Ambos criterios expuestos son aplicados indistintamente, en dependencia de
las particularidades de cada sujeto y sus necesidades existentes; esto se deriva
32
40. de lo que aconteció en 1998, el National Institutes of Health (NIH) donde se
realizó una Conferencia de Consenso y Desarrollo sobre la Rehabilitación de
Personas con una Lesión Traumática Cerebral. [3][90][156]
Ambas fases constituyen un proceso que exigirá minuciosas exploraciones y
control de las funciones alteradas (físicas, cognitivas y conductuales), así como
la búsqueda de la máxima colaboración por parte del paciente y sus familiares.
Cualquiera que sean la extensión y profundidad de las lesiones producidas en
la estructura encefálica como resultado del traumatismo, la rehabilitación
estimuladora no debe postergarse ni reducirse. Constituye la única posibilidad
compensatoria de las alteraciones funcionales del Sistema Nervioso Central
(SNC) y no perjudica en ningún caso las restantes y necesarias intervenciones
terapéuticas desarrolladas por otras especialidades médicas o quirúrgicas.
Otros autores como Yves Xhardez [165], Krusen [52] y Susan J Garrison [57]
distinguen tres períodos que realmente no se definen con claridad, porque su
relación es tan estrecha que no resulta fácil establecer distinciones, pero que de
cualquier forma se tienen en cuenta en el proceso, ellos son:
1) El período de coma
2) El despertar
3) La reeducación
Precisamente este último período constituye el espacio donde interviene
objetivamente el profesional de la Cultura Física, donde deberá tenerse en
cuenta la comprensión, la trasmisión, la atención, las dificultades de
coordinación, el límite de fatigabilidad y la espasticidad. [101]
Entre las técnicas de facilitación en la reeducación neuromuscular se tiene en
cuenta, en primer lugar, el método Bobath y en segundo el Kabat, utilizando
esencialmente los reflejos, posiciones, sincinesias y enviando al córtex
solicitaciones activadoras, entiéndase estímulos exteroceptivos, así como
solicitaciones inhibidoras.[17][84]
33
41. Además, se incluyen otros procedimientos con carácter consecutivo como las
técnicas de movimientos cruzados pasivos; la hidroterapia y otros.
Según Yves Xhardez [165] algunos de los principios a tener en cuenta en la
aplicación de la kinesioterapia son entre ortos:
“Necesidad de una reeducación lo más precoz posible desde los primeros días,
continuada con perseverancia durante mucho tiempo después del despertar del
enfermo y dado que la dificultad motriz de un traumatizado craneano es ante
todo psico-motor, es necesario tener siempre presente que la reeducación no
podrá ser únicamente periférica, sino que deberá encarar de manera
permanente para cada función la integración de las percepciones que unen al
herido con el mundo exterior, y de los esquemas motores perturbados por esas
lesiones”.
A pesar de que se comparte la veracidad de estos planteamientos, es
cuestionable su declaración como principio, pues como se sabe un principio es
una regularidad que se manifiesta con carácter de ley y no una necesidad ni
una relación entre dificultad y lo que se debe tener presente para solucionarla,
estas son en todo caso, orientaciones metodológicas.
1.2.3. Neurorrehabilitación motora. Métodos de tratamiento más utilizados.
Antes de 1940, momento a partir del cual se produce una gran explosión en la
construcción de métodos de tratamiento para pacientes con enfermedades
neurológicas, los terapeutas dirigían la rehabilitación de pacientes con deterioro
de las funciones motoras haciendo énfasis en la compensación de las
discapacidades de la parte del cuerpo afectada por la no afectada, y la
corrección de las deformidades articulares [72]. En la década del 40 del pasado
siglo varios métodos de tratamientos emergieron como continuidad a las
investigaciones precedentes y terapeutas como Bobath [17] [18] [19], Kabat
[84], Rood [130] y otros, reconocieron que pacientes con deterioro neurológico,
en particular los pacientes con discapacidades sensoriales y motoras como
secuelas de Enfermedades Cerebro Vasculares (ECV), tenían grandes
34
42. posibilidades de recuperar total o parcialmente las funciones del hemicuerpo
afectado por la lesión.
