1. LA HORA DEL ESPÍRITU SANTO
La hora tercia, hacia las nueve de la mañana, es la
hora en la que se manifiesta el Espíritu Santo en
Pentecostés. Es la hora del Espíritu Santo.
ORACIÓN
Ven Espíritu de amor, y renueva la faz de la tierra;
haz que todo vuelva a ser un nuevo jardín de gracia,
de santidad, de justicia y de amor, de comunicación
y de paz, y así la Sanísima Trinidad pueda verse
reflejada, complacida y glorificada.
Ven. Oh Espíritu de Amor, y renueva toda la Iglesia;
llévala a la perfección de la caridad, de la unidad y
de la santidad, para que se convierta hoy en una luz
más grande que resplandezca a todos en la gran
tiniebla, que se difunde en cualquier parte.
Ven, oh Espíritu de sabiduría y de inteligencia, y
abre el camino de los corazones a la comprensión
de la verdad plena. Con la fuerza que quema, con tu
fuego divino que desarraiga todo error, que limpia
toda herejía, a fin de que resplandezca todo en su
integridad a la luz de la verdad de Jesús que se ha
revelado.
Ven, oh Espíritu de consejo y de fortaleza, danos
ánimos de ser testigos del Evangelio que hemos
recibido. Sostén a quienes son perseguidos, alienta
a quienes están marginados; da fuerza a quienes
están encarcelados; concede la perseverancia a
quienes están pisoteados y torturados; otorga la
palma de la victoria a quien todavía hoy, viene
conducido al martirio.
Ven Espíritu de ciencia, de piedad, y de temor de
Dios, y renueva con la linfa de tu divino amor la
vida de todos aquellos que han sido consagrados en
el Bautismo, marcados con tu sello en la
Confirmación, de aquellos que se han ofrecido en el
servicio de Dios, como obispos, sacerdotes,
diáconos, para que puedan todos corresponder a tu
obra que en estos tiempos se está realizando un
segundo Pentecostés de tanto tiempo invocado y
esperado.
Amén.
Tres Gloria al Padre.
Espíritu
Santo
2. ORACIÓN PARA PEDIR EL DON DEL
ESPÍRITU SANTO
Oh Jesús, nosotros somos tus hermanos que sufren
en su cuerpo, que ha sido redimido por ti. Pero
nuestro espíritu; oh Dios mándanos tu Espíritu
Santo que es Amor, para curar nuestras heridas.
Deseamos aprender de ti, oh Jesús, para vivir por
los otros y donar toda nuestra vida y todo lo que
tenemos. Oh Jesús, mándanos tu Espíritu que
desde el inicio de la creación se cernía sobre las
aguas y de las aguas salió la vida. Oh, la vida nace
de nuestro corazón mediante el Espíritu, aquella
vida que tu haz vivido, oh Jesús donado a través de
tu Espíritua la Virgen María la cual te ha concebido
en su seno.
Oh, dónanos tu Espíritu que es vida.
Oh Jesús, dónanos y mándanos el Espíritu para
librarnos del miedo que tenemos de frente a la
nueva vida. Líbranos de toda tentación, del espíritu
maligno que está activo cada día, que desea
ponernos en nuestro corazón pensamientos de
rechazo: “No tengo tiempo ni entiendo nada”, que
desea ponerse nervioso en nuestro corazón. Oh
Jesús nosotros no tenemos miedo, tenemos la
alegría porque tu Espíritu es capaz de cambiarnos.
Derrama tu Espíritu en nuestros corazones.
El tiempo en el que vivimos es peligroso. Tú
quieres salvarnos, tus deseos no cambian
repentinamente, para poner en nuestros corazones
tu proyecto. Sí, sabemos que somos débiles, pero no
estamos aquí por casualidad, hemos sido llamados.
Oh, pon tu palabra en nuestros corazones, tómanos
de la mano, tómanos en cada uno de nuestros días,
llévanos delante del Señor, delante al Espíritu
Santo, con el fin de ser sencillos, obedientes;
humildes.
Amén.
Tres Gloria al Padre
¡¡Espíritu
Santo!!
3. LA HORA DEL ESPÍRITU SANTO
La hora tercia, hacia las nueve de la mañana, es la
hora en la que se manifiesta el Espíritu Santo en
Pentecostés. Es la hora del Espíritu Santo.
ORACIÓN
Ven, Espíritu Santo, enséñanos a orar.
Oh Dios, te damos gracias porque con tu Espíritu
vivificas y renuevas todos los días nuestras
comunidades: ayúdanos a estar atentos y dóciles, a
tu voz para aprender a vivir en la unidad, para
aprender a alabarte y darte gracias como tú deseas.
