1. Enfoque de la gestión ambiental
El enfoque de la gestión ambiental contempla al conjunto de elementos que inciden en el manejo
sustentable de los ecosistemas. Estos elementos están constituidos por las diversas formas de vida
y sus correspondientes hábitats: el suelo, el agua, el aire y el conjunto de la biosfera en la que se
expresa la vida. La existencia, la calidad y la disponibilidad de estos recursos dependen en forma
directa de la dinámica de los ecosistemas de los cuales forman parte o de los cuales se extraen.
Su manejo asume objetivos múltiples que, según las circunstancias, abarcan desde la
conservación, hasta la utilización racional de los recursos naturales que los ecosistemas pudieran
proveer.
Este manejo sustentable de los ecosistemas implica que las formas de vida que contienen y los
fundamentos físicos en que descansan sean preservados y aprovechados de tal forma que se
asegure su permanente renovación y disponibilidad, y que su utilización para la satisfacción de las
necesidades básicas de las generaciones presentes no sea un obstáculo para que las generaciones
futuras puedan hacer lo propio.
En este sentido, por ejemplo, el control de la contaminación se ejerce en función de la gestión de
los ecosistemas, naturales o artificiales, a los que los elementos contaminantes se incorporan. La
emisión de gases residuales se debe controlar en función de las condiciones de las cuencas
atmosféricas locales afectadas y del equilibrio global de la atmósfera terrestre. La salud de los
ecosistemas y la capacidad de los mismos de garantizar la salud humana marcará las pautas para
acotar la incorporación de residuos sólidos y líquidos a los cuerpos de agua y a las cuencas
hidrológicas, así como a los suelos del país.
La diversidad de instrumentos de gestión ambiental
Los instrumentos de gestión utilizados en los países de la región tienen diversos
orígenes y naturaleza. Algunos de ellos se utilizan desde tiempo atrás y han sido
actualizados en los últimos años (ej. regulación directa, educación). Otros, en cambio, son de más
reciente promoción, como es el caso de los instrumentos económicos. Los instrumentos se
clasifican en cuatro grandes categorías:
2. 1. Los instrumentos de regulación directa, denominados de comando y control,
basados en la promulgación de normas y en la ecuación coerción sanción; es
decir, se trata de la forma tradicional de hacer cumplir la ley llevada al campo
de la conducta ambiental.
2. Los instrumentos administrativos consistentes en el otorgamiento de licencias
permisos y demás modos de adquirir el derecho a usar los recursos naturales previstos en las
diferentes legislaciones. La licencia ambiental ha sido el instrumento
predominante dentro de esta categoría.
3. Los instrumentos económicos que están dirigidos a hacer que las fuerzas del
mercado sean las principales propiciadoras del cumplimiento de las metas ambientales de la
sociedad.
4. La educación, la investigación, la asistencia técnica y la información ambiental
conforman la cuarta categoría.
Al hacer esta categorización, en este estudio no se adopta la aproximación según la
cual el mundo de los instrumentos de gestión ambiental se divide tajantemente en
dos: económicos y comando y control. Es una categorización que deja por fuera
otros instrumentos de enorme importancia para los formuladores de políticas, como
la educación, la investigación y la información. Además, es una categorización que CAPITULO
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con frecuencia ha sido utilizada como una estrategia para subrayar la superioridad
de los instrumentos económicos frente a los tradicionales instrumentos de regulación directa, que
en últimas son la expresión en el campo de la gestión ambiental
de la forma más usual y conocida de hacer cumplir la ley.