Unos, interesados por el desarrollo muscular y la
coordinación del movimiento (Kabat, Rood, Hellebrand), otros por la
disminución de la hipertonía causada por la espasticidad de los miembros
comprometidos (Bobath y Fay), los métodos de tratamientos de debilitación
motora mediante ejercicios físicos evolucionaron hasta nuestros días con gran
aceptación.
El concepto Bobath [20] de tratamiento del neurodesarrollo en niños ha sido una
de las más populares terapias utilizadas no solo en Ucrania sino en el mundo.
La construcción de su terapia se basó en la solución de tareas motrices con la
guía del terapeuta para favorecer las potencialidades funcionales, que
promueven su independencia y reducen la rigidez y deformidades articulares
que los desórdenes del neurodesarrollo producen en los infantes. Bobath basó
su método de tratamiento en las técnicas de inhibición de reflejos tónicos
exacerbados y la facilitación del movimiento.
La facilitación es una forma de activar el uso de los controles sensoriales
propioceptivos para hacer el movimiento más fácil y forma parte de los procesos
de aprendizaje activo [57] que permiten al individuo superar la inercia, iniciar,
continuar y terminar una tarea motora. La facilitación se utiliza para asistir al
paciente en la solución de problemas preelaborados, permitiéndole descubrir
los patrones de movimientos que con más éxito puede realizar la tarea
programada.
La facilitación se puede dirigir sobre todo al control postural necesario para la
solución de tareas programadas o hacia los movimientos voluntarios de las
actividades de la vida diaria. La facilitación activa el excedente de los
componentes de la persona que tiene escaso control para iniciar o terminar el
movimiento y requiere a menudo el contacto manual para activar aferencias
sensoriales, propioceptivas y guiar el movimiento; aunque el paciente nunca se
comporta como un ente pasivo. Los ejercicios de facilitación se diseñan a partir
de tres premisas fundamentales: la orientación de una tarea susceptible de ser
35
43. realizada por el paciente, la exigencia de una respuesta, y la corrección y ayuda
mediante el contacto manual del terapeuta.
Si la facilitación es acertada debe conducir a un cambio en el comportamiento
motor del paciente. Para asegurarse de que esto ocurra, el grado de facilitación
se debe reducir gradualmente de una a otra sesión de tratamiento y se retira
completamente hacia el final de este, hasta que el individuo puede iniciar y
terminar la tarea independientemente. Durante el período en el cual la
facilitación todavía se está utilizando como parte del proceso de intervención,
los patrones normales de movimiento se van incorporando como parte de la
estrategia de comportamiento habitual.
El neurofisiólogo estadounidense Herman Kabat desarrolló a mediado de 1950
el método de facilitación neuromuscular propioceptiva (FNP) [20] [82] [84] cuyo
objetivo
era
facilitar
la
actividad
muscular
mediante
la
estimulación
propioceptiva. Kabat fundamentó los principios terapéuticos del método FNP en
las investigaciones de Sherrington, Gelhorn Pavlov y otros estudiosos del
campo de la neurofisiología que consisten en explotar las potencialidades
humanas que no se han desarrollado por completo. [110]
Entre las potencialidades humanas que no se han desarrollado por completo y
se pueden explotar se encuentran: [119]
1. El desarrollo motor normal en el embrión humano tiene un sentido céfalo –
caudal y próximo – distal. Los tratamientos donde se utiliza el método Kabat son
ordenados respetando este principio, donde los ejercicios comienzan con
movimientos de la cabeza y cuello, luego tronco, la parte proximal de las
extremidades y por último la parte distal de las extremidades.
2. La conducta motora de los adultos está sostenida y reforzada por los
mecanismos posturales reflejos.
3. Las posturas normales y el movimiento dependen del sinergismo y de la
interacción equilibrada de los antagonistas.
36
44. 4. Los tratamientos deben recapitular la secuencia de desarrollo de las
conductas motoras que expresan una secuencia de patrones de movimientos.
5. El desarrollo motor normal sigue una secuencia ordenada, pero carece de
una cualidad paso a paso.
6. El aumento gradual y sucesivo de la complejidad de los movimientos a partir
de la solución de problemas que requieran la formación de conceptos.