Ven, Espíritu Santo, enséñanos a orar.
Haz que cada enfermo sepa aceptar su condición
con alegría, para que sea testigo y partícipe de tu
pasión redentora.
Ven, Espíritu Santo, enséñanos a orar.
Envía muchos jóvenes para que trabajen en tu mies,
dales el valor y la fuerza para responder con
prontitud a tu invitación como lo hicieron María,
Pedro, Juan, Andrés, Mateo, Pablo y los primeros
Apóstoles.
Ven, Espíritu Santo, enséñanos a orar.
Oh Dios, te ofrecemos lo que podemos; nuestra
miseria, nuestros dolores y nuestro amor, no te
pedimos vocaciones santas, porque esta es la
necesidad más grande de la Iglesia hoy, porque
nuestras familias nuestra sociedad, todas las
naciones del mundo necesitan sólo de santos.
Te lo pedimos en el nombre de tu Hijo Jesús, que
nos ha mandado pedir a ti “los obreros para la
mies” porque El nos ha garantizado que cualquier
cosa que pidamos, tú nos la concedes, María ora
con nosotros. Une tu intercesión de Madre y
completa nuestra débil fe.
Amén.
Tres Gloria al padre.
Espíritu
Santo
4. ORACIÓN
Estamos delante de ti, oh Espíritu Santo: sentimos
el peso de nuestras debilidades, pero estamos
unidos todos en tu nombre; ven a nosotros,
asístenos, desciende en nuestros corazones;
enséñanos lo que debemos hacer, muéstranos el
camino que debemos seguir, cumple en nosotros
mismos cuanto nos pides.
Sé sólo tú nuestro conductor, ven a guiarnos en
nuestras decisiones, para que con Dios Padre y con
su Hijo, tengan un nombre santo y glorioso. No
permitas que hagamos daños a la justicia, tú que
amas el orden y la paz; no dejes que nos desvíe la
ignorancia, no nos vuelva parciales la humana
simpatía, no nos influyan los cargos o personas,
tennos junto a ti y que nada nos separe de la
verdad; haz que, reunidos en tu nombre santo,
sepamos moderar bondad y firmeza al mismo
tiempo, así haremos todo en armonía contigo, en la
espera para que los fieles cumplamos lo que
debemos en el futuro recibir como premios eternos.
Amén.
Tres Gloria al Padre.
ORACIÓN
Oh Espíritu de Dios, que con tu luz distingues la
verdad del error, ayúdanos a discernir la verdad.
Disipa nuestras ilusiones y muéstranos la realidad.
Haznos reconocer el lenguaje auténtico de Dios en
el fondo de nuestra alma y ayúdanos a distinguirlo
de otras voces.
Muéstranos la voluntad divina en todas las
circunstancias de nuestra vida, de manera que
podamos tomar las justas decisiones.
Ayúdanos a identificar en los acontecimientos los
signos de Dios, las invitaciones que nos haces, las
enseñanzas que nos quieres transmitir.
Haznos aptos para para percibir tus inspiraciones.
Concédenos esa perspicacia sobrenatural que nos
permita descubrir las exigencias de la caridad y
comprender todo lo que necesita un amor generoso.
Pero, sobre todo, eleva nuestra mirada, allá donde
te haces presente, en todas partes donde tu acción
nos alcanza y nos toca.
Amén.
Tres Gloria al Padre.
5. LA HORA DEL ESPÍRITU SANTO
La hora tercia, hacia las nueve de la mañana, es la
hora en la que se manifiesta el Espíritu Santo en
Pentecostés. Es la hora del Espíritu Santo.
INVOCACIONES AL ESPÍRITU SANTO
¡Santo Espíritu! Por intercesión de la Reina de
Pentecostés sana mi mente de la irreflexión, la
ignorancia, los olvidos, los prejuicios, los errores, y
engendra en todo mí ser la sabiduría, Jesucristo
Verdad.
Sana mi corazón de la indiferencia, la desconfianza,
las malas inclinaciones, las pasiones, los
sentimentalismos, y engendra en mí los gustos, los
sentimientos, las inclinaciones de Jesús Vida.
Sana mi voluntad de la pereza, la ligereza, la
inconstancia, la desidia, la obstinación, los malos
hábitos y engendra en mí a Jesucristo Camino; el
amor nuevo a todo lo que Jesucristo ama y al
mismo Jesucristo.
Elévame sobrenaturalmente:
La inteligencia, con el don de sabiduría;
El conocimiento, con el don de la ciencia;
La prudencia, con el don de consejo;
La justicia, con el don de la piedad;
La fortaleza, con el don espiritual;
La templanza, con el temor de Dios.
Amén
¡¡Espíritu
Santo!!