7. La frecuencia de la estimulación y la repetición de la actividad se usan para
favorecer y retener el aprendizaje de la motricidad y el desarrollo de la fuerza y
la resistencia.
En el método Kabat las técnicas de facilitación están agrupadas en las que
estimulan los patrones de movimientos cruzados, patrones de movimientos en
masa de carácter diagonal y espiral, y las técnicas especiales.
Los patrones de movimientos cruzados son movimientos combinados que
pueden ser bilaterales, unilaterales y cambios posturales de las reacciones de
enderezamiento y equilibrio.
En los patrones de movimientos de masa de
carácter diagonal y espiral existen dos diagonales de movimiento para cada
región corporal y cada diagonal se compone de tres movimientos inseparables:
flexión – extensión, aducción – abducción y rotación lateral y medial, y a su vez
de dos patrones antagónicos entre sí. Las técnicas especiales consisten en la
superposición de varias técnicas de patrones de movimientos y posturas,
haciendo énfasis en la estimulación sensorial a través de los contactos
manuales, claves visuales y órdenes verbales para lograr la mayor estimulación
posible.
La terapeuta ocupacional Margaret Rood [130] basó sus trabajos en los hechos
neurofisiológicos conocidos de cómo las entradas aferentes pueden ejercer
influencia en el sistema nervioso central sobre el control de las unidades
músculo esquelético en el control de la postura y los movimientos voluntarios.
Rood partía de la premisa que los patrones de movimientos se desarrollan a
partir de patrones reflejos fundamentales que están presentes desde el
nacimiento y que se utilizan y modifican gradualmente a través de estímulos
37
45. sensoriales hasta que se alcanza el más alto control en el nivel cortical. Su
hipótesis consistía en suponer que si fuera posible aplicar los estímulos
sensoriales apropiados al receptor adecuado, tal como se manifiesta en el
desarrollo de sujetos normales, se podrían provocar respuestas motrices
capaces de establecer las conexiones motoras que manifiesten conductas
motoras normales.
Las técnicas de Rood se soportan en los siguientes principios [130]:
1. La estimulación sensorial adecuada garantiza la normalización del tono
muscular, requisito indispensable para el movimiento, y las respuestas
deseadas.
2. El tratamiento debe comenzar en el nivel de desarrollo del paciente y
progresar gradualmente a niveles más altos de control sensorial y motor.
3. La dirección del tratamiento es cébalo – caudal y de proximal a distal.
4. La repetición de los estímulos sensoriales y las respuestas motoras son
fundamentales para el aprendizaje y los métodos más utilizados son la
inhibición, la facilitación.
Una
de
las
disciplinas
científicas
más
utilizadas
actualmente
en
neurorrehabilitación es el empleo de la biomecánica denominada por las
fisioterapeutas Janet Carr y Roberta Shepherd “la ciencia del movimiento
humano” [24] [25]. Estas investigadoras australianas, promotoras del empleo de
la biomecánica para controlar los movimientos de los pacientes durante el
tratamiento, plantean que el objetivo principal de la rehabilitación en individuos
con disfunciones motoras secuela de lesiones del sistema nervioso es la
optimización del desempeño de las funciones motoras. [26]
El estudio de la acción muscular, el movimiento de las articulaciones y las
acciones multisegmentarías facilitaron la comprensión de la necesidad de
definir los requerimientos de las tareas especificando su posible variabilidad
contextual. El uso de la biomecánica en los procesos de rehabilitación ha
proporcionado información acerca de la naturaleza de los mecanismos
38
46. normales y anormales de las funciones motoras. El empleo de las nuevas
tecnologías permitió a Carr y Shepherd establecer un protocolo preliminar para
implementar un método de tratamiento más efectivo, facilitando el control del
proceso de rehabilitación mediante estudios cinemáticos y dinámicos de las
extremidades inferiores en las acciones para adoptar una postura bípeda, y la
relación entre las extremidades superiores y el tronco en las tareas de
alcance.[26]
1.3. Conceptualización de estrategia y estrategia pedagógica.
El hombre para llevar a cabo la obtención de resultados en las tareas que
asume,
ha tenido que trazarse en muchas ocasiones estrategias que, tanto a
corto como a largo plazo, permitirán lograr el fin propuesto.
En esta investigación se pretende proponer una estrategia pedagógica, que no
tiene su origen en la forma tradicional de abordar problemáticas semejantes,
por lo que pudiera comportarse como una variante más, de ahí su originalidad.
Estrategia es un vocablo muy utilizado en la literatura específica, se refiere a
temas que tratan la diplomacia, lo militar, los negocios, la política y hasta los
deportes. En su sentido más general, es el modo de construir una posición que
sea tan sólida en las áreas clave y potencialmente tan flexible, que el proceso
permita lograr las metas a pesar de lo impredecible del comportamiento.
Según Sierra Salcedo R. A. en conferencia desarrollada en el Centro de
Referencia de Educación Avanzada (CREA) de la CUJAE, el 30 de enero del
2003, para Chandler, (1962) el diseño de la estrategia se presenta como el
desarrollo. La misma autora sostiene que desde el punto de vista de Mintzberg,
H. [106] “Estrategia es una pauta de acción, una “maniobra” para ganar la
partida al contrincante o competidor o quizás una amenaza para desanimar al
competidor”.
Esta forma tan diversa de comprender la estrategia es adelantada por
Mintzberg, H. cuando la define como “un patrón, un modelo en un flujo de
39
47. acciones que intenta establecer direcciones específicas”, el propio autor apunta
que la estrategia es una perspectiva, “una manera particular de percibir el
mundo. Es un concepto. Debe ser compartida”.
Por su parte, Menguzzato y Renau, [104] hacen explícitos los objetivos de la
empresa y los cursos de acción fundamentales, de acuerdo con los medios
actuales y potenciales de la empresa, a fin de lograr la inserción óptima de ésta
en el medio socioeconómico.
Un concepto más sencillo pero igualmente profundo ofrece Tartakower, citado
por Sierra Salcedo R, quien dijo… estrategia es: "Hacer lo que hay que hacer
cuando no hay nada que hacer".
Desde las perspectivas de la educación, estrategia puede ser considerada,
según Huberman, citado por Saturnino de la Torre [142] como: “Una serie de
principios que sirven de base a fases específicas de acción, que deben permitir
instalar con carácter duradero una determinada innovación”, criterio que es
compartido por Saturnino de la Torre, [142] quien además agrega que es “la
combinación y organización del conjunto de métodos y materiales escogidos
para alcanzar ciertos objetivos”. Son también aquellas “Acciones discretas que
ayudan a superar cualquier obstáculo al desarrollo”.
En resumen, podría concebirse la creación de una estrategia como un proceso
de síntesis del pasado, del presente y del futuro. Estos elementos deben ser
tenidos en cuenta para llegar a una conceptualización respecto a este término.
En la presente investigación, el pasado se revela como las características
esenciales que describen el estado inicial en que se encuentra el paciente
(diagnóstico); el presente, el accionar terapéutico en correspondencia con las
necesidades del paciente (estrategia) y el futuro los cambios que tal estado
experimenta, acusando la aplicación de la estrategia elaborada. Antes es
importante tener en cuenta aspectos tan esenciales como:
x
La relación entre la estabilidad interna y la inestabilidad del entorno.
x
La estrategia se enmarca en un proceso de producción mental del hombre.
40
48. x
Se muestran la consistencia, la firmeza, estabilidad, coherencia, resistencia,
solidez y duración del comportamiento esperado, al señalar las direcciones
específicas.
x
Se tienen en cuenta la realidad contextual a la que debe adaptarse.
x
Se reconoce como punto de partida el diagnóstico, en tanto, tiene en cuenta
las potencialidades del sujeto y procesos objeto del cambio.
41
49. CAPÍTULO II. DISEÑO METODOLÓGICO DE LA INVESTIGACIÓN
Se trata de un estudio longitudinal descriptivo con la finalidad de diseñar una
estrategia pedagógica de neurorrehabilitación motora mediante ejercicios
físicos, que conduzca al restablecimiento parcial o total del estado normal
funcional motor de individuos en estado vegetativo secuela de TCEG. Para
alcanzar el objetivo propuesto es preciso organizar la investigación en tres
fases fundamentales: la primera cuya finalidad es el diagnóstico que identifica
las condiciones de partida; la segunda que consiste en la elaboración de la
estrategia pedagógica en correspondencia con el diagnóstico y la tercera,
donde se realiza concretamente la comprobación de la eficacia de la estrategia
pedagógica. En esta investigación, considerando que se trata de un estudio de
caso, solo se utilizó un paciente con TCEG para demostrar la consistencia de
una teoría ignorada.
2.1. Muestra utilizada.
En la primera de las fases de la investigación, cuando es preciso determinar la
pertinencia de esta, se utilizó como muestra personalidades claves en el área
del conocimiento, los cuales suman 64. Para el estudio de caso solo existe un
paciente, seleccionado como muestra intencional, referente del centro el cual es
objeto de la investigación. Es decir, el sujeto cuyo estado se pretende
transformar es solo uno, de modo que para el caso la muestra es coincidente
con la población.
En esta fase fue preciso diagnosticar el caso para conocer otros aspectos de
partida que identifican sus condiciones, esto incluye los documentos que
describen su estado en los cuales se describen los criterios que permitieron su
selección: resumen de historias clínicas (Anexo 1) y planillas de examen físico
motor (Anexo 2). Los indicadores que se tuvieron en cuenta en la aplicación de
los métodos fueron los criterios de rehabilitación y la metodología de trabajo
utilizada con el paciente.
42
50. En la segunda fase, orientada a la selección de los contenidos y procedimientos
que sustentan la estrategia declarada y donde se establecen las relaciones
entre los componentes que han resultado del estudio realizado, hacen que la
investigación adquiera un carácter predominantemente teórico, luego la muestra
concretamente hablando no existe para ambos casos y sólo en la tercera que
tiene un carácter experimental es posible referirse a este aspecto.
En la tercera y última fase se elaboró y aplicó la estrategia pedagógica al
paciente escogido, que se sigue comportando como la única muestra de
carácter personal. Se trata de una mujer de 18 años de edad que presentaba un
TCEG como resultado de un accidente automovilístico, lo que tuvo un gran
peso en el criterio de selección; además, se encontraba en estado vegetativo y
existía un previo consentimiento informado, todo lo cual la hacía ideal para el
desarrollo de la experiencia.
2.2. Métodos y medios de la investigación.
En la primera fase de la investigación, durante el proceso de diagnóstico se
consultaron los resultados del examen clínico aplicado a la paciente. Se aplicó
la entrevista (Anexo 3) a los profesionales más experimentados, para
complementar los datos de las pruebas con sus experiencias. Se hizo la
revisión de documentos. Se complementó con la observación, lo que
permitió determinar el estado real del paciente y concretar el examen físico
motor aplicado. (Ver protocolo de observación en el Anexo 2).
Por último, en esta fase, se aplicó una entrevista al médico principal
(neurólogo), para conocer su opinión sobre el estado del paciente y atenuar la
subjetividad del investigador (Anexo 4).
Ya en el nivel teórico de la investigación, durante la determinación de los
componentes de la estrategia, fue necesario inferir de los resultados del
diagnóstico, las acciones que pudieran contribuir a la recuperación de la
paciente, por lo que se impone un razonamiento basado en el método
hipotético- deductivo.
43
51. Con la aplicación de los métodos de análisis y síntesis, se logró caracterizar el
proceso que distingue el tratamiento de pacientes con secuelas de traumatismo
craneoencefálico grave y determinar las bases organizativas y metodológicas
de la estrategia pedagógica, así como puntualizar el estado real del paciente,
de manera que se pudiera obtener una representación ideal que facilite la
comprensión del objeto de investigación.
En este mismo nivel, al definir el contenido y los medios a utilizar, tomando
como base los fundamentos de la teoría existente y los resultados del
diagnóstico, fue preciso apoyarse en el método hipotético-deductivo para
realizar las inferencias necesarias.
Además, era necesario lograr la integración de los métodos, las formas de
organización y control, lo que dependía de la representación ideal de la
totalidad del proceso y de la consideración de las relaciones causales entre sus
componentes, por lo que fue preciso apoyarse en la modelación.
En la comprobación empírica de la eficacia de la estrategia creada se utilizó el
pre - experimento, donde esencialmente se comparó el resultado final
alcanzado, con la situación de partida. Como se sabe, el experimento en
cualquiera de sus formas incluye a la observación y la medición como
métodos auxiliares: la primera se hizo efectiva en el seguimiento sistemático del
progreso del sujeto y la segunda en la comparación de los estados, que se
verificaron en las planillas de escala funcional de motricidad gruesa.
Es válido agregar que uno de los principales medios utilizados como apoyo a la
observación, además del protocolo, fue la técnica de video, la que permitió
evidenciar el estado motor alcanzado por la paciente, al rebasar cada etapa del
tratamiento planificado.
Como es conocido en este epígrafe se relacionan y fundamentan los métodos
que permiten alcanzar los resultados. Es decir, el cómo estos se logran, por lo
tanto no siempre es natural referirse a cómo se construye la fundamentación
teórica que sirve de sustento científico de la investigación, sin embargo dada la
novedad del objeto de estudio declarado para el campo de la Cultura Física
44
52. resulta apropiado hacer una breve referencia del modo en que este ha sido
concebida.
En una primera aproximación
se realiza la búsqueda de información
relacionada con el desarrollo histórico de la rehabilitación la cual se
contextualiza
en
nuestro
entorno
hasta
arribar
específicamente
a
la
caracterización del desempeño del profesional de la cultura física paso que
permitió arribar a aspectos más específicos como la neurorrehabilitación motora
y su tratamiento con ejercicios físicos.
Este procedimiento obliga a una consideración del tránsito de lo general a lo
específico. Más adelante es preciso ordenar de modo cronológico y
contradictorio las diferentes fuentes que se relacionan con el tema lo que pone
a prueba las habilidades de búsqueda y clasificación de la información.
Por último se hace necesario sistematizar las teorías existentes considerando
los límites del objeto lo que da cuerpo a una fundamentación científica que
evidencia la pertinencia del objeto declarado y la función esencial de este
componente del diseño; todo ello vasado en los procesos de análisis- síntesis e
inducción- deducción por parte del investigador.
2.3. Control de variables ajenas.
Se refiere a aquellos factores externos que no son esenciales pero que pueden
enmascarar o afectar los resultados de la investigación. Entre ellos puede
considerarse:
Horario de trabajo.
Como se sabe la hora del día escogida para realizar actividad física condiciona
el desempeño de los individuos aún en personas sanas según el objetivo que
se pretenda lograr en el caso de los sujetos con TCEG, la duración de la sesión
pudiendo durar hasta cuatro horas.
Para atenuar los efectos de este factor el trabajo se divide en dos sesiones
durante el día, haciendo énfasis principalmente en la mañana que es cuando se
alcanza el mayor rendimiento. Además se tiene en cuenta el principio de la
45
53. variabilidad de los estímulos lo cual se hace concreto en la irregularidad de la
dosificación, en la alternancia de la intensidad de los esfuerzos utilizando
estímulos táctiles, verbales y de cambios posturales orientados a la motivación,
pero sobre todo respetando la relación trabajo descanso.
Administración de medicamentos.
De los medicamentos como siempre, se espera un efecto positivo. Sin embargo
no es extraño que en determinadas circunstancias sus efectos se opongan
directamente a los objetivos e intereses de los rehabilitadores físicos así por
ejemplo los que tienen un efecto muy relajante se oponen a la finalidad de
estimular la tensión muscular; los que provocan somnolencia afectan la
disposición de los paciente para la realización de la actividad y los que sobre
estimulan las posibilidades de rendimiento, que desvirtúan los criterios de
dosificación y de la relación trabajo descaso. Para evitar estos estados
indeseados es preciso una conciliación del grupo multidisciplinario bajo la
dirección del médico principal a fin de convenir los procedimientos y dosificación
tanto de una parte como de la otra.
Calidad de la continuidad del trabajo con el acompañante.
Luego de haber realizado las actividades correspondientes guiadas por el
rehabilitador en el tiempo establecido durante las sesiones del día se le
orientaran al familiar actividades complementarias las cuales serán controladas
por la enfermera en turno con el fin de profundizar en los estímulos y el
intercambio con el medio circundante. El objetivo principal es propiciar la
adaptación psico – física del paciente.
El incumplimiento o la ejecución incorrecta de estas tareas retrasa la
rehabilitación del paciente pudiendo prolongarse innecesariamente el proceso;
cabe agregar que una dosificación desmedida conduce también a una fatiga
excesiva que conlleva a una recuperación incompleta que lógicamente va
afectar la efectividad de la posterior sesión con el rehabilitador al día siguiente.
Para evitar estas influencias negativas el rehabilitador debe establecer modos
de relación con el acompañante a fin de sensibilizarlo sobre la importancia de
46
54. su papel en la recuperación del paciente y de igual modo instruir a la enfermera
en las formas de control y ayuda tanto al paciente como a los acompañantes.
Traslados.
Al presentarse las diversas limitaciones que manifiesta un paciente con
traumatismo craneoencefálico grave por el alto nivel de incapacidad se hace
evidente una marcada dependencia tanto para la realización de las actividades
de la vida diaria (AVD) como para trasladarse.
Esta última merece un cuidado especial ya que un mal manejo del paciente en
sus traslados pudiera ocasionarle lesiones y fracturas que comprometerían la
integridad del paciente, provocando daños físicos, organizativos y económicos.
Mantener una misma postura en el momento de trasladarlo permitirá un manejo
eficiente, evitar que existan movimientos incontrolables que provoquen un
desequilibrio corporal, disminuirán la probabilidad de la presencia de mareos y
trastornos autónomos.
2.4. Pruebas a efectuar
Aunque la teoría de rehabilitación planteada en este trabajo es diferente en
relación con el modelo actuante, las pruebas utilizadas son las mismas que se
aplican para determinar la gravedad de los traumas. De esa manera, la
objetividad del procedimiento aplicado resultaría más evidente, así como las
posibilidades de generalización de la experiencia. Estas abarcan las siguientes
áreas:
1. De decúbito: Para evaluar el equilibrio corporal y la correspondencia entre
el control de la cabeza y las habilidades potenciales de los miembros
superiores y el torso.
2. De sentado: orientado a valorar la postura de sentado y mantenerla.
3. De gateo y de rodillas: que se refiere al estudio del desplazamiento
mediante las habilidades básicas correspondientes.
47
55. 4. De pie: Para evaluar el dominio de la bipedestación y el equilibrio teniendo
en cuenta los pases y transferencias de posición.
5. De marcha y escalera: Se tienen en cuenta la mayoría de las habilidades
motrices básicas con carácter funcional.
Cada una incluye un grupo de parámetros o ítems cuyos valores conforman una
escala. Es decir, la Escala de Función Motora Gruesa Modificada.
Por la objetividad demostrada en otras aplicaciones es la que se utiliza en la
presente investigación.
La evaluación de la gravedad del impacto mecánico provocado en un Trauma
Craneoencefálico puede ser estudiada tanto desde una perspectiva anátomofisiológica del SNC, como desde la perspectiva de las alteraciones cognitivas de
su funcionamiento [51].
Existe un conjunto de escalas de evaluación que permiten obtener información
del estado motor funcional de los pacientes en neurorrehabilitación. Entre las
escalas que describen de manera más exhaustiva la evolución funcional de los
pacientes con lesiones estáticas encefálicas se encuentran: el índice de Barthel,
escala
neurológica
canadiense,
escala
europea
para
enfermedades
cerebrovasculares, escala del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos,
entre otros. Sin embargo estas escalas al evaluar el estado cognitivo de forma
general son poco específicas en cuanto a las características motoras de los
pacientes con estas enfermedades y están orientadas fundamentalmente al
diagnóstico clínico.
Las escalas que más se utilizan para evaluar a los pacientes con secuelas de
TBI [51] (Escala del Coma de Glasgow, escala de clasificación de la
discapacidad, escala de niveles de funcionamiento cognitivo Rancho los
Amigos, índice de función cognitiva, test de Galveston de orientación y
amnesia, medida de la independencia funcional y la escala de conducta
agitada) presentan características semejantes a las descritas anteriormente,
48